jueves, 5 de mayo de 2022

5 de mayo de 2022. Jueves.
EL SOL, ENTRE VISILLOS

Resucita el sol, la vida se alegra. Desde la casa sacerdoral. Murcia.

-Sale el sol, entre visillos, minusválido aún, después de tantos días de lluvia, que lo privaban de su esplendor. Los pasados han sido días de muchas lluvias, solemnes y, en ocasiones, bravas. Lluvias que rompen más que arreglan. Yo, cuando pido a Dios la lluvia, la solicito suave, deslizante, minúscula pero constante, para que entre bien en la tierra y la mulla, haciéndola blanda y suave, asequible a las raíces. Como el limón, el tiempo ha venido agrio. Entretanto, el gobierno de Sánchez, el garlopa, está metido en un charco de caos que es difícil que salga. Lo asfixiará su hedor. Leo a Luis Ventoso en El Debate: «El país empieza a anhelar a un tendero ordenado que sepa llevar las cuentas». Las colas del hambre se empiezan a ver cada día más largas en las puertas de las ONG que reparten comida y bienes comunes. «Lo primero y urgente –sigue Ventoso– es atajar la gangrena institucional y económica que aqueja al país». Con la parálisis y descrédito institucional peligra el Estado; con la económica, se derrumba el bienestar de la clase media y baja, la que se sube a un andamio o limpia las calles cuando el día aún no ha roto por el horizonte. Me enternece ver de madrugada a esos hombres que cada día fumigan e higienizan las aceras de la ciudad para que caminemos seguros y sin bichos maléficos que nos ataquen. Aunque como dijo Marie Kondo en su libro La felicidad después del orden: «La mejor limpieza es enfrentarse uno a sí mismo». Y saberse encontrar, Diario, tal como uno es, con luz de niño en los ojos y libre el corazón para poder volar más allá de los años y llenarlo todo de sueños imposibles, y, si es viable, con Dios como objetivo, llenando la esperanza (17:57:51).

miércoles, 4 de mayo de 2022

4 de mayo de 2022. Miércoles.
HACE 64 AÑOS

Huertas de Pliego y Mula, heridas por el rayo. F: La Verdad

-Día oscuro, sin contrastes; el sol da alegría a las cosas: las viste de colores y de sombras, les da vida. Como la lluvia, pero la lluvia lo hace en blanco y negro, y el sol, con luz. En días de sol el mundo se nos ofrece encendido, como el escenario donde van a ocurrir cosas importantes, en relieve, invitándonos a vivir, a soñar. Hoy, sin embargo, amanece un día sin sol, lluvioso. Tanto que la lluvia –11:30 horas– llora en los cristales, tal es la cortina de agua inclinada hacia el oeste que tamborilea en ellos. Ayer la televisión ofreció unas imágenes de la huerta de Pliego y Mula, impactantes, demoledoras. En Pliego hubo lluvia, granizo como bolas de tenis, y un tornado aterrador, de esos que, desde el cielo ennegrecido, se van retorciendo, girando como tornillos sobre sí mismos, soltando chispas, hasta llegar a la tierra y arrasar con todo. Ayer Pliego era un lamento: la fruta en el suelo y los arboles mutilados, arrancados de raíz, violentamente, como si hubieran sido plantas de geranio arrancas por una mano perversa. Hace 64 años, también en mayo –el día 13, recuerdo–, hubo una nevada impresionante. Yo estrenaba mi sacerdocio en Pliego, hacía unos meses que había llegado, y todo era novedad para mí. También la nieve, que solo había visto una vez de niño, y que apenas recordaba. Arruinó la cosecha. Ese día supe lo que era llorar con la gente, sentirme amigo, ser comunidad que siente y sufre con el desvalido e indefenso. Supe lo que era ser el otro, estar con el que llora y ríe, y amé más a la gente, como quiere un hijo de familia a hermanos y padres. «¡Todo perdido!», los veía llorar, y yo con ellos. Desde aquel día, Diario, hasta hoy, fui más de Pliego, más de pueblo sencillo y cercano, más de todos (13:20:31).

