domingo, 19 de mayo de 2019

19 de mayo de 2019. Domingo.
FE EN LA VIDA

Siempre hay un rayo de luz, que salva. En Zakopane. Polonia. F: FotVi

-La democracia no cura la locura, ni volatiliza el odio, ni proporciona sabiduría. Ni da la paz interior. Por el contrario, en democracia, y en libertad, si te distraes, puedes acabar siendo un bípedo con cabeza de ser humano y hechos de animal feroz y sádico, que escupe la palabra fascista a cada instante y hiere con la boca como si soplara dardos envenenados al cuello del adversario. Es decir, un centauro liberado y de mirada arrogante y ensangrentada, y sin sentimientos. O con solo el sentimiento de la tribu; es decir, lo mío es mío, y lo que me pertenece a todos, si me dejan, me lo quedo también, excluyendo a todos los demás. Me estoy refiriendo a los nacionalismos, que toman fuerza en las dictaduras y se destapaban, hasta echar bilis, en las democracias, donde muerden. Pero hoy domingo, quiero celebrar, Diario, la beatificación de una mujer, Guadalupe Ortiz de Landázuri (Opus Dei), «santa de la puerta de al lado», y que nos anima a los desterrados hijos de Eva a seguir sus pasos, con fe en la vida y en la cruz, y en la ternura de Dios (19:27:53).

sábado, 18 de mayo de 2019

18 de mayo de 2019. Sábado.
ME IRÍA A VOLAR

La vida en vuelo, en Google. 

-Veo cruzar a los vencejos y pienso que me iría a volar –a soñar– con ellos. Por ahí, por los aires, tocando el cielo. Llenándome de azul y nubes. De misterios. Salvo cuando crían, los vencejos siempre vuelan. Entonces, se posan y aman, y nutren a sus crías. Están siempre en el aire, sin tocar el cansancio de la tierra, sus lugares feos e injustos, tan humanos –y deshumanizados–, a veces. Vuelan de Europa a África, y la recorren de norte a sur, para, pasado el invierno, volver a sus nidos. Me gustaría poder volar con ellos y contemplar desiertos, selvas profundas, ciudades inauditas, el amor y la guerra de los hombres, desde Tanzania a Murcia, donde –ahora– los contemplo piar en la orgía de sus vuelos, en sus juegos sin fin. Qué hermoso volar continuamente, Diario, sin detenerse en la monotonía de la vida, tan rústica y devoradora de ilusiones, y tan triste, si no tienes algún punto de inocencia en que embeberte y diluirte en su ternura; o volver a la niñez, donde fuiste tan feliz, y libre, y protegido, y donde tantos sueños construiste (18:44:28).

viernes, 17 de mayo de 2019

17 de mayo de 2019. Viernes.
IGNOMINIA

Algo se come el azul, desde mi ventana. Casa Sacerdotal. Murcia

-Dejo la cama, miro por la ventana, y se me llena la mirada de azul. El día –digo– es puro. En el cielo, no tanto en la tierra. En la tierra están la captura de Josu Ternera, una esquina de lo humano, el coco de los etarras. El que se manchó tantas veces las manos de sangre, que ya no se veían las manos, sino el rojo vivo de la ignominia. Entre las muertes provocadas por él, las de los niños de Zaragoza; niños en los que todavía los sueños no habían enfermado de mentiras, tan jóvenes eran, y la vida no les había hecho aún llorar sin el consuelo de sus padres. Niños aún cobijados en la ternura de la madre, como el silencio en la palabra que aún no se ha dicho, o el agua que todavía no ha mojado ni ha dado vida. Niñez, pues, agazapada y fresca, y no rota aún por la daga de la insidia y la zancadilla. En todo caso, niñez destrozada. Y luego está el beso de Carmena a Errejón –ante unas elecciones todo está permitido y jaleado–; es decir, lo nuevo se clava en la viejo, ¿cómo un aguijón de alacrán o como una lamida de la abeja en el polen? Perdón, no quisiera ofender, pero pregunto: ¿quién de los dos escupirá primero el beso? ¿O es este, en tiempo de elecciones, un sabor nuevo y deleitoso, aunque atrevido? No sé, Diario, pero el día que empezó de azul, ha terminado de marrón sucio, andrajoso (12:22:35).

