miércoles, 7 de diciembre de 2022

 

7 de diciembre de 2022. Miércoles.
EL DIOS LÍRICO Y ROMÁNTICO

Virgen y Madre, milagro del Amor de Dios. Au: Zacarías Cerezo.

-La de la Inmaculada es una fiesta lírica, y aun con destellos de acontecimiento romántico. El amor anda de por medio. Y el amor, que lo es todo, también es poesía y ternura, o más poesía y ternura que cualquier otra cosa. Dios se hace lírico y romántico en María. Dios es amor; pero es amor que hace versos y envía mensajes de enamorado a María, la muchacha con ojos de gota de aceite que estuvieran siempre cayendo, por humildes. De pronto se le aparece un verso de Dios a María, verso o copla (el Ángel) que la llama:  «Llena de gracia». El verso es así de corto, pero también así de intenso, solemne, sobrenatural. Dios la llama «llena de gracia», porque lo sabe: él la llenó de gracia hasta desbordar ésta el vaso precioso de su ser, el cuenco de su alma, su seno de alborozo y melodías. Y la llenó en el instante mismo de su concepción. Hubo que trastocar todo; Dios pensó en la gracia que manaría torrencial y sangrante de su Hijo en la cruz, un diluvio de gracia salpicando todos los espacios y el tiempo y las cloacas del desamor, para mudarlo todo en amor. Pensó en este acontecer de gracia y, antes de que ocurriera, Diario, se la donó a María, la muchacha de los ojos en brasas y el alma a la espera, en expectativa, en oración y asombro siempre; siempre hecha amor de Dios, dándose (17:19:40).

martes, 6 de diciembre de 2022

 

6 de diciembre de 2022. Martes.
DIOS HABLABA

Dios está en todo, hablando. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Hoy ha muerto un escritor, que, desde siempre, ha sido uno de mis guías más preciados. Guía es el que marcha a la cabeza y abaja alturas y eleva valles. Su nombre es Christian Bobin y escribe con un ángel y espigas de trigo en la pluma. Dice: «He quitado de mi vida cosas inútiles y Dios se ha acercado a ver qué pasaba». Le gustaba la soledad: soledad que es fecunda y una perfecta compañera, que nunca se cansa de uno e inspira cosas bellas, como intentar oír el lenguaje de una flor o, antes de elegirlas para decir algo, escuchar bullir las palabras en la cabeza, como si te rozaran plumas de ala de paloma. En esto coincidimos: la soledad siempre me ha prestado impagables servicios. No la soledad en que te dejan tirado en el olvido las personas que más quieres, sino la soledad que elige uno como protectora de su intimidad, de su  claustro interior, al que solo se asoma el cielo. Bobin, que amaba el silencio y la soledad, escribía en una habitación sin otros rumores que los del bosque. Y escribió: «Mi mesa de trabajo está frente al abedul y el abedul está frente a Dios». Coincidencia: mi mesa de trabajo está frente a los casuarinas de la calle, árboles enhiestos como espadas, y los casuarinas están frente a Dios. Y es que Bobin siempre andaba a la caza de cualquier destello o débil vibración de la divinidad, en cualquier cosa, desde la hoja del abedul al rumor musical del bosque. Bobin, como escritor, fue un evangelista de la presencia de Dios en las cosas sencillas del día a día, como en el café de la mañana o en el temblor o raspear de la pluma al escribir. Bobin fue el silencio –¡chis, Diario, no digas nada!– en el que Dios hablaba (11:23:40).

lunes, 5 de diciembre de 2022

5 de diciembre de 2022. Domingo.
ESTAR AL ACECHO

Esperando la maduración, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Adviento es la respuesta a la profecía de Isaías, que se proclamaba este domingo en la misa: «En aquel día: Brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz». Desde entonces todo es adviento, expectación: dos palabras para la esperanza. Entre los sinónimos de expectación se hallan los de curiosidad, atención, interés, preocupación. Además de otras, como expectativa, deseo, afán… O sea: estar al acecho, porque se intuye que algo va a ocurrir. Adviento, pues, es curiosidad por ver lo que va a pasar. Pero es también atención para no perderse detalle en el momento en que pase. E interés, porque se intuye que lo que va a pasar es importante. Y preocupación, además, por si no ocurriera lo que parece que va a ocurrir. Es esperar con un deseo afanoso, de cierto nerviosismo e inquietud, ansiedad. Hasta que nace Jesús en Belén, todo el Antiguo Testamento es un adviento, una espera: curiosidad, atención, interés, preocupación, por cosas que pasarían. Y lo es desde el primer capítulo del Génesis. Tras el pecado de Adán y Eva, Dios anuncia un adviento y empieza a ser todo expectativa y deseo, afán de cumplimiento. «Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje, él te pisará la cabeza», dice Dios; y, desde entonces, patriarcas y profetas, reyes e imperios, filosofías y sabiduría, tiempos y espacios, poesía, todo, se hace angustiosa pero ilusionada expectativa; es decir, se hace adviento, esperanza. Todo aguarda a que se haga realidad en la Historia, que el aquél «Él», pise la cabeza del reptil, del provocador de la ruptura entre Dios y el hombre, y renazca, Diario, la felicidad y la paz, y la Amistad (13:15:31).

