martes, 15 de marzo de 2022

15 de marzo de 2022. Martes.
UN ZUMO DE NARANJA, CASI VIOLENTO

El desierto en la ciudad. Murcia. 

-Ayer tarde el cielo se vistió de un zumo de naranja, casi violento. Un espectáculo maravilloso, al tiempo que inquietante. Mientras se apagaba el día, crecía el sabor a polvo color naranja suspendido en el aire, y, con la llegada de la noche, el desierto celeste –Sáhara clamoroso– se iba fundiendo en negro. Esta mañana amanece igual, pero un poco más aclarado el zumo de naranja que tapa el cielo y que se enreda en los árboles. Parece el espejo de lo que vive el ser humano en «este valle de lágrimas» –que dice la oración– en que hemos convertido la tierra: guerras, hambre, separaciones traumáticas de niños de sus padres, bombas, tanques, destrucción, labios que, mientras huyen o guerrean, musitan oraciones; es decir, en los labios de la humanidad andan, haciéndose palabra, Dios y el Diablo; o el Bien y el mal. Confundidos a veces. Dios es la paz; el Diablo es la ruina material y espiritual; o la síntesis –virtud– y la antítesis –locura–, en nuestras vidas. Paul Valéry, poeta, ensayista y filósofo francés, con la autoridad de cualquier espíritu libre, dejó dicho: «La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, y de la que se aprovechan gentes que sí se conocen, pero que no se masacran». Ésta es la única verdad de la guerra, sin claroscuros, con desgarros de realidad, sin veladuras. En la guerra no hay ética, sólo negocio, y como diría Gabriela Mistral, nos distrae de lo bueno. Dios, Diario, ama al que sufre y no al que hace sufrir: es la balanza fiel (13:11:51).

lunes, 14 de marzo de 2022

14 de marzo de 2022. Lunes.
EL DIOS ROMÁNTICO

Varón de dolores, por amor. Varsovia. Polonia.

-En cuaresma me revisto de poesía; es decir, me revisto de Cristo, que ama hasta darse en la cruz; o del Dios que es y se realiza en el amor. La poesía, pues, está en Dios; y en sus afueras: la creación, que deslumbra. Y es que Dios es romanticismo, sentimentalidad, porque ama. Ama en su hijo Jesucristo hasta un suicidio divino en la cruz. Dios se suicida en Jesucristo. (Si blasfemo, me retracto). Pero éste es un suicidio amoroso, pudo salvarse y no lo hizo; vio una posibilidad de no beber el cáliz (o la muerte revestida de suplicio), y la desechó: «Padre, si es posible, pase de mí este cáliz», dice; pero su romanticismo, su voluntad impresionable, le lleva a aceptar al fin el sacrificio, «pero no se haga mi voluntad, sino la tuya», y pone su amor en la cruz, abierto como rosa de los vientos, como el que avienta amor para que llegue a todos los corazones. El Dios romántico, Diario, es el Dios que ama. ¿Poesía mística de Dios? Poesía amorosa de Dios (17:15:49).

domingo, 13 de marzo de 2022

13 de marzo de 2022. Domingo.
PÉTALOS DE ORO

Pétalos de oro en la rosa del jardín. F. FotVi.

-¿Y si fueran pétalos de oro lo que ves? ¿Pétalos de oro en la rosa del jardín? Si así lo ves, feliz domingo, el día del Señor. Si no lo ves, pon un poco de fantasía en tus ojos que te haga creer que ves pétalos de oro en la rosa del jardín. Y, si en este país de la fantasía ves pétalos de oro en la rosa del jardín, feliz domingo, el día del Señor. Y, si ni siquiera en ese país de la fantasía los ves (pétalos de oro en la rosa del jardín), piensa que, a veces, el oro, y la belleza, y la felicidad, y el amor…, no están en lo que te dicen que es, sino en lo que a ti te parece o sientes que es, o porque lo has soñado. ¡O lo has vivido…, en sueños! Y, si con todo, no ves pétalos de oro en la rosa del jardín, es igual, feliz domingo, día del Señor, porque yo, tu amigo, los he visto, y, si no te sirve de molestia, te regalo mis sueños, para que puedas ver pétalos de oro en la rosa del jardín. Quizá algún día, cuando yo no vea pétalos de oro en la rosa del jardín, me correspondas, regalándome tus sueños, y yo los pueda volver a ver. Ese día estaremos en paz. Pero, entre tanto (apátrida de los sueños), feliz domingo, por ser el día del Señor. Decir que todo esto va por ti, Diario, que sueles ser descreído y corto de vista, ¡y de sueños!; pero siempre, el entrañable amigo, que, a veces, aunque sea de prestado, ve pétalos de oro en la rosa del jardín, y celebra, con una luz nueva en los ojos, que sea domingo, el día del Señor (17:12:09).

