25 de junio de 2022. Sábado.
DANZA DEL EMBRIÓN Y EL FETO
DANZA DEL EMBRIÓN Y EL FETO
-Ayer fue San Juan y anteanoche, las hogueras. San Juan fue de oficio
precursor, profeta, y las hogueras son precursoras de San Juan. San Juan allanó
caminos y señaló al Señor; fue delante del que tenía que venir. Y es que todo
precede a lo que sigue; por ejemplo, la vida es precursora de la muerte, y
ésta, de otra vida. Todo es círculo, todo es esfera, como diría Pascal. Todo es
punto de donde partir y al que volver. San Juan, antes de serlo, santo, saltó
en el vientre de su madre; no pataleó, bailó. Como las hogueras en la noche de
San Juan, que bailan en las llamas. Ante la presencia de Jesús, que era embrión
en el vientre de María, Juan, feto, danzó en el vientre de su madre, por la
vida. El embrión de un lado pasa su alegría al feto del otro. En María e
Isabel, de vientre a vientre, la vida danza; ellas son dos vientres hinchados
de alegría, de todos los gozos. Ya lo dijo el ángel: «Alégrate, llena de
gracia» (Lc 1, 28). María acababa de concebir e Isabel estaba de seis meses, y
el embrión hace danzar al feto: el baile del hijo en el vientre de su madre. María se alegra –mandato del ángel– y comunica su alegría a lo que hay
en el vientre de Isabel; es la danza de los aún no nacidos, que traen vida
nueva, si el egoísmo no la frustra. Ambas, María e Isabel, con ojos danzantes
de embarazadas, trasmiten sus gozos a los hijos de sus entrañas, y danzan; pero
parece que San Juan se movió más: «saltó de gozo el niño en su seno» (Lc 1, 1,
41). Ambos, en los vientres respectivos, juegan juegos de danza. En los salmos,
se habla constantemente de danzar y de instrumentos que incitan a la danza.
Son invitadas la cítara y el arpa a que despierten, porque «voy a cantar, voy a
salmodiar, pues tu amor, Señor, es grande hasta los cielos» (Sal 107). Las
llamas de las hogueras de la noche de San Juan trenzan la danza del feto de
Juan en el vientre de su madre: «saltó de gozo». Mañana, manifestación en Madrid en defensa del don de la vida,
de la danza de la vida, desde el embrión y el feto hasta el hallazgo de la
persona humana, la que ríe y llora, la que habla y recrea las cosas diciéndolas, la que Dios creó a su imagen y semejanza. Mañana, Diario, en las
calles de Madrid, danzará la vida (12:06:16).