jueves, 16 de mayo de 2019

16 de mayo de 2019. Jueves.
BELLA ILUSIÓN

Lo humilde, o la belleza, en el jardín. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Salgo a andar y no se me reproduce el dolor en los gemelos. «¡Aleluya!». Cansado –me digo–, pero libre de dolor, y respiro como si hubiera corrido la Maratón Vallecana de San Silvestre. El caminar mueve (y conmueve) el corazón, y la mente, y aporta instantes para la meditación y la poesía. La poesía, ante todo, es contemplación, y apertura de la mirada al interior más íntimo, más espiritual de la persona donde se forman las palabras y el cómo decirlas: la sintaxis. Dios, al crear las cosas, iba poniendo las reglas para que, al decirlas, las entendiéramos. Dios, con las palabras, creó la sintaxis, y –en el hablar– fue la belleza. Y la belleza hizo posible la poesía. Las cosas que cualquiera ve pequeñas, insignificantes, rudimentarias, el poeta, al decirlas, las ve hermosas, les da una nueva dimensión espiritual que las hace dignas e ideales. Sublimes. El rumor del crecimiento del árbol, el silencio que queda –tembloroso– tras pronunciar una palabra, o el intervalo entre el trueno y el rayo, del que –como dice W. C. Williams, poeta –nace la primavera. Yo, Diario, me quedo con esa yema de rosa, que mañana será flor, pero que ahora, en este momento, es solo una bella ilusión del rosal, y del poeta (19:09:53).

miércoles, 15 de mayo de 2019

15 de mayo de 2019. Miércoles.
LA LUZ DE LA MAÑANA

Luz en las cosas, en mi habitación. Casa Sacerdotal. F: FotVi

-Doy gracias cada mañana por haber visto la luz. La luz, o el repliegue de la oscuridad, el esconderse de las sombras, la huida del horror. Y en la luz y con la luz se me hacen realidad las cosas, las palpo. Y así miro y toco el libro, el pan, la orquídea, la cosa amada, el silencio. Toco las cosas y, al hacerlo, las hago más mías, y yo más de las cosas. El tocar las cosas te hace verlas dos veces, y amarlas dos veces. Al despertar, yo me santiguo con la luz; de este modo, yo santifico la luz y la luz me santifica a mí. Dice el salmo 36 que en la luz está el manantial de la vida, y añade: «En tu luz, Señor, veremos la luz». En un mundo de tanta oscuridad, yo, Diario, te ofrezco la luz de la mañana, para que no te falte la luz el resto del día (18:55:33).

martes, 14 de mayo de 2019

14 de mayo de 2019. Martes.
DILEMA

La avispa y la rosa, en el jardín. Torre de la Horadada. F. FotVi

-Dilema. Es palabra que indica duda, vacilación, inseguridad. Anoche detecté un mosquito en mi habitación. Era minúsculo, pero matón. ¿Lo eliminaba o me dormía con el insecto esperando el momento de clavarme su pincho inmisericorde? Lo tenía frente a mí, osado y amenazador. Y yo –como buen animalista– dándole hilo al dilema. Hasta que me dormí y mi picó, sin ninguna consideración a mi dignidad de persona. Yo lo respeté a él; él no tuvo ninguna consideración conmigo. ¿Qué hacer, amigo animalista? Es el mismo dilema que se me presenta al tener que votar. No pienso en quién me va beneficiar, sino en quién me va esquilmar menos. ¡Es todo tan sencillo! Mientras te piden el voto, halagan, adulan, se visten con piel de cordero, saludan, dan besos a la vejez que luego escupen, van, vienen, todo son sonrisas, y promesas, pero una vez conseguido el palacio y la paga de señor del cotarro (con el Falcon 20 en el garaje), si te he visto, no me acuerdo. Y entonces llega el tiempo de las quejas, de pensar en las pensiones, de cómo llegar a fin de mes: los besos que me dieron se me caen de la cara avergonzados. Y vuelve el dilema: ¿elimino al mosquito o dejo que el mosquito me besuquee y se burle de mí? Gran conflicto de intereses, Diario, gran conflicto (18:37:36).