sábado, 3 de diciembre de 2022

3 de diciembre de 2022. Sábado.
TREINTA Y SEIS ANIVERSARIO

Humilde foto de la fiesta de ayer, en Casa Sacerdotal. Murcia

-La fiesta viene de dentro, como el amor. Se enciende una chispa en el alma y brota en los ojos, en las manos, en el abrazo. Hay fiestas que son solo estruendo, fanfarria, cohetería vana. La fiesta nunca te puede venir dada, tienes que crearla tú en tu corazón. Ayer, en la Casa Sacerdotal, hubo fiesta y reconocimientos. Como alguien dijo: «Yo no voy a la fiesta, yo soy la fiesta». La fiesta no se hace, la fiesta se lleva y se da. Ayer celebramos el treinta y seis aniversario de la inauguración de la Casa Sacerdotal: hubo obispo –dos–, misa y comida de hermandad. A causa de la pandemia, hacía dos años que no podíamos sacar la fiesta de nuestro corazón a pasear, y teníamos mucha fiesta guardada en él. Ayer fue especial, con poco aparato exterior –la casa vestida de estrellas y luces para la Navidad solo–, vivimos una bella y abundante fiesta, llena de destellos, saludos, abrazos. La juventud se fusionó con la ancianidad y ambas de la mano repartieron sus risas y recuerdos. En los recuerdos reíamos lo vivido, para regocijo de la juventud. Al final de la comida, hubo diplomas para el personal que sirve y nos hace llevadera la vida en la Casa, con notas de alegría y cercanía. El Obispo les entregó un diploma enmarcado en madera. Yo, agradecido, pensé: «Si el marco fuera de oro no pagaríamos sus abnegados y, no obstante, alegres y benéficos servicios». Contemplando a las señoras que nos sirven, Diario, pensé en mi madre, que siempre sirvió, dentro y fuera de casa, y nunca le oí una sola queja; como cualquier madre, que lo sea de verdad, supongo. Sólo pido una cosa: que el año próximo nos volvamos a encontrar en una fiesta parecida, o similar, amén (11:09:22).

viernes, 2 de diciembre de 2022

2 de diciembre de 2022. Viernes.
EL ROSTRO DEL FRÍO

El frío que llega, y la pobreza desnuda. F: Prensa

-Esta noche, ha lloviznado un poco, como una aspersión del cielo sobre un otoño tardío. Hoy he visto el rostro del frío; nunca pensé que el frío pudiera tener rostro, y hoy lo he visto en el harapo de un indigente echado, en forma de ovillo, en un soportal. Era un sin-techo en la cuneta del frío; un necesitado de calor. De vez en vez se celebra un día (Caritas) para recordar a los sin-techo, se les conmemora en las iglesias, y, más tarde, al calor del hogar (de nuestro hogar), y hacemos un lamento entonces, montamos un drama, pero nada más: los sin-techo se quedan fuera, sin techo, y nosotros dentro, bajo techado. El techo de Dios –el cielo– para ellos y para nosotros, el menos hermoso del hogar, pero más seguro. ¡Hace tanto frío en las estrellas y en el plumaje del pájaro que vuela! Y, si Dios y unas elecciones no lo remedian, habrá más rostros del frío en las cunetas, y en las conciencias: el paro y la pobreza que aumentan, la nieve que se anuncia ardiente de tan fría y, aunque blanca, cruel, blanca para el esquiador, cruel para el desheredado. Hoy he visto el rostro del frío y me he quedado helado, Diario, es un rostro que denuncia injusticias de las que tal vez yo –¿y por qué no?– sea copartícipe, y Dios con el pobre en el portal, tratando –en sus huesos– de calentar el frío (17:45:18).

jueves, 1 de diciembre de 2022

1 de diciembre de 2022. Jueves.
MELANCOLÍA

Sombras melancólicas de otoño, en el jardín. Torre de la Horadada.

