lunes, 13 de octubre de 2014


13 de octubre de 2014. Lunes.
CIFRAS
 
Camposanto en Densus, Transilvania. Rumanía. F: FotVi
 
-Se trata de cifras. Yo, en el cómputo global, soy una cifra. Y tú. Y el pájaro que, otoñal y con plumaje apagado, y con el oro de su canto en el pico, vuela ahora mismo, celebrando el día. Todos estamos inmersos, ubicados, en un número, que se llama estadística. Y no hay poder que nos saque de la estadística. ¿Qué número haré yo entre los seres vivientes del planeta? Y sin embargo consuela saber que, si no otra cosa, siempre seré, en la vida o en la muerte, una cifra en la estadística. Pero compruebo, tratándose de cifras, que el 1, según los casos, y como ejemplo, vale más que el 1.000. Un caso de ébola, cerca de ti, vale más que mil muertes a causa de la misma enfermedad en regiones más lejanas. ¡La tiranía de lo cercano y el consuelo de lo alejado! O, si tú robas mil millones y eres Pujol o dirigente de Caja Madrid, o perteneces a la Nomenclatura de los ERE, en Andalucía, no es lo mismo que si eres un paria y robas un pollo a lo Lute en un supermercado de barrio. Como se ve, y tratándose de cifras, no todas las cifras son iguales, ni tienen el mismo valor. Según sea el «según» que cobijan, así es su valor. (El «según» quién). Al decir ciertas cifras, si son cifras de injusticia, se me hacen hielo en la boca. Y las palabras que las dicen son como ojos de lobo hechos cuajo, coágulo. Lo dicho, Diario: se trata de cifras; desde que naces hasta que mueres te persiguen las cifras; aun en la muerte: tumba número tanto en la calle vigésimo quinta, donde más se oye el silencio, indica el sepulturero. Un silencio sepulcral, desde luego (19:57:13).

domingo, 12 de octubre de 2014


12 de octubre de 2014. Domingo.
BULEVAR ABAJO
 
Ángel de Dios, en Santa Sofía, Estambul. Turquía. F: FotVi
 
-Contaba aquel anciano sabio: «Me ha venido Dios a casa y lo he despedido, cerrándole la puerta. Pero, habiendo vuelto de nuevo, esta vez lo entré en casa, le brindé mi mesa y, acompañados de manjares suculentos, le ofrecí mis mejores vinos. Dios, sin embargo, declinó mi hospitalidad y, antes de darme la espalda, me miró largamente, y me dijo: “Otra vez será”. Se fue bulevar abajo. Recuerdo que anochecía. Pero un día que oraba, Dios volvió una vez más a visitarme y esta vez como Dios, con todo su atuendo de Dios; no traída truenos en las manos ni rayos en los ojos, pero sí venía vestido de luz y acompañado por acordes de ángeles que tocaban el arpa de diez cuerdas. Caí de rodillas y adoré. Y fue en ese momento cuando se me esclareció la mente y comprendí: Dios había estado en casa tres veces: una, como mendigo, y le cerré la puerta; otra, como gran señor, y lo senté a mi mesa; y ésta, la tercera, como Dios, y había caído de rodillas, en adoración. Sólo que, al levantar los ojos, vi a un mendigo que, tras despedirlo, salía de casa; entonces supe que era Dios». Esto contaba aquel sabio anciano, día y noche, Diario, a todo el que lo quisiera oír, entre risas de algunos (20:08:25).

sábado, 11 de octubre de 2014


11 de octubre de 2014. Sábado.
GESTOS
 
Gesto (de belleza), en el jardín. F: FotVi
 
-Me gusta mirar los gestos. A veces son la piel que viste el alma, su carnet de identidad. El gesto describe lo que es y hay en el alma. El alma es espíritu, y el gesto es su expresión y dimensión. Mis gestos, pues, me dicen. Con la particularidad de que los gestos las más de las veces se escapan, no se programan. Son espontáneos, como volverte con asombro si oyes tu nombre en un lugar extraño, donde estás de casualidad. Los gestos andan por el rostro, andan por las manos, andan por todos los caminos del cuerpo. Un gesto es un tic sonoro donde se oye el alma. «Tic» (en los ojos, en la boca, en las manos), y suena el alma, se estremece de sonidos. Como campana o como llama de vela que arde. La cruz hace tiempo que dejó de ser un madero, solo; ahora la cruz es un gesto despojado, cruel, con sangre viva siempre, borbotón siempre, soledad infinita siempre, pero también amor perenne siempre. Es, Diario, el «tic», por excelencia, del Amor de la Historia (20:53:14).

viernes, 10 de octubre de 2014


 
10 de octubre de 2014. Viernes.
CUMPLIR CARENCIAS
 
Juventud y vejez, en el jardín. F: FotVi
 
-Las grandes enfermedades del hombre no son las que le llegan de fuera, que también, sino las que él mismo se procura o lleva dentro. Me digo: moriré, no cabe duda; pero de mí mismo, en mí mismo. La mayor enfermedad son los años, y los años, como fardo pesado y corrosivo, los llevo yo, dentro, conmigo. Me digo: «Cargado de años», y me veo hundido, con espalda ojival, pirámide de mí mismo, y manos y cabeza colgantes. Hecho de despojos, pues. En la juventud es la cabeza la que rige la altura; en la vejez, es la espalda, que renuncia al empaque y en vez de torre se hace puente, para que cruce por ella la senectud.  O columna sin capitel, tendida. Vivir la vejez es vivir de carencias. No se cumplen años, se cumplen carencias. Feliz cumpleaños…, de carencias, nos falta añadir. La vida te da años (y experiencias, quizá, sabiduría), pero te quita cosas, como el modo de llenar los silencios que quedaron detrás del tiempo y que nunca se llegaron a oír, ni se oirán. El ébola, por ejemplo (ese virus que, fuera de África, ha empezado a jugar también con nuestras vidas, amenazándolas. ¡Ah, la confiada Europa!), crea pánico. Un pánico inevitable, lógico, pero morboso, quizá; pánico, que, sin embargo, no crean ni la vejez (el otro ébola de cara amable, pero mortal como ningún otro virus), ni la guerra ni la pobreza. Y tal vez sea porque creemos tenerlos controlados, o asumidos. La vejez es enfermedad vírica asumida, y, controladas, la guerra y la pobreza; o así lo creemos, hasta que se nos van de las manos. Las guerras se hacen, y la pobreza se impone, es la razón por la que ambas se estiman asuntos controlados. Son el lado oscuro de la estupidez y la injusticia humanas. O como diría Rilke (siempre el poeta), «…¡qué angostas son las calles de la Ciudad del Dolor!» El ébola me asusta. Nos debe asustar el ébola; será un modo de hallar un ungüento, una medicina que lo cure. Como el hambre, como la guerra. Todo lo que nos asusta, Diario, nos conduce a lograr una solución, una aventura nueva que nos libere del susto, de la zozobra (19:40:33).
 

