domingo, 2 de octubre de 2022

2 de octubre de 2022. Domingo.
SIN ASIDEROS

Muerte del árbol, en Salinas de San Pedro del Pinatar. Murcia.

-Una vez más octubre; y yo, con un año más que echarme a la espalda, al ánimo, a la decepción, quizá; no me gusta cumplir años porque son años descontados a la vida. Contar y descontar; de ochenta me llevo ocho, menos ocho, y de setenta, siete, y así, hasta volver al año cero: al bello y estremecido año en que ocurriera aquello que llamaron primer latido y que diagnosticaron como vida, una vida nueva, mi vida. Y con la vida, la muerte. Y no es que yo tema las postrimerías o novísimos (que no serán tan nuevos, cuando son tan viejos); temo, por el contrario, no haber negociado bien el principio y el intermedio de mi vida, con todos sus alrededores, y quedar, al final, con los ojos y los pasos vacíos, y las manos, tal vez, sólo con una brasa o palo ardiendo al que agarrarme; es decir, sin asideros. O con sólo uno: el de la fe, que mueve montañas y abre cielos, aunque sean cielos nuevos y tengan, por ser el amor su única vía de llegada, accesos tortuosos y difíciles, pero asequibles. Hoy, en la misa, se oía esta petición urgente por parte de los discípulos a Jesús: «¡Señor, auméntanos la fe». Petición, Diario, a la que me sumo (18:02:45). 

sábado, 1 de octubre de 2022

1 de octubre de 2022. Sábado.
TRIMESTRE DE LOS SILENCIOS LARGOS

Otoño colorea en dorados, en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante

-Ido el tercer trimestre del año, se abre otro: el postrer trimestre en el que invernarán las cosas. Es el trimestre de los silencios largos y las nevadas blancas. Y de los témpanos y las aguas congeladas, el trimestre de la pobreza helada. ¡Qué fría es la helada pobreza del pobre! Menos mal que la pobreza no paga impuestos; si fuera así, sería la injusticia y la perversidad total. Imaginad a un pobre ahorrando para pagar a hacienda el IVA por las limosnas que recibe. ¿No lo habrán pensado los políticos? Los políticos que tanto piensan para que cada día seamos un poco más pobres, no han caído en este impuesto a los pobres, para hacerlos más pobres. Triste. Decía Séneca: «El pobre carece de muchas cosas, el avaro carece de todo». Tal vez veas a un pobre reír; jamás a un avaro. El avaro es el mezquino que nunca tiene suficiente, el que crea miseria a su alrededor, y vive lamiendo y gustando esa miseria. Yo afirmaría con san Bernardo de Claraval: «El avaro, por temor a ser pobre, vive siempre en la pobreza». En otoño e invierno, Diario, las cosas invernan, reposan, se hacen dolor, muerte, para hacer más bella y lírica, y exuberante, la primavera. Cosas de Dios (13:14:17). 

viernes, 30 de septiembre de 2022

30 de septiembre de 2022. Viernes.
REZAR Y ESCRIBIR

Reportaje en Vida Nueva, de joven. F: FotVi-2013

-Rezar y escribir: así estreno el día. Contemplo la luz y bendigo; es decir, rezo. Luego, me veo imagen de Dios, y trabajo: con la pluma; o con la página en blanco, que lleno de garabatos y que siempre pretenden decir algo. Hasta que, a veces, tras mucho pensar, dicen algo. Sigo, pues, el lema monacal de San Benito: «Ora et labora», reza y trabaja. Es ésta mi etapa de eremita, la última, en la que, enlazando con los ideales del egipcio San Antonio y del italiano San Benito, rezo (lo justo) y laboro (bastante); y el tiempo que resta, lo dedico a vivir, que no es poco. En este vivir, incluyo el bello ejercicio de la contemplación pausada de las cosas. Y, al ser rico en ensoñaciones, sueño, aun despierto; y de los sueños me salen poemas y cosas así; es decir, textos. Que es un poco (lo digo con toda modestia y humildad) como andar por el mundo de lo infinito, por el que Dios se mueve, para tratar de arrebatarle algo de su afán creador, y hacerme así creador con él, o recreador de lo que ya él antes ha ido conformando. Él inspiró el Cantar de los Cantares, y yo trato de recrear ese Cantar para hacerlo cantar nuevo o distinto. (Y en algún verso –quizá haya quien así no lo vea–, creo haber rozado su belleza. Solo rozado). Si él me creó a su imagen, ¿por qué no intentar hacerme yo creador con él? Escribía Voltaire (cito a Borges) que si Virgilio es obra de Homero, Virgilio fue de todas sus obras la que le salió mejor.  Y Homero, y Virgilio, y Borges, y tantos otros, son bellas sombras de la ingente obra creadora de Dios. Cantaba Claudio Rodríguez, poeta insigne: «Siempre la claridad viene del cielo…». Siempre, Diario; también la claridad de las almas puras, como la del niño inocente que muere en Ucrania sin saber por qué o la del sencillo de corazón, que, a pesar del ambiente, sigue creyendo en la misericordia de Dios, y, alumbrado por su fe, reza (17:27:51).