martes, 3 de mayo de 2022

3 de mayo de 2022. Martes.
HUÉSPED

Dios y custodia, santidad expuesta. Capilla Casa Sacerdotal. Murcia

-En la mañana, antes de nada, cuando aún no he dicho pan o amigo, trabajo o libro, o silencio, abro la boca y siento aletear los labios, están diciendo: «¡Oh, Dios!», sin alardes, con solo la música de la palabra, su sola hermosa y apacible entonación.. Dios no espía; Dios acompaña en la palabra y en la contemplación; la contemplación, dice San Juan de la Cruz, es «ciencia –inteligencia– de amor…; porque solo el amor es el que une y junta el alma con Dios». Como sucede con los cítricos, el gajo une y junta las pequeñas burbujas alargadas –gotas– de ácido que contiene el fruto. El gajo, con su leve telilla como blindaje, impide que el cítrico se derrame e inunde el mantel de la mesa con su zumo goloso y graso. La comunión sacramental, que es amor hecho eucaristía, junta y une, y en esa conexión con Cristo, transmite santidad. San Agustín dijo sobre la eucaristía: «Siendo Dios omnipotente, no podía dar más; siendo muy sabio, no supo dar más; siendo muy rico, no tenía nada más que dar». Dios, al comerlo, Diario, se hospeda en nosotros y llena la estancia toda –su nueva custodia– de virtud y santidad, de amor, se da todo (17:30:37).

lunes, 2 de mayo de 2022

2 de mayo de 2022. Lunes.
MADRID EN FIESTA

Goya, fusilamientos 2 de mayo, Madrid. Museo del Prado.

-El sábado, fiesta en Madrid: el Real Madrid, a cuatro jornadas de finalizar la liga, capeón a lo grande, y en Cibeles, con Ancelotti fumándose un puro y Marcelo, besando a la diosa; beso que tal vez ruborizara a la piedra. ¿Tiene sentimientos la piedra? Quizá, sí, o quizá, no: quién sabe. Madrid salió a la calle y llenó de paz y alegría la plaza donde Cibeles pasea, en carro de ruedas talladas, su corona y sus leones, tan vivos que en las noches –dicen– parecen oírse sus rugidos. Con mi sobrino Javi, mi madre disfrutaría del espectáculo, ambos madridistas y sufridores de pro, y que siempre están ahí: en las verdes y en la maduras. Pero aquella fiesta del sábado, cruzando el puente del domingo, se ha alargado hasta hoy lunes. Hoy celebra Madrid su levantamiento contra el invasor francés. Desde Móstoles, en 1808, Madrid sigue oponiéndose a las felonías de los impostores, como Napoleón y sus ejércitos. Con engaños, los franceses lograron apoderarse de una España debilitada y pobre, pero con dignidad. Al percatarse del engaño, Madrid enciende la mecha contra el invasor, que prende en toda España, hasta lograr derrotarlo. La aventura de José I Bonaparte duró un poco más de dos años, para, al fin, en 1813, huir de España, sin adulones; es decir, sin corte y sin corona: «Con el rabo entre las piernas», que diría un castizo. Fue entonces cuando se oyó el grito de Patria y Libertad, en la calle, entre gentes sencillas –herreros, aguadores, soldados, costureras, etc. –, iniciando así la batalla por el deseo de poseer una nación y gobernantes propios, con leyes nacidas del pueblo y no impuestas. Dice Gustavo Morales en El Debate: «Fernando VII no era digno de ese esfuerzo ni de ese sacrificio, pero España, sí». Fernando VII fue un rey felón, desleal, mentiroso. Dice Richard Bach: «Y fue cuando estaba cayendo, que abrí mis alas y aprendí a volar». El sábado y hoy lunes, Madrid en fiesta; el sábado por una causa deportiva, baladí (o no, según se mire); hoy, por una causa de honor y dignidad, la de un pueblo que buscaba su identidad, sus raíces, sin importarle la muerte, venciendo a Napoleón, entonces, terror de Europa. En el destierro, Napoleón dejó escrito: «Los españoles se portaron, en masa, como un solo hombre de honor». Es decir, España abrió las alas, Diario, y volvió a volar (18:10:53).

domingo, 1 de mayo de 2022

1 de mayo de 2022. Domingo.
MADRE FRANCISCA, QUE ESTÁS EN EL CIELO

Mi madre en mi ordenación sacerdotal, en Murcia. Año 1957.

