lunes, 25 de mayo de 2020

25 de mayo de 2020. Lunes.
UNA GOTA DE AGUA

Gotas de agua pensativas, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Son las 7:30. Suena el despertador. Suave, sin estridencias, amable, como el susurro de una madre. Pongo los pies en el suelo, bostezo, y me santiguo. Desde ese momento, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo cargan conmigo. «Menuda carga», digo. Y sonrío. «Ante tanta tristeza, ¿por qué no sonreír un poco?». Como anoche, que soñé, que en un momento de apuro, aparecía un pájaro y me sacaba del aprieto. Tenía sed. No podía alcanzar el agua. Es lo que pasa en los sueños, que nunca logras lo que tienes al alcance de la mano. Como el que corre y no adelanta. Y nace la angustia. Pero el pájaro vino y dejó caer una gota de agua de su pico en mi boca: pio y se fue. Con esa luz, con ese alivio húmedo entre mis labios, me volví a dormir. Esta mañana, sin embargo, al despertar, he pensado: «Un pájaro y una gota de agua, auxiliando a un necesitado». Y al santiguarme, he pedido, Diario, aprender del sueño, para no dejar pasar el momento de la piedad y el amor al prójimo, que, en este momento, clama justicia (12:53:15).

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