domingo, 1 de abril de 2018

1 de abril de 2018. Domingo.
COMO UNA NARANJA

Y se abrió la primavera, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Y resucitó; como cuando se abre una naranja: con todo su sabor brotando de los gajos abiertos, criptas de gozo y efusión, de esperanza y luminosidad nuevas. Con Jesús resucitado, resucitan el amor, la mirada limpia, la mano que se alarga, el saludo que se ofrece, el pan que se da al hambriento, el perdón, las bienaventuranzas, la dignidad. Y, sobre todo, como el que muerde un gajo y -felizmente sabroso y claro- le estalla en la boca, así se agranda la fe. La fe, que empieza en la muerte -el sepulcro- y se vigoriza en la resurrección, llegando así a inundar de vida todo lo que toca: como las palabras, los gestos, la luz en los ojos, la ligereza en los pies, y, Diario, la piedad -¡aleluya!- en el corazón (19:27:10).

sábado, 31 de marzo de 2018

31 de marzo de 2018. Sábado.
EL SEPULCRO

Sepulcro, en Nájera. La Rioja. F: FotVi

-Estoy con Jesús en el sepulcro, y, desde aquí, miro y veo el negror como si fuera una cárcel enrejada de miedos. Desde aquí, todo es oscuro, desesperada noche, silencio que ensordece. Desde aquí, me duele la noche en los ojos, que no ven, y en las manos, que tantean. Tantean y solo tocan sombra, angustia, espanto. Pues aquí me quedo, Diario: oculto con Jesús en el sepulcro, hasta que diga: «Se ha cumplido el tercer día. Vamos», y me lleve a su resurrección, a su retorno definitivo, a su aleluya concluyente (11:11:29).
29 de marzo de 2018. Jueves.
CON CANDELA

Luz entre nubes, en Murcia. F: FotVi

-Vino ayer Candela a casa, y la recibí con el corazón hecho niño. En ella veo la claridad que ilumina cualquier noche o soledad, o vejez. Ella, cuando llega, incendia el día, una original e inédita esperanza. Su llegada, me deslumbra, seduciéndome. Y lo más bello de todo, que ella no lo sabe. Fascina, sin saberlo, desconoce su poder de sugestión, y se dedica a hacer juegos con su presencia, bellos malabares infantiles. Siempre anda jugando. Ayer, por unos momentos, volví a mi niñez más hermosa, me desvestí de mi vejez y me ceñí el niño que llevo dentro. Con la alegría y la espontaneidad del niño, como un paño nuevo, sin dobleces, sin arrugas, ay. Ayer, Diario, con Candela, me cubrí de origen, de principio, del germen de la iniciación, como cuando hacía de monaguillo en Molina, donde fui infinitamente niño, en mis sueños, con ánimo de ir más allá, pero quedándome, de niño, siempre (18:22:21).

miércoles, 28 de marzo de 2018

28 de marzo de 2018. Miércoles.
ACEITE CONSAGRADO

Iluminando la oscuridad, en Tallín. Estonia. F: FotVi

-Ayer se celebró la fiesta del aceite consagrado. El aceite, ese don lento y verdoso, y que a veces ilumina, se embellece en el fervor cuaresmal. La semana santa, que hace santas tantas cosas, eleva al aceite a la categoría de cosa de Dios. Sobre él, se dijeron preces y oraciones con las manos extendidas del Obispo y del Presbiterio, que hicieron que el aceite fuera, místicamente, tocado por Dios y dado a los hombres para su consuelo. Se bendijeron el óleo (aceite) llamado de Catecúmenos (o el que escucha) y el de Enfermos. Y se consagraron el Santo Crisma (aceite y bálsamo mezclados) con el que se ungirá a los que se bauticen, ordenen, o confirmen. Santo Crisma, o aceite de Cristo. Estos son los tres aceites que ayer se bendijeron y consagraron en la Catedral, con el obispo como celebrante mayor, y, a su lado, los sacerdotes, formando el Presbiterio, o la luz y la palabra de la iglesia, su columna vertebral. En los santos óleos se nos acerca el Espíritu Santo, que trata de santificarnos. Siempre se dan con un dedo mojado en el óleo que unta la frente, o las manos, o el pecho de aquel que desea ser redimido. Y fortalecen, medicinan, agilizan y dan buen olor. El olor de la santidad, o el de las buenas obras, que confirman dónde llamea la fe. Ayer, Diario, el obispo y sus sacerdotes bendijeron y consagraron estos santos óleos, que ayudan a revitalizar en el creyente lo que aparece maltrecho y fatigado, desfallecido, o a punto de oscurecerse (19:13:34).

