domingo, 26 de agosto de 2018

26 de agosto de 2018. Domingo.
ESTUCHE DEL ESPÍRITU

Con la Palabra en los brazos, Catedral de Colonia. Alemania. F; FotVi

-En el evangelio de hoy -liturgia de la misa- Jesús habla de carne y espíritu, y de la palabra, que es espíritu y vida. Mientras dura, la carne es apariencia; después es solo bazofia y esqueleto, limpia, monda dormición ósea caduca; o esqueleto respetado solo por haber sido antes el armazón sobre el que se ha sostenido erguida la persona. El cuerpo, pues, es solo estuche del espíritu, concha de la perla. Jesús había dicho: «Yo soy el pan de vida»; y más adelante: «El pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo». Y hubo escándalo. Porque «¿cómo puede darnos a comer éste su carne?», y se alejaban de Jesús: era demasiado grosero lo que estaban oyendo. Pero ante la increencia de tantos, Jesús dijo: «Las palabras que os he dicho son espíritu y vida». Las palabras, lo que nace del espíritu y no de la carne, la inmaterialidad, el soplo que lleva a Dios en sus entrañas y que nos alienta, las que salvan. Es por lo que, ante la pregunta de Jesús: «¿También vosotros queréis marcharos?», Pedro, tocado por el Espíritu de Dios, él que es roca, contesta: «Señor, ¿a quién vamos a acudir?» Acudir a otro es desvalimiento, soledad, abismal silencio. Sin Jesús, se acaban las palabras que confortan y dan vida, que nutren el espíritu. «Tú tienes palabras de vida eterna», dice, y da, Diario, la más bella definición de las palabras de Jesús y el modo de ir, sin dar tumbos, por la vida, dejándose llevar por el Espíritu de Dios, sin otras alas ni artilugio que la fe (18:29:32).

sábado, 25 de agosto de 2018

25 de agosto de 2018. Sábado.
ORDEN Y CAOS

Corazón partido, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-De vuelta a casa, como el pájaro al nido. Volver es empezar. Poco a poco, voy acomodando el nido a mis nuevas, aunque antiguas, necesidades. Es el: «cada cosa en su sitio y cada sitio en su cosa», que decía mi padre. Es el orden dentro de un cierto desorden, o dentro de un modesto y hermoso caos. Se me da bien el caos, siempre que no sea un caos destructor, dañino, travieso. Primero pongo en orden mi máquina de poblar folios, el ordenador. Luego los libros que leo: el Libro de las horas, con el que me relaciono con Dios; el Juan de Mairena, el apócrifo y sabio manual de aprendizajes de Antonio Machado, que ahora leo; los versos de Luis Cernuda, el poeta que habitaba el olvido; el frigo, donde conviven las bebidas frescas y el rumor del olivo en las aceitunas del aperitivo; el calendario, donde llama el tiempo y avisa del final; y los dedos y la mente, para escribir. Todo preparado, dispuesto para la batalla y la paz, y el amor, en el que vivo y respiro. Que así vienen y se van, o se quedan, los versos. Quedan en el papel y en el alma, donde se releen y viven, y te van cincelando persona y libertad, y encuentro y hallazgo de todo lo demás. Ordeno mi habitación, que es un modo de ordenarme a mí mismo, para así, Diario, ir viviendo e iluminándome, y dejando alguna luz por si alguien la necesita y se la lleva, sin pedirla, que en esta feria de mi vida, todo es gratis, pues no hay moneda que pueda pagar nada de lo que doy y recibo, como el que bebe y se alegra, y comunica la alegría (18:39:03).

jueves, 23 de agosto de 2018

23 de agosto de 2018. Jueves.
SILABEO DE LUZ

Silabea la luz, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Mañana vuelvo a casa. Volver, o intentar hacer el camino viejo, para aprender el nuevo. (Confucio). Siempre son nuevos el ir y el volver; nunca das el mismo paso en el mismo sitio. Ni contemplas el mismo paisaje, ni llevas contigo los mismos pensamientos, ni dices las mimas palabras antes de partir. El volver es una novedad en el tiempo, y en el espacio. Y vuelto triste, pensando si al año que viene volveré. Aunque, de pronto, como un destello de esperanza, como un silabeo de luz, se ilumina mi interior, Diario, y me dice que sí, que (si Dios quiere) volveré, y me dispongo a dar el salto (18:58:25).

