sábado, 18 de agosto de 2018

18 de agosto de 2018. Sábado.
EL SILENCIO

Pescando silencio, en el Mar Menor. Lo Pagán. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Después de pensármelo mucho, me digo: «No sé qué decir», y no digo nada. Callo. Pero el silencio habla por mí: «Bien hecho -dice-, callar a tiempo es hablar dos veces». Por algo dijo Pitágoras, el primer matemático puro: «Cállate o di algo mejor que el silencio». Y el silencio, Diario, le calló: no pudo decir nada que superara al silencio, el más expresivo y bello lenguaje (18:32:07).

viernes, 17 de agosto de 2018

16 de agosto de 2018. Jueves.
LUCIÉRNAGAS EN EL TIEMPO

Baile de sombrillas, en la playa. Lo Pagán. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Leía ayer en la prensa esta aseveración: «La salida de la infancia, siempre es un desposeimiento». (David Gistau). Un desposeimiento, o destronamiento. Desposeerte, despojarte de algo que amas y que, en tu debilidad, te salva. Desposeerte, o arrancarte de aquella niñez protegida y subida a lo más alto del podio del afecto, de la ternura, de las miradas y las manos de la madre y el padre. La madre protege con la mirada, el padre con sus manos, valientes, esforzadas, y en muchos casos, carcomidas por la cal y el trabajo, y la dignidad. Se te despoja del hecho de ser niño, para subir el siguiente peldaño de la adolescencia, donde el mundo y sus cosas tienen otra apariencia, otro volumen, y los horizontes se presienten más cercanos, más al alcance de los deseos y las fantasías, aunque luego casi nunca lleguen ni se cumplan. La niñez es cobijo, la adolescencia es ensoñación. O ese imaginarte llegando a las estrellas, y por las que das pasos de una en una, mientras la utopía se agranda, hasta la juventud. En la que ya, definitivamente -y ahora, sí-, empiezas a salir de la niñez, hasta la mayoría de edad, en la que, salvo para el poeta y el filósofo, todo se hace vulgar y cotidiano, de color gris desmadejado, cruel. El poeta descubre versos escondidos y bellos y el filósofo, enigmas; es decir, siempre están atareados, nunca se dejan arrebatar la luz que emana de ellos, como luciérnagas en el tiempo. Con Candela, la vida es más niña, Diario, y hoy se ha ido al pueblo, yo me siento un poco más anciano, pero tratando de descubrir algún verso escondido que hable de claridad y amor, o de amor iluminado (19:05:18).

miércoles, 15 de agosto de 2018

15 de agosto de 2018. Miércoles.
EL PAISAJE

El flujo del mar, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Camino en silencio por un recodo de la playa y me doy con el sol que empieza a ser pequeña brasa entre las cenizas de la niebla en el horizonte. El silencio, la brasa de sol y yo amanecemos, y somos parte del paisaje. Ah, y una gaviota, y ese pequeño cangrejo que mira desde las rocas, y aquel barco de pescadores que se aleja entre la bruma. Todo es esplendor, paisaje. Falta un poco de luz, pero la suple el flujo constante del mar. Y la vida sigue. Y la muerte, en todas partes (Italia, emigrantes en el mar, incendios, desastres), como un aviso del fin, o del principio. Yo prefiero pensar que es el principio de algo que me espera detrás de mí, al otro lado de esta vida. Ese otro lado que desconozco, pero que está ahí, latiéndome, esperando. Yo no temo a la muerte, Diario, sino a la vida, por si se desvía del camino y me deja tirado en cualquier violencia o recodo de maldad, sin una oración, sin una palabra que me salve, sin nada en los labios que me aliente (17:47:42).