lunes, 26 de marzo de 2018

26 de marzo de 2018. Lunes.
VIDA

Sepulcro de Jesús, en Jerusalén. Israel. F: FotVi

-Lunes, y santo; pero no todos los lunes, sino este. Y no por méritos propios, sino por ser el primer lunes, tras el veintiuno de marzo, que precede al domingo de resurrección. Para el cristiano, los días que van delante de este domingo, son días santos. Hasta el domingo, en el que la luz se hace vida en el sepulcro, aleteo imperceptible, existencia glorificada. La resurrección, Diario, santifica todo lo que le antecede: los días y las horas, los silencios y las plegarias, y sobre todo, la fe que le sigue; en los mártires, en los lavados en la sangre del sacrificado (18:21:57).

domingo, 25 de marzo de 2018

25 de marzo de 2018. Domingo.
EL RAMO DE OLIVO

Se anuncia la vida, en el jardín. Murcia. F: FotVi

-La palma y el ramo de olivo, agitándose, haciendo alabanza, y sin palabras. O solo con la palabra de su presencia. El simple hecho de estar, ya es habla, lenguaje, silabeo. Silabear silencios, que diría el poeta. El movimiento de la palma y el ramo de olivo vienen de la mano, y, en la raíz de la mano, anda el corazón, donde hablan los afectos, las convicciones, la fe, que saltan a la mano y de esta al ramo, y en él se celebran acontecimientos: que Jesús entró solemnemente en Jerusalén, aclamado por la multitud. Y se agitan, para expresar el gozo o la exultación. Hoy, cuatro ancianos -cargados de hombros y con ojos pesados- hemos celebrado el ¡hosanna! del domingo, para, como ha dicho el Papa, «no caer en el ¡crucifícale! del viernes». Hosanna, palabra hebrea, que significa «salva ahora». Así que, cuando agitamos en nuestras manos la palma o el ramo de olivo, y clamamos ¡hosanna!, estamos gritando: «¡Sálvanos ahora, Señor!». De una vez, pues, aclamamos, adoramos y pedimos -todo en racimo-, aquello que necesitamos. ¿Y qué necesitamos? Ser salvados; en primer lugar, de nosotros mismos; y en lo sucesivo, de todo lo demás: como del pecado de la injusticia, la altanería, el narcisismo, la avaricia, el engreimiento, el relativismo… De tantas cosas. Hoy, domingo de palmas y ramos, ha dado comienzo, Diario, la subida al calvario de la iglesia, para así, poder atisbar, desde él, el despuntar de la vida, de la resurrección, de la liberación definitiva (20:34:21).

sábado, 24 de marzo de 2018

24 de marzo de 2018. Sábado.
TODAVÍA ES INVIERNO

Se asoma la primavera, en Murcia. F: FotVi

-Me despertaba esta mañana y oía al viento restallar en los árboles y dar avisos de rebeldía en los cristales del balcón. Fuera de mi habitación, todo parecía crujir, estremecerse, vociferar. «Son -me he dicho- los últimos lamentos del invierno», o «sus postreros exabruptos, sus últimos sollozos». Y aunque es hermoso el invierno -sus nevadas, sus lluvias, su fría soledad, sus aullidos de lobos-, me cautivan más el otoño y la primavera; el uno porque es nostalgia y la otra porque despierta la vida en hojas nuevas y pajarillos incipientes. Pero, hoy, aunque el almanaque diga lo contrario, todavía es invierno. Un invierno tocado por la luz de la primavera, pero muy negro en Cataluña. Los mandamientos de la santa democracia o se cumplen o vas a los infiernos de la cárcel, a Estremera. Donde dicen que se vive bien, pero menos. No acompaña la libertad, esa virtud que tanto aman los peces y las aves, y el ciervo y el león. Y tú y yo. Las democracias no las hacen los votos, sino las personas, que, a veces, se rebelan contra los votos, si estos son falseados o hipócritas. La democracia, aunque sea imperfecta, tiene la ventaja de que antes de obedecer las leyes puedes votarlas. Primero votas y luego respetas las leyes. Es un juego de prioridades. Si no te gustan las leyes, la próxima vez votas lo contrario que la última, hasta que des con el quid de la cuestión democrática. Pero una vez que has votado, no te queda otra salida que obedecer lo que tú, con tu voto, has querido. Y esto es lo que no ha ocurrido, parece, en el país de las maravillas modernistas, y donde Dios, Diario, puso juntos -según Umbral- el trabajo y el amor (19:10:37).