martes, 21 de agosto de 2018

21 de agosto de 2018. Martes.
AMÉN

Cigarra escribiendo su canto, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Yo, a esta mañana de sol y suavidad, de final casi del verano, le voy a decir, con el ángel de Rilke, amén; amén por la cigarra que lija el papel del día al escribir su canto en el árbol; amén por el agua del mar y el verde de las plantas; amén por el silencio que percibo hablador y confidente; amén por la palabra que me dispongo a decir, y escribo; amén por los idiomas que no sé, pero que me inspiran para soñar con mundos nuevos y distintos, con personas diferentes que se entienden con sus verbos y adjetivos, y sus preposiciones y sustantivos, y ríen; amén por la gente pacífica que no es tribal, que si lo fuera no sería merecedora de este amén, por guerrera y absurda, y supremacista; amén por la sombra que me da el olivo y por sus hojas afiladas, bajo las que me cobijo; amén por poder leer las bellas cosas escritas por Abel Martín, el autor apócrifo creado por Antonio Machado, en las que dice: «¡El amor como milagro de Cristo!», mas yo diría como el gran milagro de Cristo; amén por poder leer de Machado lo que sigue: «No olvidemos que para Abel Martín fue el Cristo, como salvador, un ángel díscolo, un menor en rebeldía contra la norma del Padre. De este modo alcanzaba la tragedia del Gólgota significación y grandeza»; amén por el sufrimiento (la soledad), y el consuelo que por el contrario trae la amistad; amén por Candela, con su continuo mirar atónito y fascinado, y su risa, y su llanto, a veces, y por la familia; amén, Diario, por todo lo que es vida (amor) y por saberme yo «mitad miseria y mitad maravilla» (Antonio Lucas); amén… (18:27:08).

lunes, 20 de agosto de 2018

20 de agosto de 2018. Lunes.
IDEOLOGÍA

Ángel contemplativo, en Molina de Segura. F: FotVi

-Hay noticias que se tergiversan: o por dejadez del que las da o por mala conciencia del medio en que se publican. Depende de la ideología del medio. Esta mañana en El País, el periódico global, se daba a grandes, llamativos -y parpadeantes- titulares esta noticia: «Los Mossos matan a un hombre que entró en una comisaría con un cuchillo y gritó: “Dios es grande”». Luego lees el reportaje y es otro el titular: «Los Mossos abaten a un hombre que entró en la comisaría de Cornellá al grito de “Alá es grande”». Si el que entra en la comisaría grita «Allahu Akbar», no puede traducirse -salvo que te guíen otras intenciones- por «Dios es grande». Aunque esta palabra se refiere al Dios de los árabes, sin embargo Allahu (Allah) significa Alá y no Dios como el de los judíos o el de los cristianos, según traduce el periódico el País. La causa de que los árabes eligieran el nombre de Allah, se debe a que al no tener plural, no se puede decir los dioses, como ocurre con el Dios de Abraham y de los cristianos. Se dice Allah, y se está diciendo el único, «el adorado». ¿Qué intención, pues, acarrea este tipo de desliz? Quizá se trate de pasar como sobre ascuas por el nombre de Alá, e inculpar así a todos los creyentes, sean del credo que sean. Es como decir: toda persona religiosa, por naturaleza, es fanática, intolerante, sectaria. Porque la religión, como alguien dijo, es el opio del pueblo. ¿No será el auténtico opio del pueblo la manipulación, el manejo, la mascarada, la avería intelectual? Quizá, Diario, sea eso (19:09:10).