sábado, 12 de marzo de 2022

12 de marzo de 2022. Sábado.
CANTO DE LA MUJER LIBRE

Madre Teresa de Calcuta, mujer luz. F: Prensa

-Ayer, en Molina, cantamos a la mujer libre y portadora de vida y de gracia, en la paz. Fue una fiesta de la mujer y la palabra, donde rimaron la luz y la belleza, el amor y la generosidad, la seda de unas manos al acariciar, y la bondad de unos pies al acudir donde brote la necesidad o el harapo, donde haya que besar lo desgarrado y cubrir lo desnudo. El evento recibió el nombre de “Canto de la mujer libre, por la paz”. Con ocasión de hablar de la mujer, también se habló de paz; porque decir mujer –salvo extrañas y pesarosas excepciones–, es decir cercanía, hijo, esposo, abrazo emocionado, sacrificio innumerable, nunca odio o guerra, siempre armonía, siempre ofrenda, donación. La mujer, ande sola o acompañada, siempre es suficiente por sí misma; es el manantial vivo que se vale de sí para ser corriente bulliciosa de agua y, al paso, frutal y bosque regado, hasta dar con el mar, donde se diluye y se le ofrece la posibilidad de ser inmensidad. Fue una tarde extraordinaria, que acabó lluviosa, como recordándonos que en Ucrania, Rusia la está llagando con una guerra injusta; guerra que extiende el llanto y el odio, el llanto de la mujer y el mirar absorto de los niños, que no entienden. Dentro del MUDEM, pues, mujer, paz, música, poesía, celebración; fuera, lluvia, como si la tarde llorara por la guerra sucia de Rusia en Ucrania; guerra, que rima con aterra y destierra, y entierra. En la mujer, sin embargo, Diario, la vida es júbilo, tierra poblada, armonía en el universo, dilatada inmensidad, maravilla inacabada (11:35:14).

viernes, 11 de marzo de 2022

 

11 de marzo de 2022. Viernes.
ARCILLA ALENTADA


Una florecilla como recuerdo del 11 M, en Madrid. 

-El 11 de marzo, para mí, es día de oración. Siempre. Hoy, aniversario de aquella tragedia cívica y humana, y aun moral, en la que murieron 192 personas, en Madrid. El recuerdo y la oración son el único lazo de unión entre lo espiritual que yo soy y lo espiritual que ellos son. Yo siento sus espíritus en mi espíritu, y en el espíritu de las palabras, que, al decirlas, los mantienen vivos en el recuerdo y en la vida que no acaba, las dos dimensiones de todo ser humano. En todo ser humano están el aquí y el más allá; creer en el aquí y no en el allá es mutilar al ser humano, esto que es polvo y aliento, o «polvo enamorado». Es quedarse sólo con la arcilla y evitar el soplo que da dignidad a este ser arcillado, que lo constituye en pensamiento y en deseo, en pasión y en amor, y en voluntad, o libertad. La arcilla, el barro, no es nada de esto; pero la arcilla alentada es todo esto, y muerta la arcilla, queda el aliento, que trasciende. La vida está donde permanece el Aliento que la inició. La vida, como el amor, tiende a ser una en el Uno que lo es todo; el punto de partida de la perspectiva. Dios es el Espíritu que da consistencia a todo lo que existe; es, como dice Aristóteles, el Ser Necesario. Hoy rezo al Uno en el que descansan todos aquellos que siguen alentando con el Aliento de Dios. En aquellos trenes acabó la arcilla; pero lo que alentaba esa arcilla está, sigue ahí, en el Aliento que daba vida a la arcilla. Hoy rezo y no odio, porque el que sigue dándome vida con su Aliento, no me permite malgastar mi vida en el odio, que es un no vivir, un morir continuado. El amor alienta; el odio desalienta y mata, y yo, Diario, quiero vivir en el más allá de esta vida, en la mística de la esperanza que deslumbra, y redime (11:39:33).

jueves, 10 de marzo de 2022

10 de marzo de 2022. Jueves.
ANNE FRANK, MÁRTIR DE LOS NAZIS

Diario de Ana Frank, portada. Biblioteca. 

