22 de abril de 2023. Sábado.
ABRIR UN BUEN LIBRO
ABRIR UN BUEN LIBRO
-Abrir un buen libro es como descubrir un mundo nuevo o caminar por una estrella inimaginable. Todo es asombro, maravilla, hallazgo. Recuerdo aquellos tiempos en los que, con una vela encendida y acostado, leía, antes de dormirme, tebeos o libros, hasta que me vencía el sueño. Los tebeos, con sor Matilde –la pequeña monja exquisita–, me enseñaron a leer, los libros, a soñar. Siempre imaginé estar viviendo aquello que leía: fueran el Capitán Trueno o el Quijote. Y me dormía con aquellas hazañas que luego soñaba; es decir, las vivía. Decir que en la ensoñación de estas hazañas yo nunca perdía: o ganaba, o despertaba antes de la frustración por perder. Cómo me hubiera gustado, pienso ahora, haber podido leer entonces el libro de Antoine de Saint-Exupéry El Principito, me habría enseñado tantas cosas sobre la belleza de los sueños y su significado… Pero tuve la suerte de leer los evangelios, que me regaló el padre Fermín, misionero y poeta. Los evangelios los leía el sábado: me facilitaba el entenderlos el domingo: entonces la misa se celebraba en latín. Y es que estoy de acuerdo con la escritora norteamericana Gloria Steinem, que decía: «Después de todo, soñar es una forma de planificación». Se refería a los que soñamos despiertos, Diario, o eso sueño yo… (12:37:13)