domingo, 19 de agosto de 2018

19 de agosto de 2018. Domingo.
FIESTA EN LA BOCA

Para ver mejor, en el Museo del Titanic. Tallín. Estonia. F: FotVi

-Hablar de Dios el domingo, es hacer fiesta en la boca con las palabras. Al menos para mí, que soy creyente. Decir Dios es huir de la nada, del vacío, de la incertidumbre, del no estás, del te hallas infectado, del no vivir. Creo en Dios, porque admito y amo la misericordia, y la piedad, y el diálogo infinito, y la cruz, y el resurgir de la vida, y el amor. Y esto, no por miedo, sin por esperanza. Nietzsche, en su libro El Anticristo, dijo: «El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza»; aunque yo diría más bien: «Nietzsche, en su hermosa locura, creó al Superhombre a su imagen y semejanza», y le sobrevino un Hitler, que vivió y murió nadando en la nada, en el infierno más temible: la ambición del poder y la desmesura. El mismo Nietzsche dijo que «lo que se hace por amor, siempre sucede más allá del bien y del mal»; es decir, el que ama, Diario, está en Dios, donde habita la plenitud, la justicia total, el Bien absoluto (18:45:15).

sábado, 18 de agosto de 2018

18 de agosto de 2018. Sábado.
EL SILENCIO

Pescando silencio, en el Mar Menor. Lo Pagán. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Después de pensármelo mucho, me digo: «No sé qué decir», y no digo nada. Callo. Pero el silencio habla por mí: «Bien hecho -dice-, callar a tiempo es hablar dos veces». Por algo dijo Pitágoras, el primer matemático puro: «Cállate o di algo mejor que el silencio». Y el silencio, Diario, le calló: no pudo decir nada que superara al silencio, el más expresivo y bello lenguaje (18:32:07).

viernes, 17 de agosto de 2018

16 de agosto de 2018. Jueves.
LUCIÉRNAGAS EN EL TIEMPO

Baile de sombrillas, en la playa. Lo Pagán. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Leía ayer en la prensa esta aseveración: «La salida de la infancia, siempre es un desposeimiento». (David Gistau). Un desposeimiento, o destronamiento. Desposeerte, despojarte de algo que amas y que, en tu debilidad, te salva. Desposeerte, o arrancarte de aquella niñez protegida y subida a lo más alto del podio del afecto, de la ternura, de las miradas y las manos de la madre y el padre. La madre protege con la mirada, el padre con sus manos, valientes, esforzadas, y en muchos casos, carcomidas por la cal y el trabajo, y la dignidad. Se te despoja del hecho de ser niño, para subir el siguiente peldaño de la adolescencia, donde el mundo y sus cosas tienen otra apariencia, otro volumen, y los horizontes se presienten más cercanos, más al alcance de los deseos y las fantasías, aunque luego casi nunca lleguen ni se cumplan. La niñez es cobijo, la adolescencia es ensoñación. O ese imaginarte llegando a las estrellas, y por las que das pasos de una en una, mientras la utopía se agranda, hasta la juventud. En la que ya, definitivamente -y ahora, sí-, empiezas a salir de la niñez, hasta la mayoría de edad, en la que, salvo para el poeta y el filósofo, todo se hace vulgar y cotidiano, de color gris desmadejado, cruel. El poeta descubre versos escondidos y bellos y el filósofo, enigmas; es decir, siempre están atareados, nunca se dejan arrebatar la luz que emana de ellos, como luciérnagas en el tiempo. Con Candela, la vida es más niña, Diario, y hoy se ha ido al pueblo, yo me siento un poco más anciano, pero tratando de descubrir algún verso escondido que hable de claridad y amor, o de amor iluminado (19:05:18).

miércoles, 15 de agosto de 2018

15 de agosto de 2018. Miércoles.
EL PAISAJE

El flujo del mar, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Camino en silencio por un recodo de la playa y me doy con el sol que empieza a ser pequeña brasa entre las cenizas de la niebla en el horizonte. El silencio, la brasa de sol y yo amanecemos, y somos parte del paisaje. Ah, y una gaviota, y ese pequeño cangrejo que mira desde las rocas, y aquel barco de pescadores que se aleja entre la bruma. Todo es esplendor, paisaje. Falta un poco de luz, pero la suple el flujo constante del mar. Y la vida sigue. Y la muerte, en todas partes (Italia, emigrantes en el mar, incendios, desastres), como un aviso del fin, o del principio. Yo prefiero pensar que es el principio de algo que me espera detrás de mí, al otro lado de esta vida. Ese otro lado que desconozco, pero que está ahí, latiéndome, esperando. Yo no temo a la muerte, Diario, sino a la vida, por si se desvía del camino y me deja tirado en cualquier violencia o recodo de maldad, sin una oración, sin una palabra que me salve, sin nada en los labios que me aliente (17:47:42).

