lunes, 13 de diciembre de 2021

13 de diciembre de 2021. Lunes.
DÍA DE AMOR Y PLEGARIA

Luz del mundo. Mar Menor. Lo Pagán. 

-Ayer no salió, digamos, mi «hoja dominical», mi comentario esperanzado de cada día. No tenía internet, me falló el medio: la técnica que nunca es tan segura como nos gustaría. Sin embargo, fue un día de amor y plegaria; domingo con un sol dorado de arboleda otoñal, y Dios; Dios, y su esplendor en la liturgia. Dos realidades: el sol apacible, y Dios, que se hace oír y sentir, y gustar, en el pan –misterio, humildad– de la eucaristía. Por la misa –lugar litúrgico– se pasea Dios entre los suyos en la palabra y los signos, y, de este modo, habla y alimenta. Al hablar usa el tú, y no hace mítines, sino Escritura; es decir, abre su evangelio e insiste en su buena noticia, la que se ofrece al pobre, y lo salva. Porque ama, salva de la desesperanza y del abandono, evita la tristeza. En el evangelio todo es amor, y gracia; y gestos de bondad y cercanía. Pone la mano en la cabeza de un niño, atiende a los ancianos y cansados, y ayuda a ponerse en pie y caminar a los tullidos. Fortalece y señala caminos y metas, y hace andar. Y, como buen samaritano, acompaña. En la liturgia, niñez y ancianidad, juventud y adultez, se dan la mano, y hay alegría y fiesta. «Estad siempre alegres en el Señor”, dice San Pablo a los de Filipo; y Dios, con sencillez de mano amiga, Diario, nos da la alegría y nos alienta en su Espíritu, el que, si se lo permites, te guiará por sendas de bonanza (19:11:31).

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