jueves, 29 de septiembre de 2022

29 de septiembre de 2022. Jueves.
ACUARELA DE DIOS

Esta mñana amanecía así en Murcia. Casa Sacerdotal. 

-Esta mañana amanecía con el cielo color naranja y una raya negra –borrón de un dedo invisible, quizá– que predecía un bello día. El sol de otoño, como diría García Lorca, es un sol físico, cordial, amable. Epitome lírico o resumen del gran sol del verano, digo yo. Más tarde el cielo se ha ido cubriendo, pero el sol ha seguido iluminando, y yo, que amo la luz, le he dado las gracias, por la vida, por los colores, por las hojas que caen y alimentan la tierra. El poeta Leopoldo Lugones decía: «No temas el otoño, si ha venido. / Aunque caiga la flor, queda la rama. / La rama queda para hacer el nido.» El sol de otoño es una vidriera por la que entra la luz al templo de la vida, para vestirlo de acuarela de Dios. En otoño, Diario, se van los vencejos, las golondrinas, pero quedan los gorriones, las palomas, y la plegaria de cristalera del corazón, llamando, sin estridencias, en la misericordia de Dios (12:49:23).

miércoles, 28 de septiembre de 2022

28 de septiembre de 2022. Miércoles.
INCÓMODO

La sabiduría llega de arriba. La Asunción. Molina de Segura.


-El sabio es el que inventa la sabiduría. También lo es, aunque en grado menor, el que hace glosa de ella. La Sabiduría creó el mundo y lo embelleció; es decir, la Sabiduría que hablaba, y que, en la Palabra, se hizo hombre. ¡Un Dios Palabra; o un Dios que habla! En el libro de la Sabiduría –la que configuró el mundo–, se desparrama y se ofrece como guía para la vida del hombre. Y también para la vida que existe a su alrededor, la naturaleza. La Sabiduría es servidora del hombre, a la vez que camino del hombre. Señala el camino, y al momento se tiende para ser ella misma el camino. Ningún sabio es solemne ni exaltado. La sabiduría, por sabia, es humilde, y, luego de darse, se postra. Pues esta es la sabiduría que avisa y nos dice que el justo está en el mundo para desorientar al malvado y denunciar su impiedad. Sin palabras, quizá. Sólo con su presencia. Tanto es así que la sabiduría informa de las intenciones del impío para que el justo pueda sortearlas. Libro de la Sabiduría: «Se dijeron los impíos: Acechemos al justo, que nos resulta incómodo». Incómodo por el solo hecho de ser justo. La luz, por débil que sea, denuncia y repliega la oscuridad. La luz nacida de la oscuridad, asombra; mientras que la oscuridad, que sobreviene a luz, aterra. En otra traducción del mismo párrafo se dice: «Tendamos lazos al justo, que nos fastidia». Incomodidad y fastidio causa el justo, Diario, al que vive de la iniquidad y el engaño, de lo inmoral y lo vil; su sola luz lo hace entrar en cólera (13:18:57).

