martes, 18 de febrero de 2014


18 de febrero de 2014. Martes.
DUDAS
 
Existencia y contemplación, en el parque. F: FotVi
 
-A veces dudo sobre si escribir o leer; si escribo, doy, si leo, recibo. ¡Y son tan cortos los días de la vida!, reflexiono. La lectura supone enriquecer el caudal interior del manantial, su alma, su gajo fluvial, que hace posible, a flor de tierra, el borbollón del mismo; la escritura, por el contrario, es el manantial en marcha, que pule piedras, alimenta huertos, y refleja paisajes, y se va, yéndose, pero quedando. El manantial reposa, el arroyo corre; pero uno y otro son luz, y guiño de vida. Leer es alimentar de aceite la lámpara; escribir es lograr que ese aceite sea luz. Yo diría con Vargas Llosa, que aprender a leer ha sido lo más importante que me ha ocurrido en la vida. Recuerdo aún el día, allá por el año 40-41 (antes había sido la guerra), que llegué a casa y dije: «Mamá, ya sé leer», y, en el Catón, creo, hice mi primera demostración de lector todavía con torpezas y dudas. Madre me miró largo rato, luego me besó (ella que casi nunca lo hacía) y me dijo: «Vete a jugar». Me parece recordar que se limpió una lágrima. O quizá, no. No sé. Desde entonces, leo y leo, como una obsesión. Hubo un tiempo, de niño, en que leía de todo, hasta los papeles sueltos que encontraba en la calle. Hojas volanderas de periódico, páginas arrancadas de un libro (cuando hacía viento los pillaba al vuelo), y tebeos, mi pasión. En los tebeos, perfeccioné mi facultad de leer y supe lo que era meterse en mundos de aventura y fantasía, donde todo era posible, hasta penetrar en el espíritu del héroe y dar sablazos con él e incluso enamorarse (ah, Sigrid, la reina de la isla de Thule) con él. Ahora estoy en la lectura de un libro de Hegel, Poética, de la colección Austral, sobre el arte de escribir y saborear el objeto poético. Es árido, profundo, sistemático, pero esclarecedor. Y bello, sin embargo. Tras estudiar las otras artes, como la arquitectura, la escultura, la pintura y la música, Hegel estima que la poesía es la síntesis de todas las formas de belleza, y la más excelsa. Pues por medio de la palabra, dice, se puede expresar tanto lo que las otras artes expresan como lo que no. ¡La palabra! Y, con la Poética de Hegel, y en segunda tentativa, leo Rayuela, de Cortázar, que ya intenté una vez y no pude acabar. Con todo, Diario, escribo y leo, y rezo, y paseo, y cada día (quizá porque ya noto que se va acabando el tiempo) amo más las cosas que me rodean, hasta las más humildes, como la mota de polvo que quito de la mesa o del cristal de las gafas, artilugio este al que todos los días doy las gracias por ayudarme a percibir lo que hay más allá de mí mismo, o el milagro de la existencia, de la vida, aunque sea la de una roca o la de un díptero molesto (20:32:33).

lunes, 17 de febrero de 2014


17 de febrero de 2014. Lunes.
LA GRAMÁTICA EN BOCA DEL NIÑO
 
Naturaleza hablando, en el jardín. F: FotVi
 
-No hay nada más feliz y apasionante que ver llenarse la boca de un niño de palabras; son como abejas que van llenando de miel y sabiduría el panal. Primero son palabras mal dichas, con gracia de media lengua, con sólo un parecido a como se deberían decir, pero con significado; luego se ensamblan pronunciación y contenido y es, una vez ordenadas las palabras, la gramática en boca del niño. La gramática, que organiza el vocabulario y da sentido al aparente caos del diccionario. Sujeto, verbo y complemento, y se hace el lenguaje. Además de los signos con  la mirada, las manos o el mismo regurgitar sonidos inconexos, está el decir, o el hablar diciendo. Decir, o llevar el mundo y sus cosas, sus ajuares de flora y fauna, de ciencia y especulación, al otro que oye, para que haya comunión sintáctica y entendimiento con todo. Hasta que llegan los puntos y las comas, y los signos de interrogación y exclamación, los signos de la pregunta -un niño siempre pregunta, lo que da idea de su habilidad para cultivarse- y el asombro, de donde nacen la filosofía y el poema; y la ortografía de las uves y las bes, o las haches y las equis, y las jotas y las ges, o la perfección del idioma, que es una manera de perfección de uno mismo. Todo eso llega después; o sea, que con las palabras en la boca del niño, llega la Gramática, o la guía de cómo se debe de hablar, para que haya comunión de ideas y comprensión, entre el que las dice (o las escribe) y entre el que las oye (o lee). Un niño-a de 3 años con palabras en la boca es un milagro del afán del ser humano por hacerse uno con el todo; en la palabra, el mundo es y se deja decir, y una vez dicho, se hace algo vivo que habla también, inspirando. Hablan las palabras y hablan, en las palabras, las cosas nombradas. Esta vez las palabras, en boca de Candela, han ido más allá de sí mismas; al salir del cole, ha dicho: «Mami, he rezado»; y sin más: «En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», ha dicho, y ha seguido en la suyo; es decir, contando a su madre, Diario, que se había portado bien y mal a la vez (inocencia), como si tal cosa (19:42:01).  

sábado, 15 de febrero de 2014


15 de febrero de 2014. Sábado.
CHUZOS DE PUNTA
 
Viñeta lloviéndose, en ABC.
 