lunes, 13 de mayo de 2019

13 de mayo de 2019. Lunes.
LAS CADENAS

Puesta de sol, de Candela, a los 5 años. F: FotVi

-El día amanece triste y cubierto de nubes; pero es primavera. Y además, es el día en que la Iglesia celebra las apariciones de la Virgen en Fátima. Aquellos tres niños y aquella bella Señora. La que, en una de sus apariciones, movió el sol y lo hizo girar sobre sí mismo, cerrando bocas de incrédulos. ¡Qué admirable es todo cuando Dios se acerca a los hombres y los redime de sus torpezas! Entonces, los milagros se multiplican, como la luz, como los trigales tras la lluvia. Bien mirado, cada instante de la vida es un milagro; ejemplos: el milagro de abrir y cerrar los ojos, el de pasar la hoja de ese libro, el de poder decir sí o no, sin ataduras; o la libertad. La libertad, nuestra libertad, mi libertad, y no la valoramos. Solo cuando se pierde, nos damos cuenta de las cadenas. Un servidor piensa: «¿Y si viviera en un país donde no existieran los derechos humanos, sino la voluntad del tirano?» Terrible, digo, y me dispongo a vivir, Diario, este instante de libertad que tengo, por si mañana me la hubieran arrebatado (19:12:37).

domingo, 12 de mayo de 2019

12 de mayo de 2019. Domingo.
BAUTICÉ A LA INOCENCIA

Florece la vida, en mi habitación. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Ayer, en San Pedro del Pinatar, bauticé la inocencia. Y le dimos un nombre, Jacinta. Jacinta, que miraba con ojos de asombro todo lo que ocurría a su alrededor. Primero durmió, luego, cuando le eché el agua, despertó y lloró, para, al fin, mirar como quien reconociera las cosas que contemplaba. Y pensé: «¡Qué grande es Dios, que se hace tan pequeño en el alma de un bebé!» Y que hermosa es la inocencia, que, de este modo tan sencillo, se deja invadir por Dios. Con solo las armas del amor. Ayer me sentí otra vez pastor, y, en esta ocasión, con el júbilo de la vejez. En el tiempo de la ancianidad, no todo es decrepitud y tristeza, también existen hilos de luz por los que caminar. Por otro lado, decir que, en el jardín, cantan los mirlos enamorados sus endechas, y que las orquídeas que guardo en la habitación han abierto todas. Ahora, Diario, me pongo a soñar, y pienso en Candela, a la que espero poder darle la primera comunión el año que viene; es decir, sigo viviendo, y tocando cada día, en las cosas más sencillas, el milagro (18:50:01).