martes, 27 de septiembre de 2022

27 de septiembre de 2022. Martes.
UNA CIERTA TRISTEZA

Riada Javalí Viejo, el agua rompió paredes. Murcia. F: Prensa

-En la madrugada del domingo al lunes, llovió intensamente en Murcia. Hacía meses que la lluvia huía de nosotros, como la paloma huye del halcón. Los campos estaban agrietados, sedientos, como desiertos. Un trueno desgarrado en la noche y la lluvia se desató, gruesa, poderosa. Daba en los cristales de la ventana, como si quisiera entrar y meterse en mi sueño. Una pesadilla. «Por fin llueve», me dije, y me dormí. A la mañana siguiente, leo la prensa y me entero del drama de las inundaciones, de las catástrofes humanas que ocasionó. Quedaban nubarrones en el cielo, pero nada de lluvia. Investigo y descubro lo ocurrido en Javalí Viejo, donde vive mi familia más cercana, y donde les asistí como párroco durante quince años. Por eso, acontecimientos como este me duelen más. Se llamaba Antonio y dormía en el salón de su casa. La lluvia reventando muros, entró en sala donde descansaba y lo arrastró. Hubo personas que lo vieron pedir auxilio cuando lo arrastraba el agua, sin poder hacer nada. Un amigo de Javalí lloraba al recordarlo, desesperado. Aquí cabrían los versos de Cesare Pavese: «Descenderemos al silencioso remolino. Bajaremos al abismo.» La naturaleza, a veces, es cruel, terriblemente hermosa y cruel. La naturaleza crea cascadas, bosques, desiertos, y alguna vez tragedias; pero la naturaleza, casi siempre avisa. La estamos degradando y ella nos advierte, nos dice que no sigamos por el derrotero de su destrucción, que, si ella muere, también nosotros. Lloro la desgracia de Javalí Viejo, la muerte de Antonio, el dolor de tantos, todos amigos; lloro y rezo, y pido, Diario, que, si es posible, no vuelva a ocurrir. Solo me quedan el silencio y «una cierta tristeza», con lágrimas (12:59:03).

lunes, 26 de septiembre de 2022

26 de septiembre de 2022. Lunes.
DIOS HABITA EN MI BOCA

Jesús, descansa su cabeza en la cruz. Liubliana. Eslovenia.

-Si digo pobre, meditándolo, en una reflexión sincera, notaré que Dios habita en mi boca, como si lo masticara, como si lo comiera eucaristía. Como he dicho en otras ocasiones, Dios ama al pobre, no a la pobreza. Dios no solo amó al pobre, sino que vivió pobre: «El Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza», confesó; si acaso, en una roca en el olivar de Getsemaní o en alguna pequeña duna junto al mar de Genesaret. En la noche, la luna era su compañía, y el clamor de las olas, el lenguaje de su soledad. «Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: “Consumado es”, y habiendo recostado la cabeza, entregó el espíritu». Inclinó la cabeza donde se unían los dos maderos de la cruz, extendidos los abrazos para abrazar y los pies sin tocar el suelo, sosteniendo, sin embargo, todo el amor de su sufrimiento. Jesús había encontrado el sitio apto para reclinar la cabeza, la cruz; y en ella, se durmió: entregó su espíritu. Yo diría: «Entregó su amor», al Padre y a la humanidad. Él que venía del Padre, se daba a él en la plegaria de sus palabras, y a la humanidad, en el caudal de su sangre. Palabra y sangre: eucaristía, amor sacrificado, pan roto para darse en comunión. En la actualidad, Diario, la cruz de Cristo es la pobreza, donde descansan su cabeza y sus sentimientos más íntimos. Como dice San Juan de la cruz: «Cristo acepta la pobreza de mi condición humana, para que yo pueda conseguir las riquezas de su divinidad» (8:20:03).

sábado, 24 de septiembre de 2022

 24 de septiembre de 2022. Sábado.
VENÍA DEL PECADO

Un rayo de luz, de esperanza, desde el cielo. Casa Sacerdotal. Murcia.

