28 de septiembre de 2015. Lunes.
TELE-MONSERGA
Bosque atormentado, ante la tormenta. Año 2014. F: FotVi |
-Un trueno horrendo, y el tabletear de la lluvia, en una noche de fantasmas
separatistas. Cerré la tele y metí la cabeza bajo el almohadón, de mis miedos. Todavía
me asustan las tormentas, si son eléctricas; pero más si son ideológicas,
sentimentales, ilógicas. Las ideologías son la chispa de toda guerra (también
la religión cuando se hace solo doctrina sin obras de fe, dogma sin alma). Vinieron
bien, pues, el trueno y la lluvia, y lograron apartarme de la tele-monserga sobre
el resultado de las elecciones catalanas, tan viscosas y convulsas, tan
temblorosas por crispadas. Crispación, me dije. Y pensé en un cangrejo avisando
de mordisco con sus enormes pinzas demoníacas. Pinzas que, cocidas, y con un
rociado de limón, saben, sin embargo, a mar sabroso y comestible, a mar de chuparse
los dedos; aunque también, Diario, a mar temible e inmisericorde, volteador de
cosas, como el mar de la política sin freno, casi siempre caos encolerizado (19:52:20).
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