jueves, 9 de agosto de 2018

9 de agosto de 2018. Jueves.
UN SILENCIO

Silencio de la piedra, que habla. Lisboa. F: FotVi

-Le doy a las teclas del portátil y apenas sale un pequeño esbozo de lo que puede ser un artículo, un relato, un poema; total, nada. Un esbozo. O el apunte o pespunte (zurcido) de algo que no llega, que se queda en las entrañas de la máquina, callado y esperando, como un silencio que mira y dice, pero sin ser oído. Yo -ahora en soledad- inclino el oído y trato de oír lo que dicen los silencios, tantos como se dan cita a mi alrededor. Oigo al mirlo, oigo la gota de agua que se desprende del grifo, al viento, el frenazo de un coche en la calle, pero no logro oír el silencio. Los místicos sí oyen los silencios, donde dicen que habla la trascendencia. Un consejo de San Juan de la Cruz: el silencio se oye cuando entras dentro de ti y te liberas de los ruidos del mundo que te gritan desde todas las cosas; y es que las palabras más bellas nacen de los silencios más hondos, más profundos, de los que andan por tus abismos más íntimos. Decía Zenón de Elea, que «la naturaleza nos ha dado dos orejas y una sola lengua, a fin de que escuchemos más y hablemos menos». Obedezco a Zenón de Elea, Diario, y quedo en silencio: me trago las palabras y escucho sus silencios, los que ellas dejan tras ser dichas, a ver si mañana puedo decir algo hermoso y trascendente, y que me acerque un poco más a la Verdad, que ansío (19:21:31).

miércoles, 8 de agosto de 2018

8 de agosto de 2018. Miércoles.
UN WASAP

El círculo y la gaviota, la paz, en Murcia. F: FotVi

-Un wasap, y la alegría se me agolpa en la garganta. Paqui, Candela e Isra, ya en Alicante. En casa. Vuelven de Viena. Con escala en Barcelona. Todo el día de aeropuerto en aeropuerto. Retrasos, dicen. Y respiro, y respira la paz que toco en esta tarde calurosa de verano. La paz, o la serenidad que descubro en cada cosa que miro. Un poema, el árbol, la tarde, todo es paz. La paz va conmigo, como la pelambrera que, tras de mí, ya casi me ocupa todo el cuello. Y, dentro del tiempo de alegría, Diario, pienso: «He de ir a que me pelen», y lo dejo para mañana, mientras doy gracias por la paz que me cerca, y que palpo, y gusto (19:59:58).

martes, 7 de agosto de 2018

7 de agosto de 2018. Martes.
PROEZA PICTÓRICA

Siempre la claridad viene del cielo, en San Pedro del Pinatar. F. FotVi

-Cae el calor como una bola invisible de fuego. Arde el día, y el mar, a su lado, se desmaya. En la playa, el mar se hace lengua que palpa, lengua salada que lame los cuerpos de los bañistas. Y los gusta también salados. Como anchoas en conserva, pero a la intemperie. Y las noticias hostiles se suceden una tras otra, como una crónica de pavor y cólera. Fuego en el Algarbe, en Portugal, y terremotos en la isla de Lombok, Indonesia. Fuego, muertos, desaparecidos. Como un aquelarre sin fin. Y en Santiago, un aprendiz de brujo, un Velázquez moderno, pinta de azul, en la puerta de las Platerías de la Catedral, una estatua románica del siglo XII. Y se sorprenden las autoridades, y el regidor de la cosa, y gente que pasaba por allí. Todos ellos hechos un haz de extrañados, de pasmados ante tal proeza pictórica. ¿Pero qué pueden esperar dado el nivel de educación de alguna de nuestra juventud? Salvo graciosas y disimuladas excepciones, la mayoría de los jóvenes se han formado intelectual, ética y socialmente en la universidad del móvil, del botellón, de la carencia de escrúpulos. Se mofan del rey y de la rayuela, de la bota y del botín, son tiernos cacharros que adoran la nada y se deleitan con la perversidad. El relativismo y el nihilismo son los dioses y guías de su caminar vacilante por la vida. Sin embargo, salvemos la inteligencia y la creatividad de la juventud y habremos ganado el mañana de nuestra sociedad, pero sin aspavientos y sin lágrimas de cocodrilo, solo viviendo en concordancia con la conciencia y el deseo de libertad, y el afán de ir más allá; esto, Diario, es el progreso, y no la barbarie y la ordinariez en que vive inmersa una gran parte de nuestra juventud, sin bridas y sin horizonte  (18:59:43).