-San Agustín, en sus palabras, se hace inmenso, como un luminoso y deslumbrante amanecer. San Agustín, que venía del pecado, con la gracia de Dios y unas lágrimas se hace claridad en el mundo. Dios se aparece en su boca. Dice: «Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas, ayudándote para que puedas». De salida no te tortura con que hagas cosas imposibles, más allá de tus fuerzas: te pide hacer –si quieres– cosas sencillas, como olvidar la ira y dejar, por ejempló, que una abeja que liba néctar te enternezca el corazón; y si miras el mundo y ves las guerras y las injusticias que lo asolan, y te sientes impotente ante tanta desolación, pide a Dios ver la otra cara del mismo, donde se dan la mano la paz y la solidaridad, la fe y el amor, y si no puedes, sigue pidiendo, como el ciego del evangelio: «¡Poder ver, Señor!»; Dios siempre ayuda. Dice Soren Kierkegaard, el filósofo danés: «Dios crea de la nada. Maravilloso dices. Y así es, sin duda, pero él hace lo que es todavía más maravilloso: él, de los pecadores, hace santos.» San Agustín es el feliz resultado de la lucha entre el mal y la gracia: las lágrimas de una madre y la gracia de Dios vencieron al mal; una bella melodía surgió de ese caos de notas sueltas que era Agustín; Dios y unas lágrimas, Diario, consiguieron el perfecto acorde, el de la santidad (12:18:53).

viernes, 23 de septiembre de 2022

 

23 de septiembre de 2022. Viernes.
HABLAR AL SILENCIO

Silencio de los lirios, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Me despierto, toso, siento un poco de fresco, cojo el embazo de la sábana y me la subo hasta el cuello. «Ha llegado el otoño», me digo, aliviado. Y, cambiándome de lado en la cama, me duermo con la placidez y sosiego de la hoja que cae del árbol. Desligada del árbol, la hoja se posa en tierra sin ruido y sin aspavientos, en silencio. La primavera y el otoño son las estaciones de los colores. Dijo Albert Camus: «El otoño es una segunda primavera, en el que cada hoja es una flor». En primavera se oye más el alboroto del cantar de los pájaros; en el otoño, los silencios de las cosas. Le preguntaron a un ermitaño con fama de sabio: «Estando en soledad, y en esta desolación, ¿a qué o a quién habla?» Y contestó: «Al Silencio; le hablo, y él me contesta. El Silencio nunca defrauda: oye, escucha, y responde». Aquel ermitaño tenía fama de sabio, y lo era: hablar al Silencio (con mayúscula), para que, al hablarle diera una respuesta, y así forzarlo a romper sus inquietantes y hermosos mutismos. San Juan de la Cruz escribió: «Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y esta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma». El espíritu, en nosotros, es silencio y nos habla: nos señala el camino a seguir. Orar en silencio, Diario, es entrar en el silencio de Dios e intentar escucharlo, conscientes de que responde (17:58:56).

jueves, 22 de septiembre de 2022

22 de septiembre de 2022. Jueves.
GRITO O SUSURRO

Otoño en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante.

-Con el otoño ahí, a la esquina del calendario (23 de septiembre, a las 03 horas 04 minutos). En otoño cantan menos los pájaros. Yo diría (si no fuera una irreverencia) que el pájaro, en sus silencios, es un símbolo del Dios silencioso, que aun constipado y sin voz, suele hacer silencios musicales y atractivos, y ensordecedores a veces. Y es que, en el pájaro, todo canta, hasta sus silencios. Dios, el silencioso, hablaba en los profetas. Los profetas fustigaban y daban consuelo, según los tiempos y las conductas de los poderosos. En ellos, Dios se hacía grito o susurro. El profeta en el nombre del Señor decía cosas que le ardían en el pecho y le volaban en la boca, palabras siempre de esperanza y cielos nuevos. El profeta Ezequiel les decía a los poderosos de Israel: «¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas a las que tienen que apacentar los pastores?... No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas. Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro». Como si fuera en este momento: así hablaba Ezequiel a los deportados de Babilonia; deportados por culpa de sus pastores. Cambio «pastores» por «políticos» y todo se vuelve actual, como el caluroso otoño que hemos empezado a vivir, o a sobrevivir, el 23 de este mes, exactamente a las 03 horas y 04 minutos, y la paranoia de Putin amenazando a la humanidad. Se trata, Diario, de políticos que se apacientan a sí mismos y no a las ovejas de su rebaño, mezquinos (12:35:02).

miércoles, 21 de septiembre de 2022

21 de septiembre de 2022. Miércoles.
MARAVILLADO DIOS

Cielo estrellado, en Santa Sofía. Estambul. Turquía.