-¿Día de la madre hoy? No me digas. Del mismo que respiramos todos los días, yo creía que todos los días eran día de la madre. ¿Dedicar sólo un día al año a respirar? ¿Y cómo se puede vivir espiritualmente, dedicando a la madre sólo un día, respirando sólo un día de ella? Yo, aunque muerta, respiro todos los días de mi madre, que está en los cielos. Así, con ella, y celebrándola, respiro un poco de Dios y de cielo, donde andan los otros seres que he amado; y que sigo amando. De este modo, el cielo se instala en mi recuerdo, como idea, y luego lo paladeo diciéndolo; se trata sólo de una palabra: « ¡Madre!», y con ella digo todo el cielo. Digo madre y el cielo la acompaña: todo el cielo, también con mi padre y mis hermanos. Yo −quizá irreverentemente− suelo rezar: «Madre, que estás en el cielo, santificado sea el nombre de Dios, ruega para que nos venga su reino, y que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo. Amén». Así la convierto a ella en peldaño o puente o pasadizo para tocar con mi lengua el nombre de Dios. A Dios sólo se le puede tocar con la palabra. Digo madre y toco con mi lengua a Dios, lo comulgo en la palabra que sale de ella. ¡Qué eucaristía más hermosa y más cercana! Comulgar a Dios y a mi madre en la palabra, y la lengua haciendo de cáliz o patena, o de cuenco de las manos donde beber, al paso, el agua de Dios con que suele calmar la sed de la fe; porque la fe siempre es sed, al tiempo que duda de cómo calmarla. Noche oscura del alma, lllama el poeta San Juan de la Cruz este anhelo. ¡Noche! Cuando la lengua no dice Dios, siento sed de él, y el modo de calmar esa sed es decirlo; digo «Dios» y la palabra que lo contiene calma esa sed. Madre Francisca, que estás en el cielo, todos los días te traigo a mi boca, y así, diciéndote, respiro en ti, y tú sigues viviendo en mí, con la bendición de Dios. Es mi forma de vivir y amar desde la distancia: así, de este modo tan natural, Diario, amo yo a mi madre, que está en los cielos (11:59:24).

sábado, 30 de abril de 2022

30 de abril de 2022. Sábado.
EL TIEMPO NO PASA

En mayo florido, con flores a María. Casa Sacerdotal. Murcia

-El mes se nos va como el que va bebiendo los últimos tragos –alivios de agua– en el desierto. Parece que fue ayer cuando amanecía aquel uno de enero con la Virgen trasladando a Dios en sus brazos –la Theotokos: “La que porta a Dios”– de un año viejo a otro nuevo, para que todo siguiera iluminado de verdad y justicia, de amor. Lo portaba con delicadeza de madre, para que el Niño no se rompiera ni su mensaje de amor. Es decir, para instalar en el mundo la paz, resultado de la vida de Dios en el tiempo. Solemos decir: «¡Cómo pasa el tiempo!». El tiempo no pasa, pasamos nosotros. Como el tren y el paisaje. El tren pasa y el paisaje queda. Quedan el horizonte, el almendro en flor, el trigal dorado. El tiempo se detiene, sin embargo, en el recuerdo, dice Jaroslav Seifert, poeta checo y Premio Nobel. Dice en un poema: «Cada día acaba algo, / acaba algo muy hermoso». Parece una triste lamentación, el lamento de un corazón herido, pero concluye el poema elevando la esperanza, la ensoñación, los vuelos del alma: «Cada día empieza algo, / empieza algo muy hermoso». Mientras vivimos, el tiempo es cómplice de lo que hacemos, y sentir por lo que dejamos de hacer. Hoy, Diario, se va abril, pero queda el paisaje del alma, que aún puede embellecerse con el mayo que llega, florido y virginal; y para el creyente, mes de María, la Portadora –siempre– de Jesús (17:39:09).

viernes, 29 de abril de 2022

 29 de abril de 2022. Viernes.
FUEGOS FATUOS

Quizá sea eso: aparentan lo que no son. F: El País

-Ya no sé qué creer. No sé si las señales de tráfico están bien puestas o son un engaño para que en la próxima curva me estrelle. ¿Por qué si me dicen que esto es un dos he de creer que es un dos y que, pensando así, nadaré en la abundancia? Pero es que, al fin, no son dos ni tres: son la ilusión de una paloma en el sombrero de un prestidigitador. O el típico conejo asustado que sale de la chistera en el circo de los espejismos. No son ni dos ni tres, ni el uno: en boca de los políticos, el dos, el tres, y el uno, son los fuegos fatuos que viera Medardo (El vizconde demediado, Italo Calvino) en el campo, tras una batalla. El fuego fatuo es una pequeña llama que se ve andar por el aire a ras de tierra. Como las promesas de los políticos. Los fuegos fatuos son luces pálidas que surgen en lugares pantanosos o en cementerios. En todo caso, son luces inaprensibles, escurridizas, como un poema romántico o una Dama de las Camelias cualquiera. Son algo que no es: un ser sin ser. Como las mentiras en boca de los políticos. Yo, antes de ser Su Persona, no conocía a Sánchez, y empezaba a creer en lo que decía. Pero ahora, después de unos años, lo veo como el hombre mentira, sin lirismo y sin verdad en los labios, sin nada que ofrecer ni que decir. Lo veo un socialista sin credo, es decir, reaccionario, seudo-progre, con sólo demagogia en su bagaje. El cementerio de la economía, de lo social, de lo institucional, está llevando a ser todo lo que dice fuegos de pantano y chiste, fuegos fatuos. «¿Y si alguna vez dijera una verdad?», pienso. Espero que así sea. Ejemplo: que nos diga él mismo sin recato, sincerándose con su conciencia, que siempre que habla miente; para que así, como diría Gracián, se haga creíble alguna vez «al personal y a sí mismo». ¡Ah, entonces, Diario! (12:54:55).

