29 de diciembre de 2021. Miércoles.
ARDER DESDE DENTRO
ARDER DESDE DENTRO
-24º grados hoy, y el cielo despejado. Esto es Murcia, casi todo el año.
Es la razón por la que me conmueve la lluvia, y me asusta el frío. Amanecer
vestidos de frío y caminar con una mano ocupada en aguantar el periódico y la
otra en el bolsillo, debe ser como ir por la vida mutilado, y además tosiendo. Pero
el más grave es el frío que viene de dentro. Hielo –témpano– en el corazón y en
el amor y en las sonrisas, y en la amistad. Hay que ser como los libros –algunos–,
que arden desde dentro, y, conforme se leen, van calentando el frío, que, en el
corazón, acaba por hacerse hoguera, vecindad, amor. El amor nacido del frío, es
el amor más duradero y que mejor arde. He leído un dicho, anónimo: «Una palabra
amable, puede calentar tres meses de frío invierno». Jesús, nacido entre pajas,
soporta el frío de todos los que tienen frío, en las calles de las ciudades, o
en los campos de refugiados, donde los niños, entre alambradas, miran y no
entienden, o en el frío de la soledad, en la que la melancolía y las lágrimas
se hacen enfermedad crónica, que mata. Es mi experiencia: la fe lleva al amor, eleva
la esperanza, y pone alas a la generosidad. Hoy, en Murcia, 24º grados; ojalá este
calor pase del exterior al interior y encienda el corazón de quienes anden perdidos en los fríos del ambiente, para que les haga ser cirineos del que lleva una cruz, o haya bebido
alguna decepción. ¡Ojalá, Diario! Todavía es Navidad (12:55:05).