-Fue Dios y se puso a contemplar su Universo, su Big Bang colosal, su «¡Hágase la luz!» enloquecedor. Miró y vio galaxias y universos, cuásares y púlsares, agujeros negros y materia interestelar; vio luz y radiación, y materia oscura, y espacio y tiempo, y el vacío. Si cabe maravillarse a Dios, se maravilló de todo el sinfín o profusión que había producido su Palabra. Dios se gozaba en su creación. «¿Y las galaxias? ¡Qué miríada de mundos cumpliendo las leyes de la física o leyes que a mí se me ocurrió darles, para que fueran galaxias y no montones de escombros celestes!» Eso decía. Y de pronto: «¿Y aquella otra galaxia?», se preguntó. Y vio un universo que le pareció haber sido hecho de leche, de tan blanco y reluciente. Y de entre todas las estrellas que lo componían –200.000 mil millones, ahí es nada–, se fijó en una, no muy grande, de la que recordaba saber el nombre. «¡Sol!», dijo. Recordando también entonces que, de entre todos sus planetas (8 en total: a uno –Plutón– lo suspendieron como tal por no dar la talla), había uno llamado tierra. La tierra, donde el amor de Dios se hizo cruz, y, en el que Jesús Dios reveló su rostro, su modo de reír y llorar, su mano tocando heridas, y cómo quedarse eucaristía para siempre en un trozo de pan y un sorbo de vino. Como vecino humilde de los pueblos. Es decir, Dios, muriendo, destruyó la muerte, reinventando la vida, inmortal, infinita. Hecho todo esto, Diario, Dios volvió a la contemplación de su Universo, en el que aquel primer «¡Hágase la luz!» sigue extendiéndose, incontenible, jadeante, como el oleaje de un tsunami en un océano infinito. Y ahí sigue, mirando y maravillándose, recreándolo todo sin cesar, y redimiéndolo (12:33:17).

martes, 20 de septiembre de 2022

20 de septiembre de 2022. Martes.
LA OTRA MEJILLA

Jesús de Nazaret, la misericordia del Padre. Detalle mosaico. Torre Pacheco.

-Yo siempre necesito misericordia. En todo caso, pedir misericordia es el corolario o secuela del reconocimiento de una equivocación, de un error. Perdón, decimos, cuando rozamos con nuestro brazo el brazo del que se cruza con nosotros en la calle. Perdón, una mirada de disculpa y seguimos nuestro camino, perdonados, se supone, y reconfortados. El hecho de ser misericordioso consiste en poder serlo; no todo el mundo puede ejercer la misericordia. Dios es misericordia porque puede serlo: es un Dios amor, y con el poder infinito de Dios, y, si alguien intenta torcerle el brazo, herirlo, se le nota que es Dios en su clemencia y en su facilidad para abrazar y poner la otra mejilla. Cada vez que perdona, Dios pone la otra mejilla. O pone la Cruz, que es el gran antídoto frente al odio. Ejemplo: El hijo pródigo, vuelto a casa, recibe el abrazo del padre, y, con el abrazo, la fiesta. Aunque el abrazo del padre ya es una fiesta, con mesa y manteles nuevos, y el beso de la paz. Sublime: Dios, cuando da su misericordia, en vez de pedir que se le agradezca el don, agradece que lo aceptes. Es la urbanidad de Dios. En la misericordia, se entrelazan el amor, la fiesta y la donación. Y esto, Diario, solo lo puede hacer aquel que puede: Dios, y con él, aquellos, que cercanos a él, reciben su influjo; es decir, los que reciben la gracia de poder hacerlo (17:50:22).

lunes, 19 de septiembre de 2022

 

19 de septiembre de 2022. Lunes.
ESCALOFRÍOS

Tulipanes y margaritas, en Estambul.Turquía.