lunes, 13 de agosto de 2018

13 de agosto de 2018. Lunes.
CALOR

Soportando el calor, en su casa de la playa. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Trece y lunes, y un mal día de calor. Y no porque sea lunes y trece, sino porque es lunes, trece, y verano. Como ayer, como anteayer. El calor, que no llegaba, por fin se ha dejado ver y se ha instalado en el umbral de nuestras casas. Y sin pedir permiso, se ha metido en ellas. Como un okupa más. Okupa impertinente, grosero, atrevido. Que arde y ofusca, y derrite la paciencia. Pero, el reír, me redime de estos inconvenientes y hace que vuelva a confiar en el verano, aun a pesar del calor y su descaro. Y es que leyendo a Mingote, me hago más tolerante, no me queda más remedio. En una de sus viñetas, tan actual que parece dibujada hoy, dice: «Tolerando que las mujeres puedan llamarse médicas, juezas y notarias, y en compensación, pedimos que la tolerancia de los hombres sea llamada “tolerancio”». Pues “tolerancio” yo, Diario, desde ahora dejo de hablar mal del calor y de sus reveses, y lo sudo con complacencia y una cierta afabilidad (20:16:27).

sábado, 11 de agosto de 2018

11 de agosto de 2018. Sábado.
SENCILLA ILUMINACIÓN

Resurrección del agua, en Madrid. F: FotVi

-Salgo de la noche y me visto del día. Es como una mínima, repetida y hermosa resurrección. Una sencilla iluminación. Cada mañana resucito de la noche en la que muero un tiempo, para abrir luego los ojos y ver las cosas que, a su vez, me contemplan absortas. Ellas me miran y yo las miro, y nos entendemos. Mis libros, mi Virgen Niña sobre la cabecera de la cama, mis dudas, mis principios o abecedario de mi vida, mi yo solitario, mi yo universal, fraterno, pero tímido. Mi timidez, lo más mío y de lo que alardeo. Soy tímido como podía haber sido alto y con sombrero; y, sin embargo, soy bajito y me molesta llevar sobre la cabeza algo que la empañe o la esclavice, que la envanezca. La timidez me salva de todos mis desencuentros y veleidades, de mis más ocultas ínfulas y altiveces. No me creo grande, pero tampoco pequeño, y así camino, con mi timidez al hombro, que, a veces, pesa. Como la del poema, o el inquietante silencio que queda tras haberlo leído. El silencio del poema, Diario, que también es timidez, o recogimiento, o intimidad, plenitud (18:18:04).

jueves, 9 de agosto de 2018

9 de agosto de 2018. Jueves.
UN SILENCIO

Silencio de la piedra, que habla. Lisboa. F: FotVi

-Le doy a las teclas del portátil y apenas sale un pequeño esbozo de lo que puede ser un artículo, un relato, un poema; total, nada. Un esbozo. O el apunte o pespunte (zurcido) de algo que no llega, que se queda en las entrañas de la máquina, callado y esperando, como un silencio que mira y dice, pero sin ser oído. Yo -ahora en soledad- inclino el oído y trato de oír lo que dicen los silencios, tantos como se dan cita a mi alrededor. Oigo al mirlo, oigo la gota de agua que se desprende del grifo, al viento, el frenazo de un coche en la calle, pero no logro oír el silencio. Los místicos sí oyen los silencios, donde dicen que habla la trascendencia. Un consejo de San Juan de la Cruz: el silencio se oye cuando entras dentro de ti y te liberas de los ruidos del mundo que te gritan desde todas las cosas; y es que las palabras más bellas nacen de los silencios más hondos, más profundos, de los que andan por tus abismos más íntimos. Decía Zenón de Elea, que «la naturaleza nos ha dado dos orejas y una sola lengua, a fin de que escuchemos más y hablemos menos». Obedezco a Zenón de Elea, Diario, y quedo en silencio: me trago las palabras y escucho sus silencios, los que ellas dejan tras ser dichas, a ver si mañana puedo decir algo hermoso y trascendente, y que me acerque un poco más a la Verdad, que ansío (19:21:31).