lunes, 13 de agosto de 2018

13 de agosto de 2018. Lunes.
CALOR

Soportando el calor, en su casa de la playa. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Trece y lunes, y un mal día de calor. Y no porque sea lunes y trece, sino porque es lunes, trece, y verano. Como ayer, como anteayer. El calor, que no llegaba, por fin se ha dejado ver y se ha instalado en el umbral de nuestras casas. Y sin pedir permiso, se ha metido en ellas. Como un okupa más. Okupa impertinente, grosero, atrevido. Que arde y ofusca, y derrite la paciencia. Pero, el reír, me redime de estos inconvenientes y hace que vuelva a confiar en el verano, aun a pesar del calor y su descaro. Y es que leyendo a Mingote, me hago más tolerante, no me queda más remedio. En una de sus viñetas, tan actual que parece dibujada hoy, dice: «Tolerando que las mujeres puedan llamarse médicas, juezas y notarias, y en compensación, pedimos que la tolerancia de los hombres sea llamada “tolerancio”». Pues “tolerancio” yo, Diario, desde ahora dejo de hablar mal del calor y de sus reveses, y lo sudo con complacencia y una cierta afabilidad (20:16:27).

sábado, 11 de agosto de 2018

11 de agosto de 2018. Sábado.
SENCILLA ILUMINACIÓN

Resurrección del agua, en Madrid. F: FotVi

-Salgo de la noche y me visto del día. Es como una mínima, repetida y hermosa resurrección. Una sencilla iluminación. Cada mañana resucito de la noche en la que muero un tiempo, para abrir luego los ojos y ver las cosas que, a su vez, me contemplan absortas. Ellas me miran y yo las miro, y nos entendemos. Mis libros, mi Virgen Niña sobre la cabecera de la cama, mis dudas, mis principios o abecedario de mi vida, mi yo solitario, mi yo universal, fraterno, pero tímido. Mi timidez, lo más mío y de lo que alardeo. Soy tímido como podía haber sido alto y con sombrero; y, sin embargo, soy bajito y me molesta llevar sobre la cabeza algo que la empañe o la esclavice, que la envanezca. La timidez me salva de todos mis desencuentros y veleidades, de mis más ocultas ínfulas y altiveces. No me creo grande, pero tampoco pequeño, y así camino, con mi timidez al hombro, que, a veces, pesa. Como la del poema, o el inquietante silencio que queda tras haberlo leído. El silencio del poema, Diario, que también es timidez, o recogimiento, o intimidad, plenitud (18:18:04).

jueves, 9 de agosto de 2018

9 de agosto de 2018. Jueves.
UN SILENCIO

Silencio de la piedra, que habla. Lisboa. F: FotVi

-Le doy a las teclas del portátil y apenas sale un pequeño esbozo de lo que puede ser un artículo, un relato, un poema; total, nada. Un esbozo. O el apunte o pespunte (zurcido) de algo que no llega, que se queda en las entrañas de la máquina, callado y esperando, como un silencio que mira y dice, pero sin ser oído. Yo -ahora en soledad- inclino el oído y trato de oír lo que dicen los silencios, tantos como se dan cita a mi alrededor. Oigo al mirlo, oigo la gota de agua que se desprende del grifo, al viento, el frenazo de un coche en la calle, pero no logro oír el silencio. Los místicos sí oyen los silencios, donde dicen que habla la trascendencia. Un consejo de San Juan de la Cruz: el silencio se oye cuando entras dentro de ti y te liberas de los ruidos del mundo que te gritan desde todas las cosas; y es que las palabras más bellas nacen de los silencios más hondos, más profundos, de los que andan por tus abismos más íntimos. Decía Zenón de Elea, que «la naturaleza nos ha dado dos orejas y una sola lengua, a fin de que escuchemos más y hablemos menos». Obedezco a Zenón de Elea, Diario, y quedo en silencio: me trago las palabras y escucho sus silencios, los que ellas dejan tras ser dichas, a ver si mañana puedo decir algo hermoso y trascendente, y que me acerque un poco más a la Verdad, que ansío (19:21:31).

