martes, 12 de agosto de 2014


12 de agosto de 2014. Martes.
¿A GUSTO DE TODOS? ES DECIR
 
Lluvia, en el jardín. F: FotVi
 
-Por lo de la queja de que nunca llueve a gusto de todos, un día se dijo Dios: «Desde ahora voy a hacer que llueva a gusto de todos», y llamó al CIS y a otras empresas de consulta, para que hicieran sondeos sobre la propuesta. Se trataba de preguntar, democráticamente, cuándo, cómo y en qué lugares, para satisfacer al respetable, debía o no llover; es decir, consultar a tipos de aldea y de ciudad, mendigos y ejecutivos, cómicos  y equilibristas (no a banqueros y a políticos, pues ellos siempre controlan la lluvia, caiga o no caiga, a su gusto), taxistas y perros solitarios, poetas y hacedores de sueños, como el cineasta o el escritor, es decir. Y, tras recorrer todos los caminos y culturas, tierras de bosques y flora, desiertos con dunas y oasis, pueblos libres y esclavos, paganos y creyentes, iglesias, sinagogas, pagodas, mezquitas (salvo a los ateos, por lógica), no encontró unanimidad ni en los individuos ni en los colectivos; además, muchos de estos colectivos, países, ideologías, religiones, estaban en conflicto, guerreando entre sí y con sus fantasmas; guerras de intereses, en todo caso. A veces, en estas guerras aparece el nombre de Dios, pero como excusa o telón de fondo de la sordidez humana. Dios no es revolución ni es guerra, es trascendencia en el amor, y palabra, que, como la lluvia y la nieve que se precipitan de los cielos y riegan la tierra, germina en el ser humano y lo hace dar fruto, unas veces como diez y otras como cien, el fruto del amor siempre; aunque, como suele ocurrir con la lluvia, esta palabra caiga más de una vez en terreno baldío y se pierda; pero, en todo caso, se pierde como amor no correspondido, y amor, al fin, gozoso. No obstante y a pesar de todo, y luego de las encuestas, Dios sacó una conclusión aproximada del gusto de las gentes, y se dijo: aquí lloverá tanto y en estas fechas y allí cuanto y en determinados momentos. Y llegó el día, y se dijo Dios, por fin lloverá más o menos a gusto de todos, y dando un gran suspiró de satisfacción (un suspiro grande, digno de Dios), se dispuso a abrir las compuertas de las fuentes de la lluvia, las abrió, y llovió: y se alegraron la fauna y la flora, el desierto y el trópico, los silencios del poeta y el viento, y sobre todos, los ríos y las charcas donde beben los pájaros y el cordero y los insectos. Dios creyó haber dado, más o menos, en el clavo esta vez; pero, ¡oh sorpresa!, Diario: tampoco en esta ocasión llovió a gusto de todos, pues hubo un cura que dijo: «Vaya, esta lluvia nos ha impedido sacar el santo». Es decir (19:55:57).

domingo, 10 de agosto de 2014


10 de agosto de 2014. Domingo.
UN SIGLO DE TRES DÍAS
 
Como plegarias, en el jardín. F: FotVi
 
-Domingo, y en el exterior de la Ermita de San Blas, en Santiago de la Ribera, junto al Mar Menor, 40º; es decir, un calor de asfixia, de infierno de Dante sin Dante. Y, sin embargo, la iglesia, llena, y la celebración, festiva. Recordamos las palabras del papa Francisco: y rezamos por la paz. En las lecturas se nos aparecen personajes como Elías, el tempestuoso, el que se rio de los profetas de Baal e hizo llover fuego del cielo para quemar la ofrenda del sacrificio, el perseguido, además; otros personajes, Jesús y los suyos, y Pedro, en plan estirado y provocador, y falto de fe: «Si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua»: otro Elías, que luego, como aquél, hallaría la fe y la salvación en la humildad: «¡Señor, sálvame!», sin humos ya y vuelto a la realidad (irracional, a veces) de la fe. Y, entre golpes de abanicos y niños que hacen de niños (es decir, van, vienen: viven) y silencios y plegarias, se va haciendo la eucaristía, que nos lleva, actualizándolo, al misterio de la cruz y de la resurrección. El calor interior es más intenso que el exterior: se nota en los ojos que miran y en las manos, que, de vez en vez, se juntan y, acompañando a las palabras, rezan. Cuando predico, todavía me entran nervios, pero más si me graban; y hoy me han grabado; cuando más tarde me oigo, oigo a otro, y en el otro, perversamente, me critico a mí mismo, y no soy muy benevolente. Mejor que las palabras caigan en el alma de quienes las oyen, den su fruto, y que luego se las lleve el viento. La familia, con Candela, se marchó el jueves, y a tres días vista, Diario, parece un siglo; un siglo de tres días, que los hay (20:46:26).