viernes, 23 de marzo de 2018

23 de marzo de 2018. Viernes.
DÍA DE LAS MADRES QUE LLORAN

Piedad en Sibenik, Costa Dálmata, Croacia. F: FotVi

-En cualquier dolor, casi siempre hay una madre que llora. Hoy es el día de las madres que lloran. De las madres que pierden a un ser querido: un hijo crucificado, echado sobre el madero del pavor, objeto de todos los odios, mutilado de libertad. La madre contempla y llora, pero de pie; contempla al hijo desparramado en la arena de una playa, o al que deja su vida hecha pedazos en una explosión, al hijo que fue de sus entrañas, ensangrentado, muerto. «De pie la madre dolorosa / junto a la cruz, llorosa». Llorosa, Diario, como una lluvia fina de amor en sus ojos, como un dolor infinito que clama y pregunta: «¿Por qué?», y la respuesta o queda en su corazón, o no hay respuesta, o ante tanto clamor dolorido, no se oye la respuesta, solo las lágrimas se oyen (19:14:57).

jueves, 22 de marzo de 2018

22 de marzo de 2018. Jueves.
OÍ EL MAR

Oyendo el mar, en la rosa. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Cuando moría de sed, me salvó una gota de agua caída en mis labios. «Una gota de agua, como un latido del mar, en mi boca», me dije. Y allí oí el mar; en ella, en la gota, me vi zarandeado por el mar, me sentí abrazado por toda la enorme pujanza del mar. La gota de agua es un espacio pequeño donde, sin embargo, se adivina, se sospecha, toda la inmensidad del universo. La gota de agua: o ese «segundo de agua», como, en su libro Perito en lunas, la llamaba Miguel Hernández. En el día del agua, pido que se haga un pacto del agua, con la gota de agua como protagonista del pacto, para resaltar su importancia desde el embrión, desde que en la rama es pequeño ojo de gorrión mirando; observando, Diario, cómo se humedece la vida, cómo se moja (y se calma) la sed, acallándola (19:19:05).

miércoles, 21 de marzo de 2018

21 de marzo de 2018. Miércoles.
CORAZÓN RENDIDO

Cuidado, Cándido, con el arco del violín. Mena. ABC. F: FotVi

-Ayer, no sé a qué hora, entró, con artilugios de poeta -un lápiz y un bloc- y calcetines blancos de nieve, la primavera; llegó invernal y ventosa, y con pequeñas hojas palpitantes en la morera y flores de azahar en el naranjo. Hoy, cogido del brazo de la primavera, he salido a ver el mundo: y he visto el cielo encapotado y, en el río, ánades y palomas que se amaban; y en las ramas de los árboles, brotes de hojas nuevas y flores temblorosas. Ayer, Diario, vino la primavera, y yo, diligente, la he acogido en mi corazón rendido y gozoso, y asombrado (17:46:36)

martes, 20 de marzo de 2018

19 de marzo de 2018. Lunes.
BESÁNDOTE LA MANO

La oscuridad de lo anciano, en Murcia. F: FotVi

-Y el día del padre –como el de la madre-, se comercializó. Se hizo recaudación, caja. Porque parece que ya no hay amor sin regalo, ni regalo sin puerta a la que llamar y entregar. Si el regalo es muy bueno, amas mucho; si no, eres un pobre mal nacido sin amor y sin sensatez. Amar al padre ¡y decírselo!, ese es el gran regalo. Los padres están hambrientos de palabras, de miradas, de gestos, y no de una mezquina dádiva material, que nada dice. O solo dice un «te quiero», sin convicción y con el aparentemente regalo de un beso en el papel de envolver del obsequio, mezquindad. Yo prefiero un beso sin el papel de envolver de lo que se esfuma, un beso fiel y que suene a beso en el rostro, en las manos, de corazón a corazón, como un estallido de agradecimiento hacia lo que es la paternidad, o la donación desprendida. Yo, padre, hoy, día del Padre, beso tus manos agrietadas por manipular cal en el crudo invierno, por ser un albañil que, sin estudios especiales, concebía y construía casas de paredes aplomadas con balcones abiertos a la aventura. Padre, perdona sin en algún momento no te valoré lo suficiente; ahora te recuerdo como señor de mi vida, erguido ante mí, y besándote la mano. En el día del padre, Diario, este es mi regalo, que nunca olvido (11:10:12).