-Un sábado con sol que invita al descanso corporal, pero no a la tregua en la tarea espiritual. Relajar el cuerpo, pero avivar el espíritu, es un magnífico ejercicio de sabia responsabilidad. Es el ejercicio del ave que vuela, en el que unas veces agita las alas y en otras planea, haciendo del vuelo una obra de arte y eficacia, evitando así la rutina y el cansancio, y el no caerse en mitad del vuelo. En casi media España todo es lluvia y viento, malas lluvias y peores vientos, los vientos y las lluvias del desastre. Y sin querer señalar, es como si nos hubiera mirado un dios tuerto y mequetrefe (quizá político, o carca o progre, y aun nacionalista lírico sin lira) de mala uva. Hasta en Canarias (donde Candela), diluvia, nieva y hay látigos de viento. Sin embargo, aquí, en el Sureste, donde cabe la Murcia del mar y la costa, sol y azul en el cielo, con alguna nubecilla vestida de cendales y calzada de zapatillas de ballet, que pasa de puntillas. Aquí, pidiendo el agua, y por ahí ahogándose; yo, Diario, en mi tregua espiritual, rezo para que llueva aquí y pare donde ya no es lluvia lo que cae sino diluvio, y con chuzos de punta. Oh, Diario, reza conmigo y pide al Señor que nos caiga una ración de lluvia de la que por ahí salta puentes y arrastra casas, y que, con el viento, pone los paraguas del revés, paraguas que vibran y se deshacen entre estertores, varillas sueltas y tela rota, y desánimo y risa en quien no puede dominarlo. Piedad para aquéllos, y un poco de lluvia, sólo un poco, para éstos, por favor (20:27:22).

viernes, 14 de febrero de 2014


14 de febrero de 2014. Viernes.
IRÉ A VIVIR A GANÍMEDES
 
Hacia Ganímedes. F: USGS
 
-Cuando sea mayor, es decir, cuando tenga quizá unos miles de millones de años más, y el poder adquisitivo suficiente (ha siglos que empecé el terrible ejercicio -céntimo a céntimo, monedita a monedita- de ahorrar) me iré a vivir a Ganímedes. Los científicos, esos seres que parten el bacalao de lo que es o debe ser, de lo que está más acá de allá o más allá de acá, de lo que es bondad o delirio de maldad, etcétera, han descubierto, tras infinitos años de estudio y paciencia, y de dólares USA y de los otros, de todos los otros, aun de los que se quitan al hambre, etcétera, que Ganímedes, la luna más grande del planeta Júpiter y de todo el sistema solar, podría ser habitable y aun estar habitada. Es posible que hasta haya carritos de helado para los veranos, pues, aunque más cortos y suaves que los nuestros, son sin embargo veranos, y por tanto propicios para tomar baños de sol, mientras se da cuenta de una bola de vainilla en cucurucho de galleta. Avanzan esta noticia un grupo de investigadores de la Universidad de Brown, que han descubierto que en esta luna pudiera haber un océano subterráneo; es decir, que de lo anteriormente dicho, nada: no hay posibilidad de tomar baños de sol, a no ser que se haga aflorar el agua y se construya una piscina municipal, que algún alcalde lleve en su programa como revulsivo en unas elecciones. Pero puede que todo sea como lo del sabio Stephen Hawking, que descubrió los agujeros u hoyos negros (una región del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa tal, que engendra un campo gravitatorio capaz de tragarse cualquier partícula material, incluso la luz) y ahora se deja caer con que no existen. No existen los agujeros negros, qué alivio. A lo mejor, Diario, él que negaba la existencia de Dios, acabe por desvelar que lo ha hallado en un evangelio perdido en el espacio y camino de Ganímedes; en esta ciencia del «se supone» o «del parece ser», todo es viable, hasta poder dar con el asteroide B 612, donde vivía un príncipe que, no obstante ser niño, hablaba filosofando y ponía en solfa a los mayores, seres muy extraños (20:44:10).