-En casa, pasaba sin apenas verlo, hasta que hoy me ha chistado desde la estantería donde dormitan los libros, y, casi en un susurro, me ha dicho: «Aunque ya me has leído, todavía tengo algo que decirte». E, invitándome a abrir sus páginas, he vuelto a leer: «No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda». Es Anna Frank en su Diario. Nacida en Fráncfort en 1939, de ascendencia judía, fue llevada a los campos de concentración de Auschwitz, para pasar posteriormente al de Bergen-Belsen, donde murió de tifus, en marzo de 1945, unos meses antes de la liberación del campo. El firmamento de la libertad perdió la estrella, bellísima, de su sonrisa; estrella que ahora brilla en su libro, un Diario de pocas páginas, pero entrañable. El libro deletrea gracia e indulgencia. Parece que al que padece, el sufrimiento lo suele conducir a la misericordia. En el libro de Ana Frank la piedad sonríe, la virtud ama. Es un pequeño evangelio de páginas inolvidables; con un Cristo amable, Ana, y una Cruz, Auschwitz y Bergen-Belsen: los lugares de su inmolación, de su holocausto. «No veo la miseria que hay a mi alrededor», dice, y lo hace con las gotas de tinta de sus lágrimas con las que escribe; lo que hay a su alrededor es odio, muerte, indigencia, frustración, y ella, sin embargo, ve la belleza de las cosas del universo que le rodean: la luz, el vuelo de la aves, la vida que nace, el poder escribir «amor», o «quiero a los que viven a mi lado»: la ternura de un corazón lleno de Dios. Ana Franck veía las cosas, Diario, con la belleza que fluía de su interior; no veía el mal, sólo el bien, y lo decía en las palabras silenciosas de su Diario, donde desahogaba su ternura y su fe, y en el que fluía el anhelo de su esperanza (13:05:11).

miércoles, 9 de marzo de 2022

9 de marzo de 2022. Miércoles.
A PESAR DE TANTA HEDIONDEZ

Como una flecha de libertad, el vencejo. F: Googel

-Sale el sol y nacen flores de almendro en mi corazón. Con los dedos de mi esperanza, y a pesar de la tristeza por tantas cosas: Ucrania, Putin, los niños que mueren sin culpa en las guerras y en el mar, la emigración, la indiferencia de tantos, la falta de ética y la inmoralidad –sin estética– de dirigentes que solo piensan en su carrera política, pedregosa, sin que les importe cómo malvive el pueblo o cómo muere la naturaleza, el silencio de los poetas ante la injusticia, la sinrazón de la miseria, la justicia que esperamos y que no llega…; a pesar de tanta hediondez, voy tocando la primavera en el vuelo –imaginado– de los vencejos, que ya están a punto de llegar. Llegarán y jugarán a ser formas geométricas en el cielo y nos darán un ejemplo de libertad y de pasión por vivir y dejar vivir. Siempre vuelan; es decir, siempre andan en sueños; sueños que tantas veces nos faltan a los humanos. Si perdemos los sueños, frustraremos el porvenir. Siempre que sueño, hallo algo importante que amar, aunque sea menos de lo que soñé. En los sueños descubro cosas que son destellos de lo que puede el espíritu. Se necesita audacia, estudio, forjase un plan a seguir, energía, fe en el correr. Tener siempre presente el «¡Levántate!» de Jesús a Lázaro. Si tenemos sueños, Diario, las pesadillas se superan, decía Jonas Salk, médico y virólogo estadounidense, inventor de la vacuna contra la poliomielitis. Y el poeta imploraba: «¡Ven y sálvame, sueño: / no dejes de volar». Y se durmió salvado (12:44:07).

martes, 8 de marzo de 2022

 8 de marzo de 2022. Martes.
EN UN DÍA NO CABE LA MUJER

En la mujer, aletea la vida. Santa Sofía. Estambul. Turquía

-Un día dedicado a la mujer, y me pregunto: «¿Por qué?» ¿Por qué sólo un día? En un día no cabe la mujer; ni en todos los años de vida en la tierra: la mujer rebosa. Como diría Borges de Quevedo, la mujer es ante todo intensidad; y añado yo: intensidad que se extiende, que ocupa, no intensidad estancada. La mujer es punto de donde parte todo: ella es «el árbol»: el de la «vida» y el de la inmortalidad, y vida para el espíritu, a veces. En la mujer, la vida es un rumor que nunca cesa, le bulle en la mente y en el corazón, y en ese rumor se expresa y vive, y en él halla su belleza. Rumor de vida, de manantial, de arboleda, de «paraíso del Edén», de gota de ámbar que captura la vida y la fosiliza y la pone al resguardo de la historia, rumor repetidor del Génesis. La mujer es como un vocabulario de todos los idiomas, en ella están todas las palabras, y los puntos y las comas, y las tildes, con los verbos siempre en acción, y los adjetivos adjetivando la belleza, y los silencios, haciéndose espacio entre palabras y capítulos, hablando entre líneas de lo que calla el texto escrito. En la mujer, Dios escribe recto con líneas de oleaje y curvatura, donde el mar y los espacios, y los espejos, y la redondez de los mundos y la espiral de las galaxias; y la rosa y el pétalo, y la oliva y la elipse, todo está en ella. ¿Un día para la mujer? Propongo: todos los días para la mujer, para sus manos, donde están todas las caricias, y para sus ojos, donde acampa la misericordia, y para su regazo, donde está y se abre el Génesis –la Vida–, ese libro de inicios y ensoñaciones, de insólitas historias de la divinidad; todos los días, Diario, día de la mujer (17:51:35).