-El tiempo se viste con tinte otoñal y me invade la melancolía. La melancolía es un don del que sólo dispone el melancólico; es decir, aquél que, al ir a beber un vaso de agua, termina por no hacerlo, porque se imagina que en el fondo del vaso hay un tipo ahogado, y se lo cree; melancólico o hipocondríaco (¡caray!) es el que ve todo “negro”, con el añadido de una secreción de “bilis” de un hígado destrozado. El melancólico es el que se viste de abatimiento y, por algo tan insustancial como un desamor mal digerido, termina por abatirse con un tiro, como Larra. Los hay que digieren un desamor (o mal trago amoroso) con güisqui y un poco de melancolía; Larra no supo, y prefirió la melancolía y un tiro (era lo romántico) a un güisqui. El romanticismo era así: dispuesto a verlo todo negro y a excretar bilis, a revolucionarlo todo, desde las letras a las artes; excita tanto la imaginación con respecto al modo de morir que prefiere la muerte del tiro en la sien, a la muerte en cama, con el llanto de los deudos y el unte del aceite de la extremaunción en los ojos, la frente y las extremidades: el consuelo espiritual. Larra, pasional y emotivo, características del romanticismo, desecha para su último tránsito la cama y la cruz y se embarca en las alas de un tiro en la sien por el que irse al otro mundo, tan derecho y tan volando. Tal vez Rousseau y Goethe, precursores del romanticismo, no lo hubieran visto bien; ni yo que, aunque envuelto por el otoño en lo negro y lo triste de la melancolía, opto por el güisqui con soda (es un decir, no bebo güisqui), antes que por el tiro en la sien. En todo caso, Diario, es mejor (es mi recomendación) beber el bálsamo de la paz de Dios y dormirse en su amor, mucho mejor (13:09:12).

miércoles, 30 de noviembre de 2022

30 de noviembre de 2022. Miércoles.
ASOMBROS

Asombrado por la grandeza de la creeación. Zacarías Cerezo. Murcia

-Toda poesía nace de un asombro, decía Aristóteles: es el asombro de quien se maravilla de algo y lo escribe; correspondido por otro asombro: el de quien lee lo escrito y se vuelve a asombrar. Desde el asombro de Dios tras la creación –«Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien»– (Génesis), es una cadena ininterrumpida de asombros, hasta hoy. Es decir: Dios se asombró de su obra y ahí sigue, añadiéndole pinceladas de belleza cada día. Con el fin de noviembre, se abre la puerta al mes de los misterios, que hace que sigamos asombrándonos de maravillas insospechadas. Es la poesía de Dios, que un buen día nos asombró enviando un ángel para decirle a una muchacha de Nazaret que sería madre de su Hijo. Se inventó un poema y, por medio del ángel, se lo dijo a María. «Dios te salve, llena de gracia», y el ángel, iluminado en sus labios, se volvió paladeando la belleza del poema. Poema, Diario, que se hizo realidad con el Nacimiento de Jesús, en Belén: el poema más hermoso y trascendente que Dios haya escrito para la historia, porque como diría Aristóteles: «Toda poesía nace de un asombro», y Dios es poesía y asombro, y belleza (12:30:09). 

martes, 29 de noviembre de 2022

29 de noviembre de 2022. Martes.
LOS DEDOS COMO SUEÑO

Escribiendo su ADN en la rosa, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Me miro los dedos y se me hacen baile (un bailable) ante los ojos: son dedos de magia y prestidigitación, o eso veo yo, y de sombreros de copa, en circos infantiles, de los que salen chorros de palomas imposibles y conejos con orejas alertas; me miro los dedos y se me hacen músicas de Johann S. Bach en fuga por las teclas del órgano, acorralando a la armonía para que, escapada del artilugio de tubos y fuelles, se haga, por inabarcable, cosa excepcional en el mundo de los sonidos, como las utopías: las utopías suenan siempre más allá de la realidad, en el más lejos todavía de todas las cosas. El dedo, los dedos, los que modelan y señalan, fueron sueño en la mente de Steve Jobs y se hicieron realidad en su Apple Iphone, el teléfono móvil. Bach creó música para ser dicha con los dedos; Jobs, valiéndose de los dedos, creó comunicación, redujo la esfera terráquea del saber, la comprimió e hizo que se pudiera remover el mundo de la información en el frágil rectángulo del Iphone, con la sencilla palanca de un dedo, que esta vez sí fue suficiente para mover el mundo. Se da la dedada y se abre el saber que encierra el ser de todas las cosas, y sus contornos, con sus notas de sociedad y sus músicas, y sus risas y sus llantos, la vida toda, aun la de los arrabales. Tener el mundo de la comunicación y la sabiduría, todo, en un artilugio que cabe en una mano, con un dedo artífice de ensueños, que hace las delicias de los sentidos, es, Diario, un milagro de la técnica y de los sueños del hombre. Aunque algo habrá de Dios en ese milagro, como el gran soñador que él es: Él soñó y realizó –y compuso– la creación, con solo decirla, decía la palabra «Hágase» y surgía la luz y todo lo que ella ilumina, los infinitos mundos grandes y pequeños, bellos y feos, todo, hasta el bosón de Higgs, todo (12:48:35). 

