lunes, 11 de febrero de 2019

11 de febrero de 2019. Lunes.
TOCO LOS SUEÑOS

En entrañable compañía, en Murcia. Casa Sacerdotal. F: FotVi

-Desde que nace, por un enorme ventanal rectangular, entra el sol de la mañana en mi nuevo y tranquilo despacho, donde escribo y toco los sueños, y los años. Los atrapo, los sueños. Y luego los dejo ir –como un barquito en el agua– por el papel en el que los garabateo. Garabatear sueños es lo que mejor y más hermoso que un anciano puede hacer. Ejemplo: el sueño de la paz, sin iras y sin navajas, en España y en el mundo; el sueño del pan partido y repartido, para todos, en una mesa redonda, con miradas cómplices de amigos; y el sueño de la lealtad, un sueño de recorrido universal, sin detenerse ni en la razas ni en los credos, ni si  en ricos ni si en pobres, todos a una, con la manos dadas, Diario, en la danza de la lealtad y la unión, de la hermandad y el afecto, sin más y sin menos (18:46:26).

domingo, 10 de febrero de 2019

10 de febrero de 2019. Domingo.
MANOS UNIDAS

Mejor racimo, que una naranja sola. Torre de la Horadada. F; FotVi

-Hoy es el día de las manos unidas; unidas como nudos marineros: bellos y fuertes nudos, que logra el vigor de la unión. Cuando se unen y se alzan, las manos son grito, celebración, belleza trenzada. No es lo mismo un haz de manos unidas y en alto, gavillas de esperanza, que un conjunto de manos abiertas o cerradas –puños–, que no son lazo, ni vínculo, ni espiga de trigo: pan. Una mano cerrada o abierta en alto puede ser una voz contra o en defensa de algo, pero nunca será un mar o un bosque, donde clama y bulle la vida. En Manos Unidas –ONG de la Iglesia–, se lucha contra el hambre, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la falta de educación. Defiende los siguientes valores: la dignidad de la persona, el destino universal de la riqueza, el bien común, la solidaridad. Trabaja en 58 países del mundo. Y toda su labor se realiza a través del voluntariado, la austeridad, la transparencia. A un servidor, le gusta colaborar con esta asociación de la Iglesia, que, allí donde hay sed, da agua; dignidad, donde se avasalla a la persona; pan, donde existe el hambre; y luz, donde falta cultura. Diario, esta es mi ONG preferida, con todo mi respeto por cualquier otra asociación con fines parecidos, y con mi deseo de que vuele sobre todas estas agrupaciones sociales la paloma luminosa y festiva de la paz (18:46:43).

sábado, 9 de febrero de 2019

9 de febrero de 2019. Sábado.
UN VASO DE BON VINO

Eclipse lunar, sin eufemismos. Torre de la Horadada. F: FotVi

-A los políticos les va el eufemismo, como al bebedor «un vaso de bon vino», que diría el Arcipreste de Hita. Emplean palabras mansas para decir cosas duras y malsonantes, salvo algunos, que dicen lo que suena mal y lastiman sin inmutarse y mirando al tendido para que les aplaudan. En general, son espíritus delicados, a los que no les gusta herir los oídos de sus votantes. Un modo sutil de revestir las mentiras de verdades, y de hacer de estas, las verdades, malas metáforas. Ciertos políticos van de eufemismo en eufemismo, como el que va por la calle echando migas de pan a las palomas, para que le sigan. Hasta que llega alguien, y, dejando a un lado el protocolo de los juegos florales, mete las manos en la masa y suelta lo que es posible oír, con el escándalo solo de los aviesos y mal acostumbrados. Casado le ha dicho a Sánchez, presidente, que es «partícipe de un golpe de Estado», que es «un felón», «un mentiroso compulsivo», «un traidor», «un incapaz», «un mediocre», «un okupa», «una catástrofe», y así hasta veintiuna guindas más de este calibre. Es decir, se ha olvidado de los eufemismos y ha usado las palabras que más o menos le dirían buena parte de los españoles a este presidente sin criterio y volandero. Y ha habido una reacción escandalizada y de perplejidad en ciertos medios dedicados a la ambigüedad y a la paráfrasis. ¿Recuerdan cuando Sánchez llamó a Rajoy «indecente»? ¿Y en su misma barbada cara? ¿Qué son más insultantes los veintiún puntos del supremacista Torra o las veintiuna catilinaria de Casado al sedicente Sánchez? Yo, Diario, me reservo mi opinión, que diré cuando suceda, a causa de las urnas, su defenestración, urnas que a veces aciertan, más que las encuestas (12:19:41).