domingo, 18 de marzo de 2018

18 de marzo de 2018. Domingo.
SIN COPYRIGHT

Lago de Genesaret, en Galilea, Israel. F: FotVi

-A veces facebook te sorprende, para bien. No siempre va a ser ir andando por la cuerda floja del mal. Llega alguien y escribe esto: «Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla». Ese alguien es Demócrito, el filósofo y matemático griego que pensó la materia desmenuzada en átomos. Es decir, se adelantó a Einstein y a Hawking en el estudio de lo que ellos vieron y analizaron desde el microscopio o el telescopio. Solo que él lo dedujo lógicamente, sin esos artilugios de lentes convexas en las que los sabios contemplan sus sueños líricamente hinchados, magnificados. Y donde en una gota de agua, por ejemplo, pueden observar, ahí latiendo, todo el universo. Pensó que la materia se creaba a sí misma, sin agentes externos a ella. «La leve oscilación cuántica de la nada» de Hawking. Es decir, es el primer pensador ateo de la historia. Y sensato; pues también dijo que «es arrogancia hablar de todo y no querer oír nada». Como suele ocurrir en «tertulandia», ese país radiofónico o televisivo en el que, con sus palabras -y como apisonadoras de las ideas-, unos pisan a otros; por lo que concluyen, casi siempre, sin haber dicho nada o habiendo creado una tela de araña indescifrable para el que se apresta a oírles, bostezando. Gracias a la internauta Charo, que esta mañana subía a facebook esta sentencia de Demócrito y que me ha dado pie, en el día del Señor, Diario, para esta sencilla y dominical glosa o apunte, y que ofrezco sin copyright (18:12:55).

sábado, 17 de marzo de 2018

17 de marzo de 2018. Sábado.
INQUISICIÓN LAICA

Rejas a los libros, en la escuela. Murcia, F: FotVi

-Visito a mi enfermera, cordial, atenta, que me quita y prevé achaques. Ochenta y dos años, uno sobre otro, o una torre de Babel, confusa, en sus manos. Me reconoce, y «todo bien», me dice. «Todo bien, menos los años», pienso yo. Luego desayuno, ando los treinta minutos de cada día, y me noto rejuvenecido. O, al menos, eso creo yo. Y, mientras, viene, se nos avecina, subrepticia y terrible, una inquisición laica. Una vez más, y como tantas otras veces -los libros de alquimia en Alejandría, siglo III; los de la Edad Media, los de la Alemania de Hitler, los de otras épocas de la historia-, se pide por las feministas de CCOO apartar a ciertos autores y sus obras de la escuela y de la vida pública. Quemándolas en el fuego inmisericorde del olvido, o en el bosque perdido del desprestigio. Prohibiéndolas, repudiándolas, callándolas. Alguno de esos autores no es santo de mi devoción, pero de ahí a prohibirlos, va todo un mundo. Cuando quiero, me los prohíbo yo a mí mismo, no me los tienen que dar prohibidos. Pero los prohíbo, para revivirlos, cuando me apetezca. Neruda, Pérez Reverte, Javier Marías, Muñoz Molina son los autores que pretenden vedar, cercar, inmolar. Imaginan una escuela feminista sin el estertor o jadeo de algunos libros, por ser machistas y misóginos, dicen, ¿o simplemente por ser libros? Me entristece, me da miedo, y náuseas, este modo de pensar de las feministas de CCOO. Sin algunos libros -ja, y sin balón en los recreos- se es, por lo visto, mejor niño y más perfecta niña. Oigo a Neruda, que dice: «Para mi corazón, basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas», con esa nostálgica liviandad, Diario, del que toca el viento y lo hace su medio de irse de lo cotidiano, de lo manido, en alas del amor y la poesía extendidas, abiertas a la luz, a la inmensidad, a la libertad (10:40:52).