lunes, 28 de noviembre de 2022

28 de noviembre de 2022. Lunes.
UN DÁTIL DE NUNCA ACABAR

Charlot componiendo risas, en su película El Chico. F: Prensa

-Para darle qué hacer a las piernas (y al corazón, según dicen), he salido a pasear. Y me he cansado. He descubierto que los años se notan al andar y en el hecho de darle más importancia a los recuerdos que a los proyectos. La vejez omite pasos y acrecienta recuerdos. El corazón se alimenta, dicen, de los pasos que se dan. Pasos y corazón van unidos. Como los recuerdos y los años. Con todo, yo intento que los proyectos superen a los años, y es así como logro quitarme años de encima. ¿Cuántos años tienes?, me preguntan. Menos que proyectos, contesto, y quedo como el que prepara una oposición o proyecta un viaje a las estrellas; es decir, a punto de ser siempre joven. En perspectiva tengo un libro de poemas, un libro de cuentos y el Diario en mi blog; y no detengo la fábrica de los sueños que es el leer. Ahora releo La Eneida y no cejo con la Biblia, y me apresuro con Ortega, etcétera. Rezar, andar y leer son tres antídotos contra la vejez. Me gusta el anciano Joseph Ratzinger (el papa emérito Benedicto XVI), porque siempre tiene un libro que ofrecer. Ratzinger cumple más libros que años. Como digo, una vez más estoy releyendo La Eneida, libro que, aunque escrito por Virgilio, es, según Paul Valéry, poeta, el mejor libro de Homero. Parece que esta vez el alumno superó al maestro. Se piensa que Homero es más porque abrió caminos; pero Virgilio lo supera, dicen, porque los define y los ensancha. Da la sensación de ser más mar el mar de Virgilio que el de Homero y más precisos y excitantes los personajes que delinea en su libro. Es un novelista excepcional de la antigüedad más moderna. Releer a Virgilio es como ponerse un dátil en la boca y paladearlo sin fin: un dátil –ocurre con cualquier libro excelso– de nunca acabar. Al caer la tarde, Diario, salgo a pasear y veo mi pequeño mundo de la araña y el mirlo, de la tórtola y la hoja que cae y de la hormiga que aún resiste al otoño que agoniza, y veo a Dios moverse en esta altísima belleza de su creación: «Dios miró y vio que todo lo que había hecho era bueno», dice la Escritura (17:18:12).

domingo, 27 de noviembre de 2022

 

27 de noviembre de 2022. Domingo.
DEJAR VIVIR

Esta mañana la paz en mi balcón, invitándome a convivir. Casa Sacerdotal. Mu5cia

-Vivir y dejar vivir: amando. Es mi lema por el que lucho y con el que trato de ordenar mi vida. Ha ocurrido que a veces he vivido sin dejar vivir y lo he lamentado, ha sido mi decepción, el fiasco de mi vida, mi fundido en negro. Y es que como decía el dramaturgo Bernard Shaw: «La vida no es encontrarse a sí mismo; la vida es crearse a sí mismo». Y esto, como el crecimiento, es lento y laborioso, lleno de dificultades; pero, si se consigue, es el éxtasis de la vida, tocar aquí el más allá de la bienaventuranza, el origen de la paz y la total liberación, la verdad que calma y hace reír, es abrirse al gran Amor, al Dios que ama y se da amando (18:06:00).

sábado, 26 de noviembre de 2022

26 de noviembre de 2022. Sábado.
ADVIENTO: APRENDIZAJE DE AMOR

Adviento, luz adelantada de Navidad. F: El Debate.