jueves, 28 de abril de 2022

28 de abril de 2022. Jueves.
EL AMIGO AMA

Carlos Amigo, amigo de todos. Sevilla. F: Prensa

-Dice la Sabiduría en el libro de los Proverbios: «El amigo ama en toda ocasión, y es como un hermano en tiempo de angustia». Amigo es aquél que, estando yo caído, me ofrece su mano, su mirada, y no la espalda; la mirada, en la que el corazón expresa sus silencios, traduce sus latidos. La mirada puede decir ternura, piedad; pero también rencor, desprecio. Lord Byron define de este modo tan bello la amistad: «La amistad es el amor, aunque sin alas». Sin embargo yo diría que ambos llevan alas, sólo que el amor nace con ellas y la amistad las va haciendo crecer poco a poco, como un plantel de lirios, en el jardín de los sentimientos. El amor es estremecimiento, vibración, a veces cruz que se da –el amor extremo–; la amistad, por el contario, está hecha de silencios, de pausas entrañables, de ritmos lentos, pero seguros. “Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos», decía San Agustín. La amistad es inclinarse ante el tirado a la orilla del camino y mirarlo, y, con la mirada, darle seguridad, ofreciéndole el hombro para llevarlo a un lugar de descanso y alivio: ser su samaritano evangélico. Es decirle al que sufre o ríe: «Déjame que alivie tu sufrimiento; permíteme que ría contigo». Hablo de la amistad porque me llega la noticia de la muerte del amigo de Dios Carlos Amigo, cardenal. Amigo de apellido, y Amigo para todos en el amor. «Acogió y regaló el amor de Dios», dice de él Carlos Osoro, obispo de Madrid. Bello epitafio para una vida evangélica de amistad, de amor, de dádiva, que sólo la muerte ha podido interrumpir en la tierra, para seguirla en el Más Allá con Dios, donde el Amor, Diario, es la misma Vida íntima de Dios y de los que le contemplan (12:20:43)

miércoles, 27 de abril de 2022

27 de abril de 2022. Miércoles.
ALELUYA DEL TRABAJO


Bella arquitecttónica, en Sineia. Rumanía.

-Tras la Pascua, dejo el aleluya en una esquina de mi corazón –no la alegría– y me dispongo a vivir el día a día con el otro aleluya del trabajo; es decir, el aleluya del deber y el hacer, para de este modo ir completando, aunque sea con una pequeña tilde en la i, la gran obra creadora de Dios. «Que cada cual ponga al servicio de los demás, la gracia que ha recibido», escribe San Pedro. Yo pongo la palabra, el soplo, el aleteo de silabear vocablos; otros ponen la piedra, el acero, el cemento, las matemáticas, para así ir completando la belleza de lo creado. La creación, desde el primer instante de luz, es color, variedad, inmensidad, vorágine; luego, con el soplo de Dios al barro, forma y da vida al ser humano, hecho a su imagen: engalanando de dimensión espiritual lo creado; mas todo está incompleto. Hay que ir componiendo, poco a poco, pincelada a pincelada, ese lienzo impresionante de belleza que es la Creación. Decía Confucio, pensador chino, que cada cosa tiene su belleza, «pero no todos pueden verla». Si no encuentras belleza en ti, no busques fuera: nunca sabrás qué es lo bello y qué lo feo, qué es gracia y qué ordinariez, y andarás perdido en este mundo de tanta belleza escondida, aun dentro de ti. En la luz siempre hay algo bello, que luce, que destella. En todo caso, Diario, yo digo con el poeta griego, Constantin Kavafis: «Contemplé tanto la belleza, que mi vista le pertenece» (18:47:13).