jueves, 15 de marzo de 2018

15 de marzo de 2018. Jueves.
HABITAR EN LAS ESTRELLAS

Desde un lugar del espacio, en Las Palmas de G. Canraia. F: FotVi

-Y Stephen Hawking pasó a habitar en las estrellas. Le ha sucedido al cerrar los ojos en este mundo y -a millones de años luz- abrirlos en otros. Y todo, en un instante de muerte y vida. Aquí ha dejado las dudas, esas lucecitas intermitentes que suelen decir sí en un momento y al siguiente decir no. O lo que San Juan de la Cruz, poeta, llamaba la noche oscura de la fe. Hawking dijo en su libro El gran diseño, que no hay que recurrir a Dios para explicar el origen de la materia. Ahora ya estará en condiciones de decirse a sí mismo si esto es cierto o no. Es decir, si el Big Bang es el resultado físico de «una leve oscilación cuántica de la nada», o si hubo algún otro elemento -espiritual, inteligente, inquieto- que lo produjera. ¿Qué es lo que ocasionó esa oscilación cuántica de la nada? ¿La misma nada?; ¿tan poderosa es esta nada cuántica que piensa y crea sin tener conciencia de que lo hace? No sé; yo ando como Hawking por el sendero escabroso y negro de pensar en la nada -o duda-, imaginándola laboriosa y aplicada, intentando el milagro de que de ella salga algo luminoso y capaz de desliarse en mundos nuevos y mentes preclaras, como la suya. Esta nada es la que le permitió soñar e hizo que todos soñáramos con él en los saltos de la energía, al emitir y absorber radiación. Ahora podrá estar investigando si los agujeros negros existen o no, o si solo estaban en sus sueños, como pura ficción estupefacta. No sabemos; solo nos consta que era un genio lleno de humor y humanidad. En la noche, quizá se le vea irradiar luz desde cualquiera de esos mundos tan lejanos y cercanos para él. Como una luciérnaga del espacio, Diario, como un signo de que el espíritu, su mente, está por encima de la materia, y que en la mente -si se presta un poco de atención- tal vez sea donde se note más lúcida y viva una chispa de ese lenguaje, sin palabras –aunque su Palabra se hiciera carne-, de Dios (12:50:29).

miércoles, 14 de marzo de 2018

13 de marzo de 2018. Martes.
CINCO AÑOS DE LUZ

El papa ayudado por Jesús, en La Razón. F: FotVi

-Cinco años vadeando obstáculos y hallando alguna florecilla en el camino. O cinco años en la vida de Francisco, papa; vida que no ha sido precisamente un cantar de los cantares o un irse por las nubes volando cometas. Pero de lo que no cabe duda es que es un hombre de fe. Y de fe humilde, la más visible en la vida de Jesús de Nazaret. «No he venido a juzgar, sino a salvar», dijo Jesús, y anduvo entre pobres, enfermos, mutilados de derechos, como los leprosos, los heridos de desprecios. Un gesto que me emocionó al ser elegido papa fue el de arrodillarse para recibir la bendición del pueblo. «Bendecidme», dijo, y la humildad lo arrodilló, y en ese momento rezó. Con el pueblo. Si el pueblo bendice es Dios quien bendice. Una bendición de abajo a arriba. El padrenuestro se iba sucediendo en sus labios, como un estar del Espíritu Santo en ellos, como un aliento divino nuevo, original, en la boca. Desde entonces, le sigo con admiración y afán de aprender, y de entender. Hay veces que me gusta lo que dice, y otras, me llena de dudas. Veces que me asombra, por lo novedoso. En un mundo tan difícil, tan hostil, tan líquido, ¿quién acierta todas las veces? ¿O quién no puede equivocarse alguna? Hay medios que le exigen toda clase de cambios, ya, ahora. ¿Tan fácilmente cambia el mundo? Los mismos que le exigen estos cambios exprés, ¿han cambiado ellos en algo? Yo, Diario, hoy, después de un lustro, me arrodillo de nuevo con él y espero a que esta vez sea Dios quien nos bendiga, pero con la mano del pueblo, desde abajo, haciendo bien la señal de la cruz del amor y la misericordia, de la comprensión y la armonía, con el rocío de la paz en las cabezas de todos (19:13:17).