-La liturgia es un protocolo o regla ceremonial que ordena para el cristiano los tiempos de la oración y sus ritmos. Y en este ir y venir de tiempos y ritmos, ha tocado celebrar la oración en adviento; es decir, en expectación, en inquieta esperanza, en mirada hacia el porvenir, que acabará en una llegada, un advenimiento, un arribo. La Navidad es eso: el arribo de Dios a nuestra tierra: vendrá y acampará entre nosotros, se empadronará como uno de los nuestros. Vivirá puerta con puerta con el hombre. San Juan lo dice: «acampar»: poner su Morada entre nosotros, encarnarse, revestirse de carne frágil, de humanidad, tomar la debilidad como su ser y aoarecer como indigente que alarga la mano y pide a tu puerta (Jn 1, 14). ¿Y para qué? Para enseñarnos a amar desde la debilidad. Sólo se puede amar desde la debilidad. Todo «te amo» es un himno a la rendición o docilidad libre de la voluntad. Es un gozoso decir: «¡Dispón de mí!». El cristiano, pues, se prepara para este acontecimiento: nada menos que para dejarse ilustrar en el aprendizaje del amor. Dios, que es amor, nos quiere advertir: esto es el amor y así se ama. Y pone su vida como enseñanza. Mañana, primer domingo de adviento, se nos indica el primer paso a dar. El paso de la vigilancia. «Mirad, vigilad, no sabéis cuándo». Es decir: cuándo es o llega el amor: «si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer». Porque puede que llegue «de improviso, y nos encuentre dormidos» (Mc 13, 33-35). Vivir en adviento es hacerlo en vigilancia, sin el descuido del letargo, del entumecimiento, con la atención como brasa encendida, quemándonos. Porque llegan tiempos de amor, Diario, y es necesario estar preparados, como la hormiga que el otro día adivinó un rayo de sol (otoñal) y salió a ver qué hallaba para la despensa del hormiguero: nosotros, de igual modo, esperando el rayo de sol, del amor, del Emmanuel: del «Dios con nosotros». ¡Oh, adviento! (12:39:27).

viernes, 25 de noviembre de 2022

25 de noviembre de 2022. Viernes.
MI ESPERANZA

Iglesia de Jana Góra, donde es venerada la Virgen de Czestochowa. Polonia.

-No es culpa de la democracia, sino de los que se aprovechan y se nutren de ella. Como el buitre de la carroña. Los hay vestidos de democracia, pero desnudos de pudor. Si en democracia no se cumplen las leyes, ¿dónde está la razón de ser del invento? ¿La democracia es un río revuelto con ganancias de ciertos pescadores o un río canalizado por el que a cualquiera le es posible navegar con los mínimos sobresaltos posibles, si respeta las leyes? Pues un señor llamado Sánchez dice que no, que la democracia es él. Nada parará su proceso de descomposición del estado. Las Leyes que ayer aprobaron el sanchismo, independentistas y filo etarras van en esa dirección. Como se ve, para los que viven y trepan por la política, quizá haya leyes, pero no «ética”. Golpe al poder legal del estado. La ley la cumple el plebeyo, pero no el sátrapa, que impone sus veleidades. Pero desempolvando a Aristóteles y ante este desvarío político del presidente y sus ariscos conmilitones, ¿en qué categoría entrarían estas irresponsables carcomas de la Constitución, en la de bestias o la de dioses? Es la calificación que él da a los que, saltándose las leyes a la torera en una sociedad democrática y civilizada, son incapaces de participar en proyectos comunes y solidarios, sin iras y sin furias. No saben convivir. La bestia y el dios pagano viven aislados: no son sociables. Se bastan a sí mismos con sus arrogancias y sus miedos, dice. Menos mal, Diario, que Dios, el trino, el familiar, el que ama y es amado («Dios es amor», dice san Juan), no se cansa de ser providencia; es decir, Esperanza (17:36:02).

jueves, 24 de noviembre de 2022

 24 de noviembre de 2022. Jueves.
¡ESCRIBIR, QUÉ SUEÑO!

Inscripción cristiana en unas ruinas de Capadocia. Turquía.

-Hoy que no sé sobre qué escribir, escribiré sobre qué escribir. Escribir sobre qué escribir te lleva a escribir sobre el Gobierno y el desgobierno, sobre los descontentos y los contentos, sobre el qué dirán o sobre lo que no se dice o lo que podrías haber dicho. El Gobierno, como el desgobierno, es una gaviota mojada (no se sabe con qué aguas), llena de escalofríos y muy desmejorada. Ahora que todo se está desmadejando. Se desmadejan la Patria, el Rey, la Familia, y hasta Los santos inocentes de Miguel Delibes. Los santos inocentes ya no son ni tan inocentes ni tan santos; ahora son mileuristas y de copago sanitario en la atención médica. No saber sobre qué escribir, tiene estas malas consecuencias, porque te pones y escribes de todo, sin detenerte en nada en concreto, como la mariposa que revolotea sobre la flor o el perro que olisquea frenético, y que al fin se van sin polen y sin hueso. La impaciencia mata la reflexión y la pausa, que, como diría Voltaire, son, Diario, las que al escritor le hacen escribir palabras sencillas y cada una puesta en su lugar. Escribir, ¡qué sueño más bello y casi siempre inalcanzable! (12:27:50).