martes, 7 de octubre de 2014


7 de octubre de 2014. Martes.
EL QUE DICE COSAS
 
Cosa, en el jardín. F: FotVi
 
-El poeta es el que dice cosas. También el agua dice sus cosas, como el pájaro o el árbol. Pero son sus cosas; sólo las suyas. El poeta, sin embargo, las dice todas, y, en decirlas, les da vida. Otra vida. Una cosa dicha, alcanza dos vidas, la suya y la que está en la palabra. Las cosas son y están, si las dice el poeta. Las cosas son lo que son, pero están allá donde las ha dicho el poeta. Así lo expresa Rilke en su Novena Elegía de Duino: «Estamos quizás aquí para decir: casa, /puente, cisterna, puerta, vaso, árbol frutal, ventana, / a lo sumo: columna, torre…» Estamos aquí sólo para eso: para poner en su sitio cada cosa, diciéndola. Dios, poeta él, dijo las cosas y las puso donde están. Dijo: «Luz» y fue la luz, donde se miran y se sienten cosa todas las cosas. Sin palabra que diga las cosas (sin poesía) no habría nada, sólo caos. No decir, Diario, es matar la luz de las cosas, su belleza, aun de lo feo. La Biblia es palabra que dice a Dios. Dios, que es infinidad, cabe, sin embargo, en la palabra; tanto que, fuera de la palabra, trasciende a todo, yendo más allá de todo, sin dejarse asir (19:42:37).

lunes, 6 de octubre de 2014


6 de octubre de 2014. Lunes.
YO FUI DESAHUCIADO
 
¿Mi niñez, quizá?, en Pärnu, Bahía de Riga. Estonia. F: FotVi
 
-Yo también fui desahuciado. Con mi familia. Sería por los años 40 ó 41 del siglo pasado. Fue una de las fotografías en negro que quedaron para siempre en mi mente de niño. Una mente de niño, entonces, con aventuras y sueños, y el asombro de las primeras letras, y los juegos interminables, además de este recuerdo en negro, tenebroso. Llegó la Guardia Civil con un papel mugroso del juez y nos puso en la calle. A mis padres, una hermana enferma y a mí. Y los muebles, como un montón de restos de un derrumbe, enseñando sólo sus esquinas, angulosas, indefensas. Las camas, las mesas, las sillas, un cuadro del Corazón de Jesús, todo patas arriba. Mis padres pagaban el recibo del alquiler cada mes; pero la dueña de la casa, que quería vender, se empecinó en no cobrar, y denunció. Acusó: no pagan, y con testigos falsos. Y la injusticia de la Justicia condenó a mis padres y dio la razón a la perjura (en el juicio juró que decía verdad). Como ocurre ahora, salieron los vecinos y se opusieron («¡No es justo!», recuerdo que gritaban; hasta un Guardia Civil se limpió unas lágrimas), pero se cumplió la expoliación. Desahuciar es robar, porque se despoja a personas, además de la casa, también de su dignidad. Vi a mi padre asustado, a mi madre llorar, y, en una cuna tosca de madera, con sus gorjeos, a mi hermana enferma. Yo miraba sin entender. La Justicia esta vez fue ciega e injusta. Porque creo que de los dos ojos sólo se tapó uno, pues se dijo luego que la dueña de la casa había agradecido al juez los servicios prestados; pero esto yo no lo sé. Todo esto ocurrió en Molina de Segura, en una calle, que, por ser estrecha y sombría (sólo en verano podía el sol penetrar en su hendidura) recibía el nombre de Honda, y que, partiendo de la Plaza de la Iglesia, daba entrada a la Plaza Vieja y seguía hasta la fábrica de conservas de Maximino Moreno, camino del río. ¿Y por qué este recuerdo ahora? ABC ha concedido el Premio Mingote a Olmo Calvo por una fotografía sobre los desahucios; conmovedora fotografía. En la fotografía de ahora (en blanco y negro, como eran nuestras vidas entonces), me ha parecido ver a mi madre con las manos en los ojos tapándose las lágrimas. Fue en la posguerra; cuando el hambre y los desmanes políticos. Yo, Diario, era un niño que crecía en edad, en asombros (era mi sabiduría) y en juegos de guerra en la Plaza Vieja, donde siempre tenían que perder los rojos; era lo que oíamos que había ocurrido y lo imitábamos (20:20:47).

domingo, 5 de octubre de 2014


5 de octubre de 2014. Domingo.
PERO SIN RETRATO
 
Belleza interior del árbol, en el jardín. F: FotVi
 
-Si el alma no crece, mengua el cuerpo. Alma y cuerpo son un todo que se complementan. Tal es así, que, muerto el cuerpo, el alma vuela, sola, a regiones celestes e ignotas que sólo en la fe trascienden. A un alma rota, corresponde un cuerpo arruinado; el cuerpo es el espejo visible del alma invisible. Ejemplo: un cuerpo alcanzado por el vicio -la bebida, la droga, el afán de riqueza caiga quien caiga, la insaciabilidad del sexo, etcétera- es el reflejo de un alma enferma, acabada. Pero no al contrario; en un cuerpo enfermo, con harapos de indigencia, débil (Teresa de Calcuta, santa de la pobreza, Miguel y Manuel, santos del ébola, el cooperante Alan Henning, santo por decapitación, tantos), puede haber un alma grande y viva, alma con la lozanía de lo que nace, sea brote, pájaro o la primera palabra que un niño balbucea. El alma parpadea en el rostro como la luz del faro en la noche oscura. Y es parpadeo que indica muerte o bonanza. En el alma está la raíz de una vida heroica o fracasada. El reflejo del alma es en el cuerpo, a veces, Diario, como El retrato de Dorian Gray, pero sin retrato. Por lo que, si se quiere dar bien en la fotografía de la consideración de uno mismo y la de los demás, hay que vigilar el alma, su grado de virtud, su belleza íntima  (19:38:46).

