5 de marzo de 2022. Sábado.
SE EQUIVOCABA
SE EQUIVOCABA
-Ha salido el sol, ha enseñado un ojo de pirata y luego, para lidiar con
el invierno, se lo ha tapado con el parche gris de las nubes. El invierno
obliga al sol a ser cauto, prudente, no vaya a confundir a las aves
migratorias. Y fueran a creer éstas, como la paloma de Alberti, que las
estrellas son rocío y el calor, un paisaje nevado. Y, equivocadas, en vez de ir
al Norte, fueran al Sur. Decía el escritor irlandés Jonathan Swift que nunca
debemos avergonzarnos por reconocer que nos hemos equivocado, pues es lo mismo
que decir que quien lo hace hoy es más sabio de lo que lo fue ayer. Si te
equivocas y tropiezas en una piedra, quizá sea culpa de la piedra que está
donde no debía; pero, si tropiezas por segunda vez en la misma piedra, es culpa
tuya, porque no has mirado o no la quitaste cuando pudiste. Dice el apóstol
Santiago, que «nuestra reacción ante las pruebas de la vida, es una señal del
nivel de sabiduría que poseemos». Si la reacción es positiva, que ilumina los
pasos siguientes y no nos destruye espiritualmente, las pruebas traen como
resultado crecimiento y bendición. Dios se halla en los pasos que damos en el
camino del bien, de la justicia, de la verdad; nunca en el de la mentira y el
odio, ni en el de quien rompe la paz y mata al hermano. La sabiduría de Dios,
Diario, es pureza, paz, compasión, docilidad; es imparcial y sincera, no crea
divisiones. Son los dones del Espíritu Santo, o los dones de la comunión con
Dios. Donde haya y se alimente una división, allí no está Dios, sino su
contario, el mal (11:53:52).
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