11 de junio de 2015. Jueves.
LLUVIA EN
FRASQUITOS, O TEORÍA DE LA LLUVIA
Frasquitos de lluvia, gotas, en Lagos de Plitvice, Croacia. F: FotVi |
-Lluvia en frasquitos del tamaño de una gota, ocho o diez gotas, ocho o
diez frasquitos, esta mañana, en mi parcela, donde vivo y pongo letras unas detrás
de otras, como líricos restos de mosca con sentido (sobrias cagaditas -perdón-
de mosca, con sentido). Frasquitos (gotas), que, al romperse, hablan y dicen
agua, y alegran, y contagian de alegría al pájaro y a su canto. Y, con el canto
del agua y el pájaro, canta todo, también las letras del teclado del computador,
que vienen a mis dedos antes de yo pulsarlas, festivas, como con alas de
insecto. Y entonces yo digo: «¡Bello lenguaje!», el del agua y las cosas, el
del teclado; y rezo. (Rezar es otro modo de canto, como decirle al amor «te
amo» o al odio «no insistas», hasta que pasan el odio y sus arrebatos). Dar y
no pedir nada a cambio: teoría de la lluvia; o, en todo caso, sólo pedir que se
respeten sus caminos, sus cauces, su libertad itinerante, hasta poder dar con la
mar, su vientre materno, donde muere y renace, adonde va para volver, la
lluvia, o el ciclo incomparable y tremendo de la vida. Y, mientras acaecían estos
sucesos de lluvia y vida, y pájaro, la política y sus actores (los políticos)
en la tarea de sus pastos. Pastando las buenas hierbas, que para las sobras y
migajas, Diario, ya habrá tiempo; otro tiempo, casi siempre injusto (20:28:38).