martes, 13 de marzo de 2018

12 de marzo de 2018. Lunes.
EL ÁNGEL GABRIEL

La inocencia, en el jardín. T. de la Horadada. F: FotVi

-Hoy le rezo al ángel Gabriel, de Níjar. Un ángel más, en el lugar donde los niños viven sin tener que defenderse de la maldad y la mortaja de la indignidad humana. Bastantes veces, el ser humano se ve amortajado en su vileza, en su descomposición moral, en sus frustraciones. Sin embargo, ahí está el niño y su inocencia; o el niño y su cercanía a la divinidad, por su inocencia: el contrapeso positivo, la luz en la oscuridad, la claridad que se adivina en el más allá del abismo, de la mugre humana que se ahoga allá abajo, donde se enredan como serpientes los demonios. Ayer nos llagaba la noticia de la muerte de Gabriel Cruz, el niño de la risa como una música de Vivaldi o un destello de su luz interior. No hay niño que no merezca un cielo, aun en la tierra. Y más cuando al reír, ríe aves del alma o lunas blancas de ensueño. El «pescaíto» -así llamaban a Gabriel: era un dibujante voraz de pescaditos- está ya en el estanque del corazón de Dios. Nadando en su misericordia, bebiendo y chapoteando en su alegría. Ya sé que este modo de contemplar la muerte, de adivinarla, puede no convencer a muchos; pero estoy seguro de que sí a su madre Patricia, que de este modo lo adivinará feliz y vivo para sus recuerdos, en el futuro. «Que lo que quede de este caso sea la fe y las buenas acciones que han salido por todos lados y han sacado lo más bonito de la gente», ha dicho la madre, «y para que no acaben en rabia». Que así sea, Diario; que se haga justicia, pero desde el amanecer de la piedad (18:29:38).

domingo, 11 de marzo de 2018

11 de marzo de 2018. Domingo.
ESCALOFRÍO

Luz en las tinieblas, en Murcia. F: FotVi

-11 de marzo de 2004. Oía la radio. Eran las 7:36. Y, casi en directo, sentí el escalofrío de la noticia: un atentado en Madrid. De las 7:36 a las 7:40. Al principio todo era confusión; luego, con el correr del día, el mundo se llenó de gris, de una ceniza espesa de miedo, de un contenido terror; y de llanto. 193 muertos y cientos de heridos, sobre las vías, en los hospitales. Hasta este extremo llegó el odio yihadista que impulsó estos atentados. Odio, que en los voluntarios para calmar el sufrimiento, se convirtió en amor. Odio de unos, y amor de los más, los que ayudaban y sufrían con el sufrimiento. Los que ponían el corazón donde las manos, los ojos allí donde se lloraba, en una comunión perfecta con el dolor y la generosidad. Yo, todavía hoy, Diario, después de 13 años, sigo con la impresión de que fue ayer, y rezo, y lloro por aquellas personas que murieron sin saber por qué, de pronto, y tras sentirse rotas, en un inhumano y brutal sacrificio (18:23:56).

sábado, 10 de marzo de 2018

10 de marzo de 2018. Sábado.
VIOLENCIA DE GÉNERO

Celosía de belleza, en el jardín. C. Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Una vez pasada la orgía, viene la calma. Y se viene descubriendo que todo no fue una fiesta; ni que la marcha por la igualdad -mejor por la equidad- no fue tan igualitaria. En algún caso, hubo más política de secta, que de género. Y de ahí los abucheos y formas totalitarias contra algunas feministas de otras tribus. Pasa casi siempre: tú vas a un concurso de precisión y, de pronto, disparas y te sale el tiro por la culata. Mientras unas gritaban «libertad», otras gritaban «fuera, fuera». O precisión del tiro en el rostro. En general, sin embargo, todo bien: hasta el volumen de los medios para hacer visible el acontecimiento, que se vio, y de qué manera. Con una salvedad: ni una nota a pie de foto para el mundo musulmán, en el que no se ve nada parecido. Y donde todo es esclavitud de la mujer, y a la que solo se le pueden adivinar los ojos tras un enramado de celosía. El burka. Y eso, sí, la fanfarria de siempre: que si «autonomía para construir identidades y sexualidades», o «escuelas con perspectiva de género», toda una homilía de progresía caduca, antigua, senil. Ah, y nada sobre Asia Bibi -cinco hijos-, que, por negar convertirse al Islam y reafirmarse en su fe cristiana, espera en el corredor de la muerte, acusada de blasfemia. Todo depende del fino hilo de la tela de araña de una sentencia del Tribunal Supremo en Pakistán. Por lo visto, Diario, eso no es violencia de género, ¿o sí lo es? (19:34:23).

