17 de septiembre de 2015. Jueves.
CURA
Dormitando en la fragilidad. Salinas de San Pedro. Año 2013. F: FotVi |
-Se me aparece
la palabra «cura» en la punta de la lengua y, luego de removerla como una gota
de miel en la boca, la digo. (Toda palabra es miel, aunque a veces mal suene:
las hay, palabras, malsonantes, que mal suenan, pero se dicen, porque son palabras
y están para ser dichas y significar algo, aunque rechinen al oído). Cura. «¡Eres cura!», me advierte el
espejo, ante mi asombro; nunca me lo había dicho yo a mí mismo así, a la cara, y
mirándome al espejo (del alma). Accedo al significado de la palabra cura, y me
sorprende que algo de tan poca apariencia ortográfica como este vocablo de dos
sílabas (cura) pueda abarcar tanto. Cura es locución llegada del latín, y puede
expresar: asistencia, acogida, solicitud… Y no sólo del alma. El cura medica el
alma; pero también el cuerpo. El cura, cura, cultiva, cuida, no culpa
(disculpa), cumple…; y, ante todo, «es hombre perdonado», o debilidad ungida,
consagrada; y, en todo caso, Diario, siempre será fragilidad amorosamente elegida,
y perseguida. Fragilidad (19:39:57).
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