martes, 26 de abril de 2022

 26 de abril de 2022. Martes.
SANTIDAD Y SABIDURÍA

San Isidoro de Sevilla. Biblioteca Nacional. Madrid. España

-La iglesia celebra hoy a Isidoro de Sevilla, santo y sabio. La santidad y la sabiduría se dan la mano, se entretejen como una cesta de mimbre, como una red de pesca. Fue un escritor fecundo, un infatigable investigador y recapitulador de conocimientos. Su obra más conocida es las Etimologías, espaciosa enciclopedia que muestra la evolución del conocimiento de la antigüedad pagana y cristiana hasta el siglo VII. En ella se recogen y ordenan todos los ámbitos del saber de la época. En la misma se dan cita la teología, la historia, la literatura, el arte, la gramática, el derecho, las ciencias naturales, la cosmología, etcétera. Gracias a su esfuerzo hizo posible la perduración de la cultura grecolatina –que ahora pretenden olvidar y destruir el sanchismo y sus talibanes– en la España visigoda y el resto de Europa. Santidad y sabiduría, o Dios en el conocimiento y el acontecimiento. Desde aquel primer soplo –aliento, exhalación– sobre el barro, en el principio de los tiempos, Dios anda encendiendo e iluminando la mente del ser humano. Dios ayuda a soñar, a volar sobre la ciencia y las cosas para hacerlas más próximas y humanas, dejando, sin embargo, la posibilidad de errar, pues la humanidad, ante todo, es libre. Dios nada impone, da el destello y deja que produzca el efecto, que surja la obra, la Piedad de Miguel Ángel o el Anticristo de Nietzsche, el más corrosivo y virulento alegato contra Dios. Lo mismo que deja que seas feliz o andes por caminos de desgarro o rotura. Aunque avisa, por medio de los santos. Advierte San Isidoro: “Aunque seas el más alto, ten humildad». Virtud, Diario, que le faltó al filósofo y que, sin embargo, embelleció a San Isidoro. Dijo Umberto Eco: «El diablo es la arrogancia del espíritu», destruye, agota, y, a veces, es sabiduría sin sonrisa (18:00:47).

domingo, 24 de abril de 2022


24
de abril de 2022. Domingo.
LAS LÁGRIMAS CURAN

Pelícano, simbolo de Cristo. Iglesia de la Natividad. Israel

-Me conmueve la escena de Jesús, invitando a Tomás a meter el dedo en las heridas de sus manos y la mano, en la abertura –siento escalofríos– de su costado. Para que crea; aunque ya no será fe, sino tacto: convulsión íntima por haber tocado un mundo de carne rota y nervios destrozados. «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo», les dice a los otros discípulos que lo han visto. El evangelista no nos dice si Tomás llegó o no a hurgar en las llagas abiertas y aún con sabor a cruz de Jesús. Solo nos dice que dobló su soberbia, la hizo humildad, y exclamó: «¡Señor mío y Dio mío!», y su arrogancia cayó de rodillas, confusa, hecha llanto, lágrimas, quizá, de gozo. Hay veces que las lágrimas curan, si se está de rodillas y no subido al podio de la vanidad, la que se cree rica, cuando en realidad va vestida de harapos. Luego se oye esa nueva bienaventuranza de Jesús, de la que gozamos todos los que nos dejamos seducir por la fe. «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto». Y, desde ese momento, el corazón de Dios se percibe lleno de piedad; piedad que se hace eucaristía y, en el pan y el vino, se da ágape, partido y repartido: pan y vino, que dejan, Diario, sabor a Cristo –¡aleluya!– resucitado en la boca (20:12:30).

sábado, 23 de abril de 2022

23 de abril de 2022. Sábado.
LOS SILENCIOS HABLAN, EN EL LIBRO

Santos con libro. Monasterio Santa María. Batalla, Portugal.

-En la biblioteca, los libros hablan aun estando cerrados. Como las ostras, encierran perlas que son tesoros. Por ser docto, el libro es el ser más pacífico de todas las cosas con las que convivimos, y, sin embargo, el más castigado; en cualquier revolución lo primero que arde son los libros. Sin libros, los silencios no serían sabios. Irene Vallejo, en su historia sobre el libro El infinito es un junco, cita a Mia Couto, novelista y poeta mozambiqueño, que dice: «Parecen dibujos, / pero dentro de las letras están las voces. / Cada página es una caja infinita de voces». Las voces de los libros solo se oyen si los abres y, con humildad, les pides que te hablen. Entonces, entre el libro y tú los silencios hablan, del lado del libro y del lado de lo que tú piensas. En un diálogo de silencios inolvidable, el libro dice y tú le contestas: como el agua y el bosque, que siempre andan en diálogos de amor agradecido. El agua se da a sus raíces y el bosque lo agradece purificando el aire; aire de la que ella se nutre, con el oxígeno y el hidrógeno que le ofrece. Un libro, que siempre es un viaje, solo se hace aventura si alguien lo lee y, cautivo de su lectura, lo hace vida en su vida; o, desgarrando su sensibilidad, deja que sus páginas lo invadan y lo hagan sentirse a sí mismo cosa narrada en aquello que lee. A Dios, Diario, se la lee en la Biblia, al igual que a las cosas creadas por Él en la infinitud de los libros que andan por el mundo, pidiendo, por favor, ser leídos; es decir, ser escuchados (12:58:44).

viernes, 22 de abril de 2022

22 de abril de 2022. Viernes.
BELLEZA DEL ROSTRO HUMANO

Asombrado de lo que ve, él que es canto y paz. En Cádiz. 

