24 de octubre de 2019. Jueves.
UN JARDÍN DE AÑOS
La cuerda del violín, resistiendo. Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Me acaban de dar un
consejo: «Plántate: decide no cumplir más años». Y me lo estoy pensando. Los
años son una hermosa carga, si no te aqueja alguna enfermedad impertinente y
brumosa. De esas que te van devorando por dentro. De las que mastican tus
entrañas y te matan. Sin embargo, plantarse es decir no a la vida, y a la vida
hay que dejarla que acabe sus vuelos. A un servidor le gusta volar, siempre que
haya árboles donde tomarse un descanso. Los chinos, que son tan prácticos y
versados, suelen decir que «solo en la actividad desearás vivir cien años». Yo,
cada noche, dejo algo sin concluir para el día siguiente. Un poema, una texto,
una palabra escrita a medias, una coma que poner; se trata de pasar la noche en
expectativa, esperando el nuevo día para acabar lo que dejé incompleto ayer. Así
duermo y sueño, y hay veces que, al despertar, tengo un montón de ideas esparcidas
por la cama que recojo con cuidado y las voy acomodando en el ordenador, como
si coleccionara mariposas. Pues como decía Schopenhauer, el filósofo: «El
hombre vulgar solo piensa en cómo pasar el tiempo; el inteligente, en cómo aprovecharlo».
Hoy, Diario, he cumplido años, muchos, un jardín de años, pero sigo empeñado en
seguir aprovechándolos, hasta que me falten vuelos (19:13:23).