domingo, 5 de agosto de 2018

5 de agosto de 2018. Domingo.
RESURRECCIÓN MORAL

Siempre hay una puerta que abrir, en Vilna, Lituania. F: FotVi

-Una buena y regocijante noticia: se le da muerte a la pena de muerte en el catecismo cristiano. En razón de la dignidad de la persona humana, es decapitada, fulminada, la pena de muerte, pues, según el papa Francisco, es esta «una medida deshumana, que humilla». Es la alegría de una resurrección moral de la iglesia: porque la vida es vida desde el embrión más indefenso hasta la vejez más quebrada. Ni aborto ni eutanasia, vida. Nadie es quien para arrebatar este don de la vida a otro ser, ni rey ni ley. No hay ideología, filosofía, religión, que pueda más que la vida, que se lo digan si no al óvulo fecundado o al grano de trigo que cae en tierra y luego iluminan el paisaje con la espiga y los ojos del niño que contemplan absortos el campo dorado. Y, aunque Horacio, el gran poeta latino, nos invita a pensar en «que cada día que vivimos puede ser el último», yo, por el contrario, imagino, Diario, que cada día que vivo es el primero y que hay que vivirlo intensa y amorosamente, con furia, y con la sorpresa (Rabindranath Tagore) de saber que aún sigo existiendo, o el asombro (fascinación), de vivir (18:53:37).

viernes, 3 de agosto de 2018

3 de agosto de 2018. Viernes.
EL CALOR Y LOS OTROS

Esperando la cerveza, en el bar. F; FotVi

-Metidos de lleno en el calor, dudo que esto sea peor que el infierno, como decía Sartre, de los otros. Los otros, o esos que te miran sin tú saberlo, que te repudian sin tú saberlo, que quizá, y sin embargo, te admiran sin ellos saberlo. Admiración que, por recelo, por prejuicio, por ofuscación, les lleva al odio, a la ojeriza, a no darte lo que ellos saben que te mereces. El calor y los otros, o los dos minotauros del laberinto del verano. Con el hilo de Ariadna del abanico o la cervecita fría en la terraza de la playa, o un buen libro (aunque sea un bestseller voluminoso y terco), como esperanza de salvación. Con paciencia («yo voy soñando caminos”, decía Machado) se pueden vencer estos dos infiernos, el del calor y el de la pelusa; la pelusa: o el alfiler del otro -odio, difamación, envidia-, Diario, clavado en el corazón de la mariposa: el de aquel que sufre la embestida feroz del otro (18:20:57).

miércoles, 1 de agosto de 2018

1 de agosto de 2018. Miércoles.
EL CALENDARIO

Calendario, medidor del tiempo, en la Torre de la Horadada. F: FotVi

-Ayer fue treinta y uno de julio y hoy es uno de agosto. ¿Quién lo dice? El calendario. Ese medidor fraudulento del tiempo, que determina cuándo trabajar y cuándo entrar en descanso. ¿Descanso? Ayer fue un día de ajetreo y sudor a causa de un timbre, en su día mal instalado. Ha habido que cavar y cavar, hasta dar con la manguera que conducía los cables bajo el pavimento del patio hasta el cuadro en el que vigilan los fusibles. Veía sudar a Julián y, aun si hacer nada, sudaba yo más que él: un manantial que descendía por el rostro y le desaguaba en la barbilla, y eso a pesar de estar bajo el olivo. Luego llegó Alfonso y en un momento se solucionó el problema: oyó dónde percutía el cable introducido en el cuadro, y llegó la solución, como por encanto. Respiró Julián, respiré yo, respiró Alfonso, y el cable, por fin, salió triunfante hacia su destino. Fuimos y pulsamos el timbre y supo a gloria su sonido, como el adagio del concierto nº 2 de Vivaldi, el Verano. Y mientras, la huelga de los taxistas, y la llegada a las costas españolas de miles de inmigrantes, unos recibidos con música y ministros y otros abandonados a su suerte, y el desánimo, Diario, al advertir que casi nada se arregla, que todo es desorden, manipulación, intereses espurios, políticos, en definitiva, de clanes irreconciliables (18:56:05).