sábado, 9 de agosto de 2014


9 de agosto de 2014. Sábado.
LÁGRIMAS DE USAR Y TIRAR
 
Espinas (o sufrimiento), en el jardín. F: FotVi
 
-En un adiós o despedida, lo más íntimo y sensible de uno queda en el pañuelo (o sonador), dijo el sabio. Se refería a las lágrimas. Ahora, en vez de pañuelo, se usa el clínex, que al ser desechable, y al tratarse de lágrimas, serían lágrimas de usar y tirar. Lágrimas en un clínex, o lágrimas efímeras, como un parpadeo. El clínex es la traducción fiel de lo que es y significa la posmodernidad; la posmodernidad, o ese modo «light» de ver las cosas, estado de semi-somnolencia ante lo eminente y aventajado, ya sea asuntos que atañan a la filosofía, a la educación, a la teología o envoltorio de la fe, a la política, al trabajo; es decir, a todo lo que suponga esfuerzo o brío en cualquier actividad que no sea festiva; o …«las cuestas abajo yo me las subo», que diría el refranero. Subir cuestas abajo es lo que hace nuestro mundo posmoderno. La modernidad, que trajo la comunicación, la razón, la industrialización, y un determinado progreso, hasta en valores humanos, se ha convertido en un «cuesta abajo que se sube». La posmodernidad es un refresco «light»: que sea sin alcohol. Y para contemplar la tierra nueva y los cielos nuevos, Diario, las drogas, ese otro modo light de ser feliz y destruirse, con consciencia también «light», por irresponsables (21:56:53).

jueves, 7 de agosto de 2014


7 de agosto de 2014. Jueves.
CELEBRACIÓN AGITADA
 
Felicitación a la familia, en el jardín. F: FotVi
 
-Un servidor, habitante solitario durante todo el año de un espacio en la Torre de la Horadada, un espacio entre el Pueblo Latino y la autopista A7, he vivido estos días en la celebración agitada de lo familiar. La familia más directa de un servidor es corta, con la brevedad de sus cincos miembros, por lo que la elevo, sin exagerar, a la categoría de piedra preciosa única. Somos cinco de familia, como las vocales; vocales con las que se forman todas las palabras y sin las que sería imposible saludar o decir amor, o sencillamente gracia. Somos cinco vocales, pero, de entre todas, sobresale una, constante e influyente, y abierta, que es la A, o Candela. Es la A del vocabulario familiar que llena todo nuestro Diccionario de bullicio y de vida, la que de la A, a la Z, es ala y es zafiro, y mar y ave, y todo el caudal de su río de letras que dice cosas e inventa historias, y que hace las palabras y las dice, y las representa. Con el padre de Candela, sin embargo, ya no somos cinco vocales, sino seis; o sea: cinco minúsculas y una mayúscula: la I de Isra. Pero, aunque seamos seis, todavía formamos una familia corta, por lo que no es difícil caber todos en el corazón de cada uno. Nos apretamos un poco, y ahí estamos todos, en cada corazón, casi latiendo al unísono, y dándonos aliento el uno al otro, o un boca a boca fantástico. Durante una semana, pues, he dejado de ser habitante solitario y me he convertido en ermitaño con familia, afortunado. Hasta hoy: día en que se ha acabado el gozo de la fiesta familiar; pasan los días de vacación y llegan las obligaciones, y la proximidad se hace distancia, aunque siga el amor. Me pongo la mano en el lado del corazón, Diario, y me noto a Candela ahí latiendo, de veras, es la vocal, que de la A, a la Z, llena todos mis silencios de palabras (21:10:36).

miércoles, 6 de agosto de 2014


6 de agosto de 2014. Miércoles.
SOPLO DE BRISA
 
Soplo de brisa, en el jardín. F: FotVi
 
-En verano, un soplo de brisa es caricia y es alivio, un pequeño milagro de la naturaleza, decimos; en invierno, por el contrario, un tenue rayo de sol, su exigua lumbre, nos conforta y vigoriza: otro milagro. El soplo de brisa de este verano, sin embargo, no es climático, sino humano; un soplo de brisa como el que abrió los ojos a Elías en su cueva del destierro a una presencia misteriosa, ha servido de alivio a tanto horror político y económico, y más, corrupto. Hiede todo, como una cloaca: es el hedor de la miseria espiritual que nos rodea, más pestilente que cualquier otra miseria orgánoca. Pero, sin embargo, no todo es mal en el mundo; ocurre que el mal tiene mayor difusión, y, en un ambiente de materialismo insensato, asnal, sólo cuenta llenar la caja, ponerle ceros a la derecha al capital, hacer negocio. Pero, de pronto, un ángel aletea sobre nuestras cabezas y hace que el aire se mueva y sea posible la caricia de un leve soplo de brisa que alivie de tanta desventura y dislate. El ángel se llama Miguel, de apellido Perales, y viene de Liberia y del ébola; es decir, viene de la pobreza, donde no hay más dividendos que el de dar y recibir amor. En la pobreza, se da amor y se recibe gratitud, que es el amor elevado al infinito, donde el creyente cree que habita Dios. En este verano tórrido y sin asideros morales ni éticos, no está mal, Diario, recibir un soplo de aire fresco que alivie este ambiente insano y las otras miserias del espíritu. ¿No te parece? (20:37:29).