jueves, 7 de febrero de 2019

7 de febrero de 2019. Jueves.
CANSANCIO

¿Cruz o rama?, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Me santiguo con Dios por la mañana y así puedo evitar al diablo, que siempre está al acecho, decía un eremita del desierto. Este ermitaño padecía numerosas tentaciones, y esa era la razón por la que se santiguaba a cada instante, como una eficaz terapia defensiva. Esa era su creencia, y hay que respetarla. Yo me santiguo poco o a cuenta gotas, y solo lo hago por una cuestión de estética cristiana. No por mucho santiguarme soy más santo; solo si lo hago como meditación o contemplación, la cruz me será eficaz. Santiguarse es coger la cruz de Cristo y ponerla en tu mente, en tus hombros, en tu pecho; es decir, hacerte a ti mismo cruz en tus obras. Una cruz paciente, luminosa, no herida, sino amable, contagiosa de humildad, que abrace y ame, que respete la desnudez y la pobreza, o mejor, que se haga pobre y pacífica en la modestia. Aquel anacoreta sería santo en su retiro, santo de desierto; pero hay que ser santo en la ciudad, donde se contemplan el dolor y las alegrías de la gente, sus ángeles y demonios en el modo de reír o llorar, y a quien puedes echar una mano si ves que se cae, y levantarlo, con la cruz en la sonrisa de los labios y la paz de la mirada en los ojos, sencillamente, sin aspavientos. Así intento santiguarme yo cada día, sin saber si lo consigo o no, pero intentándolo. Las cosas, aun la señal de la cruz, repetidas muchas veces, Diario, se hacen monotonía, rutina, solo norma, sin espíritu, cansancio (18:49:16).

miércoles, 6 de febrero de 2019

6 de febrero de 2019. Miércoles.
EL POLÍTICO

Mientras uno cae, el otro toca la guitarra. En Zagreb. Croacia. F: FotVi

-Pensando en Sánchez –el presidente demediado entre la mentira y el interés personal– reflexiono en una frase del gran político alemán Otto von Bismarck; decía: «El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación». Sin embargo Sánchez piensa, no en la próxima elección, sino en lo que ha dicho por la mañana para desdecirse por la tarde. Es un ventrílocuo de la mentira, un mediocre actor de la farsa. Yo, que no entiendo de política, pero sí algo de dignidad, vivo alarmado por el modo irracional de actuar Sánchez, el presidente de las mil caras, y de las pocas palabras serias, según se mire. Yo no voy contra los buenos y amigos socialistas, sino contra los que hacen de la política un ejercicio de contradicciones para su brillo personal. Sánchez es un político funambulista y caótico que siempre camina por la cuerda floja, a punto de caer él y rompernos a todos la testa. Espero, esperemos, Diario, que Sánchez recapacite y deje de balancearse en ese lugar de equilibrios en el que nos columpia a todos, por si cae él y caemos todos con él, como una masa amorfa, en el vacío. Gran tragedia entonces (18:32:20).

