1 de junio de 2021. Martes.
LA VIDA SIGUE
LA VIDA SIGUE
-Se despereza el alba y aparece el día, aunque tiznado, negro. Como de
barro colgante. Las nubes –la carpa de circo que cubre el día–, aunque
refresquen un poco el elevado grado de calorías y sudores que sufrimos, nos
roban el azul del cielo y la claridad del sol. Como una idolatría temporal, nos
llama el mar: a los lejos nos requiere la desnudez de la playa y la economía en
los ritos del vestir. El mar nos invita a la serena placidez. Sin embargo, estos
días, el mundo de la política, su farándula, anda revuelto, excitado. El
socialismo de Sánchez, menos social y más populista que el tradicional, mientras
se apresura a dar indultos a los condenados por delitos de sedición y perdona a
los que –ejemplo– se manifiestan frente al Congreso e increpan a los diputados
–libre expresión, dice–, trata de meter en la cárcel a los que defienden, y
cantan, y aman la vida. El sanchismo propone que manifestarse –pacíficamente–
ante una clínica abortiva sea delito y se condene con prisión; la patronal del
pingüe negocio del aborto se lo agradecerá. ¿Serán pagados en votos, en especie? El cielo relampaguea y truena.
La «cultura de la muerte» (San Juan Pablo II) prevalece frente a la alegría –a
veces triste, pero hermosa– de vivir. El mandamiento «No matarás» se mudará por
otro que diga: «Prohibido vivir, rige la muerte». En la tarde, el sol, libre y
silencioso, inmutable, sale y me devuelve la esperanza; es como si Dios llamara
a mi puerta –mi corazón– y dijera: «Mira, la vida sigue, no temas», e insisto en
el camino; ante el mal, Diario, excede la gracia, Dios está: lo dice San Pablo (18:36:11).