martes, 5 de agosto de 2014


5 de agosto de 2014. Martes.
LA SERPIENTE QUE TIENTA
 
¿Tentación, en el jardín? F: FotVi
 
-Mis sentimientos son de pureza; pero mis acciones, quizá no tanto, dijo el sabio. Antes, san Pablo, el apóstol de la Letra, como lo definiría Unamuno, lo había escrito en su carta a los romanos: «En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo. Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero». El mal, o la metáfora de la serpiente que tienta y desconecta inteligencia y voluntad. La inteligencia sabe y dicta: «Haz esto; haz aquello», se trata de hacer lo recto, lo que concuerda con la ley y el bien; pero la voluntad se queja: «Hago el mal que no quiero». Quizá lo que le ocurre a los corruptos: ya sean jueces, políticos, gerifaltes financieros, tontos, listos, clérigos sin clerecía, señores de la paz que hacen la guerra, deportistas…Pero en algunos de éstos, sin embargo, inteligencia y voluntad parecen coincidir para hacer el mal. Tal vez ocurra esto, que sentimientos y acciones, en éstos, son una misma cosa: instinto de corrupción. ¡Y que a éstos, Diario, les toque gobernarnos! ¡Malaya la suerte!, que diría el clásico (20:22:42).

lunes, 4 de agosto de 2014


4 de agosto de 2014. Lunes.
GOTA DE AGUA
 
Gotas de agua (o Don de la ebriedad), en el jardín. F: FotVi
 
-Una gota de agua, alivia; una pequeña porción de verano, agobia. La gota de agua es liviana, apenas pesa; la pequeña porción de verano, sin embargo, es densa y suele derribar voluntades. En verano se suelen leer (el que lee) tórridas novelas, también denominadas best-sellers; historias convulsas estas que captan la atención y aligeran la modorra. Sin decir nada, dicen todo; y, en muchos de los casos, hasta mal dicho, no son libros para el goce literario. Al modo de Alejandro Magno el célebre nudo gordiano, se trata de ver cómo desenmaraña lo enmarañado el autor. En los best-sellers, la trama lo es todo, con el supremo autor (o bestsellero), poderoso artífice del devanar de los hilos, que decide en qué momento y lugar acaba lo que él solo sabe por qué y en razón de qué lo empezó. Un best-seller nunca llega a viejo, pasada la floración, muere; podría decirse que es flor de un día, luce mientras dura el acoso editorial y publicitario. O sea: muerto el perro, se acabó la rabia. Yo prefiero estos versos (gota de agua que alivia) de Claudio Rodríguez, quizá los más puros y alegres, y luminosos, que jamás haya leído. Éstos sí que son un best-seller de la belleza y la humildad; para mí, la meditación de esta tarde; y dicen así: «Como si nunca hubiera sido mía, / dad al aire mi voz y que en el aire / sea de todos y la sepan todos / igual que una mañana o una tarde» (Don de la ebriedad). Ebriedad de emoción, Diario, como la de tocar el agua del mar y dejar que se lleve todos los hermosos sentimientos de uno para que otros los toquen y los sepan, y los celebren (20:08:46).

sábado, 2 de agosto de 2014


2 de agosto de 2014. Sábado.
PARTICIÓN
 
Compartiendo espacio, en Las Canteras. Las Palmas
 
-Multiplicar cinco panes y dos peces, ya se hizo una vez, y, si se hizo una, se pueden hacer mil. Sólo basta con que el que posee los cinco panes y los dos peces, tenga voluntad primero de partirlos y luego de repartirlos, que es otra partición, pero más hermosa. El partir se hace con las manos, el repartir, con el corazón. Sin manos ni corazón, es muy difícil (imposible, diría yo) hacer llegar cinco panes a una multitud hambrienta. En aquella ocasión, y como dicen las Crónicas Evangélicas, «comieron todos hasta quedar satisfechos», como en la mesa del pobre, donde lo poco o lo apenas suficiente siempre llega y satisface. El exceso, harta; lo justo, deleita. El empacho lleva a la resaca, y al vómito; lo parco, compartido, al gozo. Comprobarlo, Diario, es entrar en el reino de la sabiduría y de la solidaridad (19:18:46)

viernes, 1 de agosto de 2014


1 de agosto de 2014. Viernes.
FELICIDAD, O  EL «CASI NADA»
 