sábado, 11 de mayo de 2019

11 de mayo de 2019. Sábado.
RUBALCABA

Y llegó el ocaso, en Murcia. Casa Sacerdotal. F: FotVi

-Y Rubalcaba ya está en el más allá, donde se aclaran las verdades. Y las mentiras. Ahora, en la hora de la muerte, todos son elogios, nadie se atreve a decir que fue hombre y que tuvo momentos de luz y de sombra. Como el árbol, como la ley o el derecho, como la monja o el progre. Todos caminamos por la vida apartando sombras y descubriendo luces. Como el que anda por la selva. Unas veces acertamos y otras nos equivocamos. Desbrozamos maleza, hasta que damos con el camino. Pero mientras damos con la salida, recibimos heridas y contratiempos, que nos hacen unas veces dudar y otras llenarnos de nueva energía. La fe es noche oscura, decía San Juan de la Cruz. En ese día a día de la fe, vas tanteando, tropiezas, caes, te levantas; tocas la luz, te deslumbra, y la dejas caer, la pierdes, pero sigues desbrozando bosque. Hasta que, de pronto, y sin aviso previo, te desplomas y caes. Se acabaron las dudas. Llega el más allá, donde tal vez se encuentre nuestra salida. Y ahí está Rubalcaba, solo, con su conciencia y sus actos, y su debilidad, y su grandeza de persona. Yo, por si acaso la necesita, Diario, le voy a dar lo que nadie le ha ofrecido: una oración; quizá, en el más allá, le dé claridad para ver la Luz, la que se percibe –dicen– sin deslumbrar, y sin herir (19:00:04).

viernes, 10 de mayo de 2019

10 de mayo de 2019. Viernes.
SIN RESPETO Y ALEVOSÍA

Democracia, todas las florecillas iguales. En Vistabella. Murcia. F: FotVi

-Salimos de una y nos meten en otra. Estos chicos no tienen hartura. Una fue el 28 de abril y otra, el 26 de mayo. Elecciones. Qué hermoso fue la primera vez: fue como abrir la mano y que te saltara una paloma. Y saltó la paloma: la libertad. La emoción iba de los ojos a las papeletas, y de estas a las urnas. Y, al depositar la papeleta, nos mirábamos y reíamos. Recuerdo la fiesta: como un rito sagrado. Mi madre y yo: un poco temblorosos. Al echar la papeleta dijo mi madre: «Por un voto, se pierde o se gana». Había vivido la tragedia de la guerra y el hambre de la posguerra. Y echar la papeleta le parecía beber un trago de agua con una sed extrema. Estábamos bebiendo el agua de la democracia. Dijo adiós a la mesa y salimos del colegio electoral. Y hasta hoy. Que, en pocos días, nos llaman a dos votaciones, sin respeto, con alevosía. Ahora bien, Diario, como diría Albert Einstein, que nadie, en democracia, se sienta divinizado, que el orgullo y el despotismo son las malas hierbas de la democracia, y el principio de su (posible) destrucción (19:24:18).

jueves, 9 de mayo de 2019

9 de mayo de 2019. Jueves.
SU CONCHA

Mirando el misterio, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Miré y me pareció vislumbrar el infinito, aunque no logré verlo. Insistí en mirar, pero siempre veía un más allá. Luego descubrí que, más que en la mirada, el infinito está en los sueños, donde vive agazapada y temblorosa la utopía. Como esa gatita que maúlla y roza, y te hace amarla. El infinito, que si lo auscultas un poco, te abre al misterio. Y una vez hallado el misterio, si te adentras en él, te vuelves a sorprender, pues caes en la cuenta que estás tocando lo divino. Y entonces cierro los ojos e intuyo que Alguien, desde dentro de lo inefable, Diario, me da la mano y me saluda, y, alargo yo mi mano para devolverle el saludo, y ya no está, o está construyendo el misterio, su modo de esconderse, su concha donde existe (19:14:13).

miércoles, 8 de mayo de 2019

8 de mayo de 2019. Miércoles.
CREAR MITOS

Dioses caídos, en Viena. F: FotVi

-La soberbia casi siempre se paga con una degradante humillación. La semana pasada, a un simple futbolista con habilidades propias (y aunque geniales) de su profesión, le llamaban el inmortal, el único, el excelso, el messi…as. Es el periodismo glotón, voraz, deformador. Que crea mitos, y luego los deja caer para que se rompan. Hoy, después de Anfield, al messi…as ya le llaman el derrotado, el abatido, el andrajoso. A él y a todo su equipo. Lo mismo que el año pasado en Roma. «¡César, los que van a morir te saludan!». Dicen los gladiadores en el circo. «¡Oh, caído, levántate si puedes!», dicen los del anfiteatro, cantando su himno de guerra: «Yo´ull never walk alone» («Nunca caminarás solo»). Y el caído, lleno de sudor y sangre, y barro, ve al César, con el dedo pulgar hacia abajo, hacer la señal del desprestigio y el bochorno. La humildad, Diario, siempre se cobra su tributo; y más, si vas vestido de amarillo, que es color gafe, esquivo a la suerte. A mis amigos del Barҫa, yo les diría con Unamuno: «Empezaré de nuevo desde la humildad», sin dioses de arcilla y sin dependencia excesiva y determinante de los mismos: son dioses que si caen se hacen pedazos (12:27:31).