 

7 de marzo de 2022. Lunes.
FLORECILLAS EN EL DESIERTO

Sombras y luz, en la vida. F: FotVi

-Frente a la maldad de unos pocos, aberrante, terrible, surgen, como florecillas en el desierto, la bondad y el espíritu samaritano de la mayoría. Cuando la guerra se hace ave de mal agüero en un lugar, al otro lado, el de la paz, nace el humilde, pero vigoroso detalle de la solidaridad. Me conmueve contemplar el ir y venir, el quehacer constante y festivo de las personas que emplean horas de sus vidas en buscar recursos para ayudar al prójimo, que, huyendo de la barbarie y buscando respirar libertad, tiene que dejar su casas y su ambiente, y salir con lo puesto. Es el evangelio –las ideas de Jesús– el que actúa en sus manos, en su intimidad, en lo más hondo y escondido de su ser. Son activistas de la generosidad, voluntarios del bien, frente a los ácratas –o agitadores– del mal. Contra la guerra de Putin se ha levantado en el mundo libre una marea de vidas que luchan, desde la retaguardia, para alentar a los que huyen con niños y ancianos –lirios indefensos– de la guerra. Es una sacudida de grandeza, de esplendidez, de prodigalidad, que estremece. Son el samaritano que se abaja al herido, y le ofrece su mirada y sus manos, y su corazón que late al compás del corazón del necesitado. Ambos, en la caridad, se hacen uno, que sufre y goza, curando y siendo curado. Decía Teresa de Calcuta: «Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido». Vivir en la rutina del no hacer, de quedarse en lo oscuro, para no vestirse de claridad, es un mal negocio. Pues como decía David Hume –Tratado sobre la naturaleza humana–: «La belleza de las cosas, existe en el espíritu de quien las contempla». Si en ayudar al prójimo ves una pincelada de Belleza –de Dios–, habrás hallado, Diario, la fórmula de lo perfecto, de lo sublime, y la vida te será más llevadera, y fascinante (11:49:33).

domingo, 6 de marzo de 2022

 6 de marzo de 2022. Domingo.
¡UNA CRUZ DE PECADOS!

La Cruz, con nuestros pecados. En Medjugorje. Bosnia-Herzegobina

-Primer domingo de cuaresma: se iluminan el sufrimiento, la plegaria, la limosna. Dios se acerca a nosotros: el que se hizo humanidad en Jesucristo. Se encarnó –se hizo carne–, y, luego, cruz para cargar, como dice Isías, con los pecados de todos. ¡Una cruz de pecados! Debía pesar como una galaxia de mundos. Dice San Pablo: «Ahora es el tiempo de la gracia; ahora es el tiempo de la misericordia». En cuaresma la gracia de Dios se derrama por la creación como un aceite nuevo, aceite de júbilo hecho crisma aceite de santidad, que unge y purifica. Aceite perfumado por la gracia de Dios. Hoy la liturgia nos presenta a Jesús luchando con el pecado de su tiempo y del nuestro: el pecado de la avaricia, de la apariencia o el simulacro, de la adoración a lo que es materia y debilidad frustrantes: el diablo de ahora y de siempre. Y es que el mal trata de domesticar a Dios, para que se avenga a nuestros intereses. San Lucas nos cuenta, que luego de andar por el desierto –aquella soledad pétrea y sola, llena de aullidos– durante cuarenta días, y sin comer, «al final sintió hambre». Y vino el mal el diablo y le propuso: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan». Es decir, lo fácil, lo cómodo, sin el trabajo y el llanto de tener que sembrar las semillas, para, luego, volver con cánticos y júbilo «trayendo las gavillas». Y, hablando por medio de la Escritura, Jesús le contesta: «No sólo de pan vive el hombre». Es decir, si se confía en Dios, que es misericordia y piedad, y mano tendida, y no en el mal, que es diablo, disfraz, mentira, la tentación se vence. La cuaresma es luz que alumbra más de cerca nuestro, a veces, tortuoso y difícil caminar; nos orienta y nos guía, y, Diario, fortalece nuestro espíritu (12:56:49)