Paisaje celeste, desde el jardín. F: FotVi
 
-Se es feliz si no deseas nada más allá de lo que posees o puedes abarcar. Un paisaje te hace feliz, porque lo puedes abarcar con la vista y quedártelo como un regalo de la naturaleza; un paisaje queda en los ojos y en el alma, y allí se repite y se goza, como un bello recuerdo, siempre en acecho para ser evocado. Poseer lo justo, sin angustias, sin el sobresalto de la carencia, te hace feliz; poseer más allá de lo justo, de lo necesario, crea inquietud y cuidado, tanto tal vez como el carecer de todo. Ser feliz en lo pequeño, en lo mínimo, o en el «casi nada», Diario, es augurio de una vida en paz y dichosa, hasta saludable (19:36:55).

jueves, 31 de julio de 2014


31 de julio de 2014. Jueves.
SIN CARETA
 
Dorian Gray, en el jardín. F: FotVi
 
-Si me encontráis por la calle, desviad la vista, no me vayáis a confundir o con la bruja malvada, que diría Candela, desdentada ella, la bruja, o con el lobo feroz ya ancianito y con bastón y con sólo un diente lanzando destellos como aviso de su fiereza, antigua. Ando de dentista y, por avatares del guion, he tenido que dejar mi dentadura en la consulta del médico para que sea remodelada, reciclada, y posibilitar así que sea eficaz en el decir y en el yantar, que diría el clásico. Si hablo, no digo, sólo arrojo palabras bufas y mojadas, y si me miro en el espejo, no me reconozco, tan otro soy; el espejo, esa especie de pequeña charca donde vas cayendo cada día al mirarte hasta que, al final, no te ves tú, sino a otro que nunca hubieras pensado llegar a ser. El espejo, engullidor de años y de vida, y de vanidades. En el espejo mueren rosas y nacen decepciones. Que lo diga si no la madrasta de Blancanieves, o el mismo Borges, que habla del «horror» que sentía a los espejos: los miras y te miran, y en ellos, dice, te ves definido. Porque, al fin, te ves como el espejo quiere, y no como tú desearías. Aunque, en realidad, cuando la madrasta de Blancanieves pregunta al espejo quién es la más bella, le está revelando su subconsciente, que es el que, a través del espejo, le da la respuesta. No eres tú la más bella, le dice o se dice a sí misma la madrasta, que disimula de este modo su conocimiento doloroso de la verdad. La verdad y los espejos, Diario, o la imposibilidad de vivir en la hipocresía, o de engañarse uno a sí mismo, siempre. Puyol se ha mirado en el espejo, quizá, y se ha visto como es, no como había aparentado o simulado ser; el espejo, sin duda, le ha quitado la careta y se ha reconocido el Dorian Gray que ha sido y sigue siendo (21:14:09).

miércoles, 30 de julio de 2014


30 de julio de 2014. Miércoles.
RATITA PIADOSA
 
Paz blanca, en San Pedro del Pinatar. Murcia. F: FotVi
 
-En los periódicos y revistas de entonces (hablo de pocos años atrás) las viñetas en la prensa de papel solían ser ventanas abiertas a la lírica, al humor, la ironía, la política, la ternura…; eran remedio para el mal sabor de boca, quizá, que nos podía dejar la adversidad del cada día hostil o azaroso en el que vivíamos. (Yo vi a Dios reír con alguna de aquellas viñetas: lo vi reír en mí, que soy, dicen, lugar en el que él habita. Y si habita en mí y yo río, supongo que, por mínima corrección y contagio, me seguiría él; bueno). Estas viñetas, digo, solían ser poemillas o textos de filosofía grácil, que trataban de asuntos sociales, políticos, religiosos, y aun divinos, pero con la ligereza de un verso de Alberti o el peso sin peso de una hoja que cae. Un 15 de diciembre de 2001, Mingote dibujaba en ABC, con la gracia de sus formas barrocas y limpias, fáciles, un ángel con una pancarta en la que, bajo una estrella navideña con su cola de luz, se leía: PAZ; ángel al que seguía un grupo de gentes con estacas y furia, que gritaba: ¡AL PROVOCADOR! Sonreías, cavilabas y hasta te estremecías, pensando que, según estaban los tiempos, aquello pudiera ser reflejo de la realidad. Viñetas, en todo caso, que, con el regalo de una sonrisa, te hacían pensar y hasta sentir un pequeño golpe de ternura en los adentros, donde ejerce el espíritu. Ayer, también en ABC, una viñeta de JM Nieto, y en su rincón Fe de ratas, pintaba un díptico en el que se veía una rata recogida y piadosa rezando en el banco de una iglesia. Rezaba a un Cristo que se adivinaba en una esquina del dibujo; en la Primera ventana del díptico, la rata decía: «Señor, ayúdanos a evitar la extinción de los linces…;… de los elefantes, de las ballenas…;… y de los cristianos en los países con mayoría musulmana». En la segunda ventana, y en su tertulia con el Cristo, añadía: «Esto último no te lo esperabas, ¿eh?. Es decir, una rata juiciosa y teresiana. El dibujante nos advierte, pues, con ternura y gentileza, de la hipocresía de nuestra sociedad, que, ante la persecución y muerte de cristianos en medio mundo, los hay que miran a otro lado, o sencillamente ni miran; es bueno salvar linces, ballenas, rosas de Jericó, Diario, pero más, personas, en Nigeria, en Sudán, en Siria, también en Gaza, que son palestinos… ¡Eso es, ratita, salvar personas! (19:39:33).