martes, 5 de febrero de 2019

5 de febrero de 2019. Martes.
EN LA CALLE

Orfebrería en piedra, en Mileto, Capadocia. Turquía. F: FotVi

-Después de una noche de intensos fríos, a causa de la humedad, se nos regala un sol de rostro bondadoso y alegre. Ahí va camino de su ocaso. Recién nacido, y ya se está muriendo. Como tú, como yo, como todo lo que respira. Hasta la roca se desgasta y muere. Las catedrales, de piedra y gracia, se van desmoronando en su belleza cincelada. Bien mirado, si contemplas el final de las cosas, todo es decadencia. Salvo que seas un contemplativo. Entonces, hasta la muerte es bella, y alentadora. Contemplo el sol, me felicito y salgo a la calle para hacer unas cosas. Entre ellas, ir al Banco: es primero de mes y hay que saldar deudas. La primera la de la Casa Sacerdotal. Se vive en ella, pero no de gratis. No es gran cosa la factura, pero hay que pagarla. Llego al Banco y un imberbe masticando chicle me dice que la Caja está cerrada, que salga y saque la cantidad que desee del cajero de la calle. Me voy al cajero: tecleo lo que me éste indica, una y otra vez, y siempre me devuelve la libreta, pero no me da el dinero. De este modo, ¿para qué quieres el dinero en el Banco? Mejor, como hacía mi madre, en el calcetín. Y me vuelvo a casa con la molestia del que ha ido de caza y le han dado gato por liebre. Dejo Trapería, calle de cafés, de bancos y de pobres, que, con educación y el frío contenido en la bufanda, solo piden con la mirada y dicen «buenos días». Lo hacen sin agresividad, y con más corrección que el chico del chicle en el banco. Ya en casa, hallo un consuelo en Cieri Estrada, escritor mexicano, que dice: «La poesía no tiene tiempo, el que la lee la rescata, la hace presente y luego la regresa a su eternidad». Y pienso: «Para que haya bancos tiene que haber pobres, y cielos para los pobres y bancos para los ricos», y quedo, Diario, en soledad y meditación, como un monje en su celda, apaciguado, y libre (17:56:29).

domingo, 3 de febrero de 2019

3 de febrero de 2019. Domingo.
LA COSECHA

Racimo: plenitud del olivo. En La Torre de la Horadada. F: FotVi

-Domingo y luz, y viento. Y misa, y lectura reposada, contemplativa, entre silencios y asombros. Leo a Claudio Rodríguez, que, en su libro inacabado, Aventura, dice: «… el pensamiento se hace canto / porque es amor». Y San Pablo, en su primera carta a los Corintios: «Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor; pero el amor es la mayor de las tres». La fe es la que cree; la esperanza, la que, como la cría en el nido, aguarda; el amor, el que se entrega. O sea: es «el secreto, lo sagrado…, la obra». (También Claudio Rodríguez). En el amor, pues, ya no son necesarias ni la fe ni la esperanza, pues en el amor han dado ya su fruto estas dos virtudes. Ambas han conseguido aquello en lo que creían y esperaban: el amor. Y es que en el amor, Diario, están la profecía y la palabra, la ofrenda y la donación: el gran milagro de la cosecha hecha racimo o gavilla: plenitud (18:55:34).

sábado, 2 de febrero de 2019

2 de febrero de 2019. Sábado.
EL SONIDO DE LA LUZ

¿Suena la luz? Quizá. En Murcia. F: FotVi

-Hoy, el Santo de Candela, día de la luz. Felicidades, Candela, por tu luz. Y he pedido a Dios que me permitiera oír el sonido de la luz. El salmista, en el salmo 143, pide a Dios: «En la mañana hazme escuchar tu gracia». ¿Cómo será el sonido de la gracia? ¿De qué notas se compondrá esa eufonía celeste? ¿O no tiene notas, solamente insinuación de emociones, que tal vez perciban solo oídos sabios y sutiles? ¿Suena Dios? ¿Cómo es el sonido de Dios? Y he insistido: «Señor, ¿cómo es el sonido de la luz?» Y, a esta hora de la tarde, Diario, aún sigo preguntándome cómo será el sonido de la luz. Sin hallar respuesta; mañana, al despertarme, seguiré preguntando cómo es el sonido de la luz (19:03:48).

