12 de marzo de 2022. Sábado.
CANTO DE LA MUJER LIBRE
CANTO DE LA MUJER LIBRE
-Ayer, en Molina, cantamos a la mujer libre y portadora de vida y de
gracia, en la paz. Fue una fiesta de la mujer y la palabra, donde rimaron la
luz y la belleza, el amor y la generosidad, la seda de unas manos al acariciar, y la bondad de unos pies al acudir donde brote la necesidad o el harapo, donde
haya que besar lo desgarrado y cubrir lo desnudo. El evento recibió el nombre
de “Canto de la mujer libre, por la paz”. Con ocasión de hablar de la mujer,
también se habló de paz; porque decir mujer –salvo extrañas y pesarosas
excepciones–, es decir cercanía, hijo, esposo, abrazo emocionado, sacrificio
innumerable, nunca odio o guerra, siempre armonía, siempre ofrenda, donación. La
mujer, ande sola o acompañada, siempre es suficiente por sí misma; es el manantial
vivo que se vale de sí para ser corriente bulliciosa de agua y, al paso, frutal
y bosque regado, hasta dar con el mar, donde se diluye y se le ofrece la
posibilidad de ser inmensidad. Fue una tarde extraordinaria, que acabó
lluviosa, como recordándonos que en Ucrania, Rusia la está llagando con una
guerra injusta; guerra que extiende el llanto y el odio, el llanto de la mujer
y el mirar absorto de los niños, que no entienden. Dentro del MUDEM, pues, mujer, paz,
música, poesía, celebración; fuera, lluvia, como si la tarde llorara por la
guerra sucia de Rusia en Ucrania; guerra, que rima con aterra y destierra, y entierra.
En la mujer, sin embargo, Diario, la vida es júbilo, tierra poblada, armonía en
el universo, dilatada inmensidad, maravilla inacabada (11:35:14).