17 de diciembre de
2017. Domingo.
LEGAJOS
DE NUBES
Andando por las nubes, en Murcia. F: FotVi |
-Morir es el desenlace
más triste y árido de la vida. Sin luz en los ojos y paralizadas las manos,
quedas a merced de la nada, esa cosa oscura e inexplorada que te lleva a los
extremos: o a la nada sin nada (Nietzsche) o a la nada con final feliz: la vida
eterna (Cristianismo). Y allá, en el fondo de su telón oscuro -y si te acompaña
la fe-, se encuentra Dios. Es decir: Dios o la nada. Y te dices: ¿qué elegir?
¿Morir de muerte eterna, o morir transitando por la esperanza? Transitar por la
esperanza debe ser como andar por un legajo de espesas nubes, por el que se caminara
sin sentir. Yo prefiero transitar por intrincados legajos de nubes -la
esperanza-, que caer como un fardo en la nada más descarnada, sin palabras y sin
manos por las que transite la amistad, y el gozo de tocar. Hoy se nos dice en
la liturgia de la misa: «Estad alegres». ¿Y por qué? «Porque el Señor está
cerca». Tan cerca, Diario, que se puede tocar en nuestros actos de fe y de esperanza,
y, sobre todos, en los del amor (17:59:20).