jueves, 13 de febrero de 2014


13 de febrero de 2014. Jueves.
COSAS CORTITAS
 
Me vi hoja, en el suelo del jardín. F: FotVi
 
-Estoy en un libro que titulo Cuentos breves de usar y tirar (o de tirar antes de usar), y en el que, haciendo de Monterroso (no de imitador, sino del mismo Monterroso), voy recopilando cosas cortitas que se me ocurren y que quieren ser cuentos, o parecerlo, y quizá sólo sean excusas para, con Borges y otros, como Javier Tomeo, hacer de la brevedad el otro lado luminoso y no oscuro del tocho (o libraco infecto de seiscientas a mil páginas) y que, pretendiendo decir mucho, apenas dice nada, y que es pretexto, sin embargo, para aparentar que se es intelectual y lector asiduo en el tren, en el avión, a la hora del desayuno e incluso del esfuerzo intestinal en el retrete, con perdón, de tal modo engancha, se dice; claro, que de tal modo engancha que acaba por dormir a un muerto. Pues éste es mi cuento breve (que quizá sea bueno…, o que quizá, no), que lleva por título El invierno, y que dice así:

Vi caer unos copos de nieve y las últimas hojas del álamo; era claro que el otoño tocaba a su fin. Bostecé y me sentí caer yo también; al poco, me vi en el suelo copo de nieve y hoja de álamo, y entonces supe que yo era el invierno; y tuve frío, mucho frío; y no me sentía las manos
 
Diario, ¿a que no está mal, a pesar de ser tan cortito? Claro, que no vale como lectura de Madrid a Praga, o ya en Praga, del aeropuerto al WC del hotel, digo (19:50:02).

miércoles, 12 de febrero de 2014


12 de febrero de 2014. Miércoles.
PEQUEÑA LUNA
 
Pequeña luna, en la noche vegetal. F: Ángel Hosshon
 
-Ido el viento, el sol ha sacado sus pinceles y ha ilustrado un día maravilloso. Azules, verdes, dorados, ocres, grises, blancos… Toda la gama de la vida hecha luz en el lienzo de la mañana. Y, con la boca abierta, y deslumbrados los ojos digo ¡qué maravilla!, y Dios me sube de inmediato a los labios, y lo digo también: ¡Dios!, y el día se hace celebración de la belleza, una fiesta de la vida, con los árboles haciendo autostop para irse de vuelos con los pájaros, o así. Por otro lado, sigue dando bandazos la España de la mediocridad: Una Infanta sin «paseíllo» (lean en la prensa lo que esto significa, que es de risa tonta) y se arma la batalla de las tertulias: la opinión de la izquierda (justiciera) contra la de la derecha (asustadiza) y todos a una en la cruzada dialéctica de la inanidad. Se cruzan las palabras, que no dejan oír opinión alguna, sino el oleaje de un mar embravecido por la estulticia y la intransigencia, y, en ocasiones, por la perfidia. Y la Infanta, con una sonrisa de comisura a comisura, anduvo un paseíllo de diez pasos, y no se reía de nada, creo, sino de su destino de ser hija de rey y carnaza golosa de todo medio de comunicación que se precie. Los sabios e intachables tertulianos, dando lecciones de todo, también de ignorancia procesal y judicial, y, en ocasiones, hasta de falta de ética. Pero ahí siguen, día tras día y noche tras noche, dando la tabarra, exorcizando sin licencia a todo lo que se les ponga por delante, y aun por detrás. Y esta señora, e Infanta, o lo que sea, cada vez que salga a la calle hará el paseíllo, y, aunque sea inocente, habrá quedado condenada de por vida. Con la guillotina puesta de collar para siempre. La justicia en España se hace en las tertulias y en la calle y no en los tribunales, que suelen ser insoportablemente lentos, como aquel tren que iba de Murcia a Caravaca, en aquellos tiempos de mi niñez en Molina, y que siempre llegaba cuando se había marchado el tiempo; es decir, tarde y a deshora. Y, entretanto, los científicos en busca de una energía limpia, inagotable y segura como la de las estrellas. Lo dicen los periódicos. Quizá lo logren; pero para energía limpia, segura y barata, aunque no inagotable, antes que nada, y con las estrellas, Diario, fue, y en su humildad de pequeña luna sin pretensiones, la de la luciérnaga. Por cierto, a la luciérnaga no le ha subido el recibo de la luz de las eléctricas; suerte (19:45:32).