-Si alguien (Dios por ejemplo) me preguntara qué desearía ser de mayor, le contestaría que persona; o sea, un ser libre, con la dignidad precisa para serlo. Cuanta más dignidad atesore, más libre seré, y más persona (o menos máscara, significado de persona). ¡Ah! Y una terrible noticia; estoy que no vivo: la tierra, esta en que vivimos y somos y existimos; esta tierra del melocotón con hueso y del pez con escamas, de plata, y del pájaro con corcheas en el pico y del leopardo jaspeado; esta del mar y las colinas, y la gran comedia humana, etc.; esta, leo, dejará de ser habitable dentro de 1.750 millones de años; ni uno más ni uno menos. Lo han afirmado (y con gesto grave y circunspecto, y sin que les haya dado la risa) un grupo de astro-biólogos de la Universidad británica de Anglia del Este. Sin embargo, no es para asustarse: los últimos supervivientes serán los microbios; aunque con el tiempo, también los digerirá la nada. Escalofríos siento, Diario: dentro de 1.750 millones de años, la nada (18:11:06).

domingo, 18 de septiembre de 2022

18 de septiembre de 2022. Domingo.
AMAR

Amor en la cruz, iglesia junto al Rin, Alemania.

-Nunca he creído ni creeré en una ley tiránica; algo, y, alguna vez quizá, en una ley democrática; y siempre, en la ley de Dios. Nunca creeré en una ley tiránica, por despótica e injusta; sólo alguna vez, en una ley democrática, si no es voluble y confusa; y siempre en la ley de Dios, por eterna e inmutable. Y es que el Amor, en el que se hace esquema y vida toda la ley de Dios, no pasa nunca. Por algo a la ley de Dios se la llama la Ley del Amor. Tal, que alguien como San Agustín de Hipona pudo decir: «Ama y haz lo que quieras». Amar es tomar un poco de la esencia de Dios y hacerlo vida tuya. Si amas en verdad y justicia, puedes hacer lo que quieras, porque nunca herirás al prójimo, siempre lo tratarás desde le perspectiva de Dios. Y Dios, en su amor, es donación incesante, hasta la enorme ofrenda de la cruz. La cruz jamás dañará a nadie, ni material ni espiritualmente, siempre será vuelo y liberación. El amor de Dios no se cierra, siempre está abierto a darse sin límites, como el pan de una eucaristía constante, que se celebra para alimentar al que tiene hambre o sed. El amor de Dios viste al desnudo y da posada al peregrino, y, como dice Isaías, todo lo da gratis. Ama así, diría San Agustín, y haz lo que quieras. Creo, Diario, en la ley del amor, y no en la ley del mercado y la tiranía; creo en la ley que me hace libre y me llena de esperanza, y abre mi horizonte a la misericordia (12:27:12).

sábado, 17 de septiembre de 2022

17 de septiembre de 2022. Sábado.
HABILIDADES

Obra de artesanos inspirados, en el Museo de Mula. 

-La habilidad es cualidad que le va a las manos: las del alfarero, las del maestro cantero, las del cirujano; a la mente, sin embargo, le va la inspiración. ¡O la idea y la luz! Los hay hábiles que realizan lo imaginado o soñado por los inspirados; y los hay que sueñan lo que hacen. Está el árbol y la luz, que lo hace verse árbol. Dios, con habilidad y del barro, formó al ser humano; pero, antes, lo había concebido como idea en su mente. Miró hacia dentro de sí y dijo: «Hagamos al ser humano como semejanza nuestra». Y se gozó en su idea. Y, valiéndose del barro, hizo al ser humano –macho y hembra– soplo suyo: su aliento con vida propia. Sopló al barro y lo echó a andar; entonces el barro pensó y las manos, valiéndose de esa luz que es el pensamiento, la luz de la razón, se pusieron a hacer cosas. Dios había dicho al barro por él alentado: «Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra». O sea: embarazad la tierra y recrearla. Sólo que unos la recrean y otros la destruyen; pero ahí está el ser humano, barro con aliento de Dios; o barro viviendo de Dios. El aliento de Dios se descubre en sus grandes ideas; el barro, sin embargo, en sus errores. Ejemplo: Leonardo da Vinci y Hitler. Los dos hábiles: el uno en crear la Mona Lisa; el otro, en refinar el sufrimiento. La habilidad es un adorno de la persona que le permite realizar algo con gracia y destreza, dice el diccionario. Pero también puede ser una máscara de la maldad. O un truco de prestidigitador. La habilidad, a veces, Diario, engaña: haciendo ver blanco lo que es negro, rojo lo incoloro, o que salga una paloma de un sombrero vacío. Dios, el barro y el soplo, y la idea: o la creatividad inspirada, el ser humano (11:42:17).