-Es éste un abril de cenizas que muchas mañanas aparece teñido de gris, y no deja al sol campar a sus anchas. El sol se lía entre nubes y permanece cubierto por ligeros edredones de niebla. Leo la prensa y lo que nos cuenta da para el llanto y para la sonrisa. Para la ternura y la sonrisa el lance de los dos bebés que escapan de la guardería en una moto de juguete y recorren 300 metros, jugando, inconscientes, con el ángel de la guarda y el peligro. Felizmente, vence el ángel de la guarda, y, salvo el susto de los mayores, atónitos por la hazaña, quedan la risa de los bebés, traviesos y aventureros, y el angustia del ángel que, con el dorso de la mano, se limpia, estremecido, el sudor frío de la frente. Por contra: la pavorosa noticia de Mariupol, Ucrania, en la que encuentran 9.000 civiles inhumados en más de 200 fosas comunes, tras los desmanes rusos. La guerra mata y abre fosas, y destroza ilusiones. Dijo el Papa Francisco en Malta: «Y mientras algún poderoso, tristemente encerrado en anacrónicas pretensiones nacionalistas, fomenta y provoca conflictos, la gente de a pie advierte la necesidad de construir un futuro que, o será juntos, o no será». Y añadió el Papa: «Es urgente devolver la belleza al rostro del hombre, desfigurado por la guerra». La guerra es fea, es devastación, ruina inmensa, injusticia; la paz, por el contrario, es luz en los ojos, sueños de progreso, felicidad de los niños, fiesta de la humanidad. Esforzándonos por conseguirlo, Diario, digamos con el Papa: «En la noche de la guerra, soñemos con la paz». De este modo, al despertar, contemplaremos en nuestros ojos palomas de bondad y no aves carroñeras picoteando, sin mesura, en nuestros propios despojos sacrificados, pues la guerra destruye todo, aun a aquél –a ti– que no desea la guerra (18:32:21).

jueves, 21 de abril de 2022

21 de abril de 2022. Jueves.
ABRIL

Gota de agua en el jardín. Torre de la Horadada. 

-La poesía se hace sol,
paloma,
gorjeo de niño,
polen de rosa,
fertilidad de biblioteca,
peine del aire despeinando las palmeras.
Hoy, día de la poesía,
el sol sale acristalado,
empieza su paseo triunfal.
Toco a Dios en una gota de agua;
y Dios, en la gota de agua,
me dice su belleza.
La bebo
y me invade la Perfección.
Hoy, día de la poesía, he compuesto este breve poema. En él, Diario, intento describir el día y alabar al Creador (17:54:43).

miércoles, 20 de abril de 2022

20 de abril de 2022. Miércoles.
GOZO POR LA VICTORIA

Amanecer en Murcia, aleluya. Ayer. Aleluya. Casa Sacerdotal.

-Este domingo me admiraba Pedro –el Santo– llenándosele la boca con la victoria de Jesús. Pedro es el aleluya –la exultación – que predica y cura. Y este gozo por la victoria de Jesús en su boca, se hacía aleluya y curación en un paralítico que pedía limosna en la puerta Hermosa del templo. Nos lo cuentan los Hechos de los Apóstoles. Como Pedro no tiene ni oro ni plata que darle, le da lo que tiene: su fe en Jesús resucitado, fe que, además de alegrar a Pedro, hace andar al paralítico. La fe no sólo salva al que la tiene, sino también al que está cerca del que la posee. Pedro, en la noche de las negaciones, era un simple amigo, vencido, de Jesús. Ahora, sin dejar de ser el amigo, es un creyente en Jesús. Y esta fe en Jesús le hace ser lo que no fue aquella noche: un testigo fiel de Jesús, que cura en su nombre. Es lo que tiene la fe: que hace al amigo más de fiar. Jesús aquella noche de negaciones y gallo miró a Pedro y el amigo entendió la mirada y se fue a llorar su pecado. Ahora, con la fe, Pedro no sólo es amigo que ríe sino que hace reír al paralítico. Jesús, que es victoria, lo es también en los que creen en él: y en esta ocasión lo es en Pedro y en el paralítico. Jesús es la victoria, el aleluya, el que es ensalzado en la misma muerte; pues su muerte, Diario, es el umbral, el pórtico de su glorificación, de su aleluya celeste, infinito, coral (12:14:23).