lunes, 28 de julio de 2014


28 de julio de 2014. Lunes.
NUEVA YORK, ABISMO AL REVÉS
 
Vértigos, en Nueva York. F: Isra
 
-Tan haz de monolitos hasta los cielos que es, Nueva York se les acaba, sin embargo, a Isra y Paqui, mis sobrinos. Del martes 23 al martes 29: una semana haciendo de los ojos vértigo de la ascensión. En Nueva Yorrrk (como dice Candela, rayando la erre de York en la pronunciación: -¿Dónde están tus padres?; -En Nueva Yorrrk -dice); en Nueva York digo, se mira, asombrándose, la altura; pero sin apenas cielos que ver. Los cielos, en Nueva York, son el fondo de un abismo al revés. Por allá pasa una nube, quizá la nube de la niña que vendía nubes en el cuento de Elena Poniatowska, y apenas se ve, tan allá abajo corre, en el más allá de las moles de hierro y cemento, en ese irse sin fin de la ciudad hacia el arriba, pero sin llegar jamás al cielo. Nueva York es un ¡oh! de asombro en los ojos y en la boca, teniendo que subir muy alto para ver un poco de su altura, justificando así el ¡oh!, que acaba por aullar. Y, conforme se sube, se agranda el ¡oh! y se acrece el vértigo, y huye el cielo. Ya lo dijo García Lorca en Poeta en Nueva York: «Pero yo no he venido a ver el cielo»; Nueva York es subida, subida que baja al abismo de la altura, prescindiendo del cielo. Nueva York es una levitación, una atalaya sin vistas al alma, con un ¡OH! enorme que se come la boca del que lo dice; primero los labios, luego la lengua, y, al quedar sin palabras, queda sólo el ¡OH!, en el vértigo o aturdimiento de la altura, pero sin alma. ¿O el alma queda abajo, en el cielo de abajo, en la calle de abajo, donde un negro con trompeta pide una moneda por un poco de jazz o un niño corre detrás de una mariposa, felizmente sin alcanzarla, en Brooklyn Bridge Park? Con todo, Diario, me gustaría volver algún día con el poeta a Nueva York, para, al igual que Paqui e Isra, hacerme un ¡oh! grande donde pudieran caber quizá un cielo y una tierra, nuevos, y, si posible fuera, un alma de poeta, libre (19:59:15).

domingo, 27 de julio de 2014


27 de julio de 2014. Domingo.
DÉBORA O LA AVISPA
 
Aleteos ¿de avispa?, en el jardín. F: FotVi
 
-Juez es quien, en asuntos de ley, y con la sabiduría y la autoridad que dan el estudio y el pueblo, y el sentido común, a veces, puede juzgar y sentenciar. Dios es Juez, que juzgará (es decir: someterá a ley, a su ley, a la del amor) a vivos y muertos. O eso creemos. El pueblo de Israel, en tiempos (desde la muerte de Josué hasta la monarquía, y por considerar que sólo Dios era su rey), eligió jueces para su gobierno en vez de reyes. Y juzgaban según la ley de Dios. Antes de los reyes, en Israel los jueces ordenaban y esclarecían la convivencia, propiciaban la paz, resolvían, restañándolos, pleitos. Desde Otoniel, o león de Dios, el primero, hasta Jaír, o el que alaba, el último, en Israel hubo 17 jueces, y una jueza: Débora, que significa abeja o avispa. Vino a ser algo así como la juez Ayala de entonces. Débora se sentaba bajo una palmera y allí escuchaba y, tras sopesar los pros y los contras, dictaba sentencia. Ella, profetisa además, liberó a su pueblo del tirano Sísara, que oprimía a Israel. Y yo me pregunto: ¿Nos librará la Débora o avispa Ayala de la tiranía de la corrupción que nos oprime? Al menos de una parte, parece que sí. Y una última noticia (que ya no lo es): Puyol (Jordi, el padre de la saga de los Puyol), se ha confesado corrupto; es decir, ha robado. Primera parte de la confesión, pero falta la segunda: devolver lo robado. Y como se suele decir bella y líricamente, por el pueblo: ¿caerá esa breva, Diario? En este caso se trata de una breva secesionista y catalana, y que sabe a Mas y a paraísos fiscales, dicen (21:30:55).

