17 de febrero de 2014. Lunes.
LA
GRAMÁTICA EN BOCA DEL NIÑO
Naturaleza hablando, en el jardín. F: FotVi |
-No hay nada más feliz y apasionante que ver llenarse la boca de un niño
de palabras; son como abejas que van llenando de miel y sabiduría el panal. Primero
son palabras mal dichas, con gracia de media lengua, con sólo un parecido a
como se deberían decir, pero con significado; luego se ensamblan pronunciación
y contenido y es, una vez ordenadas las palabras, la gramática en boca del
niño. La gramática, que organiza el vocabulario y da sentido al aparente caos
del diccionario. Sujeto, verbo y complemento, y se hace el lenguaje. Además de
los signos con la mirada, las manos o el
mismo regurgitar sonidos inconexos, está el decir, o el hablar diciendo. Decir,
o llevar el mundo y sus cosas, sus ajuares de flora y fauna, de ciencia y
especulación, al otro que oye, para que haya comunión sintáctica y
entendimiento con todo. Hasta que llegan los puntos y las comas, y los signos
de interrogación y exclamación, los signos de la pregunta -un niño siempre
pregunta, lo que da idea de su habilidad para cultivarse- y el asombro, de
donde nacen la filosofía y el poema; y la ortografía de las uves y las bes, o las haches y las equis, y las jotas y las ges, o la
perfección del idioma, que es una manera de perfección de uno mismo. Todo eso
llega después; o sea, que con las palabras en la boca del niño, llega la
Gramática, o la guía de cómo se debe de hablar, para que haya comunión de ideas
y comprensión, entre el que las dice (o las escribe) y entre el que las oye (o
lee). Un niño-a de 3 años con palabras en la boca es un milagro del afán del
ser humano por hacerse uno con el todo; en la palabra, el mundo es y se deja
decir, y una vez dicho, se hace algo vivo que habla también, inspirando. Hablan
las palabras y hablan, en las palabras, las cosas nombradas. Esta vez las
palabras, en boca de Candela, han ido más allá de sí mismas; al salir del cole,
ha dicho: «Mami, he rezado»; y sin más: «En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo», ha dicho, y ha seguido en la suyo; es decir, contando a su
madre, Diario, que se había portado bien y mal a la vez (inocencia), como si
tal cosa (19:42:01).
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