sábado, 5 de marzo de 2022

5 de marzo de 2022. Sábado.
SE EQUIVOCABA

Volar es elegir: se equivocaba. F: Prensa

-Ha salido el sol, ha enseñado un ojo de pirata y luego, para lidiar con el invierno, se lo ha tapado con el parche gris de las nubes. El invierno obliga al sol a ser cauto, prudente, no vaya a confundir a las aves migratorias. Y fueran a creer éstas, como la paloma de Alberti, que las estrellas son rocío y el calor, un paisaje nevado. Y, equivocadas, en vez de ir al Norte, fueran al Sur. Decía el escritor irlandés Jonathan Swift que nunca debemos avergonzarnos por reconocer que nos hemos equivocado, pues es lo mismo que decir que quien lo hace hoy es más sabio de lo que lo fue ayer. Si te equivocas y tropiezas en una piedra, quizá sea culpa de la piedra que está donde no debía; pero, si tropiezas por segunda vez en la misma piedra, es culpa tuya, porque no has mirado o no la quitaste cuando pudiste. Dice el apóstol Santiago, que «nuestra reacción ante las pruebas de la vida, es una señal del nivel de sabiduría que poseemos». Si la reacción es positiva, que ilumina los pasos siguientes y no nos destruye espiritualmente, las pruebas traen como resultado crecimiento y bendición. Dios se halla en los pasos que damos en el camino del bien, de la justicia, de la verdad; nunca en el de la mentira y el odio, ni en el de quien rompe la paz y mata al hermano. La sabiduría de Dios, Diario, es pureza, paz, compasión, docilidad; es imparcial y sincera, no crea divisiones. Son los dones del Espíritu Santo, o los dones de la comunión con Dios. Donde haya y se alimente una división, allí no está Dios, sino su contario, el mal (11:53:52).

viernes, 4 de marzo de 2022

4 de marzo de 2022. Viernes.
COSAS ATROCES

La paz blanca de las palomas, en el jardín. Murcia

-Y llegó la lluvia, no irrumpiendo, sino posándose. Llegó el invierno y se hizo paloma de paz en la tierra sedienta, sin estridencias. El invierno se convirtió en cielo y agua, y bajó y regó el paisaje conmovido. Mojó lo necesitado de un lavado y alegró al que vive de la tierra, a los habitantes de lo incierto, al campesino. Entretanto, la guerra sigue en Ucrania, como un avispero enloquecido, y con un sátrapa, Putin, al frente del embrollo, azuzando a las avispas. Muerte, hambre, destrucción, huidas. Los niños no entienden y las madres lloran, mientras los obuses y las bombas se multiplican. Sin escuelas y sin juegos, los niños se sienten perdidos en el puzle de cosas atroces a las que juegan los mayores. Y, ante tal situación, se me ha escapado un ¡«ostras»!, que ha sonado a taco o a veleidad lingüística, jocosa. Estos tacos los suelto a la circunstancia, al momento, si son desagradables o sencillamente trágicos. No tienen maldad; los digo y me libero, salgo de la angustia de tener que convivir con la injusticia. Los rusos, hoy, han atacado la mayor central nuclear de Europa. En las guerras se suceden los actos vandálicos, la ferocidad se hace inhumana, irracional. Todo es pillaje, se esfuma la conciencia. Esto se debe a que, como dijera Cicerón: «En medio de las guerras, las leyes enmudecen». Y Solón, uno de los siete sabios de Grecia, s. VI a. C: «Las Leyes –dijo– son semejantes a las telas de araña; detienen a lo débil y ligero, y son deshechas por el fuerte y poderoso». Yo, sin embargo, sigo rezando a Dios para que haga recapacitar a los dirigentes de este mundo y les invite entrar por el camino del discernimiento, de la humildad serena, y que puedan ver que es más hermoso construir en paz, que aniquilar sin ley, con sólo odio. De la soberbia nace el mal, y de la humildad, Diario, el amor, en el que los niños juegan y ríen los padres, y el mundo es más habitable, más humano (18:00:03).

jueves, 3 de marzo de 2022

3 de marzo de 2022. Jueves.
LO SENCILLO

La belleza en lo humilde, sin estridencias. F: Prensa

-Ha sido un amanecer rosado, con tiras largas de nubes de rosal. Que me ha ayudado en la oración y a escuchar un libro; es decir, a leerlo. Cuando leo, no leo, escucho. Jamás juzgo a un libro, porque no leo para examinarlo, sino que lo escucho para aprender, como alumno que oye a su maestro impartir una lección. Y si me dice algo nuevo, que me asombre, lo escucho hasta el final, como al maestro que recita, paseando, en el don –u ofrenda– de una clase. Leer un poema de Wislawa Szymborska es ponerse a la altura de la más bella sencillez. O más abajo de la sencillez, que es donde está la incierta hermosura, la depositaria intelectual de la auténtica belleza. Szymborska no hace metáforas, sólo pone palabras en fila para que digan lo que nunca diría –quizá– una metáfora. Sus versos son un ejercicio de pobreza voluntaria, que, al fin, hallan la excelsitud del lenguaje. La palabra sola, sin aditamentos que la desfiguren; sin el polvo y la paja que la oculten o disimulen. Si dice: «Gracias te doy, corazón mío…», está diciendo eso: y el corazón lo agradece, porque es él el que late, sin necesidad de que la metáfora acentúe sus latidos; él late (el corazón en la palabra), y es la vida. En una tertulia de poetas, en mayo, leeré un poema de la poetisa Wislawa Szymborska, para entrar así, Diario, en la sublimidad de lo pobre, en la irisación o luminotecnia de lo sencillo: en la Cruz, donde Dios habita (17:08:56).

