22 de noviembre de 2013. Viernes.
NO SOY YO
Luz y oscuridad, en el jardín. F: FotVi |
-Hay veces que no
soy yo, sino mi contrario, el que mete el dedo en su propio ojo, o el que, caminando,
toma atajos cuando podría andar recto; como señalaría san Pablo en su carta a
los romanos: «El querer está a mi alcance, el hacer el bien, no».
Yo
soy el querer, el anhelar, el desear, sólo eso; ¡o todo eso! Y me definiría
como luz y oscuridad, aliento y carne, miedo y aventura; pero ente todo, gracia
de Dios. Pues, como diría también san Pablo: «No soy yo, sino la gracia de Dios
la que está conmigo». Razón, Diario, por la que nunca desespero y, aun en el
peor desierto o ansiedad, siempre hallo la paz en esa gracia que me persigue;
sin poder, al fin, librarme de ella o evitarla.
Ah, Diario, y una petición: ¿Me
permites que tome unos días de vacaciones -pocos-, y al volver te cuento? De
acuerdo, tendré cuidado; pero tú, sin llorar, échame de menos; así sabré que
nos queremos (19:16:39).
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