martes, 11 de febrero de 2014


11 de febrero de 2014. Martes.
EL CAOS Y LA SOSPECHA
 
¡El paraguas! F: Colin Cramm
 
-Noche ventosa y de ruidos extraños, ruidos sobrevenidos a los ruidos normales de la noche. Yo, en la noche, aunque haya los ruidos propios de la noche, no siento miedo, pero sí si son ruidos que vienen de fuera de la noche. El ruido que viene del viento que da en los cristales, sí me da miedo, porque, al no ser ruido normal de la noche, no sé qué intenciones le mueven al insistir en los cristales y voltear estridente en los árboles. He visto vientos romper cristales y llevarse casas enteras; éstas se derrumban y sus restos volaban como papeles, sin peso, brutalmente. Se fueron casas enteras por el aire y cayeron pila o montón de cosas más allá; cayeron caos. Luego hay quien llora el caos y, con la contemplación del caos, despierta sus recuerdos: aquel rincón de la casa íntimo, la foto perdida, la palabra que alguien dijo en cierta fecha, el trozo de pan en la mesa, los pasos perdidos en los pasillos, el abrazo, el sueño del hijo, el beso, la mirada melancólica tras los cristales, el colocar aquel visillo en la ventana, el espejo, el cajón del escritorio donde las cartas, el chirriar siniestro a veces de las puertas, el crujido violento y último cuando todo voló. El caos, como la muerte, despierta recuerdos, y abre las puertas del miedo o, en todo caso, de la sospecha. Anoche, con el viento chocando en los cristales y el silencio que quedaba a continuación, sentí miedo; más que de los ruidos en sí, de los silencios, que es cuando se pasa del miedo a la sospecha, y es en ésta donde cabe todo, hasta imaginar que pueda haber peligros acechando al otro lado de lo que se ha oído y ya no se oye. Sospechar el peligro, tras el silencio que sigue al ruido, es la consecuencia de querer oír lo que ha provocado el ruido y no lograrlo; de ahí vienen los miedos: se oye algo y luego deja de oírse, y esto causa inquietud, ansia. Es el miedo. Anoche, Diario, sentí miedo luego de oír el viento, sus rachas como de cabellera suelta, y los silencios que lo seguían. Entonces, tapándome la cabeza bajo las sábanas, y mientras seguían el viento y sus silencios fuera, dije: el miedo es libre, y, por serlo, tuve más miedo, y pesadillas. Qué hacer (20:35:41).

lunes, 10 de febrero de 2014


10 de febrero de 2014. Lunes.
GOZO DEL VIENTO
 
Pan partido, en la mesa. F: Rainer Zenz
 
-Me gustan los domingos porque tengo comunicación con la gente: saludo y me saludan, celebro y me acompañan en la celebración, vivo y, conviviendo conmigo, nos dejamos vivir. Mi celebración es la misa, en la que me acompañan personas que, conmigo, festejan y comparten la misma fe. Fe cristiana, que consiste en creer en Jesucristo y en lo que dijo. Los evangelios son el epítome de lo que dijo, lo más importante y luminoso de su palabra, que cada domingo recordamos. Con las palabras de la Cena, donde logramos que su pasión, muerte y resurrección se hagan presencia viva en un trozo de pan y unas gotas de vino, cumplimos su mandato: haced esto en memoria mía. Mandato que me conmueve hacerlo. Me emociona pensar que en mis manos se produce un milagro, que no veo ni advierto, pero que me habla sin palabras en lo más íntimo, y me habla de algo que trasciende y va más allá de mí mismo. Cristo, pues, convertido en pan; es decir, en comida de pobre, que nutre y que, en la mesa, para unir, se hace divisible. Se parte el pan y se unen las miradas, y se hacen iguales los bocados, y las manos, a veces, se rozan al ir a cogerlo, cuando se da al necesitado. Dios, para devolvernos a la humildad, nos da el pan, que antes fue grano de trigo en tierra, tallo luego, y espiga que, molida, se hizo alimento; también, en la era el trigo fue gozo del viento y del pájaro, y de la hormiga. En el pan, todo es celebración y regalo. En el domingo, Diario, y en el pan, digo (y tratando de evitar toda solemnidad) que nos saciamos de Dios (19:51:09).

sábado, 8 de febrero de 2014


8 de febrero de 2014. Sábado.
LUZ Y SAL
 
Luz, en el jardín. F: FotVi
 
-Y de pronto, después del golpe, la luz: ¡tengo ideas!, me he dicho; o, al menos, una: la idea de que tengo ideas. O eso creo. Las ideas son como las motas de polvo, que, con un ligero soplo o una pasada de cepillo, se van. Apenas pesan, son como la levedad de la sonrisa de quien llora. Por eso, cuando surgen, hay que atraparlas sin tardanza. ¿Inspiración e ideas? No son lo mismo: las ideas se posan, aunque sea un instante; la inspiración es un destello, surge y alumbra, y pasa. Posar y pasar, destino de unas y otra. Acabo de releer una vez más al profeta Isaías y al evangelista san Mateo y ambos hablan de luz; san Mateo, además, habla de sal. Usan la metáfora para dar forma a sus ideas. Un modo de revestir la idea para que sea entendida, y gustada. El fondo y la forma, que, en este caso, logran, además de «el objeto estético», que diría Hegel, también el objeto evangélico y didáctico, consistente en dar cauce a una enseñanza y a una verdad. Jesús y los profetas hacían metáforas para enseñar verdades; o eso les parecía tanto a ellos como a aquellos que les oían. Jesús y los profetas usaban la belleza de la metáfora para dar a entender la belleza de lo que decían. La luz, como realidad que orienta, es empleada en este caso por Isaías y por Jesús. ¿Y en qué consisten las «obras luminosas» de las que hablan Isaías y Jesús? En partir y repartir tu pan con el hambriento, dar cobijo al pobre (los inmigrantes subsaharianos de Ceuta, por ejemplo), y no encerrarse en uno mismo (egoísmos, o miradas al ombligo), dice Isaías. Y la sal, la que da sabor, hace sabroso el bocado que se gusta, da excelencia al mensaje. Ser luz y sal, Diario, y echarse a andar así por el mundo de la fe, con los obras de misericordia como iluminación y sabor de esta misma fe (19:47:05).