miércoles, 8 de agosto de 2018

8 de agosto de 2018. Miércoles.
UN WASAP

El círculo y la gaviota, la paz, en Murcia. F: FotVi

-Un wasap, y la alegría se me agolpa en la garganta. Paqui, Candela e Isra, ya en Alicante. En casa. Vuelven de Viena. Con escala en Barcelona. Todo el día de aeropuerto en aeropuerto. Retrasos, dicen. Y respiro, y respira la paz que toco en esta tarde calurosa de verano. La paz, o la serenidad que descubro en cada cosa que miro. Un poema, el árbol, la tarde, todo es paz. La paz va conmigo, como la pelambrera que, tras de mí, ya casi me ocupa todo el cuello. Y, dentro del tiempo de alegría, Diario, pienso: «He de ir a que me pelen», y lo dejo para mañana, mientras doy gracias por la paz que me cerca, y que palpo, y gusto (19:59:58).

martes, 7 de agosto de 2018

7 de agosto de 2018. Martes.
PROEZA PICTÓRICA

Siempre la claridad viene del cielo, en San Pedro del Pinatar. F. FotVi

-Cae el calor como una bola invisible de fuego. Arde el día, y el mar, a su lado, se desmaya. En la playa, el mar se hace lengua que palpa, lengua salada que lame los cuerpos de los bañistas. Y los gusta también salados. Como anchoas en conserva, pero a la intemperie. Y las noticias hostiles se suceden una tras otra, como una crónica de pavor y cólera. Fuego en el Algarbe, en Portugal, y terremotos en la isla de Lombok, Indonesia. Fuego, muertos, desaparecidos. Como un aquelarre sin fin. Y en Santiago, un aprendiz de brujo, un Velázquez moderno, pinta de azul, en la puerta de las Platerías de la Catedral, una estatua románica del siglo XII. Y se sorprenden las autoridades, y el regidor de la cosa, y gente que pasaba por allí. Todos ellos hechos un haz de extrañados, de pasmados ante tal proeza pictórica. ¿Pero qué pueden esperar dado el nivel de educación de alguna de nuestra juventud? Salvo graciosas y disimuladas excepciones, la mayoría de los jóvenes se han formado intelectual, ética y socialmente en la universidad del móvil, del botellón, de la carencia de escrúpulos. Se mofan del rey y de la rayuela, de la bota y del botín, son tiernos cacharros que adoran la nada y se deleitan con la perversidad. El relativismo y el nihilismo son los dioses y guías de su caminar vacilante por la vida. Sin embargo, salvemos la inteligencia y la creatividad de la juventud y habremos ganado el mañana de nuestra sociedad, pero sin aspavientos y sin lágrimas de cocodrilo, solo viviendo en concordancia con la conciencia y el deseo de libertad, y el afán de ir más allá; esto, Diario, es el progreso, y no la barbarie y la ordinariez en que vive inmersa una gran parte de nuestra juventud, sin bridas y sin horizonte  (18:59:43).

domingo, 5 de agosto de 2018

5 de agosto de 2018. Domingo.
RESURRECCIÓN MORAL

Siempre hay una puerta que abrir, en Vilna, Lituania. F: FotVi

-Una buena y regocijante noticia: se le da muerte a la pena de muerte en el catecismo cristiano. En razón de la dignidad de la persona humana, es decapitada, fulminada, la pena de muerte, pues, según el papa Francisco, es esta «una medida deshumana, que humilla». Es la alegría de una resurrección moral de la iglesia: porque la vida es vida desde el embrión más indefenso hasta la vejez más quebrada. Ni aborto ni eutanasia, vida. Nadie es quien para arrebatar este don de la vida a otro ser, ni rey ni ley. No hay ideología, filosofía, religión, que pueda más que la vida, que se lo digan si no al óvulo fecundado o al grano de trigo que cae en tierra y luego iluminan el paisaje con la espiga y los ojos del niño que contemplan absortos el campo dorado. Y, aunque Horacio, el gran poeta latino, nos invita a pensar en «que cada día que vivimos puede ser el último», yo, por el contrario, imagino, Diario, que cada día que vivo es el primero y que hay que vivirlo intensa y amorosamente, con furia, y con la sorpresa (Rabindranath Tagore) de saber que aún sigo existiendo, o el asombro (fascinación), de vivir (18:53:37).