viernes, 3 de octubre de 2014


3 de octubre de 2014. Viernes.
TEMIBLE FRAGILIDAD
 
Galaxia, en el jardín. F: FotVi
 
-Ahí está la galaxia o castillo de una araña, al otro lado de la reja de mi ventana, donde ella siempre habita, salvo cuando sale de caza. En este momento (12:03 horas), ha salido de caza. Aquí, la araña es el centro de un mundo de hilos inteligentes y geométricos, concéntricos, mundo al que todo converge; también la muerte. Todo este tinglado, de temible fragilidad, pende, sin embargo, de un solo hilo mayor, oblicuo, chorrillo de luz en este momento, y que va, con milagro incluido, desde la soga de tender la ropa a una pequeña rama del seto. Es la viga de carga de todo. Cargar es un verbo que pesa, hasta en la boca. Pesa decirlo, y más si soy yo o eres tú el hilo mayor que sostiene todo este tinglado de la farsa de una sociedad que se dice avanzada y próspera y está abocada al mordisco cruel de la araña, sin apenas libertad. La araña de los Poderes Públicos. Ahí está, en el centro de todo, dominando la galaxia, sorbiendo al pobre para parranda del rico. La araña es Hacienda, son los Partidos Políticos, son los Sindicatos, es el Deporte, alguna vez la Iglesia, la Banca, son los Ayuntamientos, es el Empresariado, todos en complicidad con el Poder, la Araña. Para que nada cambie, para que todo siga igual. Ah, la temible fragilidad de la araña, Diario, vigilante y espesa, siempre con rúbrica de muerte en sus ojos, a la espera (19:38:53).

jueves, 2 de octubre de 2014


2 de octubre de 2014. Jueves.
OMBLIGO
 
Pasando página, en la biblioteca. F: FotVi
 
-La página se está pasando; dos dedos, el de un tal Mas y el de un tal Junqueras, están pasando, lenta, pero inexorablemente, una página de la Historia. Pasada la página (antes o después, más antes que después), España no será la misma, y Cataluña, otra cosa. Otra cosa configurada con sólo lírica sentimental y un romanticismo viejo y reumático, y desde luego anquilosado. En un breve pero deleitoso ensayo de 1981 (Travesía de Barcelona) escribía Francisco Umbral: «Hay persona y personalidad catalana porque hay dialéctica de contrarios». Eso era y fue entonces. Pero la dialéctica, en Cataluña, ha estallado por los aires. Ya no hay dialéctica, sino ombligo. (Cuando falta la dialéctica, sudan los ombligos de tanto saberse contemplados; y sudan hedonismo, autocomplacencia, mezquindad). El nacionalismo mira y habla con su ombligo. A parte «de los gritos del mar entrando por las Ramblas» (sigue Umbral), ya no se oyen más gritos que los del nacionalismo, en las calles, en el idioma catalán único y cerrado, en sus rabias contra nadie, pero asustados de orfandad, con banderas de contraste y odio, formando una V que puede significar «victoria», o «víctima», o (¡qué triste!), «vencidos»; es decir, sin contrarios, solos y perdidos en la infinitud de su torpeza y de su orfandad, vencidos. Huérfanos de otra voz que les hable, y puedan oír. He leído que la soledad grita tanto que su fragor, a veces, lleva al suicidio. La página se está pasando, dos dedos bastan, pero el vértigo de la soledad acecha en el escondite oscuro de la siguiente página, la que todavía no se ha escrito, pero que se escribirá con llanto. El mar, Diario, entrará por las Ramblas, gritando: « ¡Vencidos!», y abundarán las lágrimas (19:58:29.

miércoles, 1 de octubre de 2014


1 de octubre de 2014. Miércoles.
PAISAJE CON PARAGUAS GRISES
 
Agasajo de la flor a la lluvia, en el jardín. F: FotVi
 
-Cielos cubiertos, como un paisaje con paraguas grises. En todo caso, paisaje de película en blanco y negro. Me ha sucedido: si canto bajo la lluvia, oigo música de Arthur Freed. Como aquella vez con Gene Kelly calándose. Me emociona el paisaje, y más si es paisaje con lluvia. Los paisajes los suelo meter en mi alma, para que en ella crezcan y me los devuelva luego tras de los ojos, para mirarlos cuando los necesite, allí en el interior, donde está ella. Mirarlos de fuera a dentro. Como se miran los enigmas del espejo. De algún modo cuando llueve toco el misterio de Dios, es como si se derramara Dios en la algarada de los hilos de la lluvia; o sea, bendición y lenguaje de Dios. La lluvia es la Natividad de Dios en las cosas. En cada gota, cuando llueve, cae un poco de Dios, su fecundidad. Y andar. Ando para sentir la tierra en mis pies, y lo hago casi todos los días, así hablamos ella y yo, ella con su lenguaje, sus ruidos, de tierra amada en mi pisada y yo con mi marcha de hombre, cordial y cuidadoso, en el caminar. Yo ando, la tierra me habla y yo le contesto. La tierra, como el corazón de la bondad, nunca se queja, pero sabe distinguir quién la ama y quién no. Decir, Diario, que, a partir de mediodía, el sol ha roto el ejército de las nubes, y se ha puesto a caminar, hidalgo y brillante, y sin paraguas, bóveda del cielo adelante, según hace, para dejar paso a la noche, cada día (19:46:06).

martes, 30 de septiembre de 2014


30 de septiembre de 2014. Martes.
QUE LLEGUE EL DÍA
 
Pan de aves, en el jardín. F: FotVi
 
-Anoche, a eso de las diez, diluvió, unos treinta minutos. Y con aparato eléctrico, del que los truenos van rodando y rodando sin parar, hasta parecer que chocan unos con otros, como ruedas de molino. Un bombardeo celeste con luces añadidas de artificio. Fogonazos sin control. Relámpagos de furia. Y con la lluvia, ayer, el informe anual de Cáritas. Caritas es el paradigma de la fe con obras de Santiago Apóstol. «Así también la fe, si no tiene obras, está muerta», escribió él. Caritas es, pues, la cara evangélica y apostólica de la fe. Hay crisis; pero, además de crisis de valores, también crisis económica, que conduce al hambre, a la  postración, al derribo de la dignidad humana. Si ves un pobre en tu camino con la mano alargada pidiendo una limosna, estás viendo el fracaso de una sociedad complacida, hedonista, que ha perdido el oriente de su destino. En la dignidad caída del pobre, se halla caída la dignidad del conjunto de la sociedad. Caritas es el termómetro que mide la solidaridad de nuestra sociedad en su vertiente más noble: dar sin que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha. En el año 2013, Caritas ha atendido a 2 millones y medio de personas en sus centros. 600 mil más que en 2012. La caridad es la denuncia de la injusticia. Sin embargo, Concepción Arenal dijo: «Hay tanta justicia en la caridad y tanta caridad en la justicia, que no parece loca la esperanza de que llegue el día que se confundan». A ver, Diario, si a los poderes públicos, iluminados por la caridad del pueblo, se les apareciera la justicia y la establecieran como norma de sus conductas políticas. A ver (20:02:45).

