16 de octubre de 2019. Miércoles.
ME VESTÍ DE OTOÑO
Otoño en el bosque, volverá la vida. Torre de la Horadada. F. FotVi |
-Y de madrugada, el frío
llamó a mi puerta y le abrí, y, ya dentro de la habitación, le di de lado,
tapándome hasta la cabeza. Habían bajado las temperaturas. «Ha llegado el
otoño», me dije, y me vestí de otoño, al revés que los árboles que,
desvistiéndose de hojas, se protegen del invierno. Sin hojas, se hacen más
simples, más esqueleto; pero esqueleto que vive en las raíces, bajo tierra,
esperando despertar con flores en el paisaje estremecedor de la primavera. Ahora
es el tiempo en que las hojas caen y se hacen limo en la tierra, cobijo de
hormigas y, al descomponerse, nuevo alimento para la vida interior del árbol. Así es la
vida, Diario, se muere para renacer. No puede haber resurrección si antes no
hay muerte. «Si el grano de trigo no cae entierra y muere…» (18:42:00).
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