viernes, 3 de agosto de 2018

3 de agosto de 2018. Viernes.
EL CALOR Y LOS OTROS

Esperando la cerveza, en el bar. F; FotVi

-Metidos de lleno en el calor, dudo que esto sea peor que el infierno, como decía Sartre, de los otros. Los otros, o esos que te miran sin tú saberlo, que te repudian sin tú saberlo, que quizá, y sin embargo, te admiran sin ellos saberlo. Admiración que, por recelo, por prejuicio, por ofuscación, les lleva al odio, a la ojeriza, a no darte lo que ellos saben que te mereces. El calor y los otros, o los dos minotauros del laberinto del verano. Con el hilo de Ariadna del abanico o la cervecita fría en la terraza de la playa, o un buen libro (aunque sea un bestseller voluminoso y terco), como esperanza de salvación. Con paciencia («yo voy soñando caminos”, decía Machado) se pueden vencer estos dos infiernos, el del calor y el de la pelusa; la pelusa: o el alfiler del otro -odio, difamación, envidia-, Diario, clavado en el corazón de la mariposa: el de aquel que sufre la embestida feroz del otro (18:20:57).

miércoles, 1 de agosto de 2018

1 de agosto de 2018. Miércoles.
EL CALENDARIO

Calendario, medidor del tiempo, en la Torre de la Horadada. F: FotVi

-Ayer fue treinta y uno de julio y hoy es uno de agosto. ¿Quién lo dice? El calendario. Ese medidor fraudulento del tiempo, que determina cuándo trabajar y cuándo entrar en descanso. ¿Descanso? Ayer fue un día de ajetreo y sudor a causa de un timbre, en su día mal instalado. Ha habido que cavar y cavar, hasta dar con la manguera que conducía los cables bajo el pavimento del patio hasta el cuadro en el que vigilan los fusibles. Veía sudar a Julián y, aun si hacer nada, sudaba yo más que él: un manantial que descendía por el rostro y le desaguaba en la barbilla, y eso a pesar de estar bajo el olivo. Luego llegó Alfonso y en un momento se solucionó el problema: oyó dónde percutía el cable introducido en el cuadro, y llegó la solución, como por encanto. Respiró Julián, respiré yo, respiró Alfonso, y el cable, por fin, salió triunfante hacia su destino. Fuimos y pulsamos el timbre y supo a gloria su sonido, como el adagio del concierto nº 2 de Vivaldi, el Verano. Y mientras, la huelga de los taxistas, y la llegada a las costas españolas de miles de inmigrantes, unos recibidos con música y ministros y otros abandonados a su suerte, y el desánimo, Diario, al advertir que casi nada se arregla, que todo es desorden, manipulación, intereses espurios, políticos, en definitiva, de clanes irreconciliables (18:56:05).

lunes, 30 de julio de 2018

29 de julio de 2018. Domingo.
NOTA MUSICAL DE VIDA

Anhelando la luz, en Saint Michel. Bretaña francesa. 

-Baja la temperatura un poco, una buena noticia. Feliz día, pues, para mi corazón cansado, pero no vencido. Cuando me ven mis antiguos feligreses me regalan halagos que yo celebro, pero con mesura. «¿Qué hace con los años, que no pasan por usted?», me dicen. Y sonrío, porque sé que tal vez los años no pasen por mí, pero yo sí por los años. Y, al pasar por ellos, cada cual va dejando en mí su hermosa y determinante nota musical de vida y despedida, de gozo por haber vivido -centelleo-, y de serena reflexión sobre lo que acaba. Sobre lo que acaba, o continúa. Pues como dice Robespierre (el incorruptible, le llamaban): «la muerte es el inicio de la inmortalidad». ¿Y qué es la inmortalidad? ¿El tiempo feliz de la contemplación -y del amor, quizá-, o el tiempo del no hacer nada, de quedar inerte? Yo prefiero lo primero; es decir, contemplar y ser contemplado, amar y ser amado, en una actividad de intercambios obsequiosos; pues lo segundo, Diario, me llevaría a una pereza infinita, de bostezo innumerable, sin descanso, y siempre del otro lado de la nada (19:14:47).