viernes, 16 de septiembre de 2022

16 de septiembre de 2022. Viernes.
IMBÉCIL

La guerra, campo de cocentración en Bergen-Belsen. Alemania. F: ABC

-De pronto, leyendo a Ortega, la palabra imbécil me ha dado con su grafía en los ojos para que así parpadee y vuelva sobre lo leído. ¡Imbécil! Si un filósofo usa la palabra imbécil –me digo–, es que se trata de una palabra filosófica y por tanto invita al asombro y a prestarle una especial atención. Aunque no según la preceptiva literaria, imbécil rima con alelado o escaso de razón y aún con flaco y débil, según el Diccionario. Hablaba Ortega de política y de políticos, y de individualismo y colectivismo. (Defendía, por supuesto, el individualismo frente al colectivismo). Y lo leído fue escrito en 1937, como portada o prólogo (para franceses) a su libro La rebelión de las masas. Lo publicó en Holanda, pues aquí nuestros padres andaban descerrajándose tiros, por lo mismo, por la política, o a causa de la gran imbecilidad. Entre lo grande, existen dos magnitudes: la gran muralla China y la gran imbecilidad de ir a la guerra por asuntos políticos. No hay idea ni ideal –aunque se trate de una utopía– que merezca una guerra, y menos si es civil, pues entonces se convierte en más incivilizada. En todo caso, uno puede morir por una idea, y más si es utópica; pero nunca ir a una guerra, que implica a otros, por esta misma idea. «Yo voy a la cruz –dijo un utópico: Jesús de Nazaret– pero sin arrastrar a otros». Y, extendiendo los brazos en la cruz, dio la vida por la idea o ideal –la utopía, en la que aún estamos– de establecer un reino distinto, para una tierra distinta y nueva, y un cielo, con las mismas luminarias, estrellas, pero también novedoso, con otra luz y otra lírica, la del amor. «Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil. Ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral». Así escribía Ortega. Y no se le cayó ningún anillo de intelectual íntegro, amante del progreso y no del progresismo burdo y regresivo. Ortega, Diario, andaba por el mundo preguntado y buscando la verdad: filosofaba (12:31:41).

jueves, 15 de septiembre de 2022

15 de septiembre de 2022. Jueves.
APOTEOSIS DE LA CRUZ

Cruz en los caminos, encrucijada. El País.

-Ayer celebró la iglesia la Exaltación de la Cruz de Cristo. Exaltar la cruz a la que San Pablo llamaba, sin embargo, «escándalo para los judíos, necedad para los griegos». ¿Entonces por qué la exaltación, el apoteosis de la cruz en la iglesia? Porque para los creyentes es «fuerza y sabiduría de Dios», continúa San Pablo. En la cruz muere Jesús, el Hijo de Dios, por lo que en la cruz está el impulso y la tracción en la que brilla la maestría y el acierto de Dios. Dios, inspiración de todo, es también la musa que insinúa y da forma a la cruz, convirtiéndola en signo de salvación. La cruz es el arroyo que en el camino de la vida, y cuando nos acucia la sed de nuestra propia cruz, ahí está para, inclinados y con la humildad del necesitado, beber de sus aguas, levantar la cabeza, y seguir caminando. Porque con tu cruz a cuestas, miras la cruz de Cristo –el manantial que corre– y te anima a llevarla y, aunque duela, a contentarte en ella. Dice Alejandro Pronzato: «Si una cruz se te presenta como antipática, desagradable, excesiva, demasiado ruda, insoportable, no dudes en cargar con ella. Te pertenece». Y con el tiempo, por el roce y el trato, y por la fe, se establecerá una familiaridad, sufrida, pero fecunda, entre la cruz y tú. «Porque lo que cuenta no es que la cruz esté hecha a tu medida. Lo esencial –sigue Pronzato– es que tú estés hecho a la medida de Cristo». Primero apareces tú, luego la cruz, nunca atractiva, y por fin Cristo al que mirar, como el pueblo de Israel a la serpiente de bronce en el desierto; las miradas, si son amorosas, Diario, siempre salvan (12:44:36).