miércoles, 2 de marzo de 2022

2 de marzo de 2022. Miércoles.
CENIZA PARA UNA CRUZ

Esperando la primavera, en Salinas de San Pedro. Murcia

-Esta mañana han puesto en mi frente una cruz hecha con ceniza. La cruz, en sí misma, es horror, resto de un fuego, escoria de una vida. Ceniza esta, sin embargo, que volverá a arder. En la fe. Así empieza la Cuaresma –Miércoles de Ceniza– hasta llegar a la Pascua. Ceniza y cruz –con fe– son resurrección. Fuego de resurrección que, portado luego por el Espíritu, en Pentecostés se convertirá en un incendio incontenible en las cabezas y en las lenguas de los llamados por Jesús para decir y anunciar el evangelio a toda criatura; con el fuego del Espíritu, ardiéndoles en la lengua, serán llamados Apóstoles de la Palabra. Esta mañana, a un pequeño grupo de ancianos sacerdotes, nos han marcado con la cruz de la ceniza; no sólo en la frente, sino, además, en el más allá de la fe. Sin fe, desprendida la ceniza, quedaría en nada la cruz; sin embargo, borrada esta ceniza, permanecerá –en la fe– la cruz, que es paso para la Vida. «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?», clama Jesús. ¿Abandonado, y al otro lado de la muerte estaba Dios con la resurrección? La cuaresma empieza con la cruz y termina con la cruz, antes del gran reverdecer de la vida en la resurrección, en la Pascua: tiempo de pastos celestes. Cruz de ceniza y cruz de muerte, ambas como paso previo a aquel amanecer de prisas y pasmos, y de sepulcro vacío con sudarios por los suelos y jóvenes –ángeles– que dicen: «No está aquí, ha resucitado». Con una seguridad que da firmeza a todos. La misma firmeza con que ahora nos signamos la frente con ceniza, para que la cruz nos siga llevando por el camino, casi siempre tortuoso y difícil, de la fe a la Vida. Hoy, Diario, con la ceniza, el ayuno, la abstinencia, y la contemplación de la pasión y muerte de Jesús, ya se vislumbra la resurrección, como un enjambre de aleluyas –palomas de alegría–revoloteando por el sepulcro vacío (12:20:06). 

martes, 1 de marzo de 2022

1 de marzo de 2022. Martes.
PUTIN, O LA SOLEDAD INFINITA

Cesa en tu loca carrera hacia la soledad. F: Prensa

-Sigue Putin metiendo el cuchillo de la beligerancia en el corazón de Ucrania. Es un sicópata que sueña imperios, y está jugando al ajedrez de la guerra para tratar de conseguirlo. Pero no recuerda que es polvo, y que el polvo es un elemento movible, acarreado de aquí para allá por el viento. Y, en el desierto, a lo más que llega es a duna, también inquieta, movible, ineficaz para construir algo duradero. La historia lo recordará, no como quien extendió las dimensiones de Rusia, sino como el Hitler del siglo veintiuno. Y Hitler murió escondido y desterrado en un búnker, donde el suicidio cerró sus ojos y desvaneció su mísero deseo de gloria. La gloria, con el tiempo, se desvanece, si no es justa. Dice el libro de los Proverbios: «Es honra del hombre dejar la contienda; mas el insensato se envolverá en ella». Y envolverse en ella, en su tela de araña, es morir en su trampa de seda. Dicen los sicólogos que Putin mira con mirada de lobo; es la suya, dicen, una mirada «de hielo, penetrante, inalcanzable que, en el fondo, aterra». El lobo, con su mirada, incendia el miedo, para de inmediato atacar. Y su ataque es siniestro: extiende la muerte y sus fauces y sus garras se llenan de sangre, como en una orgía fatal. Sus ojos son fluorescencia que arde. Es el éxtasis de la crueldad. Seis días de guerra, y la soledad de Putin es cada vez más estridente, lo cerca más. Quizá tuviera razón Albert Camus cuando dijo: «Para la mayoría de los hombres, la guerra es el fin de su soledad. Para mí es la soledad infinita». Cada vez más solo, y teniendo que luchar con el fragor insistente de su conciencia, que lo denunciará y lo condenará. Yo, sin embargo, Diario, y como pide el papa Francisco, sigo rezando, por no perder la esperanza y creer en el poder –invisible y sutil, de aleteo, y, sin embargo, eficaz– de la oración (11:54:57).

lunes, 28 de febrero de 2022

 

28 de febrero de 2022. Lunes.
CONFESIÓN

Lavada por la lluvia, en el jardín. Torre de la Hosadada.