viernes, 1 de febrero de 2019

1 de febrero de 2019. Viernes.
SUBE Y BAJA

Amanecía esta mañana, desde el quinto piso. Murcia. F: FotVi

-Intérprete de su propia comicidad, recuerdo a Cantinflas, en la película Sube y baja, dar vida a un encargado de ascensor, humilde y estrafalario, pero lleno de dignidad. Ayer viví yo la misma experiencia, pero sin la habilidad de Cantinflas. Sube y baja en el ascensor, del octavo al quinto, y del quinto al octavo, echando la hiel por la boca, y fatigados los pies. Y es que, Diario –creo no habértelo dicho–, me han mudado de piso. Sí. Me han ascendido del octavo al quinto piso: aquí se asciende bajando. O sea: si habláramos de la subida de Jesús a los cielos, tendríamos que decir: Jesús desciende a los cielos. Mi ascensión ha consistido en ascender de un piso normal, el octavo, con una mesa, una cama, un cuarto de baño y un enorme balcón, a una especie de suite, o apartamento, el quinto, donde hay más espacio para perderse y no hallar nada, y que en vez de al poniente, da al este, por donde el sol sale y silabea el amanecer. Algunas veces lo hace, precedido de nubes coloreadas, que son como las hermosas danzarinas que preceden a la función. Otras, con corona de oro y manto azul, así, como todo un  rey, deslizándose por la bóveda del cielo como todo un señor de la vida. Y las habrá en blanco y negro, como una película de Buster Keaton echando leña al fuego de La general. Lamentación: ya no veré más desde mi balcón recogerse al sol en su ocaso; entretanto, diré con J. R. Jiménez: «Parece que la aurora me da a luz, / que estoy ahora naciendo». Pues, eso: me consolaré así (17:34:54).

miércoles, 30 de enero de 2019

30 de enero de 2019. Miércoles.
LAS RUINAS

Flor de pasión, en el jardín. Torre de la Horadada. F: Forvi

-A todos nos aterra la muerte, pero sobre todo cuando nos toca de cerca. Porque entonces es cuando tienes que mirar y ver el rostro de cera y la nariz sin aliento del ser querido exánime, todo él paralizado, como el que ha entrado en el más terrible silencio de las cosas. Aunque el siquiatra austriaco Viktor Emil Frankl, que sobrevivió a varios campos de concentración nazis, diga que «a menudo las ruinas son las que abren las ventanas para ver el cielo». Porque todos, en la muerte, nos hacemos escombro, despojo de una bella historia de amor derribado, pero que aún vive en la ruina y en la mariposa que siempre nos queda activa de la vida anterior. Nos preguntamos por qué la muerte de Julen, el niño de Totalán, ha causado tanto revuelo mediático y las decenas de niños que mueren en el mar pasan comúnmente desapercibidos. Quizá sea por esto: porque la muerte de Julen nos ha tocado de cerca, la tragedia nos ha envuelto en su llama, y, sin embargo, las de los niños del agua nos quedan lejos; no nos rozan la piel. Son como las ruinas de Éfeso, en Turquía, o las de Gerasa, en la Decápolis, que si no las visitas no te puedes dar una idea de su grandiosidad y belleza, de su hermoso lenguaje, de su latente y vivo idioma de despojo. Todas las muertes, Diario, son tragedia; pero las más cercanas, además, son tú tragedia, con la que tienes que lidiar y sobrevivir, sin que te atrape y te destruya, liberándote de su abrazo abrasivo y, en ciertos casos, mortal (19:23:30).

lunes, 28 de enero de 2019

28 de enero de 2019. Lunes.
POR AQUÍ PASÉ YO

Florecilla dorada de invierno, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Cuando leo, me gusta subrayar, es un modo de dejar el hecho de mi lectura reflejada en el texto. O de decirme a mí mismo cuando vuelva a releer el pasaje: por aquí pasé yo. Es lo del hilo de Ariadna en la mitología griega o lo de las migas de pan de Pulgarcito en el cuento de los hermanos Grimm. Se trata de reconocer el camino que hiciste en otro tiempo, y ver si has adelantado o retrocedido. Por ejemplo, en el prólogo –Advertencia a los hombres que lean este libro para niños– de su Platero y yo, escribe Juan Ramón Jiménez: «Dondequiera que haya niños –dice Novalis– existe una edad de oro». Cita que tengo subrayada, de cuando, hace años pasé por allí, y con un lápiz, tracé un camino nervioso por debajo de esta frase, que habla de niños, pero que leen los mayores. «Pues por esa edad de oro –sigue Juan Ramón–, que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del poeta». Y el mío, ahora que, desde la altura de mis años, contemplo extasiado esa «isla de gracia, de frescura y de dicha, edad de oro de los niños». Edad de oro, Diario, que me hace vivir en la ensoñación y la alegría, y en el asombro continuo del niño, que vive y deja vivir, con la viveza de sus ojos abiertos (18:45:34).