viernes, 25 de julio de 2014


25 de julio de 2014. Viernes.
GOTERÓN DE FUEGO
 
Fuego, en un jardín de Estambul. F: FotVi
 
-Es ardoroso este verano, como un buen y añejo vino de Jumilla. Ardoroso; es decir, con fuego dentro. El vino de Jumilla lleva dentro (o llevaba, quizá) el fuego de la tierra que llamea en sus vides. Tierra ésta de arrebatos solares, que se reflejan en el termómetro y en las noches tórridas, que aparcan el sueño como si éste fuera una mala pesadilla. Un poeta, Julio Mariscal, llama al verano «goterón de fuego» y, recordando quizá el trigal (espiga y caña o columna izada con capitel), también lo llama: «mies de sol». Estamos, pues, gustando las mieses del sol; es el tiempo. Con Santiago Apóstol, que hoy celebra su onomástica. Él, también caluroso en el ánimo, pidió a Jesús de Nazaret que hiciera bajar fuego del cielo sobre los samaritanos porque no los habían recibido bien. Jesús, luego de llamarlo «hijo del trueno» (al igual que a su hermano Juan), y pedirle calma, lo haría del grupo de sus íntimos. Hoy celebramos, pues, la calentura del verano y el trueno de Santiago, que, al fin, dio la vida por predicar el evangelio, donde se dice que el amor, incluso al enemigo, Diario, es la única moneda de cambio en el mundo y cielo nuevos del Reino de Dios; sin amor, todo es vejez, y declive, hasta de la misma Historia, aunque parezca que a ésta sólo la mueva el odio (20:12:20).

miércoles, 23 de julio de 2014


23 de julio de 2014. Miércoles.
¡DÍA!
 
Saludando el día, en el jardín. F: FotVi
 
-Se me aparece el día y, simplemente diciéndolo, lo canto. ¡Día!, digo, y, aun sin pronunciarlo, oigo su música en las manos, en los ojos, en el alma. Todo vuela, dentro y fuera de mí. El alma tiene oídos que escuchan hacia el interior, que es donde más se vive la vida. Gozar el instante, qué milagro. Sin embargo, me entristece el ser humano en el que sólo vive la destrucción y la insidia. Los destructores (metamos aquí a los revolucionarios, los inquisidores, los tiranos, los que, en un diálogo, jamás ceden la palabra, los tontos que se creen genios…) nunca construirán -es un decir- ni la pirámide de Keops ni El entierro del Conde de Orgaz; ni Keops ni el Greco pertenecían a la jungla de los destructores. Eran artistas; o sea: artífices de algo novedoso, porción o trozo ellos mismos de la maravilla que creaban. Ambos (Keops y el Greco, soñadores) dejaron su obra, que luego destruyen -es un decir- o los hombres de Hamás, o Netanyahu, o un tal Putin, o los esbirros de Boko Haram, como antes lo hicieran o un Hitler o un Stalin, y una lista interminable de funestos servidores del mal, que, de vez en vez, incendian el mundo. Al despertar, suelo decir ¡día! con fuerza, en mi interior, para, al decirlo, oír su música, la de la palabra que lo dice, y sentir así que vivo y que, como diría el de Asís, en aquello que digo, Diario, hago loa del Creador. ¡Ah, el día!, y el día me oye y, conmigo, oye su música y es más día; día hasta que el sol hace su ocaso y cierra los ojos al milagro (21:00:57).

