17 de noviembre de
2023. Viernes.
UN AUTÓCRATA, EN LA SILLA GESTATORIA
UN AUTÓCRATA, EN LA SILLA GESTATORIA
-Ya
tenemos a un autócrata en la silla gestatoria –la que es llevada en brazos– del
estado. Desde arriba, el déspota impartirá sus exorcismos laicos y castigará a
todo aquel que ose decir que va vestido de desnudez. Sólo vestirá la toga,
arrastrada por el barro de la mentira. Ir vestido de mentira es como vestirse de
trasparencias deshilachadas, o de un delantal que tape solo de las rodillas
para abajo. Lo demás, nariz, ombligo y otros, quedan al descubierto. Como la
sonrisa que fuerza el déspota, que le cae de los labios como la colilla de un
cigarro mordido y untado de saliva. Si te fijas, se nota que es postiza. En un
mentiroso no hay sonrisa verdadera; en todo caso una mueca que sustituye la luz
de la sonrisa real. Como dejó dicho el filósofo griego Aristóteles (384 a. C): «El castigo del mentiroso es no ser creído,
aun cuando diga la verdad». Mi único consuelo, Diario, es poder rezar y pedir a
Dios que esto no vaya a más, sería caer otra vez en la degradación social y
guerrista, en la tragedia.