domingo, 27 de enero de 2019

27 de enero de 2019. Domingo.
ABRIR UN LIBRO

Abriendo un libro, con respeto. En Murcia. F: FotVi

-Abrir un libro es algo así como abrir un árbol, una granada, un pensamiento. Al otro lado de la apertura siempre acecha la sorpresa, el hallazgo. El incendio, tal vez. Yo, cada vez que voy a abrir un libro, tiemblo: de emoción y de temor. No sabes lo que te vas a encontrar detrás de ese bosque de hojas, de palabras, de historias. Puede haber una tertulia de granos de granada –la belleza apiñada–, o un desfile de alacranes encendidos. Alacranes, que, con su picadura, te pueden herir o destruir. Pero tú lo abres, entras en él, y no te importa volar sin alas o sufrir en sus páginas, tú sabes que abrir un libro es vivir una bella o terrible aventura. Y que toda aventura es libertad, o, en todo caso, un acto de rebeldía, de avidez visionaria, de revolución interior. Te invito a hacerlo, Diario, a abrir un libro, con delicadeza, con amor; te invito a abrir esa rosa (18:44:44).

sábado, 26 de enero de 2019

26 de enero de 2019. Sábado.
VIGILIA ESPERANZADA

Ángeles en la noche, en Murcia. Belén del Obispado. F: FotVi

-Ha finalizado la vigilia esperanzada, ha llegado el final. El niño Julen ha sido hallado en el pozo donde cayó: sin vida. Se esperaba un milagro, pero los milagros viven mientras vive la esperanza. A las 1:25 de la madrugada, el cuerpo sin vida del pequeño Julen  ha sido entregado a sus padres, como una hermosa reliquia de una vida frustrada, aunque latiendo aún en el recuerdo de los suyos. No es retórica, es verdad: los latidos de sus padres aún siguen tañendo en él, como golpes sagrados de vida, de otra vida. El mismo padre, oyendo llorar a su hijo caído en el pozo, le dijo: «Estate tranquilo, papá está aquí, y el hermanito; el hermanito nos va a ayudar». Oliver, el hijo muerto en 2017 a causa de una muerte súbita, iba a ayudar. Y seguramente que ayudó, aunque de otra manera. Sin embargo, ha habido otro milagro: el de la solidaridad, el del estar todos con nuestras manos en las manos de los que han hecho posible –unas 300 personas– el hallazgo de este hermoso diamante sacado de las entrañas de la montaña. Anoche, de madrugada, estos hombres del pico y la taladradora, de corazón de oro y de manos laboriosas, daban a sus padres, con lágrimas y consternación, la joya de su hijo muerto, que vive y vivirá para siempre en ellos, Diario, y con ellos. Es la otra esperanza que nos salva (11:26:24).

viernes, 25 de enero de 2019

25 de enero de 2019. Viernes.
OSADÍA

Creciendo con fe, en la palmera. En Murcia. F: FotVi

-Paso la página del día nublado y descubro en la siguiente un día de sol generoso, espléndido, acariciador. Y, además, día con temperatura muy agradable. Al ir a rezar Laudes, descubro que hoy celebramos la Conversión de San Pablo. De perseguidor de cristianos, San Pablo se hace evangelista de la fe. Carga con la palabra de Cristo y la va sembrando como semilla por el mundo conocido. Perseguir a la Iglesia, lo hacía con saña, y la asolaba, pero llamado a la fe, viaja de allá para acá, hablando de la verdad que Cristo le había revelado, y así se lo comunicaba a los gentiles. Los gentiles, o los extraños a Israel. Y aquí estoy yo, gentil entonces, recibiendo estas palabras de luz y fuerza, que me llenan de vida y me aclaran mi destino. Como dice San Juan Crisóstomo de San Pablo: Gozar del amor de Cristo, representaba para él la vida, el mundo, el reino, las promesas, todo. Y él sabía, Diario, y yo lo sé por él, que la fuerza se realiza en la debilidad. Cuanto más débil, la fuerza de Dios actúa con más osadía en aquel que vive y se guía por la fe, sin complejos (19:08:01).