viernes, 7 de febrero de 2014


7 de febrero de 2014. Viernes.
SIN IDEAS
 
Una idea, en el jardín. F: FotVi
 
-Ayer, al irme a sentar y en el alféizar de una ventana, me di un golpe tal en la cabeza que quedé sin saber si estaba o me había ido, si eran pitos o si flautas lo que oía, si era yo o era mi sombra, alargada como la del ciprés, que diría Miguel Delibes. Al fin, tras decir ¡Jo! y echarme mano al lugar impactado, y ver que volvía en mí, me dio por reír, que, en casos como éste, es otro modo de llorar. O de disimular que lloras por dentro. Consecuencia: si es que las tenía, Diario, me quedé sin ideas; y así sigo. Mañana, Dios dirá; o quizá no diga. Veremos (19:52:12).

jueves, 6 de febrero de 2014


6 de febrero de 2014. Jueves.
MES SURREALISTA
 
Placidez, en el Mar Menor. F: FotVi
 
-Hoy, sol ilógico, si no fuera porque se trata de sol sucedido en febrero. En febrero, y en lo tocante a la meteorología, cabe casi todo: incluso este sol primaveral que nos esponja y vigoriza. (En el sureste; en el norte, a punto de quemarse, arden de ciclogénesis explosivas y tormentas). Febrero no es nomotético, sino arbitrario. Es el mes surrealista del calendario. Es un Picasso de pincel borracho, o de mono con pincel. Febrero lanza colores al lienzo sin precisar qué es lo que pretende pintar. A lo mejor no es su intención pintar, sino hacer humor negro y reírse de su propia sombra, como hacen en demasiados ocasiones jueces, políticos y profesores, y menos el pobre que el rico, y más el chulo que el humilde. Reírse de su propia sombra que somos el resto de los mortales. Un juez (o jueza) se ríe de su propia sombra, que quizá seamos tú o yo, o el vecino que saca el perro a pasear, o incluso el político que ha puesto leyes en sus manos para que ejercite la justicia, cuando no interpreta las leyes sino que las violenta para que quepan no en el ámbito de la verdad o la moral sino en su ideología o sectarismo. En España, lamentablemente y salvo excepciones, no hay jueces, hay intérpretes de su propio pensamiento exclusivista. En España, la justicia no es ciega, es en todo caso bizca, o desviada, según le guíe, Diario, el espíritu de la secta en la que pace y bala, o anhela (19:48:56).

miércoles, 5 de febrero de 2014


5 de febrero de 2014. Miércoles.
DAMAS DE ARMAS TOMAR
 
Decadencia, en el jardín. F: FotVi
 
-Me gusta febrero porque discrepa de los otros meses: es loco, rebelde, es lluvia y viento, y tímido sol; sol como de monasterio de monjas clarisas, sol que parece andar entre celosías y claustros, con las manos ocultas entre las mangas del hábito y lo ojos con peso de humildad y oración. Ojos bajos, que no deslumbran. Pero febrero (o febrerillo), aunque loco, no es necio, o no tanto como los mortales (y mortalas) que con él van embarcados en el tiempo. El tiempo pasa, que se lo digan si no a los neandertales, que pasaron por el paleolítico medio como el rayo de sol por el cristal, sin dejar rastro; el tiempo pasa, pero la necedad, el dislate, el desvarío, la cagada intelectual, quedan. Cada vez, en los comportamientos humanos, se va más hacia las cloacas de la perversidad; en una sociedad enferma, con parálisis de ética y de valores, de altura de miras, se busca aparentar o ser perverso para llamar la atención y ser tenido en cuenta. Manda la imagen, aunque sea una imagen grotesca. No hay ley; o en todo caso existe para que la cumplan los débiles, los humillados, los que tienen voto pero no voz, nunca el poderoso o el que se abanica con billetes de 500 o con fama de telediario o de escaño en la partidocracia de la infamia. Las adictas a FEMEN, esa ensalada de damas con tetas al aire, ilustradas con versos de comparsa carnavalesca, malos versos, aunque sean sueltos, y un espíritu, no rebelde, sino cabreado, impropio de alguien con inteligencia y cierto dominio de sí mismo, y al grito de «el aborto es sagrado», han abordado (dice la prensa) al arzobispo de Madrid, cuando iba a entrar en una iglesia. Delicado modo de calificar la actuación de estas tigresas proabortistas. Simplemente abordar; es decir, se han presentado ante el anciano obispo e, iniciando un diálogo, le han hecho una pregunta para que las sacara de dudas sobre el tema caliente del aborto. Esto es lo que significa abordar; pero no es esto lo que ha sucedido. Estas damas de armas tomar (nunca mejor dicho), entre gritos y puños cerrados (la cólera en el puño), han casi agredido al obispo, que ha tenido que ser protegido por unos sacerdotes y algunos fieles. Esto no es abordar, sino embestir, es salirse de madre y no ser río sino riada, desbordamiento. Con la ayuda de los que no rehúyen pescar en río revuelto (cierta prensa, tertulias, ideologías, etc.) esta democracia nuestra, Diario, se está agriando, se está convirtiendo en un cóctel explosivo, en una bestia desbocada. Esto ya no es (o no parece) una democracia, sino un desmadre, o, según el diccionario, una juerga desenfrenada; o el botellón de la noche del sábado que precede a la locura (19:43:03).

