21 de junio de 2020. Domingo.
LA LUZ
Plaza de las sillas, en recuerdo del Holocausto. Cracovia. Polonia. F: FotVi |
-Abro los ojos y contemplo la luz del día, su
inmensa y abierta claridad. «Siempre la claridad viene del cielo», dijo Claudio
Rodríguez. Poeta. El cielo llueve claridad, como llueve vuelos y lejanías, y,
en la noche, estrellas. Anoche vi un charco lleno de ellas. Lo moví con la mano
y, como un cristal, todas se hicieron añicos. Sin embargo, saqué la mano y se
recompuso; fue otra vez el cielo y sus estrellas. Hoy, en la misa, he oído decir:
«No tengáis miedo». Les hablaba Jesús a sus discípulos, en la intimidad, en un
día de miedos. El miedo nace en la mente, se adentra en el corazón y corroe la
vida, como la carcoma un retablo de catedral. No tengáis miedo, dice Jesús: ¿De
quién? De los hombres y de las circunstancias en que, a veces, aquél tiene que
moverse; ejemplo: el coronavirus. Se puede perder la vida, pero no el espíritu,
el alma, que es donde se ensamblan, se hacen una, Diario, nuestra existencia y Dios,
que es la auténtica y definitiva vida, la del encuentro entrañable con él en la
eternidad, donde se acaban las aristas y los horizontes, pues todo es amor (17:56:40).