miércoles, 23 de noviembre de 2022

23 de noviembre de 2022. Miércoles.
PERDIDO Y HALLADO

Hallado en mi "Diario", como alguien perdido. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Hay veces que creo no estar y me pierdo. Y, perdido, no me encuentro. Busco y no doy conmigo: ni en el jardín de abajo donde la araña gigante teje sus redes, ni en el libro que acabo de cerrar, ni en la pirámide de Keops. En nada. Busco a tientas, porque todo es oscuridad, o así lo parece. El pájaro que salta en el jardín no me lleva en su pico, por lo que no me considero parte o corchea de su canto. No estoy en la cortina que sacudo, ni en el polvillo que salta de ella. Esta vez no estoy ni en el lápiz, donde viven todas las historias. Miro, y no estoy en la carpeta, ni en el cortaplumas, ni en el altavoz del compacto. ¡Ni en el espejo! Y doy mi palabra de que no soy vampiro. No estoy en la luz; es decir, en sus ondas electromagnéticas. Podría estar en la teoría de la relatividad, pero Einstein me ha dejado sin espacio y el tiempo no me llega. Ya no sé dónde buscar, y no sé qué hacer perdido. «¿Y si estuviera en mi Diario?», me digo. Miro, ¡y, efectivamente, ahí estoy, en ti, Diario!, al que le cuento el día a día de mi longeva vejez, cuando rezo y cuando sueño, cuando vivo la alegría de existir y a veces la tristeza de tener que morir, y, sobre todo, el gozo de estar en Dios, al que creo amar y me doy a Él en todo, también en mis defectos, que Él borra y pone en ellos el temblor de su gracia, como un ascua que no se apaga y con solo un soplo vuelve a encenderse (12:30:00).

martes, 22 de noviembre de 2022

22 de noviembre de 2022. Martes.
CANSANCIO EN EL SUELO

Hojas doradas, esperando caer: es otoño. Torre de la Horadada. 

-La lluvia, si no es torrencial, es lirismo, rumor, tecla que se hace música en las hojas, cansancio en el suelo. Machado saca su verso a pasear y lo hace otoño, con nubes cenicientas que ensombrecen el campo de Castilla; al igual que Juan Ramón que hace que por el jardín ande el otoño: «La vida –el árbol, el jardín… ¡la muerte!– / está de luto bajo el cielo blanco». Todo verso tiene un jardín y una hoja caída, quizá, con los que hablar. Yo, de mañana, miro el jardín desde mi balcón y lo hago lugar de rezos, y de confidencias con las plantas. Hablo –así suelo– a Dios y a su obra; o sea, hablo al Moisés de Miguel Ángel para que me oiga Miguel Ángel: así el uno me lleva al otro: la obra, a su autor. Le hablo al Moisés, y se me aparece Miguel Ángel; o a Dios en la rosa, si le hablo a ésta de Dios. La palabra que regalo a la rosa es oída por el Dios que creó la rosa, y así me oyen la rosa y Dios, su hacedor, y mi oración se hace palabra encarnada en Dios. Si Dios, en su Hijo, se hizo Palabra encarnada en la naturaleza humana, mi palabra, en la rosa, se hace palabra encarnada en Dios. El objeto de mi palabra dada a la rosa, no es la rosa, sino Dios. San Francisco hacía esto: hablando al sol, a la luna, al viento, a la lluvia, a la madre tierra, hacía alabanza a Dios. Yo hablo a la rosa, a la aceituna en el olivo, o a la lluvia en el jardín, y me oye Dios. Yo hablo a las cosas, Diario, y percibo el oído de Dios oyéndome en ellas: así lo creo y así lo escribo (17:14:46).

lunes, 21 de noviembre de 2022

21 de noviembre de 2022. Lunes.
RUINAS QUE HABLAN 

Oyendo música en el odeón de Éfeso. Turquía. 

