22 de septiembre de 2022. Jueves.
GRITO O SUSURRO
-Con el otoño ahí, a la esquina del calendario (23 de septiembre, a las
03 horas 04 minutos). En otoño cantan menos los pájaros. Yo diría (si no fuera
una irreverencia) que el pájaro, en sus silencios, es un símbolo del Dios
silencioso, que aun constipado y sin voz, suele hacer silencios musicales y
atractivos, y ensordecedores a veces. Y es que, en el pájaro, todo canta,
hasta sus silencios. Dios, el silencioso, hablaba en los profetas. Los profetas
fustigaban y daban consuelo, según los tiempos y las conductas de los
poderosos. En ellos, Dios se hacía grito o susurro. El profeta en
el nombre del Señor decía cosas que le ardían en el pecho y le volaban en la
boca, palabras siempre de esperanza y cielos nuevos. El profeta Ezequiel les
decía a los poderosos de Israel: «¡Ay de los pastores de Israel que se
apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas a las que tienen que apacentar los
pastores?... No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis
a las heridas. Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro».
Como si fuera en este momento: así hablaba Ezequiel a los deportados de
Babilonia; deportados por culpa de sus pastores. Cambio «pastores» por
«políticos» y todo se vuelve actual, como el caluroso otoño que hemos empezado a vivir, o a sobrevivir, el 23 de este mes, exactamente a las 03 horas y 04
minutos, y la paranoia de Putin amenazando a la humanidad. Se trata, Diario, de políticos que se apacientan a sí mismos y no a las ovejas de su rebaño, mezquinos (12:35:02).
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