martes, 3 de mayo de 2022

3 de mayo de 2022. Martes.
HUÉSPED

Dios y custodia, santidad expuesta. Capilla Casa Sacerdotal. Murcia

-En la mañana, antes de nada, cuando aún no he dicho pan o amigo, trabajo o libro, o silencio, abro la boca y siento aletear los labios, están diciendo: «¡Oh, Dios!», sin alardes, con solo la música de la palabra, su sola hermosa y apacible entonación.. Dios no espía; Dios acompaña en la palabra y en la contemplación; la contemplación, dice San Juan de la Cruz, es «ciencia –inteligencia– de amor…; porque solo el amor es el que une y junta el alma con Dios». Como sucede con los cítricos, el gajo une y junta las pequeñas burbujas alargadas –gotas– de ácido que contiene el fruto. El gajo, con su leve telilla como blindaje, impide que el cítrico se derrame e inunde el mantel de la mesa con su zumo goloso y graso. La comunión sacramental, que es amor hecho eucaristía, junta y une, y en esa conexión con Cristo, transmite santidad. San Agustín dijo sobre la eucaristía: «Siendo Dios omnipotente, no podía dar más; siendo muy sabio, no supo dar más; siendo muy rico, no tenía nada más que dar». Dios, al comerlo, Diario, se hospeda en nosotros y llena la estancia toda –su nueva custodia– de virtud y santidad, de amor, se da todo (17:30:37).

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