lunes, 29 de septiembre de 2014


29 de septiembre de 2014. Lunes.
SARDANA Y NO PASODOBLE
 
Sardana y no pasodoble. F: FotVi
 
-Vuelve la lluvia (lluvia contenida) y su ruido de latidos. ¿Late la lluvia o es la tierra la que late? Ver llover, libera: comprobado. La lluvia es liberación, como el viento o el gorrión. Todo lo que vuela es libertad, también las manos cuando saludan. Luego, a la tarde, ha salido el sol; otra vez la lluvia y el sol, como ayer, dándole alas a la vida para que no cesen sus vuelos. Y sigue el desafío secesionista en Cataluña; es decir, sigue la pesada broma del me voy para quedarme; o del dame pan y dime tonto, por ahora. Sin embargo, oráculo (y no de Delfos), Diario: pero, al final, se irán; dale las vueltas que quieras; al final, este garbanzo en el zapato de esta cosa llamada España, se irá con la música a otra parte; se irá sardana y no pasodoble; al tiempo (20:17:44).

domingo, 28 de septiembre de 2014


28 de septiembre de 2014. Domingo.
COMER VIENTO
 
La vida sigue, en el jardín. F: FotVi
 
-Y llegaron las lluvias, dulces, aplacadas, llenando casi toda la tarde de ayer y anteayer, aquí, en la Torre. En Murcia, sin embargo, las lluvias se convirtieron en torrenciales. En versos de Octavio Paz: «Altos muros del agua, torres altas, / aguas de pronto negras contra nada…»; y este otro: «El resonante tigre de las aguas…» Eso es: en Murcia, las uñas de los tigres de las aguas arañando, ahondando heridas, que tardan luego en cicatrizar. En Murcia, la lluvia madre (o la leche materna de la madre tierra), a veces, se desmadra, se sale de madre y se hace mala madrasta, terrible tigre entonces con fauces de agua airada, como un torrente de colmillos ejecutores. En Murcia, la lluvia, casi siempre es caos, o porque no cae (carencia) o porque se atropella al caer (diluvio). Y otras cosas: tras una mañana nublada, el sol hoy ha salido y se ha dado un paseo por el día, facilitando así luz a los colores e incitando a la vida a seguir, y la vida ha seguido. Pujol, Jordi, sigue rico y ofendido porque le han preguntado que de dónde. Decir que mis dientes no me duelen, no los tengo; sí me duele su ausencia; ausencia que el médico intenta remediar. Los implantes son un remedio a la carencia. Hoy he celebrado misa, y he hablado, y, gracias a los postizos, se me ha entendido. Comer es otra cosa: vivo de sopas y purés, y de otras pócimas hechas de viento y nada. Te invito a comer viento, o nada, Diario, no engorda, palabra de hambriento (20:03:45).

viernes, 26 de septiembre de 2014


26 de septiembre de 2014. Viernes.
UNA CERILLA
 
Danza de luz, en el jardín. F: FotVi
 
-«Más vale encender una cerilla que maldecir la oscuridad», proverbio chino, que recordaba Luis del Val esta mañana en la Cope. O, también, en una noche de lobos, tenebrosa, ciega, encontrar una luciérnaga: es el alivio de la luz entonces. Un deseo: ser luz o estar en la luz, como en un amanecer perenne. Pero si se hace la oscuridad, la luz no nos sobrevendrá graciosamente: hay que crearla o buscarla, o encendiendo una cerilla o caminando hasta dar con la luciérnaga. Ni la cerilla ni la luciérnaga acudirán a uno porque sí, hay que ir a su encuentro, y, en el encuentro, hacerse luz en ellas. Hubo una vez alguien que dijo: «Yo soy la luz», y, en el amor, Diario, dejó encendida para siempre su luz (19:27:42).

jueves, 25 de septiembre de 2014

25 de septiembre de 2014. Jueves.
ALARMA SOCIAL

Ilusiones caídas, en el jardín. F: FotVi

-Y por qué será que todo esto del pederasta capturado me sabe a chamusquina. Celebro su captura; pero, ¿por qué ayer y anunciado con tal solemnidad y boato ministerial y de medios? ¿Sólo por calmar a la sociedad alarmada, que tal vez? Recuerdo que cada vez que el gobierno de Zapatero se hallaba en dificultades, Rubalcaba y su infalible policía de cabecera descabezaban a la cúpula de la banda terrorista ETA. No sé las veces que la guillotinaron. En esta ocasión, reforma de la ley del Aborto -promesa electoral fundamental del PP- arrojada al limbo de la papelera y captura inmediata y con alharacas del delincuente más buscado del país, el pederasta de la Ciudad Lineal. En los dos casos -retirada de la reforma de la ley del Aborto y tensión de los padres en Ciudad Lineal por la suerte de sus hijos- ha habido alarma social; pero la solución a una alarma ha tapado a la otra. Pero bien está lo que bien acaba. Al PP, una vez capturado el presunto pederasta, sólo le queda lamerse sus heridas: las mentiras de Rajoy, la pérdida de sus señas de identidad, el fiasco que ha supuesto no cumplir ni uno solo de sus compromisos electorales…; con la retirada de la reforma de la ley del Aborto, el PP ha entrado en el limbo de la degradación más ruidosa e inesperada. Adiós Rajoy-Arriola; adiós PP. Nos veremos en las urnas, Diario…, o no (19:13:44).

miércoles, 24 de septiembre de 2014

24 de septiembre de 2014. Miércoles.
LA YIHAD

Tormenta (¿sobre Europa?), desde el avión. F: FotVi

-Se oye el trueno, a lo lejos, pero no llega. Se oyen unas gotas en las hojas, ¿llegará la lluvia? Otoño, con lluvia quizá, pero sin Dios (Europa a la deriva), y la yihad, o la guerra santa, a la vuelta de la esquina; no apuesto un céntimo de euro, Diario, por tu cabeza; te aviso: la puedes ir poniendo en formol. Igual te digo. Ya (19:20:20)

martes, 23 de septiembre de 2014


23 de septiembre de 2014. Martes.
GROUCHO MARX RAJOY
 
La mentira, sacándonos la lengua, en el jardín. F: FotVi
 
-Y ha vuelto a salir el sol, sólo ha habido una pausa para que la lluvia nos pudiera ofrecer su cara otoñal y lírica. El equinoccio se ha dejado ver lluvioso, mientras los días se acortan: tres minutos menos: todo un mundo, si miramos, desde mi altura de los años, lo breve que es la vida. Y la esperada y triste noticia: el convulso mentiroso Mariano Rajoy retira la reforma de la Ley del Aborto; lo que viene a demostrar que da igual votar a unos que a otros. Esto no es más que un trueque o cambalache de intereses, que diría Benavente. «Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros». ¿Groucho Marx o Rajoy? Groucho, con esta frase, hizo humor; Rajoy, sacándola de su contexto sarcástico, festivo, la ha hecho triste realidad, dejando ya para siempre en la cuneta su dudosa aureola de político veraz y fiable. Gallardón, el artífice de esta ley, ha dimitido; a Rajoy, Diario, le auguro, dentro de no mucho, otra dimisión más dramática y penosa que la de su ministro. Hasta más ver, Groucho Marx Rajoy (19:53:22).

