20 de octubre de 2016. Jueves.
SOMBRAS VIVAS
Mariposa tornadiza, en el jardín. F: FotVi |
-Tocaba ir al oftalmólogo; ayer tocó inspeccionar mi
ojo, ver qué rama de eucalipto hay en él, o qué koala dormita en él. O qué
monje del Monte Athos se enreda, meditando, en él. Hay cosas moviéndose dentro
de mi ojo. Cosas que van y vienen, sombras vivas, ágiles como moscas insistentes,
malévolas. Voy al Hospital Los Arcos y hago cola dos horas; te citan a las tres
y media y te llaman a las cinco y media. Y lo celebro; porque al final te
atienden con corrección y agrado. Una muy joven médica me dice que son nada las
sombras de rama de eucalipto que se pasean por mis ojos y que, en otra ocasión,
esté más atento y no deje para mañana lo que puedo hacer hoy. Que en cuando
note algo en los ojos vaya de inmediato a urgencias, y notifique al oftalmólogo
lo que me sucede, no vaya a tratarse de un desprendimiento de retina, que sería
irreparable. Y como con la dilatación del ojo no puedo conducir, me trae y me
lleva a casa mi ángel conductor Luis, el que, menos cuando reza, siempre sonríe.
Y llegado a casa, me aburro, pues no puedo entrar en internet, y tengo que
mirar las plantas. El mirlo, mientras, goloso y voraz, come aceitunas, que,
tras picotear, desecha al instante. Salta, corre, grazna, se detiene y mira con
descaro, y luego grita y se va. Y ya hoy por la tarde, en Murcia, Diario,
llueve un poco, con mesura, y sale el sol, y se alegra la rosa, y la mariposa
tornadiza (18:34:15).