9 de marzo de 2022. Miércoles.
A PESAR DE TANTA HEDIONDEZ
A PESAR DE TANTA HEDIONDEZ
-Sale el sol y nacen flores de almendro en mi corazón. Con los dedos de
mi esperanza, y a pesar de la tristeza por tantas cosas: Ucrania, Putin, los
niños que mueren sin culpa en las guerras y en el mar, la emigración, la
indiferencia de tantos, la falta de ética y la inmoralidad –sin estética– de
dirigentes que solo piensan en su carrera política, pedregosa, sin que les
importe cómo malvive el pueblo o cómo muere la naturaleza, el silencio de los
poetas ante la injusticia, la sinrazón de la miseria, la justicia que esperamos
y que no llega…; a pesar de tanta hediondez, voy tocando la primavera en el vuelo
–imaginado– de los vencejos, que ya están a punto de llegar. Llegarán y jugarán
a ser formas geométricas en el cielo y nos darán un ejemplo de libertad y de
pasión por vivir y dejar vivir. Siempre vuelan; es decir, siempre andan en
sueños; sueños que tantas veces nos faltan a los humanos. Si perdemos los
sueños, frustraremos el porvenir. Siempre que sueño, hallo algo importante que amar, aunque sea
menos de lo que soñé. En los sueños descubro cosas que son destellos de lo que
puede el espíritu. Se necesita audacia, estudio, forjase un plan a seguir,
energía, fe en el correr. Tener siempre presente el «¡Levántate!» de Jesús a
Lázaro. Si tenemos sueños, Diario, las pesadillas se superan, decía Jonas Salk,
médico y virólogo estadounidense, inventor de la vacuna contra la
poliomielitis. Y el poeta imploraba: «¡Ven y sálvame, sueño: / no dejes de volar». Y
se durmió salvado (12:44:07).
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