miércoles, 14 de septiembre de 2022

14 de septiembre de 2022. Miércoles.
EL JAZMÍN AZUL

Jazmín azul, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Hoy no sé qué decir, sino que la vida me deje seguir viviendo, que no me quite la libertad de escribir libertad y de poder darla cuando doy mi mano en un saludo; que me deje oír al pájaro que oigo ahora, su arpa de diez cuerdas sonando en el día que empieza; que, en la noche, pueda decir a la luciérnaga: «No me encandiles, no me encandiles con tu luz, luciérnaga, bicho hermoso, que no puedo leer la noche, su cielo estrellado»; la noche con su ruidos de astros y murciélagos, y sus enigmas que cesan con la luz del día; los enigmas de la noche, que son la oscuridad sin sombra y el ir y venir del miedo, doblándose en las esquinas, y asustando a las lechuzas que beben el aceite de la lámpara del Santísimo y se emborrachan de luz sagrada en los templos; y el enigma de la luna, que se baña en el mar y no se moja, haciendo surf sobre las olas. Hoy, Diario, no sé qué decir; pero en todo caso, diré «amén» porque existo, y «gracias» por ser un don, y «Dios», para seguir amando; y hacer como el jazmín azul, que celebra siempre, agradecido, ser azul, y nunca se cansa de parecerse al cielo y al mar, aunque sepa que él es un jazmín azul (12:32:39).

martes, 13 de septiembre de 2022

13 de septiembre de 2022. Martes.
VESTIRSE DE LLUVIA

Oliendo a lluvia, en el jardín. Torre dela Horadada. Alicante.

-Septiembre ya empieza a parecerse, por fin, a septiembre; es decir, se despoja de sol para vestirse de lluvia. En algún momento, sin embargo, aún soltará al sol para que arda, pero ya será sólo el ladrido de un perro faldero, meloso, casi tierno, sin mordisco. Emociona notar que, cuando el cielo llora –llovizna– la tierra inaugura un nuevo aroma: huele más a ella misma –a tierra– que a sol; y, sin desdeñar al sol, el olor a tierra es más penetrante y afanoso, y alegre, que el del sol. Y es que, aunque el sol caliente y vigorice, la tierra acoge y amamanta, es más maternal; tal que, concediéndole al sol ser el que despierta y mete en sueños, es la tierra, no obstante, la que canta laudes al alba y nanas al anochecer. La tierra es la melodía de una gran sinfonía: la vida. ¡Olor a tierra mojada! Olor a armonía y a vida, y a temblor de hoja y a gorjeo de paloma, y en todo caso, Diario, olor a don de Dios (12:51:57).

lunes, 12 de septiembre de 2022

 

12 de septiembre de 2022. Lunes.
DESPOJARSE

Hoja sola, o soledad en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Luego de verse abandonado incluso por su última compañía, su soledad, dijo un sabio: «Voy a dejar de salir contigo, amistad». Su soledad, su última y única compañía, parecía hacerlo feliz. La soledad acompaña, tanto como la fe o el silencio, o el lenguaje de un libro que se deja leer. La fe de un monje y el silencio de un claustro, y un libro entre las manos; o la soledad acompañada, que a su vez acompaña al solitario. Aquel sabio, glosando a Ortega, podría haber dicho: «Yo y mi soledad». La soledad de un autor es causa de libros, y de sueños imposibles, que a la larga, como las utopías, pueden hacerse posibles. (Las utopías también son sueños, que quitan a veces el sueño hasta hacerse realidad). Aquel sabio buscaba la total liberación interior, la total pureza, y dejó toda amistad, también la amistad de sí mismo. Es decir, se despojó de todo egoísmo, o de todo amor a sí. «Voy a dejar de salir contigo, amistad», dijo, y dejó de salir consigo, con su vanidad, con su yo, con su apego más próximo, amistad esta que le había absorbido desde siempre, esclavizándolo. Yo, Diario, como aquel sabio, voy a ver si logro dejar de salir con mi amistad. O sea: despojarme de mí mismo y llegar a ser de este modo totalmente libre, con solo Dios como guía y luz, para no tropezar, y así poder volar, sin fin (12:57:33).