miércoles, 8 de agosto de 2018

8 de agosto de 2018. Miércoles.
UN WASAP

El círculo y la gaviota, la paz, en Murcia. F: FotVi

-Un wasap, y la alegría se me agolpa en la garganta. Paqui, Candela e Isra, ya en Alicante. En casa. Vuelven de Viena. Con escala en Barcelona. Todo el día de aeropuerto en aeropuerto. Retrasos, dicen. Y respiro, y respira la paz que toco en esta tarde calurosa de verano. La paz, o la serenidad que descubro en cada cosa que miro. Un poema, el árbol, la tarde, todo es paz. La paz va conmigo, como la pelambrera que, tras de mí, ya casi me ocupa todo el cuello. Y, dentro del tiempo de alegría, Diario, pienso: «He de ir a que me pelen», y lo dejo para mañana, mientras doy gracias por la paz que me cerca, y que palpo, y gusto (19:59:58).

martes, 7 de agosto de 2018

7 de agosto de 2018. Martes.
PROEZA PICTÓRICA

Siempre la claridad viene del cielo, en San Pedro del Pinatar. F. FotVi

-Cae el calor como una bola invisible de fuego. Arde el día, y el mar, a su lado, se desmaya. En la playa, el mar se hace lengua que palpa, lengua salada que lame los cuerpos de los bañistas. Y los gusta también salados. Como anchoas en conserva, pero a la intemperie. Y las noticias hostiles se suceden una tras otra, como una crónica de pavor y cólera. Fuego en el Algarbe, en Portugal, y terremotos en la isla de Lombok, Indonesia. Fuego, muertos, desaparecidos. Como un aquelarre sin fin. Y en Santiago, un aprendiz de brujo, un Velázquez moderno, pinta de azul, en la puerta de las Platerías de la Catedral, una estatua románica del siglo XII. Y se sorprenden las autoridades, y el regidor de la cosa, y gente que pasaba por allí. Todos ellos hechos un haz de extrañados, de pasmados ante tal proeza pictórica. ¿Pero qué pueden esperar dado el nivel de educación de alguna de nuestra juventud? Salvo graciosas y disimuladas excepciones, la mayoría de los jóvenes se han formado intelectual, ética y socialmente en la universidad del móvil, del botellón, de la carencia de escrúpulos. Se mofan del rey y de la rayuela, de la bota y del botín, son tiernos cacharros que adoran la nada y se deleitan con la perversidad. El relativismo y el nihilismo son los dioses y guías de su caminar vacilante por la vida. Sin embargo, salvemos la inteligencia y la creatividad de la juventud y habremos ganado el mañana de nuestra sociedad, pero sin aspavientos y sin lágrimas de cocodrilo, solo viviendo en concordancia con la conciencia y el deseo de libertad, y el afán de ir más allá; esto, Diario, es el progreso, y no la barbarie y la ordinariez en que vive inmersa una gran parte de nuestra juventud, sin bridas y sin horizonte  (18:59:43).

domingo, 5 de agosto de 2018

5 de agosto de 2018. Domingo.
RESURRECCIÓN MORAL

Siempre hay una puerta que abrir, en Vilna, Lituania. F: FotVi

-Una buena y regocijante noticia: se le da muerte a la pena de muerte en el catecismo cristiano. En razón de la dignidad de la persona humana, es decapitada, fulminada, la pena de muerte, pues, según el papa Francisco, es esta «una medida deshumana, que humilla». Es la alegría de una resurrección moral de la iglesia: porque la vida es vida desde el embrión más indefenso hasta la vejez más quebrada. Ni aborto ni eutanasia, vida. Nadie es quien para arrebatar este don de la vida a otro ser, ni rey ni ley. No hay ideología, filosofía, religión, que pueda más que la vida, que se lo digan si no al óvulo fecundado o al grano de trigo que cae en tierra y luego iluminan el paisaje con la espiga y los ojos del niño que contemplan absortos el campo dorado. Y, aunque Horacio, el gran poeta latino, nos invita a pensar en «que cada día que vivimos puede ser el último», yo, por el contrario, imagino, Diario, que cada día que vivo es el primero y que hay que vivirlo intensa y amorosamente, con furia, y con la sorpresa (Rabindranath Tagore) de saber que aún sigo existiendo, o el asombro (fascinación), de vivir (18:53:37).

