20 de agosto de 2019. Martes.
NAVIDAD
ES AMOR
-Precavido, ya preparo
la felicitación de Navidad. Es, como siempre, un sencillo poema donde aparece
la oscuridad y la luz, y en el que la nieve arde. Cuando aparece el amor, se
repliegan las sombras y surge el bien, y es vencido el mal. Recuerdo que estos
poemillas los empecé a componer allá por los años 80, concretamente en el 1984,
cuando la familia Cuadrado me pidió que les hiciera un relato escenificado del
Nacimiento, para representarlo en familia, y me salió El Retablo del Portal Iluminado, como un gozoso acontecer de
pastores, zagales, estrellas, y María, y José, y el Niño, que nace, cuando,
entre los asistentes –en el mundo–, brota, espontáneo, como una florecilla
celeste, el Amor. Entonces nace, no antes, solo cuando el escenario se llena de
abrazos y risas, y, si se les vienen a los labios y estos desean ser dichos,
expresados, los besos. Los besos, que son alegría, donación, reconciliación, humildad,
prestación. Y, Diario, ahí empezó todo. Luego, en San Pedro del Pinatar, el año
1995 continué con este modo llano y eficaz de evangelizar, sin textos de teología,
sin artilugios enrevesados, solo con el arma del villancico y su lírica pobreza,
con su aval de tradición, y, así, hasta ahora, pues aún sigo en la brecha, componiendo
estos versos de orfebre –virguería– que es el villancico, siempre a la espera
de Dios, y de sus noticias, tan silenciosas, a veces (11:17:35).
No hay comentarios:
Publicar un comentario