15 de noviembre de 2016. Martes.
PAISAJE DE
INSPIRACIÓN
Licencia para bailar, de Katy Parra. F: FotVi |
-Y, de pronto, me doy cuenta que la poesía no está
fuera, en las cosas, sino en el interior mineral, de cripta, de las palabras. Si
sajas una palabra, si la diseccionas, verás que ahí está la poesía, como latido
o habitáculo de las cosas, como emoción o destrucción de algo. Las palabras,
castillo interior de la belleza de las cosas, y de sus desafíos. En las
palabras está la ensoñación del mundo, su libertad sin alambradas, su vuelo heroico.
Hay que oír al poeta, que dice las cosas y las pone en su sitio, en el sitio de
la historia, en el sitio, a veces, del sollozo. Decía Leila Guerriero hace poco
en un artículo en El País: «Si yo fuera menos mentirosa diría que leo poesía
para que me haga daño; para que me despierte». Abres una palabra y allí están
la luz, la tiniebla, el sí y el no, la gracia y la impiedad, la paz y la
guerra. Quizá en esa gota de aceite haya poesía, y en esa otra gota de agua, en
ese bosque de abetos. Mas si no las dices, la gota de aceite tal vez unja y la
gota de agua riegue, y el bosque sea lugar para la música del viento y el
encuentro animal, pero la poesía está en la palabra que las dice, en esa aliento
que surge de la boca como un acontecimiento luminoso, o como un paisaje de inspiración,
escueto y salvaje. La palabra abierta; o sea, la palabra dando la miel o el
acíbar de su interior convulso, oceánico, infinito. La palabra dándose herida, dándose
acontecimiento, dándose pájaro o araña que sucumben, reverdeciendo luego en el
mundo que nombra. Ah, y decir que hoy, por sorpresa, y desde Totana, ha venido a
casa la poesía. Katy (con sus dos últimos libros, Licencia para bailar -¿Qué quieres que te cuente del amor / quien
no pudo medir su abrazo ni su órbita?- y Memorias
de un gato de buena familia), Isabel y Jose; y, con una copa entre las
manos, hemos hablado de nuestras cosas, tan variadas, tan divertidas, tan
humanas. Hemos hablado y callado, hasta que, Diario, nos hemos despedido, con
un beso y un hasta luego, emocionados; hasta más ver (18:27:51).