viernes, 3 de agosto de 2018

3 de agosto de 2018. Viernes.
EL CALOR Y LOS OTROS

Esperando la cerveza, en el bar. F; FotVi

-Metidos de lleno en el calor, dudo que esto sea peor que el infierno, como decía Sartre, de los otros. Los otros, o esos que te miran sin tú saberlo, que te repudian sin tú saberlo, que quizá, y sin embargo, te admiran sin ellos saberlo. Admiración que, por recelo, por prejuicio, por ofuscación, les lleva al odio, a la ojeriza, a no darte lo que ellos saben que te mereces. El calor y los otros, o los dos minotauros del laberinto del verano. Con el hilo de Ariadna del abanico o la cervecita fría en la terraza de la playa, o un buen libro (aunque sea un bestseller voluminoso y terco), como esperanza de salvación. Con paciencia («yo voy soñando caminos”, decía Machado) se pueden vencer estos dos infiernos, el del calor y el de la pelusa; la pelusa: o el alfiler del otro -odio, difamación, envidia-, Diario, clavado en el corazón de la mariposa: el de aquel que sufre la embestida feroz del otro (18:20:57).

miércoles, 1 de agosto de 2018

1 de agosto de 2018. Miércoles.
EL CALENDARIO

Calendario, medidor del tiempo, en la Torre de la Horadada. F: FotVi

-Ayer fue treinta y uno de julio y hoy es uno de agosto. ¿Quién lo dice? El calendario. Ese medidor fraudulento del tiempo, que determina cuándo trabajar y cuándo entrar en descanso. ¿Descanso? Ayer fue un día de ajetreo y sudor a causa de un timbre, en su día mal instalado. Ha habido que cavar y cavar, hasta dar con la manguera que conducía los cables bajo el pavimento del patio hasta el cuadro en el que vigilan los fusibles. Veía sudar a Julián y, aun si hacer nada, sudaba yo más que él: un manantial que descendía por el rostro y le desaguaba en la barbilla, y eso a pesar de estar bajo el olivo. Luego llegó Alfonso y en un momento se solucionó el problema: oyó dónde percutía el cable introducido en el cuadro, y llegó la solución, como por encanto. Respiró Julián, respiré yo, respiró Alfonso, y el cable, por fin, salió triunfante hacia su destino. Fuimos y pulsamos el timbre y supo a gloria su sonido, como el adagio del concierto nº 2 de Vivaldi, el Verano. Y mientras, la huelga de los taxistas, y la llegada a las costas españolas de miles de inmigrantes, unos recibidos con música y ministros y otros abandonados a su suerte, y el desánimo, Diario, al advertir que casi nada se arregla, que todo es desorden, manipulación, intereses espurios, políticos, en definitiva, de clanes irreconciliables (18:56:05).

lunes, 30 de julio de 2018

29 de julio de 2018. Domingo.
NOTA MUSICAL DE VIDA

Anhelando la luz, en Saint Michel. Bretaña francesa. 

-Baja la temperatura un poco, una buena noticia. Feliz día, pues, para mi corazón cansado, pero no vencido. Cuando me ven mis antiguos feligreses me regalan halagos que yo celebro, pero con mesura. «¿Qué hace con los años, que no pasan por usted?», me dicen. Y sonrío, porque sé que tal vez los años no pasen por mí, pero yo sí por los años. Y, al pasar por ellos, cada cual va dejando en mí su hermosa y determinante nota musical de vida y despedida, de gozo por haber vivido -centelleo-, y de serena reflexión sobre lo que acaba. Sobre lo que acaba, o continúa. Pues como dice Robespierre (el incorruptible, le llamaban): «la muerte es el inicio de la inmortalidad». ¿Y qué es la inmortalidad? ¿El tiempo feliz de la contemplación -y del amor, quizá-, o el tiempo del no hacer nada, de quedar inerte? Yo prefiero lo primero; es decir, contemplar y ser contemplado, amar y ser amado, en una actividad de intercambios obsequiosos; pues lo segundo, Diario, me llevaría a una pereza infinita, de bostezo innumerable, sin descanso, y siempre del otro lado de la nada (19:14:47).

