30 de enero de 2023. Lunes.
EXAMINADOS DEL
AMOR
-Otra vez el sol
en el cielo, cielo extendido como una patena azul. Y un grado menos cero en los
alrededores de la Casa Sacerdotal. Peligran los cítricos de la huerta. Un año
tan seco, trae estos fríos tan cortantes. Con temperaturas bajo cero se hiela la naranja y luego, al abrirla,
parece un trozo de corcho sin jugo, insípida, sin argumentos líquidos
reconocibles. Los cítricos son la vida de la huerta de Murcia y del campo de
Cartagena. Sin cítricos, todo, en la huerta, se muere: el hortelano y el árbol.
Una huerta sin cítricos es algo así como una biblioteca sin libros. Decía Jorge
Luis Borges que siempre imaginó el paraíso como una especie de biblioteca.
Imaginaos un paraíso sin la presencia de Dios, sin el amor infinito en el que sumergirse
para vivir en él, de él y para él. Sin el amor de Dios no habría cielo ni
paraíso, sería como esperar solo el vacío, la fría y terrible nada. Los humanos
hallamos la vida en el amor, así como el cielo, tras la muerte, en seguir
amando. Decía San Juan de la Cruz que «en el ocaso de nuestra vida seremos
examinados del amor»; solo del amor, porque el amor es el jugo y el dulce sabor
de la vida terrenal y eterna. Sin amor, Diario, como el naranjo helado,
quedarías sin el jugo y el sabor de Dios, porque «el que no ama ya está muerto», dice San Juan (19:03:13).