martes, 7 de mayo de 2019

7 de mayo de 2019. Martes.
LAVARSE EN LA LUZ

Bañándose en luz, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi 

-Esta mañana me he lavado las manos en la luz. Las manos y la cara, como un rito sagrado. Lavarse en la luz es un modo de tocar la pureza, dice el poeta. «En la luz he tocado la pureza, / y la pureza a mí, donde el amor. / Tacto». Los poetas dicen locuras. A veces, se hacen inalcanzables. La poesía no es negocio: lo es más la pereza, la mentira, la política hecha banana, por eso hay tanto indigente intelectual dedicado a estudiar la carrera de la verborrea y la baladronada. ¡Qué tristeza! Dice Joan Margarit, poeta, que «un viejo sabio se puede mantener, pero un viejo idiota es insufrible». Y estamos, Diario, salvo alguna soportable excepción, votando y alimentando a avispados, que no a sabios. O el pesebre de la política (19:47:28).

lunes, 6 de mayo de 2019

6 de mayo de 2019. Lunes.
TOPARSE CON EL AMOR

Amanecer brumoso, desde el 5º. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi
-Amanecer triste, con niebla. Pero reverdece el sol y despeja la bruma, que se viste de azul. Metamorfosis del día: el desánimo se convierte en júbilo. Ayer estuve en Molina: firmando libros. Para Cáritas. En el Paseo de Rosales, donde a la entrada sigue la palmera, pero en el que se han multiplicado las alturas de las casas. Como enanitos que han dejado de serlo en un cuento de hadas. Crecen las casas y menguan las personas. Como le ocurriera a Gulliver en el país de Brobdingnag, que se encontró con gigantes. Desconozco el paisaje, y a la gente que pasa por delante de la caseta. Solo una persona se detuvo, miró, y dijo: «¡Pero si es Vicente!», y se acercó y me dio un abrazo. Me dijo ser de Javalí Viejo. Feliz, compró un libro y se lo entregó a su señora. Pensé: «Por el día de la madre». Luego vinieron otros compradores, pero desconocidos para mí, que también se hicieron con algún libro. Pepe León, el párroco de la Asunción, se llevó cuatro. Los necesitados de Cáritas se lo pagarán. Fue una tarde incómoda: los años, Diario; pero, al fin, tarde agradecida; cuando te topas con el amor, te haces paciente, sensible, perceptivo, y la alegría te invade. Un don (18:36:45).

domingo, 5 de mayo de 2019

5 de mayo de 2019. Domingo.
MADRE, COMO ENTONCES

Para ti, si eres madre. Murcia. F: FotVi

-Digo Madre, y la boca se me llena de Dios. Y de acción de gracias. Cada vez que digo Madre, sin prisa y lamiendo la palabra, me sucede algo extraordinario en la boca, como si celebrara una eucaristía. Decir Madre es pedir perdón, y dar gracias, y recordar sus pasos y sus palabras, y sus manos. ¡Pero, sobre todo, sus miradas! En su mirada, vivían la alabanza y la condena, la bendición y la recriminación. De chaval, cuando hacía algo que me parecía importante o no concorde con lo que me habían enseñado, miraba a los ojos de mi Madre, donde de inmediato hallaba la felicitación o el reproche. Sin palabras, con solo sus ojos, que me miraban y sabían, y celebraban o lamentaban. Anoche soñé que tenía fiebre; vino la mano de mi Madre y se posó en mi fiebre. En ese momento despertaba, y, algún tiempo después, aún me parecía sentir la mano insistiendo sobre la frente, como si un roce de alivio se posara en ella y la calmara: hoy, día de la Madre, Diario. Hoy, como entonces (12:31:56).

sábado, 4 de mayo de 2019

4 de mayo de 2019. Sábado.
EL FILÓSOFO QUE RÍE

Las cruces de la injusticia, en Lituania. F: Juan.

