domingo, 12 de mayo de 2019

12 de mayo de 2019. Domingo.
BAUTICÉ A LA INOCENCIA

Florece la vida, en mi habitación. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Ayer, en San Pedro del Pinatar, bauticé la inocencia. Y le dimos un nombre, Jacinta. Jacinta, que miraba con ojos de asombro todo lo que ocurría a su alrededor. Primero durmió, luego, cuando le eché el agua, despertó y lloró, para, al fin, mirar como quien reconociera las cosas que contemplaba. Y pensé: «¡Qué grande es Dios, que se hace tan pequeño en el alma de un bebé!» Y que hermosa es la inocencia, que, de este modo tan sencillo, se deja invadir por Dios. Con solo las armas del amor. Ayer me sentí otra vez pastor, y, en esta ocasión, con el júbilo de la vejez. En el tiempo de la ancianidad, no todo es decrepitud y tristeza, también existen hilos de luz por los que caminar. Por otro lado, decir que, en el jardín, cantan los mirlos enamorados sus endechas, y que las orquídeas que guardo en la habitación han abierto todas. Ahora, Diario, me pongo a soñar, y pienso en Candela, a la que espero poder darle la primera comunión el año que viene; es decir, sigo viviendo, y tocando cada día, en las cosas más sencillas, el milagro (18:50:01).

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