sábado, 28 de julio de 2018

27 de julio de 2018. Viernes.
PÓRTICO DE LA GLORIA

Escritura en piedra, Pórtico de la Gloria, en Santiago de Compostela. Galicia

-Dices Pórtico de la Gloria y la piedra sonríe y sus silencios -silencios policromados, los llama una periodista- se hacen himnos de alabanza a la belleza trascendente. Dios, en la piedra, habla y ríe, y se viste de colores, y se hace exclamación y pensamiento, y ojos de aquellos que miran deslumbrados el milagro de la piedra. La belleza, pues, deslumbra, al que la hace posible, Dios, y al que la contempla, el ser humano absorto. Es como el que lee un poema y lo recita y lo vive, y se hunde en sus destellos, y parpadea. De este modo el poema se hace olor y color, y calor, en la palabra. O sea, que nace en la boca y se instala en las palabras, que a su vez se enredan en el viento y lo hacen verbo y diccionario, y significado. En una restauración que ha tardado diez años, el Pórtico de la Gloria, complacido, ha enseñado las sonrisas celestes de sus personajes, el color de sus vestimentas, el calor húmedo y tierno de sus miradas. Qué bien ríe, y mira y siente esa piedra de Dios. Desde dentro hacia afuera la piedra ha ido aflorando la belleza que el maestro Mateo le fue dejando en su interior de piedra humanizada, divinizada, de miradas cómplices, de cielo descendido y encarnado en la roca. A finales del siglo XII, Dios bajó y se instaló en las manos del maestro Mateo, que, a golpe de cincel y maestría, fue dando forma a esa presencia de Dios, lírica y amable, bíblica, y tan cercana, que se hace temblor y conmoción. El arte románico, Diario. es un arte sabio que, en un lenguaje coloquial y tallado, íntimo, enseña lo que dice la Escritura, aun al que no sabe leer, pero sí mirar, con amor (18:38:50).

jueves, 26 de julio de 2018

26 de julio de 2018. Jueves.
HIJOS DEL TRUENO

Santiago y abre España, en Compostela.

-Se llamaba Santiago y era hijo, y hermano, de pescadores. Pescador, o conocedor del mar: de sus ínfulas y de sus calmas, de sus noches ciegas y de sus noches de luna, de la tragedia y del amor. Hijo de Zebedeo y hermano de Juan, era amigo de Jesús de Nazaret. Parece ser que parientes. Vivía en Betsaida, junto al lago Genesaret y cerca de Cafarnaúm. Un día, estando ambos con sus tareas junto al mar, pasa Jesús, les invita a seguirle y ellos, dejándolo todo, le siguieron. Sin pensar en el mañana, solo en el hoy: en esa figura de Jesús que les atrae y les seduce. Hijos del Trueno, les llamará Jesús. Un día, ante un recibimiento desairado de los samaritanos, le piden a Jesús que baje fuego del cielo y les mate. Todavía no conocían lo que era la misericordia. Pero vivieron y convivieron con Jesús, y con él pisaron fango y desierto, pobreza y compasión, vieron cómo hablaba un mudo o veía un ciego, o cómo tomaba su camilla un paralítico y andaba, o cómo al ser tocado un leproso por Jesús quedaba limpio de su impureza. Y, sobre todo, escucharon la parábola del buen samaritano y su corazón halló la piedad, y se hizo más humano. Ayer celebramos la fiesta onomástica de Santiago. Con alborozo popular. Dice la tradición que vino a España y predicó el evangelio de Jesús, y que, después de ser decapitado en Jerusalén, sus discípulos cogieron el cuerpo y lo trasladaron al lugar donde hoy se venera, en Compostela, o el Campo de Estrellas. Es una bella tradición, Diario, que ha colmado muchas vidas de paz y gracia, y de una excelsa luz para el espíritu (19:53:40).