martes, 19 de abril de 2022

19 de abril de 2022. Martes.
BANDO DE LA HUERTA

La Virgen de la Fuensanta, antes de la misa huertana. Murcia. F La verdad

-Tras una noche de lloviznas moderadas, voladizas, amanece un sol de día de Bando de la Huerta; es decir, festivo y costumbrista, panocho y con zaragüelles. Hoy, la arcaica, la arqueológica huerta entra y se hace presente en la Murcia moderna, con desfile de carrozas y reinas, y niños que ríen vestidos de huertanos. El Bando de la Huerta es el correr del brazal y la acequia que «alegran la ciudad de Dios». La huerta, que cada mañana viene a los mercados en forma de frutos, hoy se hace presente en la vestimenta y en los andares por la ciudad de gentes ataviadas con el traje regional. Y la barraca, que toma cuerpo en jardines y parcelas acotadas de la ciudad. Es la tradición más hermosa hecha realidad. Hoy se ve y se revive en color lo que antaño sucedía en blanco y negro. Con la misa huertana, celebrada en la plaza de Belluga, ante la Virgen de la Fuensanta. Porque cualquier oración del huertano, dice su himno, «pasa por tu camarín». En la Casa Sacerdotal también ha entrado la huerta. El comedor se ha vestido de huerta, y los residentes de recuerdos. Yo nací en Molina cuando era un pueblo de huerta y no una enorme ciudad, con las calles estrechas de entonces y los altísimos rascacielos de ahora. No me acostumbro a vivir en la Molina de ahora, con poca calle y menos cielo, y demasiado cemento perdiéndose en las alturas. Murcia, hoy, Diario, se viste de huerta, y en sus amplias avenidas, se celebra la bendición de la tierra y del agua, y la convivencia serena de sus gentes, que festejan la alegría de vivir y el orgullo de ser huertano, con acentos de nostalgia y nuevas esperanzas en el porvenir (17:47:31).

lunes, 18 de abril de 2022

18 de abril de 2022. Lunes.
DE SPORT

Con un libro y Dios, se anda bien el camino. Murcia

-He prescindido de las botas y la cazadora y me he empezado a poner de sport, sin deporte, pero en plan deportivo; la primavera ha empezado a parecerse a ella misma y ya no es tísico esperpento de aspecto invernal, sino dama de bien vestir y mejor ver; sus vestidos son florales, como de tonadillera, y, aunque se ponga de tirantes y desnuda de hombros, ya no se enfría. Todo es vuelo, desde el gorrión hasta los sueños. Sin embargo, el frío sigue, no en la carne, sino en el alma: la primavera ayuda, pero hay fríos en el alma de los españoles, que ven morirse o irse al traste su estado del bienestar y sobre todo su estado de inocencia moral, tras el apagón de Sánchez, el iconoclasta. La primavera política se viste de harapos invernales tras el paso terrible por el archipiélago Gulag económico, de ingeniería social y moral del sanchismo: esa cosa inodora e incolora que, como la radiactividad, mata sin ser percibida. Sin invierno externo ya, me hiela el alma, sin embargo, el frío interior de nuestra decadencia espiritual, sin valores dignos y fundamentales a los que agarrarse: todo es farsa, teatro. Menos mal, Diario, que leyendo y rezando todavía somos libres: nuestra intimidad nos salva (19:09:18).

domingo, 17 de abril de 2022

17 de abril de 2022. Domingo.
BROTÓ EL ALELUYA

Aleluya, resucitó. Murcia.

-De la noche oscura, brotó el Aleluya, signo de resurrección, de vida. Se recobra la alegría. Vivir la liturgia en una capilla es entrar en el interior o cripta (lo más íntimo) de la celebración. Y digo cripta por no decir alma; el alma de la liturgia. Es el ámbito por donde más cómodo debe moverse Dios. Dios anda más por lugares de intimidad que por catedrales (bellas, sin duda) de solemnidad. A Dios lo demasiado solemne le debe producir una cierta fatiga; dirá: «Siempre lo mismo: ¡tanto esplendor en el cielo, y aquí abajo!» Las raíces viven en la intimidad de la tierra, donde la vida es latido, vibración, suceso, pero ocultos. Algo así como el morir del grano de trigo; que muere en la tierra, para, desde la tierra, ser espiga y oro en la recogida. La liturgia en la Casa Sacerdotal es algo así. Es liturgia de dentro a fuera; porque, en el adentro, parece más. Jueves Santo ha sido, ante todo, una bella celebración, reposada, íntima, en común, pero desde la clandestinidad abierta del espíritu, sin aspavientos. Se ha vivido lo que es ser Iglesia, pero desde lo más entrañable, que en más de un caso es peregrinación del alma hacia los sentidos. No al revés. Como la fuente, que, desde el silencio primero, se hace alegría luego en el arroyo y arrebato en la cascada. El jueves, en la cena del Señor, hasta sonó un teléfono. Quizá fuera la llamada que se nos hacía desde el sufrimiento de Jesús, para que nos invadiera el momento y lo metiéramos en nuestro interior, donde nacen las aventuras más hermosas, las del amor. ¿O por qué no para anunciarnos la alegría adelantada: el aleluya Pascual? Con el que, sin grandes aspavientos y en la sencillez hermosa y espiritual de nuestras almas, Diario, nos alegramos y vivimos, sin demasiados ruidos exteriores, o solo con los naturales de nuestras toses, bondadosamente acogidas, sin duda, por el Señor (17:21:27).