jueves, 24 de enero de 2019

24 de enero de 2019. Jueves.
ARISTAS DE FRÍO


El puente y las nubes, en Murcia. F: FotVi

-Mañana de nubes negras, que hacen que el día se vista de grises y andrajos. Un gris con aristas de frío y cansancio; cansancio por lo del huelga de los taxistas en Madrid y lo de Julen en Totalán, que no acaban de llegar a él. En todo caso, día triste y pesado. Salgo a pasear y me encuentro con las nubes y el puente de Calatrava, los miro, y pienso a cuál hacerle la fotografía. Decido hacérsela a los dos: dan idea de lo que es este día de luz y sombras, de íntimas melancolías. Mientras camino, pienso: en las liturgias y en las teologías, Dios se hace menor. Sin embargo, cuando Dios rompe el encorsetado de la liturgia y la teología, se hace mayor, amando. Ya sé que la liturgia y la teología son necesarias para ordenar el tráfico de su culto, pero hay veces que los lujos de una y lo asertos de la otra, lo oscurecen, como las nubes al día. Prefiero al Dios del evangelio, que tocaba leprosos y se arremangaba la túnica para subir a la barca y, con los pescadores, pescar. Y así, pescando, hizo a unos discípulos incultos pescadores de hombres: con sabiduría en sus palabras y centelleo en sus obras. Como Jesús el Rabí, el Maestro. Día, pues, de nubes y viento, de bufandas y guantes, y de un caminar lento y contemplativo. Si no se contempla el invierno, Diario, no se saborea su belleza romántica, de ruina sentimental, dramática, pero hermosa (18:11:07).

martes, 22 de enero de 2019

22 de enero de 2019. Martes.
¡MI SANTO!

Estar, con raíces. Salinas de San Pedro. F: FotVi
-Me restriego los ojos, bostezo, me incorporo en la cama y digo: «¡Mi santo!», con los brazos en alto. Y, al instante, doy gracias. Gracias por vivir y gracias por estar en las cosas de las que disfruto. Estar: con raíces. Y me acuerdo de aquellos a los que les falta lo más elemental de la vida, como el pan y el agua, y el poder soñar. (El niño Julen). O el hecho de tener en sus manos los sueños y poderlos manejar sin romperlos ni mancharlos. La pureza del sueño juvenil. Cuando todo es posible, incluso el lado irrealizable de la utopía. Este lado utópico de los sueños es lo más fácil y original de cualquier ensoñación juvenil: al no existir lo imposible, le puedes dar la forma que más te guste, o no darle forma, solo sospecha, sin faltar a la verdad. De ahí que esta mañana haya pisado el día con el sueño de que existan bosques sin árboles, sólo con trazos de árboles, como en un cuadro surrealista, y un mundo sin injusticias, donde puedan vivir y regir el mundo los niños, que suelen hacer guerras pero con pistolas de agua y tanques de humo, sin iras ni odios, solo con la luz de la niñez en los ojos, con los que se puede ver un mundo distinto y más humano. Cavafis, en la vuelta de Ulises a su isla, le dice: «No esperes que Ítaca te dé riquezas. / Ítaca te dio un hermoso viaje». Es en el hermoso viaje que me ha dado la vida, Diario, en lo que pienso en estos días de vuelta, cuando ya vislumbro la Ítaca celeste, donde todo es Amor y cercanía, y visión (18:38:24).

lunes, 21 de enero de 2019


21 de enero de 2019. Lunes.

LAS NAVAJAS DEL CASTIGO

Fuego que no quema, en la tarde de Murcia. F: FotVi

-A veces pienso que Dios es bueno y otras, que Dios me traiciona. Es un modo egoísta y arqueológico de mirar y ver a Dios. O se le mira y se le ve con los ojos del limpio de corazón, o con los ojos que, aun a pesar de ser consolados, siempre lloran. El libro del Eclesiástico se explica muy bien: «Como les mostraste tu santidad al castigarnos, muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos». Como para revolver las entrañas lo que pedían aquellos señores al Dios que parecía estar allí para su uso personal y exclusivo. Es decir, un Dios castigador y perverso a su servicio, que defendiera sus intereses. Pues tenían la idea de que cuando les castigaba, mostraba su santidad, y cuando lo hacía con los otros, ilustraba sobre su gloria. Y yo me pregunto ahora dónde quedaba la misericordia, y, en su lado más maternal, más cuidadoso, la piedad. La de la mano materna en la frente del hijo que sufre fiebre, así como la del que al caer siente esa misma mano ayudándole a levantarse. El relámpago maternal y tierno de la luz de Dios se hacía así rayo y destrucción, y no la lámpara que acompaña cada paso como seguridad y liberación, como gracia y no como obstrucción. Prefiero, Diario, al Dios que ama y deja las navajas del castigo y la multa para partir e impartir el pan (17:53:47).

