13 de abril de 2017. Jueves.
LA TRADICIÓN
La vida, en primavera. Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Jueves Santo, o unas
rebanadas de pan, una copa con vino, y, tras unas palabras misteriosas, el sacramento.
O el signo de una esperanza expectante: la de que, tras la muerte, hay vida. Todo
ocurrió entre el maestro y sus discípulos, y en una tarde de miradas y
silencios, de confidencias, y de traiciones. La luz, escasa, dejaba ver rostros
contritos y a Jesús lavando los pies a sus discípulos, en aquella tarde de las
despedidas. Y Judas marchando a consumar su traición. La palabra se hizo carne,
dice San Juan, se encarnó, y la comemos en el pan. Esta tarde, dos sacerdotes y
yo nos hemos reunido y hemos concelebrado. Sólo tres personas: sosteniendo la
tradición. Como dice San Pablo: «Porque yo recibí del Señor lo que os he
trasmitido», no por revelación, sino por tradición que se remonta al Señor. La tradición,
pues, la llevamos en las manos y en las palabras, que hacen lo que dicen. Al pan
le decimos: «esto es mi cuerpo»; y al vino: «este es el cáliz de mi sangre», y
el pan es cuerpo de Cristo y el vino, su sangre. Y ahí estamos, Diario, comiendo
el pan y el vino de la salvación, y lavando los pies en el día del amor fraterno,
como es tradición desde que nos lo contaran los evangelios y nos lo dijera san
Pablo en su carta a los de Corinto; todo ese tiempo, y sin dar un paso atrás,
en la misma misión (19:44:58).