1 de febrero de 2023. Miércoles.
FIESTA DE NIÑO CON JUGUETES
FIESTA DE NIÑO CON JUGUETES
-Arranco el mes de enero del calendario y lo arrojo a la papelera, y ahí
me veo yo, contemplando con Jorge Manrique: «Cómo pasa la vida, / cómo se viene
la muerte / tan callando.» No me lamento, solo constato una realidad triste que
se vive con los años y que se va desvaneciendo al final de la vida, cuando todo
parece que toca a su fin. Digo «todo parece», porque es este un fin invernal, de
fríos y escaseces, pero al que le espera una primavera florida y luminosa:
fundirse en el amor de Dios. Es el aleluya de nuestras vidas: entrar en la
sinfonía inacaba y eterna de la divinidad y ser una nota musical en ella: sonar
con Dios, sonar a Dios. Ayer compré un calefactor para calentar estos huesos
artríticos que apenas me sostienen y que hay que masajear de vez en vez. El
calefactor es un fisioterapeuta entrañable y discreto, familiar, tan pequeño
que cabe en el nido de una cigüeña: hace que arda al frío. Es como si
almacenara sol y lo soltara en tiempo de heladas. O como dice Aldous Huxley: como
si «transportara el espíritu del niño a la vejez»: es «el secreto del genio». Y
yo, Diario, diría con Víctor Hugo, que, cuando la gracia interior se alía con
las arrugas, «hay un amanecer indescriptible en la vejez», que la hace ser
feliz, haciendo que las arrugas, lo que pudiera ser pesimismo o desesperanza,
se conviertan en risa, en fiesta de niño con juguetes (12:17:22).
Que bonita descripción de la vejez... Sólo hay un pequeño conflicto interno al hacernos mayores... porque tenemos un "motor" ( la mente ) impecable, pero el "chasis" ( el cuerpo )siempre tiene alguna "avería y no responde como quisiéramos al apretar el acelerador. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es, Arisenag, aunque la mente esté lúcida, el cuerpo, a veces, no responde. Es la vida, Otro abrazo.
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