sábado, 16 de abril de 2022

16 de abril de 2022. Sábado.
VISTIRSE DE RESURRECCIÓN

Volverá a florecer. Salinas de San Pedro. Murcia

-Hoy llamamos, con unción y casi como plegaria en los labios, Santo al Sábado: Sábado Santo; es decir, el adjetivo ennobleciendo al sustantivo. Si decimos sólo sábado, lo solemos confundir con tantos otros sábados en los que viene el día, la noche, hay un pájaro que canta, o enmudece, un niño que llora, llueve, sale el sol, es invierno, verano…; pero si le añadimos santo, todo cambia. Queremos decir que la santidad anda por medio, aunque esté silenciada, aparentemente humillada en un sepulcro, pero a punto de florecer. La rosa se hace rosa en silencio, como el poema. En el silencio se suele escuchar el silencio de Dios, decía San Juan de la Cruz. María vivió el sábado del sepulcro, de la ignominia, esperanzada. Los discípulos se dispersaron; María, sin embargo, con el corazón entristecido, y en silencio, perseveró en la fe, en la esperanza, en el amor: o el triángulo, sin ruidos, que nos salva, y libera. Dios nos habita en silencio, nunca con estruendo. María concibió por obra del Espíritu Santo, en silencio. En el silencio, dice el libro de Job, Dios enseña la sabiduría. Y Jesús, en el sepulcro, mientas baja a los infiernos a salvar a los santos que esperaban su venida, prepara su salida triunfal del sepulcro, en mitad de la noche, cuando todo duerma. Dios, dice San Juan de la Cruz, siempre habla y llega al ser humano en silencios elocuentes. Yo, espero, con otros muchos hermanos más, Diario, que esta noche Jesús, el crucificado, se desprenda de la muerte y se vista de resurrección, para permitirnos cantar, con lágrimas de alegría en los ojos, el Aleluya, y dar el abrazo de paz, «urbi et orbi»; es decir, a los cercanos y a los del confín de la tierra, como una marea de paz y cercanía, de amor (12:37:16).

viernes, 15 de abril de 2022

15 de abril de 2022. Viernes,
LA GRAN TRISTEZA


Amanecer de Viernes Santo, triste, en Murcia. Casa sacerdotal.

-Dice el evangelista (o cronista) San Marcos que, un día como ayer, Jesús y sus discípulos fueron a una finca llamada Getsemaní (“molino de aceite”) a hacer lo que Jesús solía: a orar. Y se llevó aparte consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, y les dijo: «Me muero de tristeza: quedaos aquí velando.» Morir de tristeza; o morir de dudas y abatimiento, en una infinita soledad. Morir sin nada a lo que poder agarrarse, desafiando incluso a la esperanza. Porque la tristeza ya es una muerte en sí misma; morir en la tristeza es morir en el mar infinito de todas las angustias. Es morir en el mismo terror de la muerte. Jesús, en este caso, revela su estado de ánimo: antes de la muerte en cruz, ya ha muerto en el miedo a morir y en la zozobra del preguntarse y todo esto para qué. Morir, bueno; ¿pero hay una razón para morir? Por eso Jesús clama: «¡Abba! (que significa: «Padre»), aparta de mí este cáliz.» Es decir, esta muerte del miedo a morir que ya es muerte, esta bebida de tormento que es la espera, esta borrachera de amargura de la que ya hablara el profeta Ezequiel. «Te emborracharás de amargura.» (Ez 23, 33). «Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.» Y se hace lo que Dios quiere: sucede la muerte en cruz: donde se dan cita todas las angustias y miedos, todas las zozobras, las dudas, las injusticias de la humanidad, y la misma muerte, para ser en ella, en la cruz, gloriosa redención. En la cruz, Diario, muere el miedo a morir, y hasta el mismo morir –la gran tristeza– se hace Vida, resurrección (12:38:28).