lunes, 22 de septiembre de 2014


22 de septiembre de 2014. Lunes.
PARECE OTOÑO
 
Es otoño, en el jardín. F: FotVi
 
-Ya es otoño, y la escenografía, el ambiente, está en su papel: parece otoño; no sólo lo es sino que lo parece. Día gris en el que apenas se oye el sol, que, sin embargo, ha sonado, pero poco y vitral. En este momento, llovizna; es decir, mean tres pájaros. Cierre de la alberca donde Candela se zambullía y hacía reír al agua. Yo sigo con puntos en la boca (los implantes) y con purés y sopitas con los que engañar el hambre. Desde el jueves. El viejecito. Y el mundo, entre tanto, camina (como siempre) hacia su destrucción; y el homo sapiens (¿sapiens?) es su cínico inspirador, y su ejecutor más eficaz. Aunque de destruirlo a él, al homo, se encargan los bichitos malos, virus y demás familia de la ultratumba microscópica. Hay enfermedades y guerras, que destruirán al sapiens, o el que tanto sabe. Se oye sonar el cielo, cada vez más ceniza y estertor, más tormenta, tormenta que avisa pero no llega. En Valencia, diluvia; en Alicante, asperja. Por el momento. A las 12, sin embargo, arrecia la aspersión, y la tronada. Leo: otro misionero con ébola, el hermano Manuel; es decir, otro santo en su cruz. Desde Jesús de Nazaret, la cruz es símbolo de amor, como la mano que alivia o el agua que calma la sed. Mientras, un hombre de Dios (Francisco, papa) ha dicho en Albania, tierra de mártires: «Matar en nombre de Dios es un gran sacrilegio», y esto otro: «Cuando en nombre de una ideología (pasado estalinista de Albania) se quiere expulsar a Dios de la sociedad, se acaba por adorar ídolos, y enseguida el hombre se pierde». ¿Por qué se pierde? «Su dignidad es pisoteada y sus derechos son violados». Los ídolos y el que los crea -la ideología en este caso- carecen de corazón. Y ¿se puede decir? En Albania, por no querer aceptar la ideología comunista, hubo persecución contra cristianos y contra recalcitrantes a perder su dignidad y su libertad; y es que cualquier ídolo es un horror -hasta el de la religión, a veces- que se alimenta de sus propios miedos. O sea, el comunismo se hizo ídolo de sí mismo, sin corazón, y necesitó, como todo ídolo que se precie, de sacrificios humanos. En la visita del Papa a Albania, dos religiosos supervivientes de aquel delirio ideológico han dado su testimonio del suplicio al que los sometió tal perversidad, por el simple hecho de creer que la religión no es «el opio del pueblo», Marx. Luego de la lluvia, casi ridícula, y enseñando un ojo de cristal por entre las nubes, ha alumbrado un sol versallesco, líquido, efímero; pero, al punto, se ha cerrado de nuevo el cielo y todo da a entender que lloverá. Si oigo lluvia esta noche, Diario, te lo contaré mañana, gozoso; me mola la lluvia (19:18:00).

sábado, 20 de septiembre de 2014


20 de septiembre de 2014. Sábado.
ENFANT TERRIBLE
Enfant Terrible, en Capadocia. Turquía. F: FotVi
 
-Aunque de una noche relativamente fresca, ha amanecido el sol, o «el señor hermano sol», como lo llamaría el de Asís. Y lo ha hecho lúcido y con alguna ínfula todavía veraniega. Tanto, que en el ínterin de la mitad del día, ha dejado caer su nota musical de rock and roll, ardiente y sudorosa, y playera, si se tercia; el «enfant terrible», o «enfant gâté» (que diría un francés), Diario, de esta tierra de luz y sed, y agonía, a veces (20:52:24).

viernes, 19 de septiembre de 2014


19 de septiembre de 2014. Viernes.
RUIDOS CONFUSOS
 
Ruido blanco, en el jardín. F: FotVi
 
-Y fue como oír colocar el empedrado en una calle. Ruidos confusos, pero insistentes, como los de Cortázar en su relato Casa tomada. Ruidos que empezaron en la boca y acabaron instalándose en el cerebro; allí golpeaba todo y, a causa de estos golpes, todo huía, también los pensamientos. Tanto que parecían haberse replegado al fondo del cerebro, donde los olvidos y las pesadillas, y el miedo. Yo, tendido, y con la boca abierta, sólo adivinaba a ver una mano armada de instrumentos relucientes que maniobraba en la boca, un confuso dialogar de monosílabos y palabras sueltas (había cuatro personas conmigo en el quirófano), y un aspirador de líquidos (saliva, sangre, agua, supongo) que sostenía una chica de azul.  Chica, que no era precisamente mi ángel azul. Yo veía cabezas con mascarilla y la luz cenital y blanca, amortiguada, de una lámpara circular en lo alto. Cerraba los ojos y oía más los ruidos que venían de la boca y se movían en la cabeza. Y volvía a abrirlos y ver la luz y las manos y rostros con mascarilla que se abalanzaban sobre mí. Y me refugiaba entonces en mis pensamientos, que pululaban al final del cerebro, y en estos pensamientos estaban Dios, la pregunta de cómo y si saldría de ésta, si fuera más largo no cabría en esta tumbona, la familia, amigos, los últimos versos escritos: «Cayendo tiempo abajo, / hasta hacerse inmortalidad, / o tierra nueva en la palabra eterna», cosas así, cosas del espíritu y del día a día, y el ay que me llegaba a los labios y no soltaba, me contenía, todo lo que se piensa en el dolor y un poco antes de la muerte. Pensaba todo, pero hecho cosa, es decir, de un modo intrascendente, para derivar los ruidos en la cabeza y que no me deslumbrara la luz cenital de la lámpara. Hasta que todo terminó, y a pesar de cinco implantes o clavos hundidos en las encías, felizmente. Me llevó y me devolvió a casa un amigo, Luis, y me dispuse a comer purés (de Iván y Carmen) y yogures, que pasan por el gollete, como el sol por el cristal, sin romperlo ni mancharlo. Ayer, Diario, fue un día duro para mí, pero esclarecedor: aprendí a valorar, en mí, el dolor de los otros, sobre todo el dolor de la inocencia, el de los niños, por el que pido a Dios cada día (20:06:38).