lunes, 30 de julio de 2018

29 de julio de 2018. Domingo.
NOTA MUSICAL DE VIDA

Anhelando la luz, en Saint Michel. Bretaña francesa. 

-Baja la temperatura un poco, una buena noticia. Feliz día, pues, para mi corazón cansado, pero no vencido. Cuando me ven mis antiguos feligreses me regalan halagos que yo celebro, pero con mesura. «¿Qué hace con los años, que no pasan por usted?», me dicen. Y sonrío, porque sé que tal vez los años no pasen por mí, pero yo sí por los años. Y, al pasar por ellos, cada cual va dejando en mí su hermosa y determinante nota musical de vida y despedida, de gozo por haber vivido -centelleo-, y de serena reflexión sobre lo que acaba. Sobre lo que acaba, o continúa. Pues como dice Robespierre (el incorruptible, le llamaban): «la muerte es el inicio de la inmortalidad». ¿Y qué es la inmortalidad? ¿El tiempo feliz de la contemplación -y del amor, quizá-, o el tiempo del no hacer nada, de quedar inerte? Yo prefiero lo primero; es decir, contemplar y ser contemplado, amar y ser amado, en una actividad de intercambios obsequiosos; pues lo segundo, Diario, me llevaría a una pereza infinita, de bostezo innumerable, sin descanso, y siempre del otro lado de la nada (19:14:47).

sábado, 28 de julio de 2018

27 de julio de 2018. Viernes.
PÓRTICO DE LA GLORIA

Escritura en piedra, Pórtico de la Gloria, en Santiago de Compostela. Galicia

-Dices Pórtico de la Gloria y la piedra sonríe y sus silencios -silencios policromados, los llama una periodista- se hacen himnos de alabanza a la belleza trascendente. Dios, en la piedra, habla y ríe, y se viste de colores, y se hace exclamación y pensamiento, y ojos de aquellos que miran deslumbrados el milagro de la piedra. La belleza, pues, deslumbra, al que la hace posible, Dios, y al que la contempla, el ser humano absorto. Es como el que lee un poema y lo recita y lo vive, y se hunde en sus destellos, y parpadea. De este modo el poema se hace olor y color, y calor, en la palabra. O sea, que nace en la boca y se instala en las palabras, que a su vez se enredan en el viento y lo hacen verbo y diccionario, y significado. En una restauración que ha tardado diez años, el Pórtico de la Gloria, complacido, ha enseñado las sonrisas celestes de sus personajes, el color de sus vestimentas, el calor húmedo y tierno de sus miradas. Qué bien ríe, y mira y siente esa piedra de Dios. Desde dentro hacia afuera la piedra ha ido aflorando la belleza que el maestro Mateo le fue dejando en su interior de piedra humanizada, divinizada, de miradas cómplices, de cielo descendido y encarnado en la roca. A finales del siglo XII, Dios bajó y se instaló en las manos del maestro Mateo, que, a golpe de cincel y maestría, fue dando forma a esa presencia de Dios, lírica y amable, bíblica, y tan cercana, que se hace temblor y conmoción. El arte románico, Diario. es un arte sabio que, en un lenguaje coloquial y tallado, íntimo, enseña lo que dice la Escritura, aun al que no sabe leer, pero sí mirar, con amor (18:38:50).

jueves, 26 de julio de 2018

26 de julio de 2018. Jueves.
HIJOS DEL TRUENO

Santiago y abre España, en Compostela.