domingo, 20 de enero de 2019

20 de enero de 2019. Domingo.
ALETEO CAUTELOSO DE PALOMAS

Viviendo, en Salinas de San Pedro. Murcia. F: FotVi

-Todavía, y a pesar de los años, me conmueve asistir y participar en la celebración de la misa, misterio en el que se vive, se toca, se oye lo que no se ve: un Dios que habla y su palabra aún es oíble como palabra de Dios. Todavía me estremezco cuando cojo en mis manos el pan y el vino y digo las palabras de Jesús en la última cena. Un autor anónimo canta: «Te amo, / ¡totalidad de corazón! / ¡sabor, oh tú, de uvas! / ¡gusto a sangre!» Estos versos son todo un esquema de lo que es la misa. El amor, en la misa, se mueve, te sacude, se hace pan que, con sabor a grano de trigo molido y horneado, se come, y vino, que, con gusto místico a sangre, se bebe. Todo es amor y fe. Y es que la fe, como un aleteo cauteloso de palomas, anda de por medio inspirando, haciendo presente lo que es evangelio –memorial, recuerdo–, salpicando de gozo y esperanza la vida. Siempre el amor es síntesis, pespunte que une fe y esperanza en la consecución de un fin, el de contemplar a Dios acercándose a la humanidad para decirle que aún existe la piedad, la otra esquina del amor. Fe, esperanza, amor son la trinidad que mueve la vida y le da sentido. He celebrado la misa esta mañana con la emoción envejecida, pero viva, del primer día. Unción se llama esto. Unción más ajada, Diario, pero con el mismo tono de voz del que dice palabras que sabe que no se las lleva el viento, y que están ahí, alentando y dando fortaleza al que las dice y al que las oye, como una fuente inagotable de energía (18:13:07).

sábado, 19 de enero de 2019


17 de enero de 2019. Jueves.




Ayer se despedía así el sol de Murcia, cayéndose en el horizonte como una moneda encendida. La moneda de oro de la tarde. Y, como pillería, nos guiñaba el ojo. Desde mi balcón, en Murcia. 


viernes, 11 de enero de 2019

9 de enero de 2019. Miércoles.
SIN INTERNET

Un poco exagerado, pero cierto. El País. 

-Después del dulce y suave caramelo del sol, llegará a Murcia el frío polar, que será un suplicio para el limón, las lechugas y los alcaciles: en la madrugada, cuando baje el termómetro, los cítricos y hortalizas se vestirán con gasas de cristal y se helarán, y parecerán piel de viejo arrugado. La naturaleza, a veces, se viste de fantasma –de blanco– y asusta. Esta mañana, de pronto, me he encontrado desahuciado de internet. Y sin internet, no soy nadie. Lo primero que hago por la mañana es abrir los periódicos en el portátil y ponerme a leer. Luego de su lectura, escribo; sin ese primer trago de lectura, soy incapaz de escribir. Es como tomarme el primer café de la mañana. O sea, rezo –es una de mis adicciones–, leo los periódicos, que mezclo con otras lecturas, y escribo. Empiezo por el ABC, sus artículos que me ponen al corriente de la actualidad, sigo por El País, la viñeta de El Roto, luego El Mundo, donde me asomo a Raúl del Pozo, y así hasta dar con El Español, donde me canso de leer cosas interesadas, y me pongo a escribir. Salvo cuando voy de viaje, que entonces rezo y dejo atrás todo ese mundo confuso y contradictorio que es la prensa. Desde luego, un mundo de intereses y de determinadas inclinaciones políticas, sin vuelta de hoja. Lo que en unos es bello, en los otros es feo, lo que en unos es bueno, en los otros es malo, y así hasta el infinito. La libertad de expresión, dicen. Y lo que sucede al final, Diario, es que no me fío de ninguno, y así en mi cabeza queda solo aquello que me gusta y convence, y que va con mi idea de lo que es la vida y sus aledaños, ese don (don de Dios, por creyente) tan extraordinario y tan frágil, tan atado al tiempo y al espacio, tan dado a ganar minutos y a perderlos. Es decir, la existencia, o esa cosa maravillosa (18:48:07).