martes, 4 de febrero de 2014


4 de febrero de 2014. Martes.

BULLICIO
 
San Blas, icono ruso s. XVII. F: Wikipedia.
 
-Ayer fueron San Blas, la liturgia y el predicador. Un esquema de santidad, de celebración y de alabanza al proyecto que, nacido en el evangelio, aún sigue siendo atrayente para aquellos que buscan luz y no quieren ir a ciegas por la vida. El evangelio es un proyecto de vida iluminada e inacabable. San Blas, santo, era un armenio, de Sebaste, territorio turco ahora, que, en el siglo IV y en la persecución de Licinio, emperador de Roma, fue martirizado por Agrícola, gobernador de Capadocia, pasando así a engrosar el número de los testigos de Jesús de Nazaret. Ser testigo implica dar la vida, ser mártir, si así lo exigen las circunstancias. Es un santo con fama (en el buen sentido de la palaba) de milagrero; es decir, autorizado por Dios, mediante signos extraordinarios (curar enfermedades, por ejemplo), para hacer el bien; signos estos cuya fuerza les venía del mismo Dios. Dios, pues, en la trayectoria de Blas, el obispo, para dar salida a su afán de caridad, de amor a los demás. La liturgia celebra; es decir (y según la definición del Diccionario), conmemora, festeja, aplaude, reverencia, venera; es más: la liturgia, celebrando, trata de imitar lo que celebra. Imitar, o poner ante la mirada la vida valiosa de otro, para asimilarla y recrearla. La imitación de Cristo consiste en esto: en contemplar y vivir de tal manera que se te vea revestido de Cristo. Irradiando evangelio. Y el predicador: con unos pelos rebeldes y dispersos, ralos, en su casi calvicie de casco prusiano, que diría Umbral, vibrante y con palabras de invitación a la fiesta, pues así debiera ser la celebración de la santidad, festiva y hasta amiga del bullicio. Fiesta, o preludio de lo que será el cielo, decía él; y así es, Diario, o así debiera ser (20:04:42).

domingo, 2 de febrero de 2014


2 de febrero de 2014. Domingo.

EXCESOS
 
San Blas, o la perla. F: Inma
 
-Viento y frío: o febrerillo el loco. Y, con frío, he acudido a San Blas a celebrar la liturgia de la Presentación de Jesús en el templo. El sol, arriba, y el viento y el frío, abajo. Y en los alrededores de San Blas, el caos. Humos y músicas estentóreas, más ruido que música; es decir, la fiesta de los excesos. Salvo el santo, que fue obispo, maestro, ermitaño y mártir, y que así sigue; él, sobre su trono, verá, escuchará, bendecirá, y, en todo caso, sonreirá. Seguro que oirá mañana, como el que oye llover, aunque con regocijo, el ¡viva San Blas! usual. No está mal vitorear a la santidad, se dirá el santo, si de ese modo se vitorea a Dios, del que procede toda santidad. Mañana, pues, se darán la mano San Blas y la parafernalia de la paganía que acompaña a toda celebración religiosa. La esfera y la cruz, que diría Chesterton; la esfera, o la fiesta pagana, en la que si tratas de agarrarte resbalas, y la cruz, que, aferrado a ella, te evita la caída. En estas fiestas populares, Diario, la perla es el santo, y la concha, los humos y las músicas estentóreas (20:05:44).


sábado, 1 de febrero de 2014


1 de febrero de 2014. Sábado.