-Se llamaba Santiago y era hijo, y hermano, de pescadores. Pescador, o conocedor del mar: de sus ínfulas y de sus calmas, de sus noches ciegas y de sus noches de luna, de la tragedia y del amor. Hijo de Zebedeo y hermano de Juan, era amigo de Jesús de Nazaret. Parece ser que parientes. Vivía en Betsaida, junto al lago Genesaret y cerca de Cafarnaúm. Un día, estando ambos con sus tareas junto al mar, pasa Jesús, les invita a seguirle y ellos, dejándolo todo, le siguieron. Sin pensar en el mañana, solo en el hoy: en esa figura de Jesús que les atrae y les seduce. Hijos del Trueno, les llamará Jesús. Un día, ante un recibimiento desairado de los samaritanos, le piden a Jesús que baje fuego del cielo y les mate. Todavía no conocían lo que era la misericordia. Pero vivieron y convivieron con Jesús, y con él pisaron fango y desierto, pobreza y compasión, vieron cómo hablaba un mudo o veía un ciego, o cómo tomaba su camilla un paralítico y andaba, o cómo al ser tocado un leproso por Jesús quedaba limpio de su impureza. Y, sobre todo, escucharon la parábola del buen samaritano y su corazón halló la piedad, y se hizo más humano. Ayer celebramos la fiesta onomástica de Santiago. Con alborozo popular. Dice la tradición que vino a España y predicó el evangelio de Jesús, y que, después de ser decapitado en Jerusalén, sus discípulos cogieron el cuerpo y lo trasladaron al lugar donde hoy se venera, en Compostela, o el Campo de Estrellas. Es una bella tradición, Diario, que ha colmado muchas vidas de paz y gracia, y de una excelsa luz para el espíritu (19:53:40).

martes, 24 de julio de 2018

24 de julio de 2018. Martes.
INCLINA TU OÍDO

Tras la tormenta, aparece la luz. En Murcia. F: FotVi

-He recibido la alegría que esperaba: el Señor me ha oído. Hay veces que parece hacerse el distraído, pero, al fin, si insistes, te oye. «Inclina tu oído, Señor, escúchame», pide el salmista desde la angustia de su precariedad, desde su pequeñez; y finaliza: «porque tú, Señor, me ayudas y consuelas». Oración en la contrariedad, llama a este salmo la Biblia de Jerusalén. «Inclina el oído», pide el que suplica, como si fueran las palabras de un hijo a su padre. Inclina, dice: o ten la bondad de acercar el oído a mi palabra, palabra con la que te expongo mi necesidad. Tú, baja el oído, que yo levantaré mi alma, y se producirá el encuentro de mi necesidad con la gracia de tu bondad, y de este modo, tú me habrás salvado y yo te daré gracias, te bendeciré el resto de mi vida. Es lo que ha sucedido. Mi familia y yo, Diario, ante un hecho maravilloso -el Señor hace maravillas-, nos alegramos y festejamos, no con instrumentos musicales, que también, sino con palabras que saben a aleluyas y a acción de gracias, a himnos de alabanza (19:03:58).

lunes, 23 de julio de 2018

23 de julio de 2018. Lunes.
POESÍA ES ALGO

Poesía en piedra, Catedral de Logroño. F: FotVi

-Esta mañana de lunes, luminosa y sacudida por las lanzas solares, se presenta agradable y propicia para la lectura. Leo a Machado, su prosa, que es sencilla y lúcida, y magistral, de maestro. Dice: «No hay mejor definición de la poesía que ésta: “poesía es algo de lo que hacen los poetas”». Y sigue: Pero «qué sea este algo no debéis preguntarlo al poeta. Porque no será nunca el poeta quien os conteste». Sino el profesor. Y termina: «Hemos de hablar modestamente de la poesía, sin pretender definirla, ni mucho menos obtenerla por vía experimental químicamente pura». Es decir, poesía es lo que tú o yo, o el ángel fiel o el rebelde, o el místico o el perverso hallan en ella. El poeta nunca explica lo que ha escrito; en todo caso, lo explica el lector, que es el otro poeta que está al otro lado del que ha escrito los versos. El poeta escribe y el lector descifra. Decía que esta mañana de lunes era propicia para la lectura, Diario, pero también para un baño, si me decidía, y me he decido (20:49:57).

