9 de marzo de 2014. Domingo.
PEQUEÑA
NUBE DE POLVO
Tulipán, celebrando a una mujer. F: FotVi |
-Si se finge, se es hipócrita, dice el diccionario. Sólo si se es actor,
no existe la hipocresía cuando se finge. Pues «hypokrisía», en griego, significa «representación de un papel en el
teatro». (Diccionario de María Moliner). Farsante, doblado o mátalas callando,
nebulón o mosquita muerta, son, entre otros muchos, sinónimos de hipócrita. El
hipócrita es un bicho que se pone la máscara de un ave; y, aunque no sea ave,
por su atuendo (las alas impostadas), lo parece. Hace graciosas piruetas y agita
las alas, haciendo como que vuela, pero en realidad sólo da saltitos en la
tierra. Como la rana o el marsupial. Levantando, eso, sí, en cada salto, un pequeña
nube de polvo, una boria, que tapa y disimula el engaño. En esta sociedad
nuestra vivimos de máscaras, un carnaval perpetuo. Por esto o por lo otro. Nos
vestimos de estupidez y salimos en grupo a celebrar la simpleza; a lo peor es
que sólo somos eso: minucia. Ayer, la sociedad del bienestar se puso la máscara
del día de la mujer y celebró con algaradas el acontecimiento. Se celebra a la
mujer, en general; como el altruista celebra a la humanidad, sin más. Santa
Teresa de Calcuta celebraba a la humanidad, cogiendo a un moribundo en la calle
y dándole el pecho de sus cuidados, como la madre al hijo. Madre Teresa de Calcuta la llamaban. (Yo aún la llamo así). Como el
samaritano al apaleado que quedó malherido al lado del camino. Los hay que se
preocupan de la humanidad en su conjunto; pero si se acerca un pobre a su
puerta, le dicen: perdone, y lo despiden con la música a otra parte. El día de
la mujer: pero ¿qué mujer? ¿La que es madre, la expropiada de dignidad, la que
lo da todo, la que lo exige todo? ¿Qué mujer? Celebrar a la mujer en general es
como celebrar al viento, que nunca es posible cogerlo con las manos. Atrapar el
viento, ¿cómo? Una entelequia. Celebrar a la mujer, sí, Diario; pero haciéndolo
con la que en este momento se tenga delante, aunque sea en el recuerdo; en ella
(aunque esté en el recuerdo), celebra a todas las mujeres. Y como dice un
proverbio chino: «Si esperara la perfección, nunca acabaría mi libro» (20:14:47).
Perfecto. La sociedad esconde grandes dosis de hipocresía. No quiere complicaciones ni se moja al aplaudir y hasta elogiar determinados "modi faciendi et vivendi" auspiciados por un erróneo afán de progresismo. Las personas deben ser respetadas, pero las actitudes que denigran y rompen la armonía de la naturaleza han de ser denunciadas con valentía. Quien no se moja, no necesita toalla.
ResponderEliminarCierto, amigo José María.
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