-Heráclito y Demócrito, ambos filósofos griegos, pero el uno lloraba y el otro reía. A Heráclito se le llama «el filósofo que llora» y a Demócrito «el filósofo que ríe». ¿Razón? Quizá fuera porque Demócrito postulaba como aspiración natural de todo individuo, no tanto el placer, la voluptuosidad, el deleite, sino «la tranquilidad de espíritu». Es decir, la paz, la armonía, el equilibrio del alma. O sus silencios, tan fructíferos siempre. Heráclito quizá llorara por aquello que escribió: «Todo fluye y nada permanece», o como lamento por la futilidad e insignificancia del ser. En todo caso, dos filósofos que nos deben hacer pensar. El uno, Demócrito, para iluminarnos en el camino hacia la virtud, hacia lo honesto, lo limpio; y el otro, Heráclito, para valorar en poco la realidad de lo que nos sucede en este mundo, ya que se trata de una realidad frágil y escurridiza, sin consistencia, como la arena que escapa entre los dedos. Un servidor, pensando en el filósofo que ríe, mañana, en Molina, me uniré al grupo de escritores, que con motivo de la Primavera del Libro, están firmando ejemplares de sus obras en la Caseta de Cáritas. Será de las 18 a las 21 horas. Lo recaudado, Diario, quedará como ayuda para la obra social de la Iglesia, que alarga la mano de Dios hasta el pobre y el descartado de esta sociedad, narcisista e ensimismada en sus cosas, y que apenas contempla el dolor y la indigencia del hermano herido de al lado. Pasa y no ve (18:39:54).

viernes, 3 de mayo de 2019

3 de mayo de 2019. Viernes.
VIVIR MAL

Sombras que viven, parásitas. Sevilla. F: FotVi

-Pienso: ningún político vive mal. Sin embargo, hay muchos que alimentan la política –el pueblo–, que viven peor. Ejemplo: Los que andan un día y otro por la fila tenebrosa del paro; los indigentes que en la calle piden una limosna a mano alzada: la misma mano con la que luego dan su voto, quizá, a este o a aquel partido; los del trabajo precario y humillante, de sol a sol, y por un sueldo de indignidad, negros y blancos, y de los Andes; la juventud –dejada y olvidada– que, año tras año, prepara oposiciones, para cuando las haya; el padre y la madre de familia que apenas llegan a fin de mes, con los hijos creciendo y llenos de sueños, que no cumplen; los que en un hospital ven irse los días entre la amabilidad del médico y el suero dándole vida por el canal de las venas. ¡Dios! Sabemos que cada vez que nos piden el voto nos mienten, pero hay que votar. Y lo hacemos: con una pinza en las narices o con el entusiasmo del que vive la fe sublime en las consignas, o en la ideología. Pero ellos –los políticos– viven mejor, ellos que también votan, pero por interés, y, aunque hayan perdido, Diario, no dejan la sonrisa, como un Mefistófeles triunfador, pues se saben ganadores, de una buena soldada (12:27:33).