-Me asomo a mí mismo y no me reconozco; no soy lo que aparento: las cubiertas no reflejan lo que es el libro por dentro. El cobertizo es bello; el interior, sin embargo, papel malo y mejorable literatura. Por eso, de vez en cuando, dejo que otros me miren, los que saben de interiores, los que se fatigan en el estudio del espíritu. Dejo que me lean y hagan correcciones en mí, y pongan notas de luz, limpia, higienizada, y apaguen otras que tiznan y mancillan. Es lo que llama San Juan de la Cruz: «Sosegar la casa». O intentar corregir desórdenes, desequilibrios interiores, que «atormentan, cansan y ciegan». Dejar que otros vean lo que tú no ves, es una muestra de humildad –bajar los ojos para centrarte en ti– y de apertura ilusionada hacia la luz. En la oscuridad, con los brazos extendidos, se busca la claridad, para poder ver las cosas y tocarlas, y así amarlas. Me confesaré libro, y permitiré que, hoja a hoja, me abran y me vean papel y sueños, elegía y lírica, abatimieno e ilusión; o lo que es lo mismo, cansancios y vehemencia espiritual. Total: vida, u hombre sin más. Quizá alguien llame a esto confesión; pues que así sea, Diario, me confieso barro y obra de arte, crepúsculo y aleteo, afonía y palabra; es decir, me confieso ser humano: reliquia de Dios (11:28:24).

 

domingo, 27 de febrero de 2022

 

27 de febrero de 2022. Domingo.
EL LENGUAJE DEL HORROR

Buscando la guerra, tanques rusos. F: Prensa.

-Esta noche pasada, no ha vuelto el libro, no me ha podido leer, pero me ha vuelto a atrapar otra pesadilla, como si hubiera entrado en otro tiempo, un tiempo falso, oscuro, tiempo de guerra pregaláctica y de Putin –el sátrapa– contra la debilidad. Mal sueño; y éste n o es de ficción. Es tiempo, pues, de vuelta a la inconciencia, a la brutalidad, a darse de bruces con el odio. Cuando aún no existían ni la electricidad ni la sabiduría de siglos, existía la guerra, que incendiaba aldeas y mataba a lo frágil: siempre a niños, a mujeres, y no a los ancianos, porque no los dejaban llegar al venturoso puerto de la ancianidad. Leemos hoy en la liturgia de la misa: «Se agita la criba –dice el Eclesiastés – y queda el desecho; así el desperdicio del hombre cuando es examinado». Y sigue: «El hombre se prueba en su razonar». Al tiempo que me alientan, me asustan las palabras de este libro sabio, resultado de una observación puntual y precisa de la realidad más exigente. Del hombre cribado –del hombre que razona–, sólo queda el desecho, dice la sabiduría de la experiencia. Si queremos ver un ejemplo de estos desechos, sin ira, sólo con ánimo de identificar, miremos a Hitler y a Putin, o a Pilatos lavándose las manos y a Biden asegurando que Putin va a pagar caro lo que está haciendo. Todos estos nadan en la mentira y en la fabulación y no les importa la realidad del sufrimiento, que siempre recae en los más débiles y en los que van por el mundo, sin cansarse, predicando que es mejor la paz que la guerra, mejor la amistad que el desprecio a la vida. Es decir, los que sueltan palomas en sus palabras y no ira en su aliento. Un sacerdote ucraniano, Oleg Popuik, con voz entrecortada, ha dicho: «Rusia está bombardeando a civiles, niños, orfanatos, todo». Es el lenguaje del horror, Diario, que no me ha dejado dormir. Es la imagen de la cruz a cuestas de la debilidad frente a la estulticia del poder frente al harapo, olvidando que al fin habrá resurrección. Detrás de cada disparo del mal, siempre florece un aleluya, un destello de vida: es la germinación del amor (12:18:24).

sábado, 26 de febrero de 2022

26 de febrero de 2022. Sábado.
EL LIBRO QUE LEE

En la noche, los sueños viven. Torre de la Horadada.