sábado, 28 de julio de 2018

27 de julio de 2018. Viernes.
PÓRTICO DE LA GLORIA

Escritura en piedra, Pórtico de la Gloria, en Santiago de Compostela. Galicia

-Dices Pórtico de la Gloria y la piedra sonríe y sus silencios -silencios policromados, los llama una periodista- se hacen himnos de alabanza a la belleza trascendente. Dios, en la piedra, habla y ríe, y se viste de colores, y se hace exclamación y pensamiento, y ojos de aquellos que miran deslumbrados el milagro de la piedra. La belleza, pues, deslumbra, al que la hace posible, Dios, y al que la contempla, el ser humano absorto. Es como el que lee un poema y lo recita y lo vive, y se hunde en sus destellos, y parpadea. De este modo el poema se hace olor y color, y calor, en la palabra. O sea, que nace en la boca y se instala en las palabras, que a su vez se enredan en el viento y lo hacen verbo y diccionario, y significado. En una restauración que ha tardado diez años, el Pórtico de la Gloria, complacido, ha enseñado las sonrisas celestes de sus personajes, el color de sus vestimentas, el calor húmedo y tierno de sus miradas. Qué bien ríe, y mira y siente esa piedra de Dios. Desde dentro hacia afuera la piedra ha ido aflorando la belleza que el maestro Mateo le fue dejando en su interior de piedra humanizada, divinizada, de miradas cómplices, de cielo descendido y encarnado en la roca. A finales del siglo XII, Dios bajó y se instaló en las manos del maestro Mateo, que, a golpe de cincel y maestría, fue dando forma a esa presencia de Dios, lírica y amable, bíblica, y tan cercana, que se hace temblor y conmoción. El arte románico, Diario. es un arte sabio que, en un lenguaje coloquial y tallado, íntimo, enseña lo que dice la Escritura, aun al que no sabe leer, pero sí mirar, con amor (18:38:50).

jueves, 26 de julio de 2018

26 de julio de 2018. Jueves.
HIJOS DEL TRUENO

Santiago y abre España, en Compostela.

-Se llamaba Santiago y era hijo, y hermano, de pescadores. Pescador, o conocedor del mar: de sus ínfulas y de sus calmas, de sus noches ciegas y de sus noches de luna, de la tragedia y del amor. Hijo de Zebedeo y hermano de Juan, era amigo de Jesús de Nazaret. Parece ser que parientes. Vivía en Betsaida, junto al lago Genesaret y cerca de Cafarnaúm. Un día, estando ambos con sus tareas junto al mar, pasa Jesús, les invita a seguirle y ellos, dejándolo todo, le siguieron. Sin pensar en el mañana, solo en el hoy: en esa figura de Jesús que les atrae y les seduce. Hijos del Trueno, les llamará Jesús. Un día, ante un recibimiento desairado de los samaritanos, le piden a Jesús que baje fuego del cielo y les mate. Todavía no conocían lo que era la misericordia. Pero vivieron y convivieron con Jesús, y con él pisaron fango y desierto, pobreza y compasión, vieron cómo hablaba un mudo o veía un ciego, o cómo tomaba su camilla un paralítico y andaba, o cómo al ser tocado un leproso por Jesús quedaba limpio de su impureza. Y, sobre todo, escucharon la parábola del buen samaritano y su corazón halló la piedad, y se hizo más humano. Ayer celebramos la fiesta onomástica de Santiago. Con alborozo popular. Dice la tradición que vino a España y predicó el evangelio de Jesús, y que, después de ser decapitado en Jerusalén, sus discípulos cogieron el cuerpo y lo trasladaron al lugar donde hoy se venera, en Compostela, o el Campo de Estrellas. Es una bella tradición, Diario, que ha colmado muchas vidas de paz y gracia, y de una excelsa luz para el espíritu (19:53:40).