martes, 16 de septiembre de 2014


16 de septiembre de 2014. Martes.
AUTOESTIMA
 
Pequeña verdad, en el jardín. F: FotVi
 
-No lo vi nunca diciendo verdades, pero sí mentiras conclusas, obvias, letales, e inconclusas, o mentiras que se debatían entre la verdad y la mentira, borrosas, como un paisaje entre nieblas, indescifrable, mentiras capciosas, o la mentira que no lo parece pero lo es. Se dicen verdades o mentiras a medias, para que, como la botella medio ocupada por un líquido, pueda verse o medio llena o medio vacía, según se trate de una visión risueña o taciturna de la vida. Decir mentiras o verdades a medias es enfermedad frecuente en ciertos colectivos, como el de los políticos; en otros, es menos frecuente, pero también se da, hasta en el colectivo de los eclesiásticos. Es lo del vómito de los tibios -ni frío ni caliente- a que se refería Jesús de Nazaret en el asunto de la fe. De entre los políticos que he conocido en la democracia, Zapatero (el ZP de la sonrisa siniestra) ha sido el que más mentiras y medias verdades ha dicho; es mi particular opinión. Le sigue el «no se sabe si sube o baja» Rajoy, el que «donde dije digo, digo Diego», o el mentiroso tras la excusa del «me lo dejaron tan mal…» Sin embargo, durante su tiempo de orgía presidencial, ZP una vez dijo una verdad: la derecha, vino a decir, veta y vota en contra todas las leyes que el PSOE trae al Parlamento (se trataba en este caso de la Ley del Aborto, o la Ley del Derecho a matar de las madres, una de tantas leyes de ingeniería social que se aprobaron en su día), pero cuando llega al poder, las absuelve y las acepta sin quitar ni poner coma, así son de coherentes. En este caso ZP dijo verdad y Rajoy añadió al cúmulo o tropel de sus mentiras, una más. La reforma de  Ley del Aborto del PP no se llevará a cabo en esta legislatura; es decir, se la dejará estar: les quitaría votos, dicen. No importan las vidas, si, segarlas, da votos. Acertó ZP, oráculo de la verdad, en este caso. Siempre que puede, o lo dejan los votos, el político, de ordinario, es mentiroso convulsivo, y reincidente. Y lo peor es que me mienten con mi aquiescencia, con mi voto les digo que sí, seguid engañándome; salvo esta vez, Diario, que, cuando llegue la ocasión, me ahorraré el voto y me lo gastaré… en autoestima (12:31:30).

domingo, 14 de septiembre de 2014


14 de septiembre de 2014. Domingo.
DESGANA
 
Voluntad de ascenso, en el jardín. F: FotVi
 
-El calor me pone al pie de los caballos de la desgana; y desganado, poco se puede hacer. La desgana es un cincel o pluma que se detienen o una mirada sin fijación, sin interés, errante. Es el escoplo en la mano del artista sin dar el golpe, o la pluma sin letra que perpetuar en el papel; en este caso, ambos, escoplo y pluma, sin historia que contar, sin nada que decir. Tragedia. En la desgana, los brazos caen y las miradas se pliegan, y los conceptos se deshilachan. Estoy triste como un cenicero sin ceniza por no haber brasa de cigarro que sacudir; en la desgana, salvo ella misma, todo es nada, nada de mancha, que no deja ver nada. La mancha cierra, tapona, no deja ver lo que hay tras ella, al otro lado de su borrón. Una letra escrita es una mancha, pero domesticada, que diría Chesterton; no así la mancha del tintero, por ejemplo, que es algo salvaje y vive en la selva de lo indescifrable. La desgana es un cansancio, pero espiritual; se cansa el alma y se envilece la voluntad y, con la voluntad, el cuerpo, que baja su autoestima. Pero aún rezo, Diario, por lo que pido a Dios que me saque de esta agonía, cosa que parece concederme; pues el hecho de denunciar mi propia desgana, ya es un dato de que mi oración es escuchada. Me vuelve la esperanza (20:22:37).

viernes, 29 de agosto de 2014


28 de agosto de 2014. Jueves.
HASTA MÁS VER
 
Humilde claridad dorada, en el jardín. F: FotVi
 
-Toda despedida es dolorosa y más si se hace sin pañuelo que flamee al viento y desde una plataforma virtual. Por un tiempo, me despido en mi Web oficial y en El bosque apócrifo de Mi Diario, del que vengo ocupándome, en internet, desde el año 2008, todos los días, con la fidelidad, salvo en tiempos de viaje o fuerza mayor, de los equinoccios o los solsticios; es decir, siempre. Mi Diario, o ese blog desde el que salto, tanto en mi Web como en El bosque, del G+ al Facebook, esos mundos de correrías cibernéticas, de acrobacias técnicas, que hacen que lo se escribe vaya bastante más allá del libro y de uno mismo y que salte por los espacios siderales y se haga universal, ensanchando así las culturas y el modo de acceder a ellas: o, si se quiere, en la reducida pantalla de un ordenador, la Biblioteca universal y latente de Borges, la de Babel, con sus veinte anaqueles e infinitas galerías hexagonales, llena de tomos enigmáticos y de libros impenetrables. Sin embargo, este milagro del mundo y sus palpitaciones en internet, a la vez que asombra, asusta. Y asusta precisamente por ser milagro y por abarcar tanto; los milagros primero extreman la abertura de los ojos, sus rendijas luminosas, extasían, oiga, los abren como platos, para luego caer en el susto y el pánico, en los miedos que da el poder. Siete años, pues, alimentando, lactando, mimando Mi Diario, diciéndole lo que sentía, mis pensamientos, mis dudas, mis afirmaciones, lo que creía creer (mi fe en Dios, en la Bienaventuranza y buena noticia del Evangelio, en Jesús de Nazaret, en la persona humana aún salvable, en la Tierra como hallazgo maternal, en la luz, en la oscuridad para sentir más la claridad…), lo que me disgustaba (nunca mis fobias: no creo tenerlas), mis lecturas, todo aquello que ha ido conformando lo que soy; como digo en mi Web: soy, ante todo, «persona», nada menos, o «un ser libre entre otros muchos seres libres en abierta complicidad con ellos por vivir y dejar vivir», y todo desde el don que se me ha dado, el don de ser sacerdote y la conciencia de habérseme dicho: ama y crea, que es en lo que estoy y lo que he intentado hacer siempre, a cada instante, con mejor o peor resultado, pero siempre con la intención del corredor; o sea: llegar a la meta, aunque sea el primero; o, no. Diario, decirte a ti y a mis lectores (13.563 hasta este momento, ¿muchos, pocos?; pero en todo caso, 13.563) que me voy; me voy, pero, si Dios y la Virgen Santísima quieren (enseñanza puntual de mi madre, que nunca olvido, es como un seguro de esperanza), para volver. Me voy para volver; ah, y volveré cualquier día, y sin avisar; eso, sí, de un modo intermitente y libre, no obligado, estad atentos. Pues, hasta más ver, Mi Diario, mis Lectores, y que la belleza y la verdad (y no el miedo y lo oscuro), nos acompañen siempre (19:53:57).

