5 de diciembre de
2018. Miércoles.
ASOMBRO
Y PREGUNTAS
Señales en el cielo, al amanecer. En Murcia. F: FotVi |
-Me he acostumbrado a
mirar todo con ojos de asombro y pregunta, ojos de niño que quiere aprender,
que duda y pregunta. Y, preguntando, aprende. Aprendo que el mundo es hermoso y
feo, pacífico y terrible, jungla y nido donde nacen melodías, y versos y
herramientas para el trabajo, y la culpa y la libertad, y la nada y el diálogo.
¡Ah, el diálogo! Y este mundo de ángeles y demonios, de días soleados y
tormentosos, de lanzas y podaderas, es con el que me topo cada día a la vuelta
de cada esquina, en el trabajo o en la iglesia, en la librería o el concierto
de rock, en el silencio o la tamborrada. (En el silencio se tocan los misterios,
y se ve pasar la espalda de Dios, como le ocurrió a Elías en el monte Horeb). Miro,
me asombro, y pregunto. Preguntas sin respuesta esta vez. Un partido político
echa a sus huestes a la calle a la caza de fascistas, como el que caza
mariposas o pájaros en una red. Es decir, echa a gente a la calle para que cace
a otra gente. ¡Horror! Y al grito de «¡No pasarán!». Sin pudor, como ejercicio
de algarabía. Y todo porque en unas elecciones libres, los resultados no han
salido como ellos hubieran deseado. Me cuentan que esto ya pasó en otro tiempo
y me aterra. Y en el ínterin, se queman contenedores y echan humo los puños en
alto, como hornos crematorios. Me asusta el grito, y más si a este lo sigue el
fuego, la ideología, el fanatismo, la intolerancia. En Andalucía, Diario, ha
saltado la chispa, pido que no se extienda el fuego al resto de la pradera, donde pastan felices los búfalos (18:38:20).