10 de junio de 2020. Miércoles.
SENDAS DE JUSTICIA
Sendas de justicia en la nieve. Pärnu. Estonia. F: J. Giner |
-Esta mañana, al rezar, me he dado con una
bienaventuranza, que ha servido de consuelo para mi boca y mis palabras. A las
ocho bienaventuranzas de Jesús, podríamos añadir ésta, que es luz y dedo que
señala el camino a seguir. «Dichoso el hombre que camina por sendas de justicia
y habla con rectitud», dice. Llama «dichoso» al justo; es decir, bienaventurado,
feliz, agraciado. La justicia nivela la dignidad de las personas, y las reviste
de gracia, de bondad, de excelsitud. Las consagra. Andar por sendas de justicia
es ir dando pasos por la verdad del vivir, del mirar, del estar. Todos iguales,
imposible; pero todos tratados con equidad, con la misma vara de medir, y que cada
cual que se eche a volar según el poder de sus alas, de sus sueños. También de
su iniciativa, de su esfuerzo, de su capacidad de resistencia. Pero la justicia
no ha arraigado en la vida del mundo. Y esta es la razón por la que siempre está,
Diario, en guerra y en desencuentro. En vez de las palabras, usa la violencia (18:53:07).