-Esta noche pasada, un libro (me ha parecido ver que era el Apocalipsis de San Juan) ha venido a mí, me ha abierto y ha empezado a leerme; yo, pasando sus hojas, trataba de leerlo, pero él me podía, porque, para leerme, él no tenía más que mirar y leer, sin necesidad de pasar hojas. Miró detrás de los ojos y leyó; y en la boca, y en el corazón, y en el lugar del cerebro donde se forman las ideas que luego son palabras. Miró y leyó, y su mirada era como la de un ángel terrible que me leyera pasando sobre mí un dedo de fuego acusador. Detrás de mis ojos vio colores, paletadas hermosas de color; en la boca, un «¡oh!» inmenso de miedo, y en el lugar del cerebro, donde se forman las ideas que luego son palabras, vio un poema, y  sonrió. Pero visto el corazón, me dijo: «Tengo contra ti que has perdido el amor», y, triste, con tristeza de libro, me hizo ver lo que había amado y lo que no, y lo que no era, más que lo que sí, y temí morir. «Sin amor –me dije–, moriré»; pero un poco de aquel amor que tuve –amor a Dios, a las cosas pequeñas que Él alienta, a la belleza…– un poco sólo, sostuvo la mirada al ángel terrible del libro y lo venció, sin ira. Con paz. Entonces el libro, dándome la espalda, con una sonrisa, dijo: «Volveré»; y, por si acaso me volvía el sueño del libro de mirada de ángel terrible que me ha leído, he estado esperando toda la noche hasta esta mañana, que, despierto, he respirado, y me he dicho: «Dios, en los sueños, te lee», preparándome, Diario, por si esta noche próxima vuelve y me examina, deletreándome por dentro y leyéndome en clave de amor, el Amor que Dios – y la vida– son (12:11:51).

viernes, 25 de febrero de 2022

25 de febrero de 2022. Viernes.
PUTIN, EL INTRUSO

Stop a Putin, en Ucrania. F: Prensa

-Despierto con el rumor de la guerra hiriendo mi mente, que me hace pensar, con tristeza, en Ucrania. Es un pensamiento de solidaridad y cercanía, en el que brilla la llama oscilante y frágil, pero bella –alucinante–, de la paz. La guerra es fuego que destruye; la paz, lámpara que alumbra, sin herir. La guerra, desgarra; la paz, zurce. Como ocurre con la espada y el alfiler; la espada hiere de muerte, el alfiler une, soldando lo roto, besando heridas. Esta mañana, cuando andaba metido en estos pensamientos, abro un portal de facebook y veo y oigo a un sacerdote ucraniano hacer su guerra particular. Una guerra hermosa, de solo palabras y esperanzadas intenciones. El padre A. Zelinskyi, desde una capilla de Kiev, y ante el sagrario, pide el arma de la oración –aliento: palabra– para detener la crueldad de la guerra. «Estamos en las manos de Dios –dice–. Queremos confiar en Dios.» Y pide rezar una oración sencilla, compuesta por Jesús en el monte de los olivos: el “Padre nuestro”. Conmueve ver cómo se convoca a la paz desde la oración, y no desde el diente por diente. Dijo el filósofo chino Sun Tzu: «El arte supremo de la guerra es someter al enemigo sin luchar». Si no se lucha ni se destruye, no habrá que reconstruir. El nazismo de Hitler y la brutalidad de Putin, se confunden, dice un ciudadano ucraniano. Las tropas de Hitler entraron en Kiev en 1941. Como ahora las de Putin. Es este un recuerdo perverso, devastador, que conocen todos los niños ucranianos en edad escolar. En todas las guerras, aunque sean en las antípodas, Diario, morimos todos un poco. Pero como el padre Zelinskyi, porque confío en Dios, quiero rezar y dejar que me invada la esperanza: en la esperanza vivo (17:51:40

jueves, 24 de febrero de 2022

24 de febrero de 2022. Jueves.
FILAMENTO DE ORO

Tela de araña, en el jadín. Torre de la Horadada.

-Jueves y sol; y un hilo de tela de araña luminoso, que, de lado a lado de la ventana, acoge a un sol horizontal. En el hilo de tela de araña el sol se extiende perezoso, invernal, y, sin deslumbrar, se muestra más vivo; la luminaria del sol –filamento de oro ahora–, brilla más. «¡Gozoso acontecimiento!», digo; acontecimiento en el que veo –absorto y conmovido– la providencia de Dios. El pájaro vuela y pía, y se goza en sus crías, y lo demás lo tiene por añadidura; la añadidura es el sustento y la libertad, o la carencia de cualquier agobio. En libertad, busca y, sin agobio –su canto lo revela–, encuentra y vive. Vive y da vida: con pico pródigo, alimenta a sus crías. Es la maternidad que amamanta, de pico a pico, hundiendo su pico, como pezón de leche, en el pico de la cría. Pico a pico: boca a boca, como dar vida alentando. El pájaro echa a volar y canta, y vuelve y canta, y alimenta a sus crías y canta; ha cumplido el presente y canta, sin plantearse el futuro. En la noche, calienta el nido y en el día vuela y caza, y vive; y da vida, cantando. Los lirios del campo ni trabajan ni hilan y ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos, dijo Jesús, el que contemplaba la naturaleza con ojos de plegaria. En la belleza, no cabe el agobio, y menos si lo bello es una tela de araña. La providencia  es la fe: o Dios, que por ser amor y ternura, y encuentro, también es Madre, como dijo el Papa Juan Pablo I, el del fugaz y sonriente pontificado. Dios, Diario, en el Amor, es la Totalidad (17:49:08).