miércoles, 27 de agosto de 2014


27 de agosto de 2014. Miércoles.
JAMES FOLEY, PERIODISTA
 
Blanco sobre negro (o inocencia), en el jardín. F: FotVi 
 
-Una muerte injusta, la de James Foley, periodista, como tantas otras, y aterradora. De rodillas ante su verdugo y la cabeza agachada, con la humillación injustificada y bárbara del que se siente vigilado tras una máscara por unos ojos crueles y el arma homicida en la mano izquierda del verdugo, sin duda no tan cruel el arma homicida como el que la sostiene. Humillación esta, en todo caso, sin causa, o por una causa innoble y falaz, inverosímil, propia de otros tiempos de oscuridad y hechicerías, te impongo esta fe, y la aceptas, o a la hoguera, al suplicio. Ya sucedió: fe (o ideología) la que yo impongo, o la cruz. O la guillotina, o la silla eléctrica, o todos los Auschwitz de todos los tiempos. Esta vez el infiel ha pagado con la decapitación, que es un modo de hacer que las ideas rueden por el polvo y escarmienten así de ser ideas libres, distintas, esclarecedoras quizá de bellos sueños aún por explorar, hermosas ideas decapitadas, sin ojos para ver, sin palabras con las que arrojarse al vacío después de ser pensadas, las ideas, sin labios desde donde arrojarse a hacer sus vuelos, sin oídos con los que oírlas en el irse, sin lágrimas, sin risas, todo decapitado, todo se ha ido en el filo de un cuchillo. El terror por el terror. James Foley ha muerto por ser occidental e infiel, y ser creyente, pero no de lo del otro, y eso es causa de decapitación, y sin juicio previo, ni siquiera sumarísimo. Antes, la cárcel, las dudas, los miedos, el llanto, quizá un vuelo de esperanza, «unos días estoy fuerte, y otros flojo”, la dulce compañía de los amigos, «repetimos historias y reímos para romper la tensión», y el rezo, la oración, porque de Dios, a veces, también se vive, «cuando rezo, realmente siento que puedo tocaros, incluso en esta oscuridad», dice James a sus padres; o sea: de Dios, a la familia, tocándola, como en la noche oscura se toca a Dios, y, de ésta, vuelta a Dios de nuevo; si en la oración se roza a Dios en las palabras, su invisibilidad (él es Palabra que se hizo humanidad, se hizo carne, se encarnó), también es tacto para aquel que, en la oscuridad, busca asirse a los recuerdos. Rezar para tocar, Diario; hermosa revelación (20:17:40).

lunes, 25 de agosto de 2014


25 de agosto de 2014. Lunes.
CON SUSPIROS
 
Atlantes de arena, en la playa Las Canteras. Gran Canaria. F: FotVi
 
-Ayer marchó Candela, dio el salto, con suspiros (a sus tres años y  meses suspiraba la despedida, crece en edad y sabiduría)), dio el salto desde el aeropuerto de Alicante al de Las Palmas, con todo un océano (el océano de la Atlántida, dicen) bajo las alas de su vuelo. La Atlántida, donde Platón puso su fantasía hecha poema, o el poema convertido en filosofía. De la sociedad ideal escribe Platón en su Timeo y Critias, o el ideal de sociedad que él soñaba, y que halló en este continente mítico y quizá sólo soñado, pero verdadero por irreal. Quizá la perfección sólo esté en la utopía, o en lo irreal realizable. La justicia y la virtud como columnas de una convivencia feliz; luego les vino a los atlantes la soberbia y el afán de expandirse (olvidaron la justicia) y se los tragó el mar, con Poseidón, el dios de turno, irritado. Los dioses antiguos tenían estos cambios de humor, protegían o no según se levantaran con buen o mal pie, ya saben: saltar de la cama con el pie derecho o el izquierdo. ¿Y cuál es el bueno? Candela, pues, en Las Palmas y que ya en la despedida le dijo a Javi, su tito, algo así como ahora, Javi, te quiero poquito; pero si vas a Canarias te voy a querer todo; o sea: Javi ha de ganarse el cariño de Candela, yendo a Las Palmas, donde ella florece. Una declaración de amor preciosa, al tiempo que exigente. Candela, que todavía es poco en edad, Diario, es mucho, sin embargo, en sabiduría y discreción, ya se ve (20:00:41).

domingo, 24 de agosto de 2014


24 de agosto de 2014. Domingo.
DARLE A LA CAZA ALCANCE
 
Dándole a la caza alcance, desde el jardín. F: FotVi
 
-Ayer escribí; hoy he escrito; mañana, no sé. El tiempo. El ayer pasó, se hizo ocaso y desapareció en la hora 00:00 de la media noche, huyó, con la Luna bajo el brazo, tras vestirse de oscuridad y dudas; el presente está, lo toco, lo siento, lo vivo, es mi lazarillo, pero hasta la hora 00:00 del otro día que ya se acerca; el mañana, sin embargo, ni siquiera sé si está, o estará, porque ido el hoy, quizá sea el mañana uno de los cien pájaros volando a los que nunca se les da alcance. O tal vez, sí; como San Juan de la Cruz, que, tras un amoroso trance, le dio a la caza alcance. Espero, Diario, tras un amoroso trance (¿cuál?), darle a la caza del mañana alcance (21:00:35).