martes, 22 de julio de 2014


22 de julio de 2014. Martes.
LA VERGÜENZA DEBIÓ SER PINTORA
 
Escondiendo sus vergüenzas, desde el jardín. F: FotVi
-La vergüenza debió ser pintora, pues, cuando se tiene, saca los colores. Cuando se es vergonzoso; es decir, cuando se tiene vergüenza, ésta, si hay quien la hostiga, suele manifestarse coloreando los pómulos. La vergüenza, como el lienzo del pintor, se transforma coloreándose con el pincel hábil y portador de tonos sutiles de color, que el mismo pintor arrima a la tela y la hace arte manchado. Velázquez y Picasso mancharon de arte telas excelsas, con realismo o echando mano de lo irreal o subversivo, del surrealismo más sugeridor y lúdico. La vergüenza, que puede ser mucha, poca o nula, o de escasa calidad, se manifiesta cuando es tocada en su dignidad; cuando se la agravia. Ayer, a mí, por actitudes ajenas de otros, me saltó la vergüenza a la cara. O sea: sentí vergüenza ajena. Al ir a pasar el ITV del coche, sentí la vergüenza de la desconsideración y el vejamen. Primero te esquilman: 53,10 euros por un papelito que te permite engrosar, hinchar una cola, en la que, bajo un sol de justicia, permanecerás casi dos horas, a la espera de que te toque el turno para que miren el coche y detecten si parpadea un intermitente o cierra bien una puerta. Hay tres colas a la espera y 4 ó 5 operarios que van de un sitio a otro, secos, hostiles, y como perdonando vidas: marcha atrás, freno de mano, acelera, luces, la larga, y así hasta que se mete el hidalgo en un foso y, como apenas oigo, te grita para que des bandazos con el volante y no sé qué más, hasta que, con cara  de pocos amigos y un papel que cimbrea en sus manos, te manda que salgas del hangar y esperes. Y, luego de un tiempo, aparece el huevo de Colón: todo bien, un año, y sientes la espalda del perdonavidas como un reproche por haber nacido. ¡Desgraciao!, parece que te dice su espalda. Y en el Banco; el jueves estuve en el Banco y, con un escalofrío, comprobé cómo me robaban mis pocos ahorros entre no darme apenas intereses y cargarme las más variopintas clases de comisiones. No hables más, me dije, no te vayan a cobrar por hablar y hacerle perder el tiempo a la empleada de turno. Adiós, adiós, y sales del lugar disimulando tu sombra, no te la vayan a afanar. La vergüenza debió ser pintora, pues, a veces, Diario, te saca los colores, y te pinta la cara de incauto (19:53:55).

lunes, 21 de julio de 2014


21 de julio de 2014. Lunes.
POMPA DE JABÓN
 
Pliegues del tiempo, en Santo Domingo. Murcia. F: FotVi
 
-Acabo de decirme: ¡Cómo corre julio, como un galgo! Percibimos el caminar de los días, pero no nuestro pasar. El tiempo es la cajita o pompa de jabón en la que la vida nos transporta hacia la muerte (o hacia la otra vida, la de los asombros, dicen) sin sentir. Con el tiempo, siempre nos estamos yendo y no lo apreciamos. El tiempo tiene la habilidad de engañarnos, haciéndonos creer que pasa él, como un ventarrón, y no nosotros. ¡Julio ya, y parece que fue ayer el 1 de enero!, decimos. Desde el hoy de julio 21 al 1 de enero pasado, hay un arco, y no de triunfo, bajo el que vamos dejando días atrás hasta darnos de narices con el fin. Gran acorde (la enfermedad o el accidente), y el fin. Un poco de llanto, un poco de alabanza quizá, un parpadear del recuerdo durante un tiempo, y el fin. ¿Pesimista? No; sólo cronista del tiempo, que, en volandas, nos lleva a la cuna de los silencios, como antes de nacer, y nos disuelve en su vorágine. Hasta que el cuerpo aguante, solemos decir; y no: hasta que el tiempo tenga a bien llevarnos a lo Harry Potter en sus alas de dragón peludo. Nos deja, y sigue. Tal vez, Diario, alguien pueda decir de mí cuando me deje el tiempo, en la alabanza o en el recuerdo, que escribí estos versos: «Cuanto digo es Amor, / también si digo Amor, o Tú». Ah, y un tal Henri Barbuse, en su libro El infierno, y citado por Augusto Monterroso, escribió que Linneo pudo decir aquello de que tres moscas consumen un cadáver tan aprisa como un león. Nota: yo no lo he podido comprobar, aún; pero quién sabe… (20:32:31).

domingo, 20 de julio de 2014


20 de julio de 2014. Domingo.
ALIVIO
 
Inocencia, en el jardín. F: FotVi
 
-¿Será cierto lo que decía Chesterton, que por el sólo hecho de ser hombre (humano) se llevan dentro todos los demonios? Esto concuerda con lo que menos originalmente afirmaba Sartre: «el infierno son los otros». Demonio, infierno, o el mal, pero en los otros. San Pablo a su vez escribía: «No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero». Y quien hace esto, no soy yo, «sino el pecado que reside en mí», añadía. San Pablo veía el mal dentro de sí mismo. Hacemos el mal, porque somos residencia de pecado. Y es que en el vacío que deja el bien se instala el pecado. Siempre. Un misil derriba un avión con 298 pasajeros a bordo en Donetsk, Ucrania. ¿Pro rusos, ucranianos? En esta ocasión no ha fallado la máquina, sino el hombre; el hombre inducido por el mal que lo habita. El alma del hombre es una cavidad donde habitan o el bien o el mal; una cavidad espiritual, pero siempre habitable y habitada; nunca vacía; también, a veces, en ese hueco florece la abulia, o el mal que se despreocupa de las cosas. 298 fallecidos, que se unen a los que están muriendo en Gaza, o en Nigeria, o en Sudán… Con el agravante de muerte de niños, donde la inocencia todavía es blanca, sin mácula de mal, sin pecado, con sólo sueños y sus vuelos. Muertes estas revestidas de versos que no lo son; el verso del patriotismo, o el de la revolución, o el del poder, o, en las mafias, el de la familia; las muertes violentas, como rúbrica de la maldad; mediante el engaño. Te lo cuentan y te resistes a creer: alguien apretando el gatillo para derribar un avión; o en Gaza, matarse por unas líneas de frontera; o en Nigeria o en Sudán, por ser cristiano. Y hay organismos de la mentira: la ONU, la UE, la UA (Unión Africana), la Liga Árabe…, que ejercen el pecado de la abulia, o el de mirar para otra parte, o el de desentenderse por vocación de pereza o de lavarse las manos, como Pilatos. En Holanda, de donde eran 192 pasajeros del avión abatido, dicen que rezan, para encontrar alivio. Dios en la boca, a veces, Diario, suele ser alivio para el que llora (21:23:05).

