14 de junio de 2020. Domingo.
LA FIESTA DEL PAN
Y EL VINO
Caritas, la alegría del pobre. Símbolo. |
-Una rebanada de pan y un poco de vino en una mesa,
rodeada de comensales que hablan, parten, y comen de ese pan y beben de ese
vino. Gente sencilla: pescadores los primeros y ahora, en nuestro tiempo, personas
corrientes que trabajan, y, a veces, cuando surge la dificultad, miran al
cielo. Mirar al cielo es una manera fácil de darse con las estrellas, y llegar
a su luz. A su esplendor. Un poco de pan, pues, y un poco de vino, y unos
comensales. Y Jesús, como uno más, que dice: «Yo soy el pan que ha bajado del
cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre». Pan de vida que abre el camino
hacia Dios. Pero desde el compartir. Los discípulos de Emaús reconocieron a Jesús
al partir el pan. Y si se parte el pan es para darlo; hoy, fiesta del Cuerpo de
Cristo, se celebra el día de la Caridad. No puedes estar comiendo este
pan y beber de este vino y olvidarte del que no tiene qué echarse a la boca. Hay
una relación perfecta entre la comunión de la Iglesia y la comunión de los
pobres. El pan de la Eucaristía se reparte; el pan de casa, humedecido con el
sudor de nuestra frente, quizá, debe compartirse con el hambre del pobre, pues
la pobreza enriquece ese bocado. Recuerdo que cuando llegué a mi primer
destino, Casas Nuevas, pusieron una mesa y en ella pan y vino. Y yo pensé, aquí
puedo celebrar la santa misa, y mordí el pan y bebí el vino como el que es
invitado a un gran banquete, Diario, el de la alegría del pobre (19:29:38).
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