martes, 24 de julio de 2018

24 de julio de 2018. Martes.
INCLINA TU OÍDO

Tras la tormenta, aparece la luz. En Murcia. F: FotVi

-He recibido la alegría que esperaba: el Señor me ha oído. Hay veces que parece hacerse el distraído, pero, al fin, si insistes, te oye. «Inclina tu oído, Señor, escúchame», pide el salmista desde la angustia de su precariedad, desde su pequeñez; y finaliza: «porque tú, Señor, me ayudas y consuelas». Oración en la contrariedad, llama a este salmo la Biblia de Jerusalén. «Inclina el oído», pide el que suplica, como si fueran las palabras de un hijo a su padre. Inclina, dice: o ten la bondad de acercar el oído a mi palabra, palabra con la que te expongo mi necesidad. Tú, baja el oído, que yo levantaré mi alma, y se producirá el encuentro de mi necesidad con la gracia de tu bondad, y de este modo, tú me habrás salvado y yo te daré gracias, te bendeciré el resto de mi vida. Es lo que ha sucedido. Mi familia y yo, Diario, ante un hecho maravilloso -el Señor hace maravillas-, nos alegramos y festejamos, no con instrumentos musicales, que también, sino con palabras que saben a aleluyas y a acción de gracias, a himnos de alabanza (19:03:58).

lunes, 23 de julio de 2018

23 de julio de 2018. Lunes.
POESÍA ES ALGO

Poesía en piedra, Catedral de Logroño. F: FotVi

-Esta mañana de lunes, luminosa y sacudida por las lanzas solares, se presenta agradable y propicia para la lectura. Leo a Machado, su prosa, que es sencilla y lúcida, y magistral, de maestro. Dice: «No hay mejor definición de la poesía que ésta: “poesía es algo de lo que hacen los poetas”». Y sigue: Pero «qué sea este algo no debéis preguntarlo al poeta. Porque no será nunca el poeta quien os conteste». Sino el profesor. Y termina: «Hemos de hablar modestamente de la poesía, sin pretender definirla, ni mucho menos obtenerla por vía experimental químicamente pura». Es decir, poesía es lo que tú o yo, o el ángel fiel o el rebelde, o el místico o el perverso hallan en ella. El poeta nunca explica lo que ha escrito; en todo caso, lo explica el lector, que es el otro poeta que está al otro lado del que ha escrito los versos. El poeta escribe y el lector descifra. Decía que esta mañana de lunes era propicia para la lectura, Diario, pero también para un baño, si me decidía, y me he decido (20:49:57).

domingo, 22 de julio de 2018

22 de julio de 2018. Domingo.
EL CÉSPED

Sin césped, desierto de Judá, desde el monte Nebo. F: FotVi

-Cortan el césped y huele a muerte, pero a una muerte digna, intachable, con luz de martirio. Huele a hierba cortada, sacrificada, mutilada. Y no es perfume, sino olor fuerte, penetrante, de abismo oloroso. La hierba cortada sabe a renovación, a promesa, a novedad. Lo dice su olor o efluvio. Dentro de nada, surgirán los brotes nuevos, como rumores de antorcha, como pequeños aleteos de algo que quisiera volar. Luego quedarán anclados a su raíz, pero embelleciendo el entorno. Hasta que retorne la cuchilla y los vuelva a podar, con la esperanza de que renazcan, que retoñen. Es la resurrección de lo cotidiano, del milagro de cada día que sucede ante nuestros ojos y no lo vemos, porque nos distrae la otra vida, la menos brillante, la de lo prosaico que busca el pan que hay que ganar, y, si se tercia, con un poco de companaje que acompañe el mordisco. Y al paso, decir que el PP ha sido podado, desmochado, y ha surgido un nuevo y optimista brote llamado Casado, que luchará, dice, por hacer bonito y eficaz el nuevo césped de la política en España. La ilusión, el ensueño, Diario, se le nota; pero los resultados, ah, ya se verá (18:40:52).