viernes, 18 de julio de 2014


18 de julio de 2014. Viernes.
FIESTA EN EL BARRIO
 
"He ahí a tu Madre", en el Barrio de Pescadores. F: FotVi
 
-El miércoles pasado hubo fiesta en el Barrio llamado de Pescadores de Santiago de la Ribera. Ocurre cada año. Una fiesta modesta, pero digna. La palabra fiesta, que viene de festa, plural de festum, y que significa celebrar; palabra que a su vez encierra todos estos sinónimos o equivalentes: alabar, elogiar, loar, aclamar, aplaudir, vitorear… La fiesta esta vez fue en honor de la Virgen, en su advocación de Nuestra Señora del Carmen. En una pequeña ermita triangular (forma de templo que ni el gran Palladio pudo imaginar), aquí en el Barrio, vive María, la Madre de Jesús, el que hablaba sólo para dar buenas noticias. La última buena noticia nos la dio en el momento de ir a dejar su vida en la cruz: nos entregó a su propia madre. «Ahí tienes a tu madre», dijo a Juan, y, desde aquella hora (la hora sexta, quizá), «el discípulo la acogió en su casa”. En la figura de Juan, pues, María, Madre de toda la Iglesia. Todavía nos causa asombro esta decisión de Jesús. Asombro y ternura. Por eso celebramos a María como Madre, y la alabamos con elogios, y hacemos loa de ella, y la aplaudimos y lanzamos vítores con cohetería y música, y rezamos. Y también, el miércoles, en el modesto Barrio de Pescadores, y para celebrarla, hubo procesión con la imagen de la Virgen. Antes, fuera de la ermita, hubo misa. Con el sol inclinado del lado del ocaso, y presidiendo la imagen de la Virgen, se celebró el memorial de la muerte y resurrección de Jesús. Cantos de ritmo murciano y devota ofrenda de flores. Todo, según el rito del pueblo, que conoce bien cómo amar desde la sencillez. Y, al fin, la procesión. El trono, esta vez, portado por jóvenes, algún anciano, y una señora madrileña, que, cada año, pone su hombro para que la Virgen haga camino en su andar. Alcalde, música, pueblo y Luis, el del vídeo en ristre, haciendo de Luis Buñuel, filmando todo para dejar constancia de que la fe (o piedad) que llaman popular, Diario, quizá no sea fe teológica pura, pero sí fe evangélica. Ya lo decía Unamuno: prefiero la palabra a la letra; o lo que es lo mismo: lo evangélico a lo bíblico. Y el Papa Francisco: «La piedad popular es un tesoro…, espacio de encuentro con Jesucristo»; pues, eso (20:23:29).

miércoles, 16 de julio de 2014


16 de julio de 2014. Miércoles.
VA DE JARDINES
 
Alegría, en el jardín. F: FotVi
 
-Hoy va de jardines, y en este caso de un jardín especial, por decirse o llamarse jardín de Dios: Carmen, o Jardín de Dios. Y de estrellas; también va de estrellas, pero en la mar. Estrella de la Mar. Y de Vírgenes; pero especialmente de una: la llamada Virgen y María. De la que se ha dicho que es «gloria de Jerusalén», y «alegría de Israel», y «orgullo de nuestra raza». Es decir, una de nosotros. Iba y venía por Nazaret y pasaba desapercibida, miraba, sonreía, y, en la fuente, se mojaba las manos al ir a llenar el cántaro, y los pies, por el saltar alegre del agua; pasaba desapercibida, sólo que Dios un día se fijó en ella y la llamó «llena de gracia», y que estaba en su vida: «el Señor está contigo», le dijo el Ángel. Y le pidió que se alegrara, porque iba a ser la Madre de Dios. Y se alegró, y nos alegró; y nos sigue alegrando. En su vientre (Jardín de Dios), se formó el Dios-Hombre, o Emmanuel, que ya para siempre sería Dios-con-nosotros; Dios-con-nosotros, o su nombre de pila, divina. Y, gracias a ella, Diario, con nosotros sigue estando, en nuestras vidas y en nuestro peregrinar, ahí; tal, que si miras, lo ves (18:50:04).