domingo, 22 de julio de 2018

22 de julio de 2018. Domingo.
EL CÉSPED

Sin césped, desierto de Judá, desde el monte Nebo. F: FotVi

-Cortan el césped y huele a muerte, pero a una muerte digna, intachable, con luz de martirio. Huele a hierba cortada, sacrificada, mutilada. Y no es perfume, sino olor fuerte, penetrante, de abismo oloroso. La hierba cortada sabe a renovación, a promesa, a novedad. Lo dice su olor o efluvio. Dentro de nada, surgirán los brotes nuevos, como rumores de antorcha, como pequeños aleteos de algo que quisiera volar. Luego quedarán anclados a su raíz, pero embelleciendo el entorno. Hasta que retorne la cuchilla y los vuelva a podar, con la esperanza de que renazcan, que retoñen. Es la resurrección de lo cotidiano, del milagro de cada día que sucede ante nuestros ojos y no lo vemos, porque nos distrae la otra vida, la menos brillante, la de lo prosaico que busca el pan que hay que ganar, y, si se tercia, con un poco de companaje que acompañe el mordisco. Y al paso, decir que el PP ha sido podado, desmochado, y ha surgido un nuevo y optimista brote llamado Casado, que luchará, dice, por hacer bonito y eficaz el nuevo césped de la política en España. La ilusión, el ensueño, Diario, se le nota; pero los resultados, ah, ya se verá (18:40:52).

jueves, 19 de julio de 2018

18 de julio de 2018. Miércoles.
QUIZÁ MAÑANA

Cada cosa en su sitio, pero al revés. En Murcia. F: FotVi

-Por fin entiendo el modo de entrar en internet desde el móvil: es como pelar una naranja e ir devorándola gajo a gajo, y, al tiempo, ir deshaciéndote de los huesos, uno a uno, escupiéndolos. ¿Lo ves? ¿Lo imaginas? Pues, así. Es fácil cuando se sabe, cuando se entra en el mecanismo y lo desmontas y lo montas sin dejarte ni una ruedecita, como con un reloj averiado. He necesitado dos clases, pero he salido alumno aventajado, o eso parece. Con dos clases me ha bastado. Entretanto, el mundo sigue con sus heridas y bajezas, con sus luces e himnos, con sus políticos y ventrílocuos, con las injusticias, que es de lo que más me debería preocupar, y me preocupa, pero sin ira, solo con piedad, y con la esperanza -de la que dice el profesor Albiac que es una mala consejera- de que el mañana, Diario, quizá sea mejor (19:25:41).

miércoles, 18 de julio de 2018

17 de julio de 2018. Martes.
PUZLE

Fósiles marinos, en el Museo del Mar. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Tras el ajetreo del viaje, la calma del todo en su sitio y del cada cosa en su lugar. Una especie de puzle, que se compone con paciencia y precisión, y voluntarismo. Ya estoy en Torre de la Horadada, para regocijo de las plantas y los pequeños animalillos del patio, donde andan el olivo y el limonero-naranjo, el mirlo y el mar, el mosquito y la cochinilla; ah, el mosquito, el que incordia y hostiga, y la cochinilla, la que siempre camina cabizbaja y acorazada, y como apesadumbrada. Busco, y me dicen, cómo entrar en internet: y lo consigo. Pero no indefinidamente; para cada sesión he de entrar en ajustes e intentar dar con la tecla idónea. Pero no sé: de una vez para otra, me pierdo; no es fácil, o, sí, pero yo me pierdo; lo mejor, dejarlo, me doy por vencido. Mañana intentaré otra fórmula más sencilla y eficaz. De momento, Diario, marcho al patio a rezar vísperas, y, con el gozo de poder suplicar, pido que el cielo nos ayude a mi familia, a mí, al mundo; o al revés, al mundo, a mi familia y a mí, como Él lo vea más conveniente; total es el que sabe (19:16:51).

