24 de marzo de 2022. Jueves.
EL SINDICATO DE LOS POBRES
EL SINDICATO DE LOS POBRES
-Si yo, jubilado (o con el júbilo de la ancianidad sobre las espaldas,
júbilo riente), me propusiera hacer huelga, ¿qué se me aconsejaría? O
mejor: ¿qué debe no hacer un jubilado para hacer huelga? Me encantaría meterme
en la huelga y ejercer de huelguista, y patearme, holgando, las calles de mi
ciudad Sólo que no sé cómo. Yo, aunque jubilado, cada día suelo hacer ciertas
cosas: rezar, escribir, es mi hobby,
mi otro júbilo con el de la jubilación, profesar que vivo, mi corazón
funciona, y sentirme parte de la naturaleza, que canta en el pájaro, es flor
en el naranjo, o, al caer la tarde, conjunción de la Luna con Mercurio y
Júpiter en el cielo de marzo... ¡Ah, también leo! En el júbilo de mi jubilación
¿qué puedo hacer yo por la huelga? Esta vez, los sindicatos de Unai Sordo y Pepe
Álvarez (el que, sea invierno o verano, siempre va con una bufanda de pobre
anudada al cuello), no están. CCOO y UGT se han esfumado. ¿No les interesan los
problemas de la gente? El transporte, la subida de luz, los ganaderos, el
precio aberrante de los combustibles, el encarecimiento de la cesta de la
compra, la situación agónica de los agricultores, el crecimiento de los
impuestos, la pobreza del pobre, no parece importarles mucho; o les importa, pero para endorsárselo a
Putin, que, por lo visto, anda metido en el Gobierno, solo que no se le ve. Yo
deseo hacer algo por los huelguistas. ¿Qué actividad me recomendáis que deje? ¿Dejo
el rezo, el escribir? ¿Detengo mi corazón y dejo de sentirme naturaleza viva, con
el soplo del Espíritu de Dios alentando en mí? No. Me pondré en huelga de todo,
Diario, pero seguiré rezando: Dios está siempre al otro lado de la plegaria,
escuchando; le pediré que inspire, si es que se dejan, a los que están
obligados a solucionar estos problemas. Él, que pertenece al Sindicato más
antiguo y prestigioso, el de los Pobres, o Evangélico (12:17:08).