1 de julio de 2022. Viernes.
NIVELAR
NIVELAR
-Paso hoja en el calendario y es otro mes, como un fruto más cogido del árbol de la vida. Julio se despierta con un vientecillo venido del noroeste, que se agradece. Julio, el séptimo mes del año, el que echa a la gente desocupada (¿y despreocupada?) a las carreteras. O quizá, no; mejor decir que echa a la carretera a la gente ocupada que se desocupa. Desocuparse para ocuparse en no hacer nada, o en ponerse «a caldo» al sol. Rojos como gamba roja al sol de la sartén. Caldeados o soleados al sol, como el pan candeal en el horno. Otros no se caldean al sol, se caldean en las colas del INEM, que son las colas de la humillación del sistema (Ahí está la prueba del algodón de que determinados Capitalismo y Liberalismo han muerto). Y éstos, los de las colas del INEM, no se desocupan para no ocuparse en nada, porque malviven de la desocupación. La desocupación obligada, como medio de malvivir desesperado, y trágico. Los políticos se consuelan cuando oyen decir a la DGT (Dirección General de Tráfico): 4 millones, o 9, o 20 millones se echarán a la carretera este fin de semana. Es el desmadre hecho inconciencia colectiva que da consuelo al político, que piensa: ya los tengo en la carretera, en el circo, en el pan y toros de las vacaciones, sin acordarse de la madre (perdón) que me hizo. Y sonríe, complacido. A tostarse al sol, como las almendritas con sal y un poco de aceite en la sartén. Y es que en esta sociedad de listos (truhanes) y de tontos (robados), no se hace lo que aconsejaba Pablo, el de Tarso, el santo, que decía que había «que nivelar». En el momento actual, decía él – vale también para el ahora del ahora–, vuestra abundancia debe remediar la falta que los otros tienen; y un día, añadía, la abundancia de ellos remediará vuestra falta. «Así habrá nivelación.» Dice la Escritura: «Al que recogía mucho, no le sobraba; y al que recogía poco, no le faltaba.» O nivelar, Diario, como decía San Pablo (12:17:17)