lunes, 16 de julio de 2018

16 de julio de 2018. Lunes.
LETRAS CON ALAS

Alas hablando, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Despierto y digo: «¡Candela!», y se me llena la boca de letras con alas, que no son pájaros, sino letras aladas, bellísimas, letras de irse por el aire volando, entre risas. Letras de gozo y viaje, de masticar y soltar, de pronunciar y echar al viento, para que naveguen en él como barquitos de papel en aguas de una mar salada y calma. Imaginaos todo el mar lleno de barquitos de papel, con miles de niños mirando y riendo, sin atreverse a creer, y como en el cuento de Galeano, diciendo a sus padres: «¡Ayúdame a mirar!» Con una lágrima festiva en los párpados, a punto de saltar e irse con las letras, que no paran, Diario, hasta dar en un libro y quedándose en él hechas hojas de papel, ya quietas, purísima alegría, parpadeando, formando ellas mismas el libro, su contenido de verbos y adjetivos, de puntos y comas, y sin erratas; libro este que lee y revive Candela, haciéndolo volar de nuevo, con ojos atónitos y de par en par abiertos; es decir, con ojos de niña (12:48:33).

sábado, 14 de julio de 2018

14 de julio de 2018. Sábado.
¿UN MILAGRO?

Un milagro, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Croacia está en la final del mundial de fútbol 2018 de Rusia y el entrenador ha dicho de su equipo: «Somos un milagro». Milagro, en el habla coloquial, es algo extraordinario y maravilloso que sucede sin saber cómo. Es como una excentricidad en el quehacer humano, pero una excentricidad asombrosa, admirable. Aunque también pudo ser (¿o no?) que el entrenador Zlatko Dalic, hombre profundamente religioso, lo haya dicho, lleno de fe, con todas las de la ley. Es decir, que crea en el milagro, o en la intervención de lo sobrenatural en el hecho de haberse clasificado. A Zlatko Dalic siempre se le ve, durante el partido, con las manos en los bolsillos. Una, la izquierda, la suele sacar alguna vez, pero no así la derecha. Dicen que, con la mano derecha aprieta fuertemente un rosario, como una tabla de salvación, de inspiración sagrada; o tal vez sea el poder divino, que, desde el bolsillo, y sin dejarse ver, místicamente, protege la fe de Zlatko Dalic y la llene de oportunidades. Pero, aunque la fe mueva montañas, Diario, no veo yo a Dios metido en estos lances patrióticos y futboleros, dándole a unos y quitándole a otros, pues como diría Einstein: «Dios no juega a los dados»; ni a los dados ni a dar patadas a un balón en la calle de la pobreza… ¿O sí? (19:51:10).

jueves, 12 de julio de 2018

12 de julio de 2018. Jueves.
EL PRINCIPITO Y YO

No necesito más, en Murcia. F: FotVi

-La otra cara de mi habitación, recogida y grata. Sencilla e íntima. Lo dicho: la cruz, la cama, la mesilla de noche, la mesa de trabajo, fotos, más libros, pocos, y un haz de folios, todos leídos y subrayados, o el día a día recopilado y guardado. Cuando troceen España, Diario, que me dejen este pequeño lugar para poder seguir sobreviviendo, sin más, como un eremita del siglo veintiuno, libre, sin otra atadura que la de no tener alas para poder volar, e irme al asteroide B 612, donde vive El Principito, con su rosa y su volcanes, y su amor, y comprobar con él que es verdad lo que le dijo el zorro, que «lo esencial es invisible a los ojos» (13:00:37).