LA DULCE PRIMAVERA
 
Melancolía, tras el cristal. ABC
 
-Hoy da comienzo un nuevo mes que llama a mi puerta y me pide que le deje entrar en mi vida, es un mes corto y díscolo, con mala prensa, se llama febrero y de él se dicen muchas cosas, casi todas ofensivas: como que es un mes fulero, falsario, veleta, loquillo, orate, tocado, el más corto y el más ruin, revoltoso, frío, agrio, y muchas más (decenas) de lindezas contra su fama. Aunque haya quien, cuando es portador de lluvias, lo llame mes benéfico, por llenar de abundancia el granero. También hay poetas como Manuel Machado que, a pesar de llamarlo «febrerillo» (cosa menor) y «loco», lo exculpa sin embargo porque es mes en el que «ya la primavera canta», y porque hace renacer «el amor de amar, / primero de los amores». Dionisio Ridruejo lo celebra en el almendro, árbol «temporal y bello», y que en febrero promueve «la dulce primavera». Y, en política, los unos, el PP, de convención; toda convención política consiste en celebrar y celebrarse. Se celebra al prócer o epítome de turno (Rajoy ahora), al tiempo que cada cual busca ser celebrado según su rango o el lugar que ocupa en la pirámide. En una convención todos miran y todos se dejan ver. Es un salón de espejos. Compromisos, pocos, o sabidos, con su mentira incorporada; todo es representación, e intereses creados, que diría Jacinto Benavente. El teatro se llena de aplausos, falsos; y eso, aunque la farsa sea mala. En las convenciones no hay reflexión, sólo exaltación. Éstos (el PP) por este lado, y los otros, (el PSOE) por el contrario. Rubalcaba se dispone a «parar» (¡eh, alto!) las reformas del gobierno de Rajoy. Es decir: Penélope: o tejer y destejer, y el pueblo, la masa, a mirar y quedarse absorto, sin entender, ante tanta aberración surrealista y cínica. La masa, como diría Ortega, no encuentra líderes a los que admirar y, con docilidad de fascinación, seguirlos. Unos, Diario, a no hacer (casi nada) y los otros, a destruir lo no hecho; o sea: un modo excelente de no llegar a ninguna parte. Me quedo con febrero, que, aunque cosa menor y «loco», por lo menos promueve «la dulce primavera». ¡Ay! (20:48:43).

viernes, 31 de enero de 2014


31 de enero de 2014. Viernes.
DESVANECIMIENTO
Tiempo y ruina, en Selçuk. Turquía. F: FotVi.
-Se esfuma enero, se pira, más que desvanecerse, huye, y nos deja huérfanos de algo que ha sido nuestro y se ha evaporado. Arena que ha escapado entre los dedos. Un trozo de nuestra vida, quién sabe si un ay de dolor o un instante gozoso, se han ido con él. Y, en este caso, lo que se va, ya no vuelve. Como jamás vuelven, según un dicho árabe, una bala disparada o una palabra hablada. O una nota que un dedo hace saltar de la cuerda de un violín. Salta la nota, descose el silencio, asombrándolo, y ya no retorna, aunque se recomponga el descosido del silencio. Es decir, descendiendo hace tiempo del vértice de la pirámide a la que ascendí en cierto momento ilusionante de mi vida; y descendiendo, además, ahora, Diario, tal si un alud me empujara; torrencialmente, como diría Simone de Beauvoir. ¡Ah, enero, acabas de irte y qué lejos se te ve ya! (18:58:32).

jueves, 30 de enero de 2014


30 de enero de 2014. Jueves.
EL RUIN DINERO
 
Pequeñas gotas de luz, en el jardín. F: FotVi
 
-Sol y un viento que trae agujitas de frío (¡ya que fueran de pino!) en su vuelo; el sol quiere pero no puede: en invierno, es su papel: iluminar sin agresividad. Y, mientras, Pedro Jota, periodista, se eclipsa y Jiménez Losantos brama. El Mundo («mi periódico») ha dejado a Pedro Jota compuesto y sin juguete. El Mundo y yo (decía Jota), mayoría aplastante. Pedro Jota, la uña del periódico El Mundo, se ha quedado sin dedo con el que, llevado a los labios, hacer callar (y temblar) a la gente. Jiménez Losantos echa espuma por la boca. Ellos (él y el otro), los más grandes, perseguidos por la adversidad llamada Rey, Gobierno y Oposición, dice él. Entre todos lo mataron y él solo se murió, digo yo. (Menos mal que esta vez no ha nombrado a la Iglesia). Nada menos que el Rey (que quizá), el Gobierno (que también) y la Oposición (que sin duda) se han cargado al paladín de la libertad y de poner los puntos sobre las íes de la democracia y la honestidad. Pedro Jota y Jiménez Losantos, la conciencia del mundo, como Pepito Grillo lo era de Pinocho. Salvo que se diga la verdad, y entonces se advierta que la causa de todo este tinglado es el money, la pasta, la pela, el ruin dinero. ¿No vendes periódicos? Pedro Jota, a la calle. Otro vendrá que malo te hará, o eso creen los jefes de la cosa. Pedro Jota y Jiménez Losantos no lo creen así. Mejor para ellos. Y, en éstas, que muere otro poeta, Félix Grande. Otro más. El mundo, el otro mundo, el de la belleza y la verdad, el de la fragilidad trascendida, sí que muere un poco cuando lo hace un poeta. Que el poeta Félix Grande, Diario, descanse en la paz de la Palabra (20:16:39).

miércoles, 29 de enero de 2014


29 de enero de 2014. Miércoles.