jueves, 8 de marzo de 2018

8 de marzo de 2018. Jueves.
BELLEZA DE LA HUELGA

A la madre, en Murcia. F: FotVi

-Ocho de marzo y mujer. Y la igualdad, en lo más alto de la montaña del grito. Se grita desde lo alto y desciende por las laderas el clamor de la mujer sojuzgada y humillada. Me gusta que se grite esta vez. Pero no que este grito sea desvirtuado, mancillado por intereses partidistas o de ideología. Ser feminista es un modo admirable de ser; pero ser feminista ideologizada o sectaria es una crueldad de género, que repercute en la convivencia y en la paz social. Por favor, no manipulen la huelga de hoy ni el grito festivo con que se anuncia, porque sería cargarse la belleza de la huelga y la espontaneidad del grito. Yo quisiera imaginar la actitud de mi madre ante esta huelga: ¿habría parado o preferido trabajar? Seguro que antes de en la huelga, habría pensado en las necesidades de la casa, de la familia, y en sus convicciones. Y, sobre todo, no se hubiera dejado manipular. Ni en plena guerra civil, en Andújar, dejó de ir a misa, y con velo, por lo que avisaron a mi padre -que pertenecía al sindicato UGT- de que llevara cuidado, «por la actitud provocadora», dijeron, «de  tu mujer». Mi padre, asustado, vino y se lo dijo a mi madre, que, entonces, sí obedeció. Sin dejar la misa, pero prescindiendo del velo. Hoy, día de la mujer, contemplo a todas las mujeres y las veo a la altura de mi madre, y, en ella, las respeto y las amo, y les hago un altar en mi corazón, donde las celebro y evoco, y, huérfano yo, pero con fervor de hijo, las beso (18:04:05).

martes, 6 de marzo de 2018

6 de marzo de 2018. Martes.
COSAS QUE HABLAN

La Gorgona, templo de Apolo, en Dídyma. Turquía. F: FotVi

-No es lo mimo ver el mundo de abajo para arriba, que de arriba para abajo. En el primer caso, ves las cosas tan próximas, tan a tu alcance, que oyes sus latidos. En la creación, todo late, siente, se expone, y habla: tiene su lenguaje. Te hablan el pájaro, el matojo humilde y discreto, el árbol espléndido, y hasta la piedra soberbia del acantilado. Pero las piedras que mejor hablan son las de las ruinas. Ejemplo: las columnas del templo de Apolo, o la cabeza de la Gorgona, en Dídyma, Turquía, gritan grandeza, y terror. Columnas que tocan el cielo, que escapan; y la cabeza de la Medusa, que convertía en piedra a los que la miraban, tanta turbación causaba. Todo, pues, piedra que dice, que habla. Pero hay otro modo de mirar: desde arriba hacia abajo, desde donde todo es vuelo de árboles, de pájaros, o de uno mismo, que está más cerca de las cosas celestes, aunque no logre tocarlas, solo soñarlas, Diario, como una sospecha de Dios que hablara, o mejor, callara, en las cosas que hablan (18:44:22).

lunes, 5 de marzo de 2018

5 de marzo de 2018. Lunes.
OÍR LA LLUVIA

Lluvia, en el jardín. C. Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Me conmueven y aterran las caras electrizadas y los puños en alto, aunque se trate de ancianos que, a voz en grito, piden pensiones justas. Pero gritar, ¿da más razón?, ¿convence más?, ¿intimida más? El puño en alto, ¿pega más?, ¿acompaña mejor al grito? Más eficaz -pienso yo- es un grito mudo, que rompa y agriete el aire, que irrumpa en la cólera de los volcanes, pero en las urnas. En las urnas se oyen más los gritos que en la calle, y restallan más, y castigan más. Y no hay que levantar el puño, ni vociferar con ira -el corazón peligra, ¡ah la ancianidad!-, solo basta con coger una papeleta -al modo de un papel de fumar- y depositarla, con la suavidad de una caricia, en la urna de la democracia, que, junto a otras, dará el poder a aquel que cumpla lo que promete: subir pensiones, facilitar o reducir privilegios, cantar o callar, con libertad. Entonces, no podrán hacer demagogia, confundir al anciano indefenso. Decir te doy, mientras te quitan, y escondiendo la risa. Ayer, día de lluvia, salí a pasear. Y era hermoso oír la lluvia –de gotas educadas, breves- caer sobre el paraguas, con temblor de dedos femeninos, como con miedo a dañarme. Pisaba la lluvia, y era, Diario, como pisar la alegría, darle alas al gozo. Pensaba en los campos, en la necesidad de las raíces, en el bien que es la lluvia pacífica, sin ruido de sables, civilizada, y me congratulaba: como me felicitaré el día que hagan justicia al anciano (18:49:51).