-Mañana esta, en la que el sol juega al escondite: ahora estoy y luego no estoy. Es un modo de decirnos que andamos en otoño, donde el sol se hace de cendal, velo que no tapa, solo esconde. Viendo al sol irse y volver, me he dicho: «Igual que los recuerdos, que van y vienen». Hoy, no sé por qué, me han venido a la memoria el recuerdo de las ruinas de Éfeso, donde san Pablo evangelizó a gentiles. Éfeso es la monumentalidad humillada; o mejor: la humillación enaltecida. Al fin, todo monumento es más sublime en la ruina que en el instante de su funcionalidad. La funcionalidad oscurece el monumento; la ruina, lo ensalza. No es lo mismo decir «aquí hay», que «aquí hubo»; el «aquí hubo» es más ensoñador. Te lleva a ver lo que quizá no existió. O existió de otro modo, más maravilloso, si así se lo imagina uno. La realidad, que es vulgar en sí misma, con el paso del tiempo se hace fantasía en los restos que va dejando. Es imposible un palacio nuevo con fantasmas; los fantasmas nacen de la vejez y telarañas, y de la alucinación que causa una tela de araña con polvo y moscas allí atrapadas, en un pasadizo secreto. Éfeso es un monumento al esplendor de la decadencia. Cuando Androklo, hijo del rey Codros, fundó la ciudad, jamás pensaría que Éfeso sería ruina y ruina eminente, gloriosa ruina, tal vez con más fama ahora que en sus días de pompa y trasiego. La gloria pasa, la ruina queda. En Éfeso, lugar de mercaderes, ahora se vende la ruina. En el inmenso teatro de Éfeso, ahora se representa la desolación. Lo que fue, ya no es; y lo que ahora es, ya no está en los libros; sólo se encuentra en la piedra y en las agencias de viajes. Como el sol de otoño. Sin embargo, el Espíritu de san Pablo aún sigue allí. En el Ágora, donde, durante dos años, se oyó su voz-evangelio: o buena noticia. El Espíritu de Pablo y también el de Juan, con el de la Virgen María Estos lugares, Diario, desde la fe, todavía exhalan su presencia de buen olor, suave y libre: el de la verdad (17:08:39).

domingo, 20 de noviembre de 2022

 

20 de noviembre de 2022. Domingo.
ESPINAS PARA UN REY

Espinas para una corona, de rey. Torre de la Horadada. 

-Abrir un buen libro es el principio, el germen de algo hermoso, la germinación de la belleza: es como ver abrir la primera rosa de un rosal. O escuchar la primera palabra que pronuncia un niño. Decir «mamá» con la luz de unos ojos de niño que miran a su madre, es empezar a entender la vida: ese milagro que se renueva a cada instante, como pequeños destellos de luz y alguna sombra. Dice la Escritura: «He aquí que hago nuevas todas las cosas». En Jesús todo se hace nueva creación, hasta el hecho de ser rey. Rezo en Laudes: «Mirad el varón que se hace Germen; se sentará en el trono para reinar y anunciará la paz a las naciones». Rey, no de poder destructor, sino de paz: este Rey te llamará amigo y no se sentará en un trono, sino a tu lado en el dolor, el será el Cireneo de tu cruz, y se distinguirá de otros reyes por su corona, que no es de oro, sino de espinas, y se sentará a tu mesa para comer el pan y beber el vino en los que se da a sí mismo, y repartirlo. Profetizó Zacarías: «Aquí está el hombre llamado Germen. De ti saldrá germinación». En Jesús todo se hace nuevo, hasta el pecado, que, borrado, se hace gracia, llenando vacíos, noches oscuras. Solemos pedir a Dios que nos dé su Luz para poder ver la luz. Y escribe José María Cabodevilla: «Sólo a través de la carne de Cristo se hace visible –y soportable– la luz divina» Sin su gracia, Diario, soportar la Luz que nos viene de Dios sería como mirar al sol, arderían nuestros ojos; a través de Cristo nos es más llevadero y festivo ver la Luz (17:12:23).

sábado, 19 de noviembre de 2022

19 de noviembre de 2022. Sábado.
MARTE, OTRA VEZ

¿Marte? No, Bolnuevo, Mazarrón. Murcia. F: Prensa.