jueves, 2 de mayo de 2019

2 de mayo de 2019. Jueves.
LA ORQUÍDEA

Humilde y volátil, la orquídea. F: FotVi
-Dos de mayo y la orquídea. Tengo en el estudio una orquídea que, sutilmente, va abriendo sus flores, sin ruido, con pereza. Es como un pequeño milagro vegetal. Es la planta de la luz; sin luz, se muere. Como el poeta sin palabras. Pero ha de ser una luz discreta, no una luz exuberante; no la luz del sol directo, sino una luz matizada, luz que no arda y queme, que roce simplemente. Y ha de estar siempre húmeda, pero sin que la ahogue el agua. Es la planta de la discreción, del recato. Como la santidad, Diario, con una belleza de trazo suave de pincel, sin grandes manchurrones, humilde y volátil, lírica (18:55:08).

miércoles, 1 de mayo de 2019

1 de mayo de 2019. Miércoles.
GRITO DE PUÑO CERRADO

Columpios, de Rosetta Bonatti. F: Google

-Hoy, día de San José obrero, es la fiesta del trabajo en la que, sin embargo, no se trabaja. Es fiesta de reivindicación, de manifestaciones con el puño en alto, puño que habla más de rabia que de fiesta. Pero habla. Se trata de que se oiga al trabajador, que, cercado por el capital, se ve en demasiados casos humillado, preterido, silenciado. Es fácil silenciar las manos del obrero, que solo construyen, sin dar gritos. Las manos del albañil, del carpintero, del orfebre, del músico, del escritor, del campesino, o el lenguaje de las manos que conforman la belleza del mundo, calladamente, con sudor y lágrimas, dando golpes en el mármol hasta que aparece la obra de arte, hasta que surge o la Piedad de Miguel Ángel o Notre Dame de París. O Las Meninas de Velázquez. Es el clamor de la belleza, que, sin palabras, habla, brota del interior del obrero, lo expone a la contemplación del mundo, y maravilla. Es la vibración interior que da en las manos del artista y hace que, estas, con diversos elementos –el mármol, los colores, la plomada, el cincel, las letras– embellezcan y hagan espíritu aquello que es pura materia, y lo que era imperfecto lo conviertan en delicadeza, gracia, suavidad, cultura. Hoy, día del trabajo, Diario, es el día de las manos agrietadas de mi padre, albañil, y las endurecidas de mi madre, lavandera, que gritan con el grito de las manifestaciones, para que se las oiga, y se haga justicia y se las llene de la dignidad y el reconocimiento que merecen, grito de puño cerrado (20:05:34).

martes, 30 de abril de 2019

30 de abril de 2019. Martes.
EL TIEMPO ES SINFÓNICO

La verdad es sinfónica, en la vida. F: Google

-Treinta de abril ya, como un alud del tiempo. ¿No habéis visto esta cascada del tiempo cómo se despeña? Y me da a mí, y te da a ti, y a todos nos destruye un poco. Nos destruye y nos reconstruye; nos reconstruye en experiencia, que es un modo de sabiduría, y nos destruye físicamente, como el traje que se desgasta y acaba por desecharse. El tiempo es nuestro patrimonio, nuestra caudal. Es lo único que nos pertenece, «incluso el que no tiene nada más, lo posee». Dice Gracián. Pero me pongo el tiempo como reloj de pulsera y a cada instante que lo miro, el instante anterior ya no está, ha pasado, se ha esfumado. Y se instala en la pantalla el siguiente, que es un poquito más viejo, pero que, comparándolos, luce tanto como el anterior. Es el paso del tiempo el que hace que envejezcan los miles de instantes que componen un año, esos instantes de dolor o de amor, de sueños o de pesadillas, de paz o de guerra. Y parafraseando a H. U. von Balthasar, el teólogo de la estética y belleza divinas, digo que el tiempo es sinfónico, como él dice de la verdad. Y como toda sinfonía, la oyes, la gozas, la sientes, la vives, momento a momento, hasta que llega el gran acorde –o el suave silencio– final, cuando surgen los aplausos, que ya no escuchas, porque se ha acabado el tiempo de la armonía, que sin duda surgirá en otro sitio, pero no en ti, Diario, que ya estás en manos de la Trascendencia, donde da comienzo otra sinfonía de vida, de amor, de contemplación, infinitos, eternos (19:16:14).