miércoles, 11 de julio de 2018

11 de julio de 2018. Miércoles.
ENTRE HIERBAS Y PIEDRAS

Mi habitación, en Murcia. F: FotVi

-Mi habitación, que es pequeña, está llena, en lo que cabe, de fotos de Candela y de libros, mis libros más queridos, que son pocos; los más, han quedado en la Torre de la Horadada. También hay dos fotos de la Virgen y dos lienzos -dos obras de arte- pintados por Candela: lindas manchas de color e ingenio, y juego. Ah, también hay un crucifijo que preside mis horas de vida, un flexo sobre mi mesa de trabajo, una mínima tele, en la que contemplo los desastres de la patria, y la cama, en la que duermo (y despierto) mis sueños, para que, despejados y libres, acierten a caminar conmigo. De día camino con mis sueños delante de los ojos, y de noche, para alimentarlos, los sereno y los duermo; pero siempre (aunque duerma el cuerpo) con la mente abierta, ojo avizor, esperando ser nutrida por la luz de lo insospechado y lo súbitamente hermoso, que muchas veces queda en la mecánica del sueño, en su interior sosegado, y que apenas dormita. Y también hay un portátil, un portátil que porta pensamientos, tristezas, alegrías, viñetas, fotos de Candela y del mar, cansancios, liberaciones, mi vida. Toda mi vida en un portátil, tan leve, tan frágil, tan de estar sobre la mesa, tan de mirar sin ver. Toda mi vida, pues, Diario, en la memoria sin memoria de un artefacto volátil, hasta que se haga eternidad, o hasta que se disuelva, hecha «polvo enamorado», y «buscando lo divino» (como cuenta Ortega de Goethe) «in herbis et lapidibus» (entre hierbas y piedras), como un sabio busca las estrellas, o la escala de Jacob, y, en la cima, quizá, los silencios impenetrables y arcanos de Dios (10:34:20).

lunes, 9 de julio de 2018

9 de julio de 2018. Lunes.
PAUSAS DE REFLEXIÓN

Viejo libro, en mi biblioteca. F: FotVi

-Leo en El Cultural, revista literaria, que ya en el siglo XVI, Francis Bacon expresó su teoría sobre la lectura rápida, devoradora de libros, y la lectura lenta y meditativa, que yo llamaría de profundización en la golosina. Escribió: «Algunos libros son para probarlos, otros para tragarlos, y unos pocos para masticarlos y digerirlos». Hay diversas y contradictorias teorías sobre este particular, pero yo me acojo a la que mastica y digiere los libros. No soy capaz de tardar menos de cuatro o cinco semanas en la remate de una novela o de cualquier otro libro que yo ame. Amar un libro -creo- es mirarlo, tocarlo, rumiarlo, subrayarlo, gustarlo como un hueso de melocotón en la boca, darle vueltas entre los dientes, la lengua y el paladar, pasándolo luego a la mente, donde queda todo lo que has catado en él, como un regusto de recuerdo. Luego, en la biblioteca, verás el libro como algo encendido, luminoso, con destellos, que te llama a volver a cogerlo y buscar en él alguna frase o capítulo, o diamante, que te haya herido o liberado, o extasiado, y retornar a masticarlo. Así hago yo mis lecturas, lenta y amorosamente, con lápiz para subrayar, y así poder regresar sobre lo subrayado, sin importarme el final, que ya llegará, con asombro, quizá, pero sin prisa. Con pausas de reflexión. No es que no me interese el final, pero me seduce más el cuerpo del libro, su estructura, sus trucos, las palabras, las imágenes, la carne y los huesos, todo su caparazón de ostra, Diario, que encierra la perla y que, una vez abierta, te la entrega llena de belleza y solidez, y con olor a mar; es decir, con aroma literario (18:12:55).

domingo, 8 de julio de 2018

8 de julio de 2018. Domingo.
¡AAAH!

Respirando, en el jardín. F: FotVi

-Me despierto y se me viene un ¡aleluya! a la boca, es domingo; un aleluya extenso y festivo: por sentirme vivo y poder rezar, y parpadear, y asombrarme, y oír mi respiración, lenta y reparadora, apostada en mi nariz, y, después de un afanoso y liberador recorrido por todo mi cuerpo, liberada. ¡Aaah! O sea: inspiras frescura y expeles corrupción, o CO₂: dióxido de carbono. Somos como un coche al ralentí, que contaminamos un poco el ambiente, pero que, con la luz de nuestro pensar y sentir, y amar, también lo embellecemos. Y, en Tailandia, ya ha empezado la evacuación de los niños atrapados en la cueva. De momento, han salido cuatro, por lo que el ¡aleluya! se hace más coral y excelso; pero sin olvidar a Saman Guana, que murió intentando llevar oxígeno a los atrapados en la cueva. Descanse en paz, Diario, en la paz de los héroes (19:35:09).