jueves, 15 de septiembre de 2022

15 de septiembre de 2022. Jueves.
APOTEOSIS DE LA CRUZ

Cruz en los caminos, encrucijada. El País.

-Ayer celebró la iglesia la Exaltación de la Cruz de Cristo. Exaltar la cruz a la que San Pablo llamaba, sin embargo, «escándalo para los judíos, necedad para los griegos». ¿Entonces por qué la exaltación, el apoteosis de la cruz en la iglesia? Porque para los creyentes es «fuerza y sabiduría de Dios», continúa San Pablo. En la cruz muere Jesús, el Hijo de Dios, por lo que en la cruz está el impulso y la tracción en la que brilla la maestría y el acierto de Dios. Dios, inspiración de todo, es también la musa que insinúa y da forma a la cruz, convirtiéndola en signo de salvación. La cruz es el arroyo que en el camino de la vida, y cuando nos acucia la sed de nuestra propia cruz, ahí está para, inclinados y con la humildad del necesitado, beber de sus aguas, levantar la cabeza, y seguir caminando. Porque con tu cruz a cuestas, miras la cruz de Cristo –el manantial que corre– y te anima a llevarla y, aunque duela, a contentarte en ella. Dice Alejandro Pronzato: «Si una cruz se te presenta como antipática, desagradable, excesiva, demasiado ruda, insoportable, no dudes en cargar con ella. Te pertenece». Y con el tiempo, por el roce y el trato, y por la fe, se establecerá una familiaridad, sufrida, pero fecunda, entre la cruz y tú. «Porque lo que cuenta no es que la cruz esté hecha a tu medida. Lo esencial –sigue Pronzato– es que tú estés hecho a la medida de Cristo». Primero apareces tú, luego la cruz, nunca atractiva, y por fin Cristo al que mirar, como el pueblo de Israel a la serpiente de bronce en el desierto; las miradas, si son amorosas, Diario, siempre salvan (12:44:36).

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