viernes, 3 de diciembre de 2021

7 de diciembre de 2021. Viernes.
DÍA DE ONOMÁSTICAS

 
Javier, mi hermano, primera Comunión. 1957.

-Hoy es día de celebración. Celebrar es hacer memoria, traer el pasado y hacerlo presente, como acontecimiento y fiesta –presencia– en el corazón. El corazón, donde laten todos los amores. Hoy, día de San Francisco Javier –mi hermano, contemplando ya a Dios tal cual es, y mi sobrino, en Madrid– celebran su Onomástica, y, con ellos, toda la familia; una familia de 5, dispersa, pero estrechamente unida, como una gavilla de afectos, apasionados. Hoy, nuestros afectos, se entrecruzan en la bóveda del cielo y se hacen signo de cercanía. Con afectos, Jacob fue construyendo la escala de su amor. Jacob amaba y dio –ascendiendo, en sueños– con Dios; y Dios, el Amor –descendiendo en sus ángeles– halló a Jacob. Se encontraron en la escala de amor que Jacob había soñado para dar con Dios, y que Dios, maravillado, había reconocido como lugar de aproximación. Dios y Jacob se encontraron en la palabra, y en la palabra establecieron su amistad. Y, de esta amistad, nació una ciudad, a la que Jacob llamó Batel, o ciudad de la Luz. La palabra, con afecto, lleva siempre a la luz. Feliz día de tu Santo, Javier, mi hermano, y amigo; feliz tú también, Javi, sobrino, y amigo. En ambos, Diario, se hace juventud –en los recuerdos–, mi vida; vosotros sois la escala que a cada instante me acerca a Dios, y con el que hablo e intuyo –vislumbro– la ciudad, por mí anhelada, de la Luz (13:16:52).

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