jueves, 19 de julio de 2018

18 de julio de 2018. Miércoles.
QUIZÁ MAÑANA

Cada cosa en su sitio, pero al revés. En Murcia. F: FotVi

-Por fin entiendo el modo de entrar en internet desde el móvil: es como pelar una naranja e ir devorándola gajo a gajo, y, al tiempo, ir deshaciéndote de los huesos, uno a uno, escupiéndolos. ¿Lo ves? ¿Lo imaginas? Pues, así. Es fácil cuando se sabe, cuando se entra en el mecanismo y lo desmontas y lo montas sin dejarte ni una ruedecita, como con un reloj averiado. He necesitado dos clases, pero he salido alumno aventajado, o eso parece. Con dos clases me ha bastado. Entretanto, el mundo sigue con sus heridas y bajezas, con sus luces e himnos, con sus políticos y ventrílocuos, con las injusticias, que es de lo que más me debería preocupar, y me preocupa, pero sin ira, solo con piedad, y con la esperanza -de la que dice el profesor Albiac que es una mala consejera- de que el mañana, Diario, quizá sea mejor (19:25:41).

miércoles, 18 de julio de 2018

17 de julio de 2018. Martes.
PUZLE

Fósiles marinos, en el Museo del Mar. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Tras el ajetreo del viaje, la calma del todo en su sitio y del cada cosa en su lugar. Una especie de puzle, que se compone con paciencia y precisión, y voluntarismo. Ya estoy en Torre de la Horadada, para regocijo de las plantas y los pequeños animalillos del patio, donde andan el olivo y el limonero-naranjo, el mirlo y el mar, el mosquito y la cochinilla; ah, el mosquito, el que incordia y hostiga, y la cochinilla, la que siempre camina cabizbaja y acorazada, y como apesadumbrada. Busco, y me dicen, cómo entrar en internet: y lo consigo. Pero no indefinidamente; para cada sesión he de entrar en ajustes e intentar dar con la tecla idónea. Pero no sé: de una vez para otra, me pierdo; no es fácil, o, sí, pero yo me pierdo; lo mejor, dejarlo, me doy por vencido. Mañana intentaré otra fórmula más sencilla y eficaz. De momento, Diario, marcho al patio a rezar vísperas, y, con el gozo de poder suplicar, pido que el cielo nos ayude a mi familia, a mí, al mundo; o al revés, al mundo, a mi familia y a mí, como Él lo vea más conveniente; total es el que sabe (19:16:51).

lunes, 16 de julio de 2018

16 de julio de 2018. Lunes.
LETRAS CON ALAS

Alas hablando, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Despierto y digo: «¡Candela!», y se me llena la boca de letras con alas, que no son pájaros, sino letras aladas, bellísimas, letras de irse por el aire volando, entre risas. Letras de gozo y viaje, de masticar y soltar, de pronunciar y echar al viento, para que naveguen en él como barquitos de papel en aguas de una mar salada y calma. Imaginaos todo el mar lleno de barquitos de papel, con miles de niños mirando y riendo, sin atreverse a creer, y como en el cuento de Galeano, diciendo a sus padres: «¡Ayúdame a mirar!» Con una lágrima festiva en los párpados, a punto de saltar e irse con las letras, que no paran, Diario, hasta dar en un libro y quedándose en él hechas hojas de papel, ya quietas, purísima alegría, parpadeando, formando ellas mismas el libro, su contenido de verbos y adjetivos, de puntos y comas, y sin erratas; libro este que lee y revive Candela, haciéndolo volar de nuevo, con ojos atónitos y de par en par abiertos; es decir, con ojos de niña (12:48:33).