sábado, 3 de marzo de 2018

3 de marzo de 2018. Sábado.
OIRÁS UN ALELUYA

Aleluya en el cielo. Murcia. F: FotVi

-Sábado, o el salto con pértiga que te lleva del viernes al domingo. Te acuestas viernes y te levantas sábado, y luego, domingo, y así todo el tiempo. Un poco monótono, de pesadilla, la verdad. No adelantamos nada, es el tiempo el que pasa por encima de nuestra vidas; tiempo, que, a su vez, es espejismo. ¿Cómo tocar o atrapar el tiempo? Mañana, pues, domingo; y de cuaresma: o la larga vigilia hasta la pascua, en la que la muerte se hace vida. Tiempo en el que se hace oración, se ayuna, se da limosna: o se obsequia y homenajea a la pobreza. La limosna no se da, se recibe; porque dar es recibir. Mientras das algo tuyo, recibes a Dios que es quien te extiende la mano. Deja que te toque la mano del pobre, te estará tocando la gracia de Dios. Entonces, de la boca del necesitado, oirás un aleluya, largo y festivo. Es el aleluya que dicen en el cielo, cuando en la tierra se ha dicho amén. (San Agustín). O el amén de la limosna, que eleva al pobre y lo hace cosa divina, a la altura de Dios; y contigo, Diario, que das alcance al que de este modo es elevado en dignidad, y esplendor (18:14:18).

miércoles, 28 de febrero de 2018

28 de febrero de 2018. Miércoles.
SIN PIEDAD

La inocencia y la guerra, en el jardín. C. Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Sale el sol y me esponjo como la tierra. Aquí, en el sureste, el sol es nuestro hermoso y dócil animal de compañía. Salvo algún día gris y ceniciento, triste, el sol nos acompaña como un lazarillo perfecto durante gran parte del año. Mientras, en Guta, Siria, sigue la guerra exterminadora de Al Assad y los rusos contra el EI o Estado Islámico. Dos monstruos, dos aberraciones. Y, en medio, el pueblo, la población civil. La guerra, en este caso, se viste de tiranía. Los civiles -niños, mujeres, ancianos- viven en el subsuelo, sin luz, sin apenas agua y sin comida. Fuera, es intensa la artillería y los bombardeos; la piedad se ha alejado de este lugar, la misericordia no se estila. Solo el afán de poder y la avaricia reinan en este país de muerte y destrucción, de antagonismos irreconciliables. Pues está la guerra y quienes la alimentan. Estos son más crueles -crueldad hipócrita, además- que los que usan las armas. Todos están manchados en el negocio obsceno de la guerra, los que la hacen y los que la ceban. Es como echar gasolina al incendio del bosque. Tú, Diario, haz lo que quieras; yo rezo; así pongo mis palabras al servicio de la paz, eludiendo a los que puedan llamarse mis enemigos, que creo no tenerlos (18:29:29).

martes, 27 de febrero de 2018

27 de febrero de 2018. Martes.
URGENCIAS

Saliendo de la noche, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Hoy, mi día empezó a las 4:30 de madrugada. No es que, inspirado, me levantara a escribir unos versos -hay veces que lo suelo hacer-, ni fue en razón de asuntos escatológicos o de pura necesidad, sino a causa de unos golpes, que luego entendí que solicitaban auxilio. Primero, entre sueños, oí el timbre; y, creyendo que soñaba, me volteé e intenté atrapar un nuevo sueño. Me relamí la saliva e hinqué la oreja en la almohada. Pero unos segundos después, sonaron unos golpes expeditivos, urgentes, en la puerta. Me levanté, y abrí. Era mi vecino de habitación, que pedía auxilio. «No podía dormir y tenía un lío en la cabeza», dijo. Y me pedía ir a urgencias al hospital cercano. Antes, se nos había unido un sacerdote joven que, al oír ruidos extraños, fue a ver qué sucedía. Y los tres, con los cuellos levantados del anorak, entramos en la noche, que nos acogió silenciosa y fría. El hospital está a unos metros, y llegamos de inmediato a él. Al sacerdote joven (Diosdado se llama), le dije que se marchara, al día siguiente le esperaban los estudios en la Universidad. El compañero enfermo no cesaba de hablar; la médico me miró y sonreímos. Resumiendo: se trataba de ansiedad aguda por no poder dormir (ni dejar dormir, añadiría yo). Después de dos horas en el hospital, le recetó unas pastillas y volvimos a la calle, donde una lluvia fina y cansada nos aguardaba. Una vez llegados a casa, yo, cansado, me acosté; mi amigo, no sé lo que haría; supongo que lo mismo. Y, ya en la cama, Diario, como un niño en brazos del deber cumplido, y olvidado del mañana, que ya se acercaba, me dormí en un santiamén. Así sea (18:36:07).