LA FLOR DE ALMENDRO
 
Quebradiza belleza, en el jardín. F: FotVi
 
-Se me aparece el día, parpadeo, y lo bendigo. ¡He despertado!, digo, y, luego del parpadeo, del asombro (signos de admiración), la bendición. La ortografía habla como las palabras, o más. El asombro, como el horror, o el deseo, en la escritura, se hablan, se expresan, con signos de admiración. ¡Ah, el signo de admiración! Y en los signos de admiración queda dicho lo que la escritura no puede decir. Se abren los ojos como platos y, así abiertos, ante el asombro, dicen: ¡Oh!, con más signos de admiración. Y, tras el parpadeo y la bendición, rezo, hago mis abluciones (y la cama), y viajo a Murcia. Y, en el camino, otros signos de admiración para los almendros, ya en flor. Se adelantan al tiempo, y se visten de un esplendor frágil, caedizo, pero sublime. La capilla Sixtina de la naturaleza está en los almendros floridos, en su bellísima presencia casi invisible, por quebradiza. Me digo: el almendro, pincel vegetal de flores, y en éstas que llego a Murcia. Hago mi compra eclesial, y, de vuelta, pienso de los almendros lo que Francisco Umbral de Pepe Hierro, el poeta: que la flor del almendro «es la música asustada» de la naturaleza. Hago una comida frugal y, tras una breve dormición, cojo otra vez el coche, y a San Blas, donde el santo espera ser celebrado, no por su santidad, sino por la santidad de la que lo ha investido Dios. Como Jesús, murió en cruz, cubriéndose así con la vestidura blanca del martirio. Gran chaparrón (de lluvia: ¡pobre flor del almendro!) y vuelta a casa, a contar lo que estoy contando y a leer esta vez a José Emilio Pacheco, muerto hace unos días en olor de poesía. Así dice, así habla, uno de sus poemas titulado Copos de nieve sobre Wivenhoe; dice: «Entrecruzados / caen, / se aglomeran / y un segundo después / se han dispersado. / Caen y dejan caer / a la caída. / Inmateriales / astros / intangibles; / infinitos, / planetas en desplome». Diario, qué belleza, casi tangible, casi como la flor de almendro (20:34:17).

martes, 28 de enero de 2014


28 de enero de 2014. Martes.
DE POESÍA
 
Quizá poesía, en el jardín. F: FotVi
 
-Sin ideas con las que idear, sin rima con la que rimar, sin ritmo con el que ritmar, sin palabras con las que asombrar, ¿qué clase de poesía es ésa que carece de todo este mundo de utopía y ensoñación y la llaman hallazgo? Es decir, la idea por lo del embrión, la rima por lo de la cadencia, el ritmo por lo de la percusión, las palabras por las que la nada se salta todas las reglas del juego y, como la luz o el silencio, habla. Si el poema no es esto, Diario, llámalo sólo suceso, o falacia, o simplemente desencanto (19:18:07).

lunes, 27 de enero de 2014


27 de enero de 2014. Lunes.
IGLESIAS VACÍAS
 
San Salvador en Chora, Estambul. Turquía. F: FotVi
 
-Lunes y sol, y un vientecillo de poca monta, que, sin embargo, orea; es decir, redime de la humedad, que aliada con el frio (o con el calor) quema, en este caso de frío. Ayer celebré misa en San Blas, como cada domingo, con gran afluencia de fieles; hacía buen día. Así quedaba en entredicho lo que aseguran los progres irredentos y sus adláteres mediáticos. Raúl del Pozo en El Mundo, por ejemplo, con Antonio Gala, y, sin excepción, todos los de El País, no sé cuántas veces han cerrado las iglesias y abierto sólo las sacristías, por falta de ovejas del rebaño (dicen ellos) del Señor. No hay ovejas, no hay rebaño, se cierra el redil, su cobijo. Iglesias vacías, dicen, y les regocija decirlo, y airearlo. ¡Debe hacer tanto bien una iglesia vacía a una progresía eufórica y laica! Una iglesia vacía, para ellos, es la fiesta del laicismo, su templo sin deidad, su ágora de la burla.
         Pero no dicen (no sería políticamente correcto) que, sin embargo, los centros de acogida de Caritas están a tope todos los días, que también, por esta razón, deberían llamarse días del Señor, como el domingo. Y están a tope de gentes que buscan un plato de comida y un trozo de pan, porque hay voluntarios a cientos, que también van a las iglesias (vacías, según el progresismo, más que ilustrado, avispado), y dan su tiempo y su generosidad para hacer posible esa realidad solidaria, que es dar de comer al hambriento, obra de misericordia que se enseña, por cierto, en las iglesias (vacías, según la progresía sin causa). Es extraño e inexplicable ver iglesias vacías, según dicen, y centros de Caritas llenos de gente que da y gente que recibe, en armonía humana y solidaria. Unos, ovejas de las iglesias (vacías), Diario, dan sin humillar; otros, sin marca de rebaño, reciben sin sentirse rebajados, todos unidos en la caridad, el logotipo de Jesús, su carta de presentación, su evangelio, que se enseña, qué casualidad, en las iglesias (vacías) (19:02:36).