sábado, 23 de agosto de 2014


23 de agosto de 2014. Sábado.
LICENCIADOS EN BANALIDAD
 
¿Nudo gordiano?, en el jardín. F: FotVi
 
-No sé a dónde vamos; pero sí dónde estamos. Estamos ilesos de sabiduría y licenciados, por lo menos, en banalidad y déjeme usted en paz que estoy tratando de dar una cabeza, es la hora de la siesta. Europa y el mundo occidental, sesteando. Mientras otros afilan los cuchillos, y los califatos. Alianza de civilizaciones, se dijo un día, como si alguien pudiera firmar un acta en nombre de esta o aquella civilización. ¿Y qué es civilización, y qué es una alianza? Descríbeme qué es una cerilla, y por qué al rozarla violentamente sobre una superficie áspera, escabrosa, y, mientras es destruida, se hace luz, claridad, llama de colores de pequeño sol poniente. Una cerilla es…; una civilización es… Lo tengo en la punta de la lengua, ahí, donde saltan los sonidos y se hacen palabras, pero no me sale. Tengo pasmada la respuesta en la punta de la lengua. Lo que en un sitio llamamos civilización, en otro puede ser barbarie; o al revés. ¿Qué es más bárbaro, matar con el ave voladora de un cohete en este nuestro mundo más próximo (Gaza, Israel, Siria, Ucrania, Irak…) o con el aguijón envenenado de una cerbatana en la umbrosa Amazonía? Los cohetes matan en racimo; la cerbatana de un modo individual y certero en el gollete (casi nunca -o nunca- de un niño). La muerte, sin embargo, es la misma; es quedarse sin más en el pasmo de no saber jamás qué ha pasado. De pronto, sin aliento, sin conciencia, viajando por el confín sin fin de la nada, o accediendo con asombro a la eternidad, que, según creencias, es esto o lo otro, hasta dar tal vez con el cielo de Dios, donde quizá bullan ángeles alegrando con arpas de diez cuerdas y fugas de Bach la gloria de Dios y sus invitados. El cielo, o vestirse de blanco y estar siempre en fiesta de primera comunión; es decir, cubrirse de amor sin preguntarse qué es y evitar así que te haga témpano o atabal el frío de la nada. ¡Qué ingenuidad! ¿Eh? Pero así es mejor, porque vestirse sólo de muerte y de nada da espasmo, si es que la nada permite que en su helor se pueda sentir nada, ni siquiera a ella misma. Y esto es lo que hay, Diario: el futuro, neblinoso, puzle de un mundo en ruinas, y el hoy, algo así como una madeja de vómito desesperado de tragedia griega, con el coro (el pueblo) lamentándose, pero sin la esperanza del héroe que venga a salvar al coro (19:04:04).

jueves, 21 de agosto de 2014


21 de agosto de 2014. Jueves.
OTRO MODO DE SOÑAR
 
Dibujo de risa, quizá, en el jardín. F: FotVi
 
-«Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar; hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja». Cuando Julio Cortázar escribía estas líneas (Rayuela, 1963) debió verse un Leonardo da Vinci dibujando su Gioconda particular, irónica, dulce, con una boca que sonríe y no sonríe, una boca de aire y sueño, una boca de árboles y pájaros, y un arroyuelo de agua fresca que va de comisura a comisura, lo que su dedo ideó para darle forma, su forma, a lo que ya existía; o hacer irreal lo real, Diario, que es otro modo de soñar y evitar así que la fe en el ser humano se arruine (20:30:53).

miércoles, 20 de agosto de 2014


20 de agosto de 2014. Miércoles.
LA RISA DEL PEZ
 
Oyendo la mar, en la caracola. ABC. F: FotVi
 
-En el ABC de aquellos tiempos, año 2002, y cuando los maestros de la viñeta (Mingote, Mena, Martín Morales…) hacían de su capa del dibujo un sayo estremecedor de poesía y ternura, Mena trazó un tríptico donde se ve a Cándido (su único personaje de miles de historias sin par) observando una pecera con un pez entristecido, cabizbajo, mustio como un labio sin beso, o un beso sin réplica. Es un decir. En el segundo recuadro del tríptico, Mena hace echar a Cándido (con gafas y un pelo huérfano en la calva en forma de caño de fuente), hace echar, digo, una caracola en la pecera, que llegada hasta el pez (tercer recuadro) y colocándosela éste en el oído (dicen que las caracolas llevan el fragor del mar dentro), oye el mar, todo el mar, y ríen entonces el pez, y Cándido, por la risa del pez. El simple hecho de oír el mar, ha convertido en oceánica a la pecera y hecho sentirse libre al pez, y, por la risa del pez, también feliz a Cándido. Pez, que, como diría Dios en un uno de sus salmos (Dios, el poeta), soñaría desde entonces en «trazar sendas por el mar», el pequeño mar océano de su pecera con caracola, y sueños nuevos, quizá. ¿Que por qué cuento esta historia? Por nada en concreto, Diario; o quizá por evitar la rutina de contar siempre la misma trágica historia de horror y muerte, que cada día se inventa el hombre en su afán de destruirse a sí mismo en todo aquello que rompe, porque se mal ama a sí mismo (21:27:11).

martes, 19 de agosto de 2014


19 de agosto de 2014. Martes.
EL PROFETA SE LIABA
 
Olivo de paz, en el jardín. F: FotVi
 
-Habla Dios al profeta y le pregunta que por qué asunto guerrean esta vez los hombres, si por la sal, por el agua, o por el rapto de la bella Helena por Paris, el troyano. El profeta queda asombrado por la pregunta, y tarda en contestarla, o no la contesta. Dios debiera estar avisado de estas cosas, se dice. Pero, entre muchas, el profeta baraja o juega qué respuesta dar. Siempre es la misma estulticia humana, piensa; aquella vez fue por Helena, otras, la rivalidad por la hegemonía (esa cosa) entre Atenas y Esparta, hubo una que duró cien años entre Francia e Inglaterra, por el asunto común de vete tú que esto es mío, o quítate tú que me ponga yo, luego las hubo de religión, 30 años luchando por algo tan fútil como la Reforma y su contraria la Contrarreforma, y la Primera Guerra y Segunda Guerra, mundiales, en la Segunda (Hitler, Churchill, Roosevelt, Stalin), se luchó, dicen, por salir de las tiranías, etcétera: el profeta se liaba sobre qué respuesta dar a Dios. Y se liaba, porque una de las causas más graves y sañudas en las guerras actuales es el nombre de Dios. ¿Yahvéh («el que es» o «el yo soy») o Alá (simplemente «Dios»)? Los unos luchan por Yahvéh y una tierra donde vivir y los otros por Alá y una tierra donde vivir. Pero aquí mandan las iras, las obcecaciones, el odio que nunca cicatriza. En vez de palabras, Diario, hay cohetes, y se muere por causas perdidas. Y, de por medio, Dios, como tantas otras veces. El Dios que es amor, envuelto en guerras. Las espadas no se han vuelto podaderas, como anunciara Isaías. El profeta, pues, calló y Dios comprendió; en su silencio, el profeta calló y Dios, que lee en los corazones, entendió, y se entristeció. Dios, sobre todas las cosas, escruta y entiende los silencios (20:27:37).