-Según leo en la prensa, parece que en Marte, el planeta rojo de los E. T. marcianos, pudiera haber vida. Recuerdo el tiempo aquel en que todos los extraterrestres eran marcianos. Cogían un OVNI y en nada se ponían aquí en la tierra para hablarnos con lenguaje de músicas, o pegarnos tiros como gánsteres del espacio. Como aparecían verdes, semejaban vainas de judías gigantes con dos puntitos de luz arriba, en el lugar de los ojos. Y no andaban, levitaban. Aquella película de Spielberg Encuentros en la tercera fase –¿recuerdan?– me fascinó: entenderse los venidos del espacio con los terrícolas a través de sonidos musicales y destellos de luz es lo más original –y espiritual– que jamás haya visto en el cine. La imaginación es así de colorista y real. Hasta hubo, en tiempos, una teología sobre los marcianos. ¿Habrían necesitado una redención?, se preguntaban los teólogos. Todo dependía, recuerdo, de que hubieran cometido pecado o no: o transgresión de la ley de Dios, ir contra el orden de Dios. Pero esta cuestión la dejamos para teólogos como George Coyne o Paul Tillich, que explican muy bien lo que hasta ahora parecía inexplicable. Esta es la noticia de la presunta vida en Marte. El Curiosity –¿recuerdan?– dio un respiro a la curiosidad científica humana. Con el lanzamiento al espacio de Artemis 1 (Artemisa, diosa griega), Diario, vuelven los sueños de conquistar el planeta rojo y asentarse en él, dando comienzo así a una nueva aventura humana, ¿libres y en paz, sin ataduras de ningún tipo? Tal vez, pero yo digo: «Dios nos proteja» (11:26:32).

viernes, 18 de noviembre de 2022

18 de noviembre de 2022. Viernes.
EL BUEY Y LA MULA

Belén con mula y con buey, Casa Sacerdotal. Murcia.

-Alguien que ha leído con retraso La infancia de Jesús, de Benedicto XVI –Joseph Ratzinger en el mundo de la ciencia– en el que se afirmaba que, al no hablarse de ellos en el evangelio, en el portal de Belén no había animales. Y un tanto escandalizado, me ha preguntado: «¡No había ni mula ni buey! ¿Qué hacemos ahora con los Nacimientos familiares: se deben eliminar de ellos estos animales que dan su aliento al recién nacido, y completan el retablo del Portal?» El mismo Papa dio la respuesta: es verdad que en los evangelios no se habla de animales, pero al ser el pesebre el lugar donde comen éstos, la iconografía cristiana captó muy pronto «ese motivo» y colmó esa laguna, imaginando (de imaginería) el buey y la mula. El Papa no ha eliminado el buey y la mula, son los evangelios los que los silencian. Pero esto no quiere decir que haya que suprimirlos. La tradición en la Iglesia (San Agustín, San Francisco de Asís, la iconografía toda) también cuenta. Yo, Diario, en mi diminuto Nacimiento, pondré el buey y la mula, y un cordero y un pastor, y por supuesto un ángel, con un cartel desplegado que ponga: «Paz a los hombres», si así les parece (18:07:41).

miércoles, 16 de noviembre de 2022

16 de noviembre de 2022. Miércoles.
LÍNEAS DE LLUVIA Y LENGUAJE

Gota de agua hablando con  la flor, en el jardín. Torre de la Horadada.

-En Murcia, o llovizna como el que bendice, o llueve torrencialmente, como si un cielo enfurecido tirara agua a cántaros. Anoche lloviznó en Murcia, tan poco, que no llegó ni a bendición. Cuando llueve fuerte, tamborilean los cristales, y así hablan. ¿Habla la lluvia? Y entonces recuerdo a mi afecto profesor de Literatura, don Ramón Rodríguez Herrera, que solía decir: «En la naturaleza todo habla, todo es lenguaje»; fue el mismo profesor que un día, ante un trabajo poético mío en clase, y después de un poco de burla sobre si lo había hecho yo o no, me dijo: «Si has hecho tú esto, sigue escribiendo”, y le obedecí, hasta hoy, que, con fatiga e iluminación de principiante, estoy pergeñando estas líneas de lluvia y lenguaje. Todo habla si, como en al piano, hay primero una idea musical que pulse sus teclas y las haga decir sonidos, que serán sinfonías o un simple rasgueo de guitarra, o el caramillo del pastor provocando a las ninfas para que, abandonando las aguas de bosques y selvas, vengan a hacerle compañía y dejarse enamorar; toda habla, pero si hay una idea y un dedo de agua (o utopía) que dé en los cristales y los haga tamborileo y locución percutida y compañía en la noche. La lluvia, anoche, no fue lluvia con melancolías de otoño; no hablaron los cristales y no pude decir: «¡Qué bien habla la lluvia en los cristales!»; para dormirme de nuevo y poder así soñar que estaba hecho de cristal, hablaba con la lluvia y me contestaba. Dios ha puesto lenguaje a todo, Diario, aun al silencio, desde el qué Él habla a veces, y sin usar palabras (17:34:29).