10 de noviembre de 2022. Jueves.
RECITAL POÉTICO EN MULA
RECITAL POÉTICO EN MULA
-El sol, con el otoño, se debilita, toca la
suavidad, tanto, que podría decirse: «El sol, suave como la piel de un felino».
Y, como un felino, se pasea por la casa, discreto, acogedor, brillando en las
cosas. También en los libros. Mañana, recital poético en Mula. Presento mi nuevo
libro Palabras y alas en el aire.
Leer un poema es como acercarse agua a la boca con la mano en un desierto. Es
algo así como hacer que se cumpla hoy la profecía de Isaías: «Convertiré el
desierto en lagunas / y la tierra árida en hontanar de aguas». (Is 41, 18). ¿Y
esto por qué? Porque los humildes y los pobres, dice, buscan agua, pero no hay
nada. Leeré, pues, poemas, y trataré de ser enlace entre el agua y la boca. Beberé
de ese manantial que es el libro. Este libro es el estanque, el pequeño lago
–Mar Menor– de todo lo que he escrito, desde mi primera aparición en una
antología, Poesía sacerdotal
contemporánea (1957), hasta el último poemario, Me detuve y toqué el silencio. En Palabras y aves en el aire indago, meto los dedos y los ojos, el
corazón y las palabras en el Gran Silencio del que se nutre toda la creación,
el que siempre está presente en nuestras vidas, como un relámpago de gracia y
de cercanía, y de alegría. Han sido muchos años, muchos libros, mucho amor. Mientras
recite mis poemas, se oirá una flauta, como si a lo lejos se estuviera oyendo en un bosque el
cantar de la pajarería. Con la satisfacción de una abeja que recuerda el sabor
del polen de una rosa, te contaré, Diario, lo que pasó (17:38:57).